lunes, 31 de agosto de 2020

 Kristoff ¡el dios de la lluvia!

Agosto 29 del 2020

 

El noruego Alexander Kristoff (UAE Team Emirates) se apuntó en Niza (Ago.29.2020) su cuarta victoria en una etapa del Tour de Francia al resistir el sprint del campeón del mundo Mads Pedersen (Trek-Segafredo) y a la joven bala neerlandesa Cees Bol (Team Sunweb). Kristoff, de 33 años, se regaló asimismo el primer maillot amarillo de su vida deportiva, el primero también de esta edición 107 de la Grande Boucle. Jornada accidentada, de 156 kilómetros con salida y llegada a la misma ciudad y un paso por un puerto de tercera que podría endurecer la batalla, a causa de la lluvia, que provocó numerosas caídas, hasta 82 se contaron.

Alexander Kristoff 

Los comisarios de carrera decidieron tomar los tiempos para la general a tres kilómetros de meta, lo que dejó sin efecto una caída masiva acaecida en los últimos compases, que afectó a varios de los favoritos para la victoria final. Un total de 176 corredores tomaron la salida en la primera etapa del Tour de Francia 2020. Fabien Grellier (Total Direct Energie) fue el primer atacante de la jornada. A su aventura se apuntaron Michael Schär (CCC Team) y Cyril Gautier (B&B Hotels-Vital Concept). Los tres lograron acumular una ventaja máxima de 2’45”, registrada en el kilómetro 70, sobre un pelotón que vivió la etapa con muchísima tensión.

Egan Bernal está defendiendo su título en medio de la alerta roja por los brotes del nuevo coronavirus en la zona, pero que pinta ser una de las más atractivas, emocionantes e impredecible de los últimos años. El coronavirus es uno de los invitados principales a esta versión de la competencia, que esta vez contará con un trazado de 3,484 kilómetros, distribuidos en 21 etapas, una contrarreloj individual, dos días de descanso, seis llegadas en alto y jornadas con vientos de costado.

Tan impredecible es conocer el nombre del campeón como si la carrera se podrá cumplir, pues en los últimos días los casos positivos de Covid-19 en Francia han aumentado. Es mejor vivir el día a día en una carrera que a pesar cuenta con todas las medidas de bioseguridad, no puede cantar victoria. Sin olvidar al virus, hay que meterse en una prueba que debido a la suspensión de la temporada en marzo, del confinamiento de la mayoría de los ciclistas que tomarán parte en el clásico francés, la falta de ritmo en algunos y el no saber a ciencia a cierta en qué momento deportivo se está, pues deja muchas dudas de cara a las tres semanas de competencia.


El recorrido del vigente Tour de Francia se disputará de Ago.29.2020 a Sep.20.2020, con salida en Niza y llegada en París (se incluye etapa, día, recorrido, y tipo).

1.- Ago.29.2020, Niza/Niza, 156 kilómetros, llana

2.- Ago.30.2020, Niza/Niza, 186 kilómetros, montana

3.- Ago.31.2020, Niza/Sisteron, 198 kilómetros, llana

4.- Sep.01.2020, Sisteron/Orcières-Merlette, 160 kilómetros, ondulada

5.- Sep.02.2020, Gap/Privas, 183 kilómetros, llana

6.- Sep.03.2020, Le Teil/Mont Aigoual, 191 kilómetros, ondulada

7.- Sep.04.2020, Millau/Lavur, 168 kilómetros, llana

8.- Sep.05.2020, Cazères-sur-Garonne/Loudenvielle, 141 kilómetros, montaña

9.- Sep.06.2020, Pau/Laruns, 154 kilómetros, montaña

00.- Sep.07.2020, descanso en La Charante Maritime

10.- Sep.08.2020, Ile D'Oleron/Ile de Ré, 168 kilómetros, llana

11.- Sep.09.2020, Châtelaillon-Plage/Poitiers, 167 kilómetros, llana

12.- Sep.10.2020, Chauvigny/Sarran, 218 kilómetros, ondulada

13.- Sep.11.2020, Châtel-Guyon/Puy Mary, 191 kilómetros, montaña

14.- Sep.12.2020, Clermont Ferrand/Lyon, 194 kilómetros, llana

15.- Sep.13.2020, Lyon/Grand Colombier, 174 kilómetros, montaña

00.- Sep.14.2020, descanso en Isère

16.- Sep.15.2020, La Tour-du-Pin/Villard-de-Lans, 164 kilómetros, montaña

17.- Sep.16.2020, Grenoble/Méribel, 170 kilómetros, montaña

18.- Sep.17.2020, Méribel/La Roche-sur-Foron, 175 kilómetros, montaña

19.- Sep.18.2020, Bourg-en-Bresse/Champagnole, 166 kilómetros, llana

20.- Sep.19.2020, Lure/Planche des Belles Filles, 36 kilómetros, CRI

21.- Sep.20.2020, Mantes-la-Jolie/París, 122 kilómetros, llana.

 CRI: individual contra reloj. Las etapas más complicadas, según los expertos, serán la 4, 13, 15, 17, y 20.


A la media hora de competición comenzó a llover con intensidad sobre los corredores. Mientras Grellier encabezaba el primer paso por la Côte de Rimiez (tercera, kilómetro 48.5), en el pelotón se mascaba la tensión por una serie de caídas que afectaron a favoritos de la general como Miguel Ángel López (Astana Pro Team) o de la etapa como Sam Bennett (Deceuninck-Quick Step). Sin embargo, fue tras el puerto que se precipitaron los acontecimientos con caídas importantes para Pavel Sivakov (Ineos Grenadiers) o Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quick Step). Después del segundo paso por la meta de Niza (SI, kilometro 88), sprint intermedio capturado por Schär, una nueva caída implicó a Caleb Ewan (Lotto-Soudal), Giacomo Nizzolo (NTT Pro Cycling) o Elia Viviani (Cofidis), entre otros.

Con el paso de los kilómetros fueron cayendo uno detrás de otro: Sivakov, Fraile, Nizzolo, Alaphilippe, Dumoulin; tantas fueron las caídas que los oficiales intentaron obligar al pelotón a que se “neutralizase' la carrera”; la mayoría compró el discurso para evitar más percances a las primeras de cambio, pero Astana desobedeció y se fue para delante con cuatro hombres.

El segundo paso por la Côte de Rimiez (tercera, kilómetro 97) tuvo una tónica bastante diferente. Grellier se veía descolgado y era atrapado por el pelotón en el kilómetro 94 mientras Schär franqueaba el paso en cabeza justo antes de volver a la disciplina del gran grupo.

B&B Hotels-Vital Concept, P/B KTM

El maillot de la montaña quedaría en poder de Grellier, el primero en franquear la meta, mientras Schär se llevaba el premio de la combatividad. En el seno del pelotón, tregua: los equipos de la general marcaron un ritmo alto cuesta arriba que hizo sufrir a los velocistas y posteriormente marcharon tranquilos cuesta abajo. Aun así, hubo susto a 49 kilómetros de meta para Miguel Ángel López (Astana Pro Team), que resbaló en una curva a izquierdas hasta chocar con una señal de tráfico. Por fortuna, no sufrió lesión alguna y pudo completar la etapa sin problemas.

López, que no suele tener suerte en este tipo de percances. El colombiano, no obstante, sorteó con habilidad una señal de tráfico que podía haberle dejado fuera de combate.

Los equipos de los velocistas se pusieron a tirar, los favoritos se liberaron una vez entraron en la zona de confort. Pero, cuando íbamos a celebrar el primer triunfo, hubo otra caída en la que estuvieron implicados Cataldo, Soler y Pinot. Por suerte ya habían pasado la pancarta de los 3 km, que es la que congela los tiempos para los favoritos.


La tregua permitió a la práctica totalidad de los velocistas reintegrarse en el pelotón en vista del previsible sprint del Paseo de los Ingleses. A 22 kilómetros para el final, Benoît Cosnefroy (Ag2r La Mondiale) reanudó las hostilidades con un ataque en solitario que le mantuvo por delante del pelotón una decena de kilómetros antes de ser devuelto a la disciplina del grupo por los equipos de los velocistas, que preparaban la llegada masiva. Mientras, el anuncio de la toma de tiempos para la general a tres kilómetros de meta relajó dentro de lo posible a los aspirantes al podio de París, que sin embargo sufrirían un último susto debido a una montonera justo bajo el citado arco de tres kilómetros para meta.

La clasificación nos colocó a Alexander Kristoff (UAE Team Emirates), 03h 46' 23''; segundo, Mads Pedersen (Trek-Segafredo), 03h 46' 23''; tercero, Cees Bol (Team Sunweb), 03h 46' 23''; cuarto, Sam Bennett (Deceuninck-Quick-Step), 03h 46' 23'', recuperado de una caída en los primeros tramos; quinto, Peter Sagan (Bora-Hansgrohe), 03h 46' 23''; sexto, Elia Viviani (Cofidis), 03h 46' 23''; séptimo, Giacomo Nizzolo (NTT Pro Cycling Team), 03h 46' 23''; octavo, Bryan Coquard (B&B Hotels-Vital Concept, P/B KTM), 03h 46' 23''; noveno, Anthony Turgis (Total Direct Energie), 03h 46' 23''; y décimo, Jasper Stuyven (Trek-Segafredo), 03h 46' 23''.


Este Ago.30.2020 será otro día peligroso. Al igual que la primera etapa, este segundo día también tendrá como salida y llegada la ciudad de Niza. En este caso, el pelotón superará los 3,700 metros de desnivel positivo con los ascensos al Col de la Colmiane (kilómetro 16.3, al 6.3 por ciento), al Col de Turini (kilómetro 14.9, al 7.4 por ciento) y al Col d'Eze (kilómetro 7.8 al 6.1 por ciento). Sin embargo, la carrera podría volver a disputarse al sprint tras un descenso de nueve kilómetros.

Los ciclistas más veteranos de esta versión del Tour de Francia son: Alejandro Valverde Belmonte (Abr.25.1980 en Las Lumbreras de Monteagudo, Murcia, España), William Bonnet (Jun.25.1982 en Saint-Doulchard, departamento de Cher, en el distrito de Bourges, Francia), Philippe Gilbert (Jul.05.1982 en Verviers, Bélgica), André Greipel (Jul.18.1982 en Rostock, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Alemania), El Gorila de Rostock​, Domenico Pozzovivo (Nov.30.1982 en Policoro, provincia de Matera, en la Basilicata, Italia), Dries Devenyns (Jul.22.1983 en Lovaina, Flandes, Bélgica), Imanol Erviti Ollo (Nov.15.1982 en Pamplona, Navarra, España), Luis León Sánchez Gil (Nov.24.1983 en Mula, Murcia, España), Luisle, Marco Marcato (Feb.11.1984 en San Donà di Piave, provincia de Venise, Italia), Mikel Nieve Iturralde (May.26.1984 en Leitza, Navarra, España), el irlandés Nicolas Roche (Jul.03.1984 en Conflans-Sainte-Honorine, Yvelines, Francia),  Daryl Impey (Dic.06.1984 en Johannesburgo, África del Sur), y Matthieu Ladagnous (Dic.12.1984 en Pau, Pyrénées-Atlantiques, Francia).

Una curiosidad para concluir estas líneas, el perfil de los ciclistas que van al Tour de Francia 2020 es de 29 años, miden 5’11 de estatura, y pesan 149.6 libras en promedio. También acumulan alrededor de 3,100 kilómetros recorridos en competiciones a pesar del año tan marcado por las situaciones que vivimos.

lunes, 24 de agosto de 2020

¡No te equivoques!

Agosto 23 del 2020

Hay quienes llegan a tu vida y nunca se van, aunque pasen todos los años de nuestra existencia; cuando se inició lo que sería mi tercer semestre de química en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), había una nueva camada que ingresaba, entre los nuevitos estaba Miguel Castellanos De Moya, Pichi… pero con él llegaron también sus hermanos Rita (también estudiaba química) y Bernardo (ingeniería), de manera destilada; afiancé la imagen que tenía de su mamá, doña Colombina y por coincidencias del destino, su papá representaba unas líneas farmacéuticas de primer orden, y el mío había emprendido la producción nacional de medicamentos.

Ya me había dado un par de empujones con Sergio Taveras, miembro de la selección nacional de baloncesto, y cuyo primer recuerdo es que leyendo el Listín Diario a inicios de la década de los años de 1970, comenté justo delante de mi viejo, palabras más, palabras menos: «aquí dice que el novato del año debe ser un tal Sergio Taveras». Antes de terminar la frase ya tenía la respuesta: «ese tiene que ser hijo del doctor Sergio Antonio Taveras Fermín». Mi viejo era más que una biblia ambulante, se conocía a todo el ser vivo entre nuestros 48 mil kilómetros cuadrados; todo el mundo lo conocía; y tenía el país registrado en sus manos.

Para esa época, un 31 de diciembre compartiendo con el tío Pepito (José Andrés Bosch Gaviño (Nov.30.1907 en La Vega; 1976 en Santo Domingo), antes de llegar a la casa, y con dos petacazos encima, recitó los nombres de todos los propietarios de las fincas de iban desde Santiago a Montecristi, al borde de la carretera, y no contento, también las de Montecristi a Santiago, al otro lado del camino. Aún me sorprendo con la vivencias de mi viejo y terceros, hasta la única vez que caí preso, por un incidente de tránsito, se me acercó un pendejo, no con buen aspecto, y me asesinó con esta frase: «rubio, tu eres hijo de Rafael Madera, ¿verdad?»… tímidamente le respondí: si, y me apabulló: «aquí, siéntete como un príncipe, yo lo conozco, el hace mucho bien en mi barrio, aquí no te va a pasar nada». ¡Me callé!

 En la cancha de talvia que estaba en el entonces campus I, en uno de los famosos intramuros de entonces, soltó Sergio: «el flaco tiene unos huesos muy duros, en cada intento bajo el aro sentí que se me clavaba y no me dejaba ejecutar», entonces a nuestro modesto equipo tenía como espectadores a Mireyita Alou Medina, Ana María Bacó, Susana Bonetti, Quirico Elpidio Pérez, y a un Eric Ramos, que no es mi compadre (colocados alfabéticamente, pero el afecto está ahí para todos y cada uno). Talvia, oficialmente no está registrada en el Diccionario de la Real Academia Española, la Academia Dominicana de la Lengua, y lo define como "asfalto", "alquitrán"; mezcla sólida y compacta de hidrocarburos y minerales que se emplea en el pavimento de calzadas. TAR= alquitrán; VIA= camino o vía. TARVIA, marca de un producto usado para cubrir calles y carreteras, fabricado y mercadeado por Barrett Manufacturing Company, entonces con sede en New York, empresa contratada en la era de Trujillo para el asfaltado de las calles de Santo Domingo. "Buenos caminos a bajo costo", era su lema comercial.

 Acabo de enterarme que en la Ciudad Juan Bosch hay una calle con el nombre de Pepito Bosch, y abro un paréntesis. ¿Me rio?... siendo Juan Emilio Bosch Gaviño el Presidente de la República, tío Pepito sólo asistió una vez al Palacio Nacional; estoy seguro que ningún peledeísta de esos que acaban de bajar las escalinatas del Palacio Nacional lo conoció. Cuando tío Pepito murió, a quien todos llamamos como Ana Dolores Guillermina Bosch Gaviño (Jun.26.1924 en la Vega; Feb.07.2011 en Santo Domingo), preñada de reconocimientos el día que pasó a otras dimensiones por la organización política, apareció en La Fe, y cargada de ignorancia soltó: «yo tengo que averiguar quienes le debían dinero a Pepito»… un ser de otro mundo, Arturo Eduardo Scaroina García-Godoy (1909; 1992) más bueno que un pan recién salido del horno, pero con un carácter sumamente firme le soltó un riflazo: «Guillermina, mejor deberías preguntar, si Pepito tenia algunas cuentas pendientes en pesos y centavos». 

En El Día (Ago.25.2014), Milagros Ortiz Bosch apuntaba en entrevista a Dominga Ramírez: «tenía que visitar sistemáticamente la cárcel de La Victoria para ver a su tío Pepito Bosch Gaviño, que era un “excelente mecánico y caía preso por ser hermano de Juan Bosch, por un robo de electricidad que nunca hizo, por un puñal que nunca tocó, por un revólver… en fin, el estado de injusticia obligó a que uno tuviera la visión de que había una manera de vivir mejor». 

En Dialogo y Deportes, un portal electrónico, encentre: «a mí me habían condenado a un año y 300 pesos de multa. En el momento me sentí feliz, pues era muy joven y consideré que un año pasaba rápido. Pero me enteré de que a Pepito Bosch Gaviño también lo habían condenado a un año y 300 pesos de multa, que él de inmediato pagó. Al momento de yo llegar ya tenía 5 años preso, y cada vez que le preguntaba al coronel Horacio Frías (Ejército Nacional, entonces jefe de la Penitenciaria Nacional de La Victoria) que cuándo lo iban a soltar, le respondía que el día en que su hermano Juan Bosch volviera al país. Es decir que yo tampoco tenía esperanzas de salir de allí». 

Hay muchísimas anécdotas de Sergio, el más contemporáneo a mí, que tampoco es que lo sea tantísimo (Sergio Antonio del Corazón de Jesús Taveras Valerio, Ene.24.1948 en Santiago). Los bailes en el Club Deportivo Naco, sus aventuras con el padre Cucho, las incidencias en las prácticas de baloncesto, una bonhomía fuera de todo lo imaginable, y las patadas que se daba con Frank Kranwinkel Zaiter a la entrada del Auditorio Eugenio María De Hostos. Porque Sergio y Frank, amantes de las artes marciales, también eran los detectives de todas las películas. 

Hoy Sergio está interno en el Centro Médico Cibao, en Santiago, la ciudad corazón, el primero y más hermoso Santiago de América, junto a una de sus hijas, afectados de Covid-19; a él se le complica más el cuadro clínico porque a estas alturas es hipertenso, diabético y arrastra problemas cardiovasculares.

Yo no soy el más fervoroso hijo de Dios sobre la faz de la tierra, pero públicamente le pido al Señor, como debería también usted hacerlo, independientemente de su confesión, y reclamar: «Señor, ¡no te equivoques!... mira para otro lado, pero a Sergio tienes que dejarlo aquí, junto a nosotros».

Con papá Tejeda intercambio todos los días algunas palabras; él me envía sanos conocimientos para llevar a la práctica cotidiana, y yo, atrevidamente le respondo con mis gracias más mohosas; ayer me regaló estas líneas, que calaron hondo: «nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo», (Filipenses 2:3).

No me vengas con que su compadre Franchie (Francisco Adolfo Prats Ceara, Oct.16.1954 en Santo Domingo; Ago.19.2019 en Santo Domino) en una de sus ñoñerías te lo pidió, porque no voy a creerte; tampoco que Chicho (Cándido Antonio SIbilio Hughes, Oct.03.1958 en San Cristóbal, República Dominicana; Ago.10.2019 en San Gregorio de Nigua, San Cristóbal) le quiere cobrar una de sus bromas pesadas, dizque en retaliación porque le dijo: «mire novato, aquel viejito número 7 (Alejandro Tejeda) y yo somos los veteranos de esta selección, así que a partir de hoy usted me carga mis bultos; nada de que Humberto, ni que Faisal, aquí, el detective soy yo». Mucho menos que el padre Chuco (Ignacio Tomás Villar Iturriaga, Mar.30.1938 en Caibarién, Las Villas, Cuba; Ago.29.2018 en Posadas, provincia Misiones, Argentina) estando destinado en la parroquia de los Santos Mártires de Posadas, va a escalar el Aconcagua y necesita a su colaborador más fiel… ¡a otro perro!

Cantaban las adolescentes camino al Pico Duarte, a  pleno pulmón y sin ningún recato y para que todos lo supiéramos: «padre Chuco, si te agarro te machuco». Tiempos, donde por ejemplo, los padres de las niñas que estudiaban ballet le dijeron al Comité Organizador de los XUU Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en nuestra ciudad capital en febrero del 1974: «no vamos a permitir que ninguna de nuestras niñas pasen a formar parte de la pre-selección nacional de gimnasia, capaz y se dañados por tantos malandrines que hay en el deporte dominicano». 

Total, Señor, hay por ahí unos y muchos hijos-de-la-gran-puta con los que podrías entretenerte primero, y seguro te darán más placer para malignas travesuras, sabiendo que san Pedro no los dejará cruzar por las puertas celestiales. Si se te olvidan algunos nombres, te puedo proporcionar un listado, de criollos e importados.

De Pichi, que está en Cincinnati, Ohio, recibí este mensaje: «cada minuto alguien deja este mundo atrás... todos estamos en “la fila” sin saberlo... nunca sabremos cuántas personas están delante de nosotros… no podemos movernos al fondo de la fila… no podemos salirnos de la fila… no podemos evitar la fila… así que mientras esperamos en línea... ¡Haz que los momentos cuenten!».

Ignacio Tomás Villar Iturriaga

Si tienes a Sergio, en la fila, sólo tú lo puedes devolverlo de nuevo a la cola; él no es Wenceslao, que se te escondió, y cansado igual te lo llevaste “por caco pelao’”. Muchas veces admito que ha sido un payaso impostor, porque a nadie le ha amargado la existencia; sólo su presencia nos pasea por infinitos mundos mágicos, nunca dejó de actuar como un chiquilín cibaeño, nunca nos quitó la capacidad de asombro.

Estando en la élite de la élite, la crème de la crème, continuó siendo un joven supernova, capaz de explosionar en armónica felicidad, con visos de humor gris (mi dermatólogo se sentirá feliz al leer esta expresión; ella me acusa de tener un humor ácido que pocos entienden); acompañó a sus amigos en todas sus aventuras; era el primero en subir cada primero de enero al camión que rentaba Chuco para marchar al pico Duarte, travesía que aún el Centro Excursionista Loyola (CEL) continua realizando cada año, cada primero de enero; cinco de mis 10 hijos, los tres que son sangre de mi sangre, y dos de otros padres (Carlos Mario Salazar Gross y Rafael Arturo Fernández Pantaleón) han escalado la más alta cumbre del Caribe; y expedición que conocí cuando tres de mis hermanos se embarcaron en ella; anécdotas incluidas.

Un día escuché de este crak (palabra ahora de moda en el mundo deportivo) rumiando sus infinitas bondades: «he sido tan bárbaro, pero tan bárbaro, que engañé a Félix Aguasanta, Humberto Rodríguez, Faisal Abel Hasbún, Alejandro Abreu Reinoso, Osiris Duquela, Alejandro Tejeda, al reverendo Lira (Néstor), a Manolito Alfaro Ricart, a Virgilio Travieso Soto, todos me consideraron un jugador de baloncesto, hasta que llegó Pututi (Pedro David Curiel, otro santiagués como nosotros), y me dijo: “Sergio, creo que ya está bueno, tu a mí no me vas a engañar, y creo que debes ir pensando en retirarte”, y me retiró». 

No recuerdo si Sergio fue parte del proyecto que empezó un desconocido Steve Clark en 1972, ni en cuantas selecciones estuvo, pero se vistió de corto para la epopeya más grande que jamás hemos vivido, el Campeonato Mundial de 1978 celebrado en Manila, Filipinas. Ahí estuvo con sus inseparables Franchie, y Aldo Leschchorn Ariza, también del conjunto azul celeste se presentaron Tony Fraden, Eduardo Gómez, y Winston Royal, junto a ellos, Pepe Rozón, Manolito Prince y Kenny Jones del San Lázaro, Vinicio Muñoz y Evaristo Pérez del San Carlos, e Iván Marino Mieses Campillo del Eugenio Perdomo. Faisal Abel comandó ese pelotón, asistido de Alejandro Tejeda, también concurrieron el inmortal Manuel de Regla Lugo Barinas, Varilla, primer dominicano en reforzar en el exterior, Frank Kranwinkel Zaiter, Virgilio Travieso Soto, Manuel Acosta, Cheché Arias, y el general Marcos Antonio Jiménez Chávez.  

Pedro David Curiel

Con la insolencia con que los superhéroes de ficción consiguen teledirigir nuestras voluntades, no sé si nuestro detective inyectaba kryptonita en los almuerzos de los rivales, pero estuvimos a sólo tres puntos de colarnos entre los mejores ocho del mundo en esos lejanos parajes, porque además, nunca jugamos en el escenario principal, todos nuestros encuentros fueron en un suburbio de Manila (Araneta Coliseum en Quezon City, aunque a nadie le alcanzó el tiempo para aprender el tagalo); después de la paliza que inicialmente nos regaló Estados Unidos (104 por 65), nos recuperamos y caímos frente a Australia de dos (74 por 72), y ante Checoslovaquia (82 por 81). ¡Qué inocentes éramos entonces!... albergamos artificios y fantasmagorías, ilusiones, pulsamos el botón de las precocidades impensadas, subvertimos un juego hasta entonces fulminante e insospechado para nosotros, cuya máxima aspiración en esos tiempos pretéritos era alcanzar las glorias de Puerto Rico, nuestra referencia más cercana.

Ven, Señor, siéntate ahí, oye lo que te voy a decir (frase acuñada en mi repertorio más intimo) una vez más: «Señor, ¡no te equivoques!... mira para otro lado, pero a Sergio tienes que dejarlo aquí, junto a nosotros». Egoístamente, si se quiere, tienes que permitirnos paladear cada castillo mágico donde nos llevan sus palabras, tu sabes que a él le falta más de un tornillo, hablando en dominicano, pero con el llegamos a la luna, administra las teorías de todas las relatividades, diseña leyes electromagnéticas inadvertidas, bucea entre las estrellas como Carl Sagan o como el tío Cacho (Oscar Azcui, en San Bernardino, Chile), y hasta apaga la luz de las mesitas de noche para que todos tengamos un sueño reparador.

«Señor, ¡no te equivoques!... mira para otro lado, pero a Sergio tienes que dejarlo aquí, junto a nosotros». No puedes convertirte repentinamente en un guionista maldito, porque como yo, muchos estarán suplicándote y rogándote.

San Lázaro, 1972

No alteres más los pasos de nuestras escasas sonrisas, sabes él que conoce los secretos de nuestras actividades, se apoderó de muchos instantes de felicidad de cada uno que lo trató, así, debajo que ese cuerpo que sabía reflejar una energía envidiable, lidiaba por nosotros, se inyectaba la kriptonita por todos sus amigos (en el mejor sentido de la palabra, no nos equivoquemos, que sé que a mí me leen muchos admiradores confundidos con escasa capacidades comprensivas), volaba, combatía y aún es capaz de tomar nuestro relevo en cualquier hostilidad, sabia difuminarse, nos hacía soñar, y nos hace imaginar.

«Señor, ¡no te equivoques!... mira para otro lado, pero a Sergio tienes que dejarlo aquí, junto a nosotros», lo único adicional que te pediré es que no emules su acción cuando en la inauguración de un torneo superior en el mismísimo Palacio de los Deportes, en medio de los saludos protocolares, le entregó una piña al importado del conjunto rival. Cuando terminó la ceremonia y antes del salto al centro, el jugador pasó a la bancada del Naco, y le cuestionó de por qué una piña en una cancha de baloncesto. Sergio le respondió: «porque eso es precisamente lo que de daré en el juego, mucha piña, esa está dulce, aprovéchala». Coloquialmente, cuando se da piña, es que se asume el juego más rudo dentro de la duela.

«Señor, ¡no te equivoques!... mira para otro lado, pero a Sergio tienes que dejarlo aquí, junto a nosotros», a Sergio no le des más piñazos, ¡por favor!.

viernes, 21 de agosto de 2020

 El primer bolo le cayó a Berlinesa

Agosto 19 del 2020

 

A Berlinesa Franco Domínguez viuda de De Los Santos le tocó el primer bolo de lo que todos esperamos resulte una amplia, efectiva, y decente lucha contra la corrupción e impunidad vivida en los 16 años de gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD); los primeros ocho de la mano de Leonel Antonio Fernández Reyna, y los restantes a cargo de Danilo Medina Sánchez. El premio aún no le ha sido cantado, este Ago.21.2020 está citada para acudir a las oficinas de la Fiscalía del Distrito Nacional, ella fue en su momento directora del Instituto Nacional para la Primera Infancia (INAIPI).

Berlinesa Franco y Juan De Los Santos

 Es un número, el de Berlinesa Franco, que yo no hubiera jugado, por lo bajito, me resultó hasta inesperado, pero hay quienes tienen otra visión y están sobre el lomo de lo que se perfila como una amplia investigación. 

La señora Franco Domínguez de De Los Santos no es un político acabado, pero nos podría sorprender; quizás pueda ser un hilo interesante que nos llevaría a otras instancias, intrigantes y desconocidas. Sobre su personaje y su desempeño se han esgrimido muy pocas frases; de su difunto esposo todas las líneas.

 No olvidemos que a Juan De Los Santos (Juan Concepción de los Santos Gómez, Ene.31.1970 en Villa Duarte, Santo Domingo; Dic.15.2015 en Santo Domingo) se le rindieron tres días de duelo, como todo un patriota, por expresa disposición del Presidente de la República. Su hermana (Marisol Mercedes Franco Domínguez) tiene lazos afectivos muy estrechos con César Emilio Peralta Adames, a quien todos conocen como César El Abusador. Su padre es Franklin Franco (Francisco José Franco Martínez), aún vivito y coleando, paseándose públicamente por la ciudad, y sobre quien pesa una leyenda muy fuliginosa: vinculado al tráfico de substancia estupefacientes, prófugo de una cárcel de máxima seguridad en Sandstone, estado de Minnesota, y a quien Joaquín Amparo Balaguer Ricardo, posteriormente se negó a repatriar. 

Durante su gestión se denunció que en el INAIPI había manifiestos casos indelicados en las licitaciones convocadas durante cuarentena por COVID-19. Posteriormente presentó renuncia. Cuando asumió, también había serias incorrecciones en el organismo. Sorprendentemente, en Abr.08.2020 el Consultor Jurídico del Palacio Nacional, Flavio Darío Espinal, anunciaba la destitución de siete funcionarios del INAIPI luego de la determinación de supuestas irregularidades en la compra de 40,000 kits de alimentación, esa acción recayó sobre Juan López, subdirector general de Gestión Institucional; Ramona Hernández, directora Administrativa y Financiera; Alberto José Patxot, director de Planificación y Desarrollo; Stefany Severino Cuello, encargada del Departamento Jurídico; Clementina Pieter, responsable de acceso a la información pública de esa entidad; Ricardo José Guzmán Domínguez, director de Operaciones; y Mayra Martínez De La Rosa, encargada del Departamento de Compras.

Francisco José Franco Martínez

 Con la desgraciada situación que vivió David Américo Ortiz (Nov.18.1975 en Santo Domingo) el nombre de César El Abusador se echó a correr, y todos de un instante a otro conocimos de un personaje con una fortuna fuera de la imaginación de cualquier dominicano común y corriente. 

Pasó Peralta Adames de un anonimato fingido frente a la colectividad a ser el zar más celebrado de la vida nocturna de la ciudad de Santo Domingo, el evasor número uno de los larguísimos tentáculos de la Dirección General de Impuestos Internos, el matatan con el sequito de las damas más hermosas de todo el país, incluyendo las comitivas femeninas de los más encumbrados funcionarios de la administración de Medina Sánchez, sin olvidar que varias damitas, también ligadas al partido de gobierno, contaban con un listado de musculosos y resolutivos varones con miembros fálicos fuera de este mundo, no para que sus propietarios sintieran una virilidad vital o fueran usados para casos de fecundidad, simplemente para la satisfacción personal de algunas ninfómanas vestidas de funcionarias moradas; hasta algunos medios empezaron a considerarlo la versión vernácula de Pablo Emilio Escobar Gaviria. 

En mis sueños más introspectivos la figura de Berlinesa Franco podría ser un hilo conductor hacia instancias mayores. La figuro a ella como si fuera testigo presencial, con ojos bien abiertos y oídos anchurosos, de esa reunión en isla Contadora (Panamá) donde asistió el Canciller de la República de Colombia, y en la que cuatro “jinetes del Apocalipsis” conocidos como Escobar Gaviria (Dic.01.1949 en Rio Negro, Antioquia, Dic.02.1993 en Medellín, Antioquia), Fabio Ochoa Vásquez (May.02.1957 en Medellín, Antioquia), saliendo apenas de la adolescencia, Carlos Enrique Lehder Rivas (Sep.07.1949 en Armenia, Quindío, actualmente residiendo en Alemania), y Gonzalo Rodríguez Gacha (May.14.1947 en Veraguas, Cundinamarca; Dic.15.1989 en Tolú, Sucre), le plantearon que pagarían en su totalidad la deuda externa de la nación sudamericana, si el gobierno no firmaba el tratado de extradición con los Estados Unidos. 

Medina Sánchez

Medina Sánchez, en sus sueños de infinita permanencia en el Palacio Nacional, hilvanó su cuerpo de senadores, su Cámara de Diputados, sus muchas municipalidades, su justicia, con muchos jueces ocupando ilícitamente lugares de trascendencia nomotética, obviando todos los pasos que nos ayudarían a reflejar una fortísima institucionalidad, negando el deseado consenso acerca de que estas pisadas se ubicaran en el lugar de máximo nivel normativo del país. 

En algún momento de su papado, Jorge Mario Bergoglio (Dic.17.1936 en Buenos Aires) apuntaba: «la corrupción es la gangrena de un pueblo». David Cameron (David William Donald Cameron, Oct.09.1966 en Londres, pasado primer ministro inglés), la describió como: «uno de los mayores enemigos del progreso en nuestro tiempo». En una muy acertada descripción, brevísima por demás: «la corrupción, en pocas palabras, es el abuso de la función pública para beneficio personal». 

Las indelicadezas de la administración del pe-ele-de fueron tan descaradas que no guardaron un ápice de discreción, esa exhibición grosera de bienes apuntalaba a que la población dominicana se sintiera cada vez más fracasada y encrespada; sólo el civismo del pueblo llano, tantas veces vilipendiado, evitó un malestar civil de incalculables dimensiones. Después, las esperanzas reverdecieron detrás de un insulso y repetitivo «¡se van!»... ¡y los sacaron finalmente! 

Conste, que el rumor público, ese mismo que evadió Medina Sánchez pese a traerlo por las greñas en su discurso de Ago.16.2012, registra unas relaciones indignas y demoledoras del Presidente de la República frente a Berlinesa Franco, y sobre los bienes de De Los Santos Gómez, pero es sólo el bisbiseo extendido y cotidiano. No olvidemos jamás que el tipo de negocios que desarrollaba De Los Santos Gómez es el más dulce para el lavado de dinero, y su fama era sobresaliente. 

Yo, a Berlinesa Franco Domínguez la exprimiría hasta sacarle todo el jugo; quizás ella acceda a presentarse con una tranquilidad pasmosa; sus posturas podrían parecer sólidas, de igual manera podría sorprendernos y dejarnos boquiabiertos; se cantará inocente en todas las instancias; pretenderá ser absuelta de culpa y cargo desde el primer momento; y en la escena aparecerán culpas, arrepentimientos, miedos, deseos de obtener algunos beneficios. Las confesiones nunca hacen a la prueba por sí misma; hay confesiones que pueden ser verdades y otras que son disfraces, como un recurso extraordinario para alivianar grados de responsabilidad.

 

Todos tenemos la perspicacia que Medina Sánchez actuó como un delincuente burdo, y que permitió una descomposición más allá de los márgenes que socialmente pudieran ser tolerados; esa misma depravación sobrepasó las puertas de su despacho. Perturbó notablemente el normal desenvolvimiento de todos los dominicanos, y aun así pretende que lo sigamos observando como un manso cordero; toda su amplia feligresía, refugiada en el Comité Político del PLD, convivió y prosperó entre nosotros en condiciones ventajosas, mientras desprotegía a toda la sociedad, golpeaba a todos sus conciudadanos, incluyendo a miembros de escaso nivel de decisión en su propio partido político e ignoró todos los procesos investigativos que sus propios funcionarios hicieron. 

Aquí por 16 largos años se operó desde el Palacio Nacional bajo el concepto de delincuencia organizada. Con Medina Sánchez llegamos al raterismo más ríspido. 

Es ley inexorable de la vida que nada es para siempre, y con el advenimiento de la administración de Luis Rodolfo Abinader Corona muchos esperamos que el PLD jamás vuelva a ocupar el Palacio Nacional. Medina Sánchez lo rompió, lo descuartizó para su provecho personal, ahora muchos miran a Fernández Reyna como una balsa para un solaz refugio, pero este deberá mostrar un mínimo de dignidad y respetar a quienes lo han acompañado sin pestañar; fue él que los hizo ricos a todos, recibió a cambio un sin fin interminable de patadas en los testículos, incluyendo las inmisericordes coceaduras de su propia esposa Margarita María Cedeño Lizardo. 

Mónica Chamorro (Mónica Emma Lucia Chamorro Mejía, 1974 en Popayán, Colombia) escribió en El final de la trama, un cuento pulquérrimo sobre un viejo soldado napoleónico que se bate cuerpo a cuerpo, en la última carga de Waterloo, contra un joven alférez inglés, que por supuesto estaba ávido de gloria y grandezas. Mientras se batían, el viejo recordaba su vida, como si estuviera ante un espejo; inmortalizaba todas las veces que fue joven también como ahora lo es su enemigo. El peledeísmo se desgranó en el ejercicio del poder, se consideraron dioses, no dibujaron sonrisas en sus compatriotas, y desde hace muchísimo tiempo arrastran la perdida de todo poder mágico, pasaron a modo embaucador, prometieron milagros, pero  la historia no ha terminado para esos que ahora son peledeistas corruptos, pero las glorias y las grandezas se les resbalaron por el dispositivo sanitario. 

La República Dominicana vestida de cárdeno color bien pudo ser hilo para una novela de George Orwell (Eric Arthur Blair, Jun.25.1903 en Motihari, Raj Británico; Ene.21.1950 en Londres, Reino Unido; escritor británico), donde las repetidas mentiras oficiales buscarían crear una cotidianidad homologada a sus divagaciones cósmicas estrelladas en el amarillo de su propio estiércol. 

Gracias Leonel Fernández Reyna por tantas miserias e infelicidades, gracias Danilo Medina por otras muchas perversidades, perfidias; por ineficientes, nadie los recordará como genios, ni como hombres probos; ninguno de los dos fue capaz de detener las manos criminales de ninguno de los suyos. 

El peledeísmo se quedó sin partidarios, se llenó de cómplices a los que no se les podía castigar, se anquilosó, terminó siendo la cárcel de sus seniles pseudo-fundadores. La impunidad es el precio de la complicidad. Solo les queda protegerse unos a otros, los de arriba a los de abajo y viceversa, así terminarán de hundirse todos juntos… guiñapos infelices, ratas desaliñadas, con pies, boca, y brazos; amen de cuentas bancarias, momentáneamente, interminables. 

Ningún político merece que se le defienda con uñas y dientes, mucho menos un peledeísta. Entendámoslo de una vez y por todas, no somos sus amigos, no les importamos, y por lo tanto hay que bajar la intensidad, y el fanatismo. Los primeros que debemos de cambiar somos nosotros mismos, mirarnos en el espejo, yo lo hago todos los días, poco, sí, porque temo que los cristales salgan volando.

jueves, 20 de agosto de 2020

Y se fue Mercedes, musa y guardiana de García Márquez

 
Agosto 17 del de 2020
Y se fue Mercedes, musa y guardiana de García Márquez
Por Eric Nepomuceno (tomado de Página 12, Buenos Aires)
 
 
Una de las frases más certeras de García Márquez jamás fue escrita, pero me tocó oírla varias veces. Decía él, con su humor caribeño: “los dos tenemos matrimonios parlamentaristas. Somos jefes de Estado, pero Mercedes y Martha son jefas de gobierno…”.
 
Nada más justo. Pese a su indiscutible genialidad, él no habría hecho ni la mitad de lo que hizo sin Mercedes a su lado.

 
He conocido a Mercedes al comienzo de 1980, cuando ya estaba instalado en México desde hacía un par de meses, venido de Madrid y antes, de Buenos Aires. Me había me reunido con García Márquez unas pocas veces, pero fue en la primera visita a su casona de dirección imposible – la esquina de las calles Agua y Fuego – que estuve con ella.
 
De aquel primer encuentro varias cosas me impactaron: sus ojos de buceador, su elegancia soberana, la prudente y delicada distancia que mantenía de los recién llegados. Y en nuestros encuentros siguientes se consolidó en mi alma la imagen de una fortaleza humana, dueña de un humor refinado, una dignidad superior, una generosidad cariñosa, bien como una indiferencia olímpica con la fama de su compañero, Gabriel García Márquez, a menos que alguien quisiera hacer uso de esa fama en beneficio propio. Cuando se daba cuenta de ese tipo de abordaje, se hacía leona.
 
Es harto conocida la historia de cómo Mercedes hizo todo y algo más para que García Márquez pudiese encerrarse a lo largo de largos 18 meses para escribir Cien años de soledad. Le tocó a ella administrar el dinero que tenían y luego, cuando el último peso desapareció en el polvo del día, negociar el retraso del alquiler (nueve meses), de la carnicería (cuatro), además de buscar ayuda junto a los amigos y asegurar la provisión de todo, cigarrillos inclusive, para García Márquez.
 
Ocurre que a lo largo de toda la vida, inclusive después de la vasta bonanza surgida a raíz del éxito olímpico de la saga de la familia Buendía, Mercedes no hizo otra cosa que ser la guardiana protectora de García Márquez. Cuidaba de la intimidad de la familia, la protegía de los asedios, pasaba el tiempo haciendo de todo para que él tuviese paz para escribir.
 
Y él lo sabía. Sabía que solo tenía la vida que tenía gracias a su guardiana. Sabía que dependía de su cariño y de su protección.
 
Recuerdo bien que cuando Mercedes viajaba y él se quedaba en la casona del Pedregal de San Angel, iba a dormir en un hotel. La explicación: “Mercedes me protege de los fantasmas de esa casa”. Bueno: de la casa y de la vida. No lo decía pero no hacía falta: era evidente.

 
La historia de los dos suena a novela edulcorada de alguna autora británica exagerada. Se conocieron cuando él tenía trece años y ella, nueve. Volvieron a encontrarse mucho tiempo después, y García Márquez le recordó lo que se habían prometido allá atrás, cuando niños: que se casarían.
 
Le pidió que fuese su novia, y oyó cuatro veces un sonoro “no” hasta que finalmente Mercedes capituló. Quedaron juntos para siempre.
 
Tan pronto se hicieron novios García Márquez viajó a Europa, escapando del torbellino político que sacudía a Colombia. Cuando volvió los dos se casaron y viajaron para Caracas, donde él había logrado un empleo. Lugo deambularon por La Habana y Nueva York, antes de llegar a México en 1961. Fueron tiempos de vida dura y escasa, pero de muchas ganas de vivir y descubrir mundos.
 
García Márquez decía siempre que Mercedes era como una reina egipcia (el abuelo de ella había nacido en Egipto), “serena y severa”.
 
Y ha sido con severa serenidad que ella fue esencial para que él pudiese enfrentar y sobrellevar la soledad de la fama, que García Márquez decía ser comparable en su inmensidad solamente a la soledad del poder. Tuvo fama y poder. Mercedes era su amparo contra la peor de las soledades.
 
Recuerdo que el día que ganó el Nobel de Literatura en 1982 oyó de su madre, Luisa Santiaga, el consejo clave: tener siempre sobre su escritorio un vaso con una rosa amarilla. Sería para protegerlo de la maldad de los envidiosos, aclaró.
 
García Márquez se fue para siempre en abril de 2014. Y desde entonces a cada mañana de cada día Mercedes hacía que una rosa amarilla fuese depositada sobre su escritorio, ahora desierto. Lo cuidó todo, todo el tiempo.
 
A lo largo de cuarenta años tuve la luz de su amistad. Quizá por ser el más joven cercano a aquél grupo que García Márquez trataba como “mi mafia particular”, merecí de Mercedes un tipo diferente de afecto y cariño. Ella se preocupaba por Martha, por Felipe, quería detalles de nuestra vida cotidiana. A veces me preguntaba, con semblante severo – y sereno – hasta por los gastos de nuestra casa.
 
En los últimos tiempos, cuando la visitaba le llevaba girasoles. Es que ella era una figura solar.
 
En el álbum de fotos de mi memoria, Mercedes, la musa y guardiana de García Márquez, ocupa un lugar especial.
 
Y así será para siempre. Para siempre.
 
*Mercedes Barcha murió el sábado (Ago.15.2020) a los 87 años, en Ciudad de México.

miércoles, 19 de agosto de 2020

 

Agrios Edulcorados…

Caso 394: El Cañero con destino a USA

Agosto 09 del 2020

 

 

Al volver sobre los borradores de estos Agrios Edulcorados he comprobado que dejé cinco de ellos en el tintero. Los publicaré tal cual, oportunamente, porque son ideas que considero deben ser expuestas. Pero hoy le toca el turno a Alfredo Martínez (Distrito Municipal de San Luis), “benemérito” pasado alcalde de Santo Domingo Este, diputado en tres ocasiones (2002 al 2016, 2006 al 2010, y 2010 al 2016), a quien todos hemos conocido como El Cañero, y quien se dedicó cuatro años al manejo los destinos de esa parte del Gran Santo Domingo, retirándose sin glorias y con muchísimas penas.

 

Alfredo Martínez, así de simple, sin más nombres, con solo un apellido, viaja a los Estados Unidos para tratarse un cáncer, dicen en las redes sociales; lo hizo de conocimiento público, añadiendo que será  intervenido quirúrgicamente fuera del país. No especifica el tipo de padecimiento… ¿de próstata, colorrectal, pulmón, de mama (escaso en los hombres pero aparece), riñón, páncreas, de lengua, de vejiga, de piel, de estómago, en el escroto?... ¿un Linfoma No Hodgkin?... ¿una variedad de leucemia?

Alfredo Martínez, El Cañero

 

¿Por qué no se trató en el país?... mejor aún, en los hospitales que Danilo Medina Sánchez le está entregando al país, donde «la población está mejor atendida que en cualquier centro de atención médica de altísimo nivel en manos privadas». Tristemente, el Presidente de las República se vio en la necesidad de internar a su padre, pero descartó los mismos hospitales que ha construido, remodelado, y mejorado. ¿Temió reunirse con los enfermos de la población llana?... ¿siente pavor por la labor que se desarrolla en los centros de atención pública?... ¿sabe algo de los hospitales que el resto de la población no está informada?

 

¡Pipo!... el peledeísmo que nos gobernó en 20 de los últimos 20 años se ha creído que llegó a las escalinatas del Palacio Nacional después de una transfusión de sangre azul, príncipes y princesas, quizás venidas a menos en un determinado lapso de tiempo, pero un muy estimado amigo publicó en las redes sociales: «los Medina Sánchez tenían un colmado en Villas Agrícolas, cuando el viejo no podía atenderlo o tenía que salir en busca de mercancías, las hermanas y los hermanos de Danilo eran quienes se ocupaban del negocio; sabían a la perfección cortar en ruedas el salami, cortándose los dedos, destapar una cerveza, pesar una libra de arroz, sabiendo que el cliente estaba recibiendo una libra de 14 onzas, y después que llegó a diputado, jamás han vuelto a pasar por el barrio». ¡Esto solo como muestra!

 

Cuando sus compañeros de partido decidieron que Martínez no seguiría al frente de la alcaldía, se destapó con unas declaraciones de asombro: «en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) existen políticos torcidos que han querido distorsionar la imagen de esa entidad política. Una posible división va a traerles consecuencias a esos políticos torcidos que a base de cuartos han querido distorsionar la imagen de la organización. Pronto el PLD se llamará Partido de Riferos y Aguanteros». El ganador de las primarias del PLD en ese municipio resultó Luis Alberto Tejada, pero El Cañero denunció, antes de que cantara un gallo que: «habría comprado votos de los munícipes y dirigentes de su organización por el precio de RD$ 2,000». Ese mismo personaje, El Cañero pasó a comandar las huestes de Gonzalo Castillo Terrero en pos de la Presidencia de la República por el mismo PLD que él había aborrecido.

 

¡Mambo que rico el mambo!

 

¿Qué tanto hizo El Cañero para el bien de esa parte de la ciudad?... ¿resolvió la recogida de basura?... ¿asfaltó las calles?... ¿mejoró el abastecimiento del agua potable?... ¿dispuso mejoras en las disposiciones sanitarias?... ¿presentó proyectos para un sólido desempeño del tránsito vehicular?... ¿cuántas nominas fabricó en su gestión?... ¿se hizo de algunas novias, a base de billetes de 2 mil, que sirvieron de muletas para exaltar su vanidad?... después de maltratar, golpear, ignorar a sus conciudadanos, solicita: «pidió todos mis allegados creyentes incluirme en sus oraciones. Bendiciones a todos».

 

Colgó además: «como dicen las sagradas escrituras; sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito (Romanos 8:28 DHH)». Me cuesta entender cómo es que Dios protege a tantos sinvergüenzas que sólo buscan refugio después de andar en malos pasos… este dejó su administración con un déficit que supera los 700 millones de pesos; después de tanto hablar, decir, y jactarse.

 

El Cañero llegó a la Cámara de Diputados manchado, pero aquello no importó; el morbo sólo ha servido para señalar que es hijo de padres haitianos, pero este Alfredo Martínez, fue sometido a la acción de la justicia en Sep.04.2000 por apropiación ilegal de terrenos propiedad del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) mientras era administrador de la División de Ganadería de la entidad estatal. En un reportaje de El Caribe (Dic.26.2016) se apuntaba que El Cañero presentó en su declaración jurada de bienes, 84,723,082 pesos dominicanos como patrimonio, incluyendo 10 inmuebles, donde solo una casa estaba valorada en 30.5 millones (pesos dominicanos), varios vehículos, armas de fuego, electrodomésticos y muebles, depósitos en dólares de los Estados Unidos de América, ¡como un santo cordero!... de todos es conocido que una de sus mayores actividades comerciales es el trasiego de mercadería hacia Haití… ¡y nadie dijo nada!

 

Si para algunos la Constitución de la República sigue siendo un pedazo de papel, la declaración jurada de bienes es el mismo pedazo de papel, pero de papel higiénico. ¡Apunten dos y oigan la bulla!

 

En República Dominicana jamás la justicia ha imperado ni ha sido para todos. La hecatombe que conoceremos a partir de Ago.16.2020 nos dejará atónitos, boquiabiertos, y hasta mudos, momentáneamente. Conoceremos de los infinitos delitos de soborno, tráfico de influencias, coimas, asociación de malhechores, pero todo sigue igual. Las tetas de la cadavérica vaca que se llama República Dominicana aún tienen mucha leche que darnos.

 

Y yo aquí pensando que utilizaría las fotos de El Cañero o las de Lidio Cadet Jiménez para asustar a mis descendientes… ¡llegó el cuco, llegó el cuco!… ¡no te mueras Cañero, no te mueras!... espero que regreses, un paseíto por la nueva cárcel de San Luis será una experiencia fascinante.

 

¿Estamos frente a una fuga discreta de corruptos?

domingo, 9 de agosto de 2020

Agrios Edulcorados…
Caso 393: Erase mi alma con vocación gastronómica
Agosto 09 del 2020


¡Errrrrrrrrrrrrrrr pipo!... lo encontré en mi muro de Twitter, lo copio, pero omito el nombre de la protagonista: «la asistenta de la casa (servicio doméstico),me trae café (como generalmente sucede en todas las casas dominicanas) y la veo de "lejitos", le pregunto si pasa algo y ella con ese acento de Pedro Corto (más allá de San Juan de la Maguana, camino a Comendador, provincia Elías Piña, zona fronteriza) me dice; “oiiii uté depierta a eta hora, jum cuidao si ta mala con covi". Y yo, doña (porque antes muerta que sencilla) después de esa jartura de arenque con yuca me dormí a las nueve. Respiró».  Los paréntesis son de un servidor.


Agrego que la chica quiso decir: «ohhhhh, y usted despierta a esta hora, tan temprano, (garraspea) cuidado si enfermó de covid-19». Ahora bien, entre usted y yo, despertarse un sábado para desayunar arenque con yuca, está fuera de todos mis programas. ¿Perdió la sencillez?...

Saltar de desayunar mangú con huevos fritos, que era lo que se estilaba en mi niñez, rozando la muerte de Trujillo (1961), después se cambiaron los huevos por “salami” (ya fuera de mi alcance, porque pasé a la adolescencia); almuerzo de arroz con habichuelas rojas más carne guisada, si aparecía, donde las verduras siempre han brillado por su ausencia; después se varió la carne por el pollo, y cenar el mismo mangú o un pan de agua con intensión de ser un añugaperros (pequeña torta hecha de harina, generalmente muy seca)… a ser un acertado gastrónomo, me da muchísima risa. Pero tenemos un club de nuevos ricos, afrancesados, que tienen un refugio para las exquisiteces culinarias… prefiero mejor la única honestidad de los peledeistas, cuando empezaron a mejorar su situación económica, todos sabemos cómo, se refugiaron en un único restaurante.
chenchén con chivo 

Ahora bien, ante paladares tan poco curtidos, imagino que el grado de exigencia del local habrá perdido algunos puntos.

Volviendo al sur, un chenchén (maíz craqueado y salado) con chivo, bien versionado, plato festivo de otros tiempos en la familia de Danilo Medina Sánchez, cuando tenían alguna ocasión especial, podría hacer las delicias de un Jordi Cruz, el cocinero más mediático de habla hispana, hasta quizás se atrevería a colocarlo en la carta del ABaC Restaurant de Barcelona; o un chacá, también a base de maíz, también del sur profundo, podría saberle a gloria a Pierre Hermé, llamado El Picasso de la Repostería.

Recuerdo la anécdota que contó Magda Florencio, en mitad de una de esas cenas a todo copete, la señora a su lado, que por casualidad había visto llegar a un Mercedes Benz de última generación, le comento: «en mi cartera me he traído un aguacate, qué usted que deba hacer con él, cuando debo de sacarlo, y después que hago con la semilla y la cascara».
chacá

Cuando se destapó la primera versión dominicana de MasterChef (2018), mi hijo mayor me señaló: «tu deberías participar ahí, o también mi mamá, o los dos juntos, no sé si ganarías, pero de que llegaras lejos, estoy seguro». Total, me planté a ver aquello, pensando seria el programa que haría que la televisión dominicana tuviera algún sentido y terminé de bruces. Tres zoquetes queriendo imponerse a los concursantes, sin gracia, sin estilo, sin buenas maneras, Saverio Stassi (con serios problemas vocales), Inés Páez (Chef Tita, me pareció siempre que me estaba enfrentando a una versión vernácula de Robo-Cop, pese a que he leído unas de sus recetas que bien podrían ser replicadas, debió buscarse un asesor de modas) y Leandro Díaz (que no sé qué papel pinta); y una siempre exquisita y admirada Mildred Quiroz perdiendo puntos antes mis ojos. Estuve viendo aquello hasta la eliminación de José Manuel Lombardero, de 20 años de edad, con quien plenamente me identifiqué, pero fue tratado con saña, premeditación, envidia, y alevosía (la familia Lavandero es propietaria del tradicional Restaurante Vizcaya).

Carlo Petrini 
Por supuesto, hubo mucha gente honesta ahí, Nikol Morillo, la ganadora con sólo 22 años; un genial y habilidoso Franci Pichardo, que hacía magia pese a ser un simple chofer; la candidez de un Neoly Domínguez. Pero cuando en la versión Celebrity usted coloca a gente de la talla de Jochy Santos, Sergio Vargas, Hony Estrella, EL Dotol Nastra (Vincent Carmona Arias), Shadow Blow (José Ariel Fernández Soto), Martha Heredia, Yelitza Lora, no hay nada que buscar.

En lugar de tanta basura mediática, deberíamos invitar a Carlo Petrini (Jun.22.1949 en Bra, Piamonte), quien fundó su Slow Food como un movimiento gastronómico en defensa de la buena comida y fue orientándose y mutando hacia el desastre medioambiental, la pérdida de la biodiversidad, la injusticia social para los campesinos... «son cosas tremendas y no se puede ser gastrónomo sin ver nada de eso, mutó con los años. La biodiversidad es un valor agregado de la gastronomía; vamos a influir en la economía local, la agricultura local, ése es el milagro increíble de la gastronomía como instrumento de cambio».

Como dominicano le pondría asunto al colombiano Álex Quessep Freis (algunos autores se refieren a su segundo apellido como Feris) quien en Barranquilla tiene un restaurante llamado Palo de Mango, donde reivindica la gastronomía de la región del Caribe, alta cocina con corazón popular, quien además rompe con la visión eurocéntrica de la alta cocina, sin cenas a no sé cuántas manos, ni reinterpretaciones de la vanguardia española que permea los restaurantes del mundo, sin espumas ni esferas, no porque no son importantes, pero cada cocinero tiene necesariamente que narrar su territorio.

Uno de los íconos barranquilleros es el sancocho de guandú (fríjol de la zona caribeña en Colombia), máxima armonía entre el plátano, el guandú  y la carne salada, y quien negaría la calidad a un sancocho de habichuelas, que no aparece en la carta de ningún establecimiento dominicano, y Quessep Freis agrega como entrada unas croquetas de guandú sobre una tajada de plátano pícaro (plátano maduro caramelizado con canela y clavo).

El lenguaje siempre será importante a la hora de hablar de una buena cocina. ¿Dónde quedaron las técnicas tradicionales de la comida dominicana?

Quessep Freis exhibe un chicharrón preparado confitado en salsa de tamarindo, encima una ensalada lombarda, cebollas y zanahoria en vino tinto, con clavo de olor, canela, pimienta, y azúcar, sobre ellos va un polvo de ahuyama. Todos elementos habituales en los establecimientos de expendio en toda la geografía nacional. En la costa colombiana se desayuna a tradicional vitualla, que es ahuyama con yuca, ñame, plátano, queso y suero.


¿Estamos lejos los dominicanos del arroz isla morena de Quessep Freis?… versión del arroz con coco con langosta y aguacate flambeado, o un arroz apastelao (no caldoso ni meloso, sino apastelao) de cerdo, servido con chicharrón y tejas de maíz. El primero cualquier mujer de Samaná lo haría con los ojos cerrados. La única diferencia es que nosotros desecharíamos ese plato en un restaurante «de caché».