Mar del Plata, día 4

Jack Martínez

Me tocó ver el República Dominicana contra Canadá sentadito al lado de mi mamá, Dora Altagracia Campillo Pérez, de casi 83 años, pensé que sería una experiencia insufrible. Cuando Andy Rautins estaba en su momento más luminoso, embocando de larga distancia, quizás el que fue el instante definitorio para los norteños, me saltó con un “George –El Cosaco- Klus lo hacia mejor”. El sacrificio fue llevadero pero me valió para recordar junto a ella nombres de nuestras primeras figuras.

Doña Dora, repartía volantes de la Juventud Democrática a los 14 años, para la sazón ya distribuía 177 centímetros en un cuerpo estilizadísimo y nunca le pasó factura a este país donde todo el mundo vive del trijillismo o el antitrujillismo, del balaguerismo y el antibalaguerismo, y ahora del leonelismo o el antileonelismo.

Eran tiempos donde la dignidad se preciaba, donde una de nuestras principales figuras Federico Horacio –Gugú- Henríquez Vásquez se inmoló en la bahía de Luperón en 1949 y el baloncesto jamás lo ha recordado. Perpetuó también a Guillermo –Minoco- Thormann y Rafael Espada Cintrón, este último inquieto como el que más.

Esta vez no pudimos regresar, pero el marcador fue justo con el esfuerzo en las postrimerías del encuentro, 73-72, frente a unos canadienses que pese a ejecutar oficiosamente nunca fueron determinantes. Pensé que con una ventaja de 12 puntos en el tramo final defenderían con más hidalguía, pero faltó muchísimo.

Jack Martínez y Al Horford se reiteraron como los puntos más luminosos de la escuadra quisqueyana, Eulis Báez sigue demostrando que debe de estar sembrado en una selección nacional y apareció Francisco García. Se fallaron 10 lances libres, el porcentaje de larga distancia horrible y para que contar el por ciento de los tiros de mayor proporción, solo un 36.9. Quizás hay muchas distracciones entre la tropa dominicana.

Quien nuevamente se borró de la cancha fue Charle Villanueva: 8 minutos, 2-0 en lances de tres, 4 rebotes, 4 faltas, tres de ellas ofensivas. No se si podrá resucitar, pero el mismo se ha matado tantas veces; el mismo ha levantado su mano con el puñal. Es impensable pensar que asiste a su propio entierro, solo, llorando y haciendo un nudo en el pañuelo.

Después del cierre, Martínez tronó: “parecemos un grupo de enemigos, no nos comunicamos en la cancha, no hablamos y nuestro base Edgar Sosa tiene que cuidar sus faltas y penetrar hacia la canasta”.

Se sumó solo un puntito y andamos por tres. Recuerde que he borrado los dos puntos obtenidos frente a los cubanos, por entender será el conjunto que quedará eliminado. Nos restan 8 para alcanzar de forma segura las semifinales y faltan 5 encuentros, única posibilidad de acceder a los que los manejadores del grupo pretenden: un pase a Londres 2012, en primera clase. Es imperativo ganar y no esperar a que otro equipo produzca un batacazo.

Solo una sorpresa contra Brasil, impediría que nuestro primer rival en el cruce sea Puerto Rico el lunes venidero.

Más temprano Paraguay estuvo a punto de aguarle la fiesta a Panamá, al perder de solo 3 unidades, 86-83. El director técnico de los paraguayos aún debe estar protestando los últimos 20 segundos del choque. “No nos dejaron ganar” ha repetido hasta la saciedad Arturo Álvarez.

Venezuela obtuvo su primer triunfo superando a Cuba con pizarra de 106-69. Greivis Vásquez volvió a ser figura con 21 puntos, seguido por David Cubillán con 18 y Dwight Lewis con 11. Lewis, de madre venezolana, realizaba su debut con la selección vinotinto. El dirigente Eric Musselman también hizo debutar a Néstor Colmenares.

Puerto Rico mantuvo su invicto al disponer de Uruguay, 74-64, cerrando su tercera gran actuación, y una vez más Carlos Arroyo y José Juan Barea fueron determinantes. El pívot Daniel Santiago atrapó 11 rebotes. 48 de los 64 tantos charrúas llegaron de las manos de Mauricio Aguiar, Leandro García Morales y Esteban Batista; cada uno alcanzó 16 unidades.

El encuentro de hoy, República Dominicana contra Brasil será harto complicado. Se ha chocado contra ellos en dos oportunidades y cada cuerpo técnico debe haber estudiado a su rival hasta la saciedad. Los brasileños, pese a sus ausencias, siguen siendo el principal candidato a disputar el trono frente a los argentinos. El entrenador Rubén Magnano tomó las riendas en el 2009, después de la salida de José Manuel –Moncho- Monsalve y ha trabajado con intensidad, pasión y entereza.

Las bajas de Leandro Barbosa y Nené Hilario, las lesiones de Anderson Varejao y Arthur José da Luz Casimiro (6-10, 19 años) y la inhabilitación del armador Larry Taylor, quien no recibió sus documentos a tiempo, no opacan la calidad del plantel verdeamarello. Respecto al Mundial de Turquía cambió cinco jugadores pero cuenta con una base sólida, con un buen proceso de recambio combinando experiencia y juventud. Esto permite una larga rotación de 12 hombres donde ninguno suma más de 27 minutos por juego.

Rubén Magnano

Si la defensa que siempre exige Magnano finalmente es interpretada por sus jugadores como en su momento lo hizo Argentina desde el 2001 en adelante, entonces estamos ante un rival capacitado para ganarle a cualquiera.

Un chusco señaló: “es el peor Brasil de los últimos 25 años”. Rolando Guante siempre me ha dicho, “para estar en esto hay que leer, hay muchos ignorantes metidos a cronistas deportivos”. Hacer estas afirmaciones graciosas, aunque fuese en la radio estación más escuchada de todo el país es una nuestra de escasísima cultura baloncelista. Iván Brea, ido a destiempo, “Vaca Sagrada” del baloncesto dominicano, me comentaba: “hay demasiados imbéciles que se creen capaces de sentirse amos y señores con un micrófono en las manos”.

A los brasileños le costó una inmensidad superar la generación de Oscar Schmidt, Israel Machado y Marcel de Souza, antes hubo unos insuperables Marcos Antonio Abdalla Leite (Marquinhos), Ubiratan Pereira Maciel, Helio Rubens Garcia, Milton Setrini Junior (Carioquinha), Roberto Jose Correa (Robertao),Carlos Domingos Massoni (Mosquito), pero en el intermedio también sobresalieron, antes de llegar esta camada, que sigue produciendo elementos a raudales, Joao Jose Vianna (Pipoka),Paulo (Paulinho) Villas Boas, Andre Luis Guimarães Fonseca (Ratto), Rogerio Klafke, Demetrius Conrado Ferraciu, Wilson Fernando Kuhn Minuci, Joelcio Joerke (Janjao), Caio Eduardo de Mello Cazziolato, Marco Aurelio Pegolo dos Santos (Chui), entre tantísimos otros.

Jugar contra Brasil es siempre una experiencia infaltable. Todo el mundo quiere contagiarse de su misticismo, de su ritmo, de su sabor, es como evocar samba y carnaval, pero en la duela también se vive de rivalidades y este equipo no está dispuesto a ceder lo que bien considera tiene ganado.

En los últimos 13 eventos continentales, Brasil ha participado en todos, República Dominicana solo en 9 (ausente en 1988, 1992, 2001 y 2007) y en dos ocasiones no nos hemos visto las caras, por la temprana descalificación quisqueyana (1989 y 1997). Los encuentros favorecen a Brasil con 6 victorias en 7 oportunidades. El único triunfo dominicano se produjo en 1995 en Neuquén, 100-98, con aquel trabajo memorable de Franklin Western.

Tiago Splitter

Los triunfos brasileños han llegado en 1984 (93-78) en Sao Paulo; 1993 (84-80) en San Juan;  1999 (70-64) en San Juan; 2003 (104-72) en San Juan; 2005 (80-72) en Santo Domingo; y 2009 (81-68) en San Juan. Memorable también fue el encuentro por la final de los Juegos Panamericanos del año 2003 efectuados en Santo Domingo, cuando de la mano de Héctor Báez se obtuvo la única medalla lograda por República Dominicana en una justa continental. El marcador final fue 89-62 a favor de los sudamericanos.

Ganar es la única alternativa para los dominicanos, luego de la derrota frente a los canadienses. Un nuevo revés complicaría en exceso las aspiraciones nacionales, lo que obligaría a ganar 3 juegos después del cruce, incluyendo por lo menos una victoria frente a Puerto Rico o Argentina y descontando triunfos frente a Uruguay y Panamá.

La jornada también trae los siguientes choques: Canadá/Cuba, Panamá/Uruguay y Argentina/puerto Rico.