jueves, 1 de septiembre de 2011

Mar del Plata, día 3

John Calipari

Venezuela se hizo muy difícil, inclusive se habían abandonado muchas esperanzas cuando el equipo dominicano regresó de un déficit de 17 tantos ya entrado el tercer cuarto, y rebotó de la mano de Al Horford, Jack Martínez y Luis Flores, básicamente. Defensivamente se mostró lo que se puede hacer sobre la duela, eso que siempre se ha podido hacer, pero siempre nos ha faltado consistencia, entereza y carácter.

Los dominicanos fuimos muy inferiores a los de la vinotinto casi todo el camino y que se recuerde es la primera ocasión que rebotamos de un déficit tan abismal en una competencia de este tipo. Los bolivarianos se volvieron a apagar en la parte final del encuentro, no encontraron como definir, por segundo día consecutivo.

Resultó el anverso de la derrota que ellos mismos nos inflingieron en el 1997, cuando a mitad del choque ganábamos por 19.

El marcador se detuvo en 92-89, pero lo más significativo es que se obtuvieron 2 puntos vitales para aspirar a llegar más lejos. Debido al calendario, cada jornada será más fuerte, más difícil y hay que emplearse de manera diferente cada vez.

La zona 3-2 de montó el dirigente Musselman, postró el juego interior dominicano, que no encontró respuestas pese al desempeño de Horford con lances muy comprometidos, además de cortar cualquier intento de fast-break, mientras Calipari estaba conciente de que de la mano de Greivis Vásquez, quien estuvo a punto de realizar un triple/doble, saldrían todas al posibilidades venezolanas. Apelar al lance exterior no fue una respuesta con satisfacciones (11/3 en esta parte).

El 49-41 con que se llegó al meridiano del juego no demuestra cuan superior fueron los bolivarianos en ese lapso. Venezuela mostró que puede ejecutar sin su jugador ene-be-a y que los demás saltan al tabloncillo a cumplir con las ordenanzas; Oscar Torres asumió el comando ofensivo, nadie perdió la orientación y con paciencia y claridad ofensiva marcaron claramente el paso.

Al reanudarse el compromiso los venezolanos perforaban la defensa dominicana con buen desempeño, y a 7:38 del tercer parcial la diferencia era 60-43. En un destello se encontraron huecos y en apenas 2 minutos el margen cambió con un interludio de 9-2; se tomó confianza y parecía que se daba vuelta el choque.

Venezuela pareció olvidarse que el día antes había sufrido un drama similar y cedió la ventaja, se diluyó.  Llegó el empate con lances libres de Horford y con aplomo supo defender el último tramo de la jornada. La derrota borró las grandes actuaciones de Oscar Torres, 19 tantos, y Greivis Vásquez, 16 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias.

El empuje dominicano sucedió con Francisco García y Charlie Villanueva fuera del terreno de juego. Si fuera del dirigente de este equipo me olvidaría de la existencia de Villanueva, que ha resultado un fiasco con la camiseta nacional, esta es el tercer golpe (San Juan, 2009, Santo Domingo, 2010), aunque parece ser la primera vez que alguien más lo nota.

A modo de chiste, resultó una pena que El Pollito (Kelvin Peña), quien no entró a la cancha, no pudiera picotear a El Grillito (José Vargas).

A segunda hora Puerto Rico no perdió tiempo y sacó rápido de la cancha a Paraguay con marcador de 101 a 55. Fue un trámite cómodo para los de Flor Meléndez, quien no confrontó la minima resistencia.

Argentina ganó de forma convincente a Uruguay, en el clásico del río de la Plata, 86-51, con buena defensa y el regreso a las canchas de Carlos Delfino. Los charrúas pagaron caro la ausencia de su bombardero Leandro García Morales.

Al Horford
En la jornada de cierre, Brasil asumió su condición del líder de grupo y dispuso de Canadá, 69-57, después de tres batallados cuartos iniciales, en un drama escrito con ciertas similitudes al día anterior frente a los venezolanos. Los de Rubén Magnano deberán emplearse a fondo en las justas por venir, mostrar todo su poderío y superar los baches que presenta en su juego.

Canadá no lució mal, batalló hasta lo indecible, pero no le bastó, pareció quedarse sin gasolina en el tramo final y como dato curioso, 10 de sus hombres anotaron, pero ninguno alcanzó cifras dobles (Anderson, 9; Joseph y Doornekamp, 8 cada uno).

Los canadienses serán el rival de turno de los dominicanos. Un equipo que no hace escándalos y que se las arregla para estar siempre en la siguiente fase, inclusive sin llegar al cuadro de medallas. Cuentan con un gran programa de trabajo, aunque no han logrado explotar todo su talento. En la actualidad tienen una camada joven, interesante, con muchas herramientas, que seguro será un gran recambio para esta generación.

No hay una estrella refulgente en el horizonte canadiense, hace rato se olvidaron de Steve Nash, no tienen ese toque mágico, pero básicamente son un equipo que busca posicionarse a base del juego en conjunto. Los marcadores canadienses no son altos al estar faltos de un líder absoluto dentro de la cancha, pese a tres ene-be-a, como Andy Rautins, Joel Anthony y Cory Joseph, pero en cualquier momento pueden destaparse, lo mismo que Carl English y Levon Kendall.

Los canadienses defienden muy bien y desde ahí procuran obtener sus frutos, saben sembrar. El dirigente Leo Rautins repasa sus sistemas y los lleva a la realidad diaria. Ese es su planteamiento básico. Lo puso sobre la duela en San Juan, hace dos años, y tratará de repetirlo con intensidad esta tarde, además, se asistió de Scott Roth quien es un profundo conocedor del alma nacional.

El baloncesto no es regla de tres, no podemos estar vanagloriándonos por un simple tope en Foz. Esta es la realidad y hoy es que hay que salir a la cancha.

Dominicana consiguió una victoria memorable contra los canadienses en 1995, precisamente en tierras argentinas, 82-79. Pero Canadá ha salido triunfante en las últimas cuatro veces en que nos hemos visto las caras. Montevideo, 1997, 108-85; Argentina, 1999, 81-64; San Juan, 2003, 78-75; y San Juan, 2009, 80-76.

En el 1993 no nos enfrentamos debido a la temprana descalificación del equipo dominicano. En el 2001 no asistimos a la Copa de las Américas, y en 2005, en Santo Domingo, fueron los canadienses los que resultaron eliminados en la primera ronda.

Ardua tarea la que nos espera apara esta tarde. Prefiero ir como la hormiguita: ayer necesitábamos 11 puntos en 7 encuentros para poder estar en las semifinales. Para hoy necesitamos 9 en 6, tenemos mejor perspectiva, pero aún estamos muy lejos y el torneo no ha otorgado todavía la primera sorpresa.

La jornada también trae los siguientes choques: Paraguay/Panamá, Cuba/Venezuela, y Puerto Rico/Uruguay. No espero tampoco un estupor.

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