LNB: mezcla de gimnasia con magnesia
Nunca ha sido de mi interés debatir lo relativo a la Liga Nacional de Baloncesto
(LNB) o su predecesora la Liga Dominicana
de Baloncesto (LIDOBA), considero que es otra distracción más de la actividad
en el país. Una y otra versión ha pretendido venderse como el expectante futuro
de los aros y las canastas en el territorio nacional y no ha resultado así.
Arribando a su tercera campaña, la LNB , como tal, arrastra un
pesado fardo, casi masoquista, que no se hasta que punto sus accionistas estén
dispuestos a soportar. Los veganos no resistieron la carga, los romanenses
cambiaron de directivos y lo mismo se menciona de otras banderías. Hoy, más de
una franquicia está en venta. A diciembre del 2011 se comentaba que las
perdidas rondaban los 60 millones de pesos dominicanos (en ese momento, unos
1,578,950 dólares, moneda de los Estados Unidos de América).
Los interesados están buscando medidas para tratar de
continuar con el espectáculo, pero aún no consiguen las fórmulas para
mantenerlo. Por más dinero que se tenga, por más recursos agenciados en los
organismos del estado (hay dueños de franquicias ligados muy estrechamente a la
gestión de Leonel Fernández Reyna, que todo el mundo sindica como sumamente
corrupta), no es cierto que se invertirá como barril sin fondo.
En el IV congreso de la Federación Dominicana
de Baloncesto (FEDOMBAL) los ejecutivos de la LNB llevaron una propuesta irónica, sarcástica, corrosiva,
insultante: mantener tres refuerzos foráneos en cancha, permitir un jugador del
área panamericana y agregar un nativizado por cada conjunto. Cinco invitados
por equipo. La idea fue descartada y se le permitió mantener los tres
extranjeros.
La fiebre no está en las sabanas, no se quiere buscar
un termómetro para medirla, tomar un analgésico, un baño de agua helada y
cambiar las vestimentas por algo más fresco.
Gústese o no, el baloncesto es en todas partes una
estructura de clubes, con una base de sustentación que permite un relevo
generacional. Cuéntese así el Real Madrid y el Barcelona de España, pero
también el más modesto Canarias o el Unicaja de Málaga; el CSKA de Moscu, los
equipos lituanos, griegos y turcos, el famoso Macabbi de Tel Aviv, los
franceses y alemanes, el Olimpia de Milano, el Treviso, el Montepaschi de
Siena, el Virtus de Roma; busque del Franca de Río de Janeiro, el Corinthians,
el Uberlandia o el Limeira donde juega el dominicano Ronald Ramón, o el Atenas
de Córdoba, el Estudiantes de Bahía Blanca, Peñarol de Mar del Plata. Es la
norma en los cinco continentes.
¿Qué seguimos a la NBA ?... perfecto, entonces asegúrese de tener más
de 360 universidades de primera división, más otras tantas en segunda y tercera
división, más la NIAA
y otras denominaciones menores, que permiten mantener un relevo continuado de
talento y figuras.
En casi una
década, la LNB no
ha producido una sola figura, ha dado trabajo a las ya existentes y no ha
asistido a ninguna de las instituciones que han formado a los jugadores de los
que sacan provecho. Ningún equipo puede presumir de haber contribuido
al desarrollo de un, por ejemplo, Ulysse Adjagba (francés), o un croata Mislav Brzoja, o un Marius Grigonis de Lituania, o
un turco Kartal Özmizrak, Mateusz Ponitka
de Polonia o un Mario Saric de Croacia, que serán las figuras que posiblemente
adornen en escenario mundialista en los próximos años. Si queremos estar más
cerca, Argentina tiene a una camada grande: Gabriel Deck, Nicolás Lauria,
Christian Velazquez, Rodrigo Haag, Nicolás Capello, Gonzalo Torres, Gonzalo
Álvarez, Nicolás Zurschmitten, Álvaro Merlo o Christian Boudet; los canadienses
cuenta ya mismo con Justin Jackson y Marial Shayk.
Si lo desea,
cambie los apellidos por Rodríguez, Pérez, Hernández o Castillo. ¿Dónde quedan
parados los nuestros?
¿Qué jugadores
se están formando en el país para tomar la antorcha de Jack Michael Martínez,
Eulis Báez, Amaury Filión, Alberto –Cebollita- Ozuna, Joel Ramírez o Manuel
Fortuna?... ¿qué jugador dominicano en la LNB tiene proyección para salir a jugar al
exterior?... ¿cuántos muchachos dominicanos se están preparando para mejorar
sus condiciones atléticas y humanas?
Mientras no existan acuerdos con las organizaciones de
base, la LNB
tendrá un strike en su contra.
Tristemente, aunque suene a retama, el calendario del
circuito tiene que ser modificado. O se corre en los primeros meses del año o
se juega paralelamente con el béisbol invernal de República Dominicana. Todas
las ligas del mundo se desarrollan a la par con otros deportes; España,
Argentina, Francia, Brasil, Chile se juegan en las mismas fechas del futbol; la NBA corre junto a la NFL (National Football League)
e invade el calendario de las ligas mayores.
¿Patrocinios?... públicos diferentes y hasta ahora,
marcas diferentes. Gente diferente. ¿Qué somos pequeños para tantas cosas a la
vez?... nadie ha probado nunca más allá de sus propias narices, de lo
tangiblemente seguro, pero los espectáculos se están quedando sin concurrentes
por falta de originalidad de los comerciadores. ¿Qué cantidad de publico
arrastran los Leones o los Titanes?... suena asqueroso la cantidad de taquillas
que se regalan en los programas de radio.
¿Cuál ha sido la merma de asistencia en los últimos años
para Águilas Cibaeñas, Leones del Escogido o Gigantes del Nordeste?... amen de
que la Liga de
Béisbol Profesional esconde los números. La disminución de los fanáticos a los
estadios es considerable.
Además, a la
LNB la FEDOMBAL le entregó el extraordinario premio de
representar al país en la Liga
de las Américas (Copa de Clubes Campeones); el día que pretendamos hacer un
trabajo significativo en ese evento tendremos necesariamente habrá que cambiar
de fechas.
El verano es terreno de selecciones nacionales, la
absoluta y las formativas, en ambas ramas. Bajo ciertos parámetros podría ser
el escenario del baloncesto superior del Distrito Nacional.
Es el segundo strike
en su contra.
De manera arbitraria la LNB ha pretendido traspolar aspectos de la pelota
invernal dominicana que contravienen con los dictámenes de la Federación Internacional
de Baloncesto (FIBA), especialmente en el manejo de jugadores.
Por disposición del organismo máximo de la actividad lo
único que ata a un jugador con un equipo es el contrato y nada más. Aquí hay un
mamotreto llamado derecho de reserva que desapareció de la faz de la tierra hace
años. Tanto para jugadores nativos como para refuerzos extranjeros.
Los equipos han pretendido hacerse amos y señores de los
jugadores, sin haber invertido un solo centavo en su formación, practica
extendida en el béisbol profesional dominicano.
Al menos, Leones de Santo Domingo (Eduardo Najri y José
Miguel Bonetti), Titanes del Licey (Víctor Díaz Rua y Tancredo Aybar), Indios
de San Francisco (Amílcar Romero) y Cocolos de San Pedro (José Mallen) también
tienen intereses en la justa tradicional del deporte dominicano.
Foul por la
línea de primera.
En la fase final de la LNB se efectuó un sorteo de jugadores importados
de los equipos descalificados, lo que no es ninguna invención. Así los equipos
de una región podrían adquirir los jugadores de la restante. Cañeros de La Romana y Titanes del Licey
tenían derecho a escoger los refuerzos de los Reales de La Vega y los Huracanes de
Puerto Plata. Mientras quienes habían actuado con Cocolos de San Pedro y Leones
de Santo Domingo podían hacerlo con los Indios de San Francisco y los Metros de
Santiago.
Este novedoso reforzamiento se empezó a utilizar hace más
o menos un lustro en la Liga Venezolana
de Béisbol Profesional y desde hace tres años fue adoptado por la Liga Dominicana de Béisbol
Profesional. Pero la pelota no es el baloncesto; no todos los deportes son
iguales. La comunicación no es la misma, las señas son diferentes, las tácticas
más variadas.
No he visto que los Yankees de Nueva York, los Dodgers de
Los Angeles o los Cardenales de San Luis se hayan reforzado después de concluir
la temporada regular. Lo mismo pasa con los equipos de baloncesto antes
mencionados. Ni siquiera en la Liga
Venezolana de Baloncesto se usa este artificio.
Únicamente los Cañeros de La Romana declinaron
inmiscuirse en este sorteo. Héctor Báez es el gerente del circuito que más
clara tiene la idea de cómo debe accionar un equipo a este nivel. Lo demás es
ruido y contaminación.
Esto es un absurdo que muestra que solo se busca
espectáculo, la corredera en la cancha, los puntos en el marcador, pero nada
más. Ningún equipo está dispuesto a asumir el sacrificio que le impone una
competencia y desdice mucho de la capacidad de técnicos y gerentes.
Foul por la
línea de tercera.
Más inversión, garantía de triunfos. El primer año de la LNB , los dos equipos de la
capital quedaron fuera, en el 2011 colapsaron los Titanes y en este 2012 los
Leones se fueron por el despeñadero, por segunda ocasión en tres años. Hasta el
momento, la táctica no ha dado resultado. ¿Inversión mediatizada?... ¿capacidad
gerencial?
En el breve espacio de tiempo que le queda a la LNB , a menos del masoquismo ya
mencionado, la rivalidad es norte/sur y no pareja como se ha pretendido
fabricar y donde las máximas instancias del circuito han demostrado su lenidad
ante los designios de los dueños de los equipos de Santo Domingo.
El bate cortó la brisa; se lo llevaron. Tercer strike.
Para permanecer por mucho más tiempo en el ambiente
deportivo, la única alternativa de la
LNB es hacer un verdadero acto de contrición. De lo
contrario, apuesto a una breve permanencia en el ámbito nacional.