sábado, 18 de julio de 2015

Toronto, una semana después

República Dominicana amaneció (Jul.18.2015) en el lugar número 13 en el medallero de los Juegos Deportivos Panamericanos que se están celebrando en la ciudad de Toronto (Canadá); estamos a mitad del camino. En las tres últimas versiones de este clásico americano se terminó en la posición 9 (nueve), Santo Domingo-2003, Río de Janeiro-2007 y Guadalajara-2011, por lo que hay que remontar solidamente en los días que restan, de lo contrario, pasaremos a ser el hazmerreír de la comunidad deportiva continental.


Una medalla dorada, dos de plata y cinco de bronce ha sido la segada quisqueyana; si de simple. Ya pasamos la vergüenza de dos boxeadores que no superaron la prueba del dopaje, inclusive el abanderado nacional, Juan Ramón Solano, a lo que se sumó un jugador de béisbol. Los deportes de conjunto saltan al ruedo.

El Comité Olímpico Dominicano (COD) en boca de su presidente Luis Mejía Oviedo no quiso emitir ningún comentario antes de partir a Canadá; prefirió indicar que los resultados hablarán. Los pronósticos pro-positivos siempre son tan halagüeños que los he mirado con absoluta cautela; somos vencedores antes de iniciar cualquier competencia, como si no existieran los rivales, como si no se fuera a lidiar y disputar supremacías y posiciones. Se falló en la versión correspondiente a los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz a finales del 2014 y todo se calló.
 
Mejía Oviedo
Por supuesto, los responsables de la delegación es el COD, únicamente y nadie más; que por demás, tiene un departamento de proyección dirigido por el técnico cubano Bernardo Antonio Mesa, mejor conocido como Toni, para mí, un soberano corcho. A estas instancias son muy escasos las posibilidades de sorpresas, un esfuerzo inaudito, una hazaña para dejar a todos boquiabiertos, una situación inesperada, pero es lo menos que suele ocurrir a este nivel. Esta dirección técnica además de Mesa incluye nombres para no ser mencionados jamás, cómplices por comisión.

En El Nuevo Diario (Mar.03.2015), Mesa ofreció las siguientes declaraciones: “el Comité Olímpico Dominicano está priorizando y dijo que a los Juegos Panamericanos de Toronto sólo asistirán las disciplinas que tengan posibilidades de ganar medallas”. Agregó: “sólo irán a ese evento los atletas medallistas en los pasados Juegos Centroamericanos”.

Por supuesto, los primeros señalamientos serán al ministro de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal, con cuya gestión no estoy de acuerdo, pero será el chivo expiatorio. Ahí llegaran las miradas  consabidas, las culpas por la demora en los fondos; siempre el peculio. Nadie habla de técnicas ni de perfiles. Nadie rebate a Mejía Oviedo ni a Mesa, pero también el director técnico del ministerio anda por tierras canadienses, Fernando Teruel Capri.

Fernández Mirabal
Hay que ser honestos, meses atrás Cristóbal Marte, responsable del voleibol femenino de República Dominicana, señaló el deporte es un río revuelto donde cada quien va a buscar ganancias. En todos los casos, absolutamente todos, réditos, y por supuesto, en otros, buscar lavar una imagen llena de indelicadezas; hay muchas, demasiadas en los hombres que integran la cúpula olímpica dominicana, convertidos en parásitos de la cosa pública y donde lo que menos interesa es la practica deportiva.

Casos particulares, faltan dedos para contar.

Acá nunca se ha realizado una evaluación honesta de las diferentes federaciones. Pero tampoco de sus directivos y sus entrenadores.

El caso más patético ha sido el de la levantadora de pesos Yudelkis Contreras, quien hace cuatro años, al regresar de Guadalajara se evaluó y recomendó que debiera subir de categoría y se le mantuvo en la misma que había sido una reina indiscutida. Así el COD y la Federación de Pesas le infligieron una puñalada rastrera a su máximo exponente.
Contreras

La gimnasta Yamilet Peña está convertida en un ídolo nacional, primera medallista en las competencias de gimnasia, hasta ahí muy bien, pero se insiste en mantenerla ejecutando el Salto Produnova, una prueba casi imposible, donde se busca, por el grado de dificultad, acumular puntos, pero es esconde, y este es nuestro caso, las formas más técnicas y exquisitas de la especialidad. Una modalidad a todo o nada. Años atrás nadie zanjó las diferencias entre Jaime Casanova, entonces presidente de la Federación de Judo y el atleta José Vicbart Geraldino.

¿Qué calidad, por ejemplo, tiene Radhamés Tavarez, actual presidente de la Federación Dominicana de Natación, para ser jefe de delegación?... por supuesto, este fue un “peje” que nunca vio una piscina en su vida.

¿Dónde está el revelo de Félix Sánchez?... ¿se ha utilizado su nombre y su figura para desarrollar el atletismo en sus diferentes facetas dentro de nuestras fronteras?... ¿dónde está el baloncesto femenino que se perdió en las últimas décadas?... ¿dónde está nuestro voleibol de varones que es prácticamente inexistente?... ¿dónde se ha ido nuestro béisbol que es el buque insignia del deporte nacional?...

Arrendel
Irnos a los puños y a las patadas, además de demostrar que tenemos sangre en las venas no es todo el deporte que necesitamos. Cuando hay que pensar, mejorar técnicas, estudiar a los contrarios, unirnos como nación, nos desaparecemos; los atletas recuren a la emotividad, ¡un-dos-tres Dominicana!, y los entrenadores se muerden las uñas. Revela nuestras graves fallas educativas.

Hace años he señalado que estamos al borde del precipicio, a punto de resbalar hacia el despeñadero. Creo que llegó el momento. Todos tratarán de borrar sus huellas; nadie se quitará de sus funciones, tampoco nadie se atreverá a pedir que se vayan. Por supuesto, hay una crónica deportiva graciosa que prefiere callar para salvaguardar algunas entradas.

La nueva era del olimpismo” proclamó Rafael Fernando Uribe Vásquez antes de posar sus nalgas en las sillas del Comité Ejecutivo del COD, apoyado por otros dos pelafustanes. Eso de nuevas eras y eras gloriosas como que terminan hundiendo lo poco de dominicanidad que queda en nuestros tuétanos.

Los gobiernos han utilizado los escenarios deportivos para sacar provecho a sus políticas y magnificar su proyección. Nuestros vecinos cubanos supieron hacer acopio de ello; en esto, Felipe –El Jey- Payano era un artista. Lo supo hacer hasta con un descolorido nadador de nombre Marcos Díaz que nunca se destacó dentro de una piscina y lo lanzaron a las aguas abiertas, hasta vendérnoslo por ojo, boca y nariz, sin que haya conseguido nada fuera de lo común.

Payano
La administración de Fernández Mirabal borró el deporte de elite y el COD quedó cruzado de brazos. Era mejor debatir en la prensa adocenada y no instar a sus federaciones a trabajar. La pretendida masificación de las actuales autoridades de Ministerio de Deportes y Recreación (MIDEREC) han sido un fiasco; mucho apoyo a eventos donde lo único que persiste es la acostumbrada “búsqueda”.

Juegos Fronterizos, Juegos de la Mujer, Campamentos de Semana Santa, Campamentos de Verano, juegos provinciales, Juegos Escolares en coordinación con el Ministerio de Educación, y así varias versiones más, pero nada de captación, nada de seguimiento, nada de mejoramiento. Todos con el santo beneplácito del COD. Porque Payano era bueno para estar en los primeros planos de las fotografías, pero nadie dice nada del eterno primer plano del presidente del COD, un moderno Eteocles.

Por supuesto, los burócratas saldrán a defender sus posiciones. La propia MIDEREC acaba de concluir un curso para entrenadores y monitores y mucho de los capacitadores lo único que hacían era burlarse de las habilidades de esos chicos. Chicos, quizás bien intencionados, pero sin la suficiente solidez académica para captar, en primer lugar, y luego, transmitir, los conceptos enseñados. Tenemos cientos de bachilleres que no saben ni leer ni escribir, gracias a la permisividad de nuestro sistema educativo.

Durante su existencia el COD no ha impuesto penas frente a las acciones deleznables
Sánchez
cometidas por sus miembros; advertir, denunciar y perseguir a los imputados no ha sido su fuerte: el dopaje de Juana Arrendel quedó su castigo, sólo sufrió la atleta; los demás casos de aparición de substancias prohibidas han quedado sin sanción, sólo el atleta. Los señalamientos sobre fondos que no son bien administrados, pasan de largo, sin indicar las complicidades con presidentes de federaciones que se hacen eternos en sus posiciones. El acoso sexual, las violaciones son situaciones ignoradas, pero sabidas de todos.

Cada grupo social fija sus límites morales y éticos en la aceptación o condena de las acciones; las leyes y la actuación de los tribunales nos defienden como comunidad por los valores que penamos o permitimos. Todos tenemos la percepción de que no importan las razones como tampoco importan las pruebas; se trata de ensuciar las causas, de hacer sospechosos a quienes investigan en el deporte nacional y de limpiar a quienes están escamados. Hay delitos, como los deportivos donde se debe marcar de inmediato la clara frontera de lo prohibido, ello nos definirá mejor como sociedad.

La inconsistencia de la política deportiva dominicana estaba adormecida debajo de las alfombras de Mejía Oviedo y Fernández Mirabal, en ese mar de fondo en que se ha desenvuelto este deporte y el fracaso estaba a la vuelta de la esquina. La receta de MIDEREC para el cumplimiento de sus compromisos es realmente pobre frente a los desequilibrios vigentes, pero la capacidad del COD queda al descubierto; se quedó sin ideas sólo apoyado por un grupo de empresarios que han creado el proyecto Creando Sueños Olímpicos (CRESO); las cuentas pendientes se hacen interminables.

La construcción de un futuro colectivo se logra generando políticas permanentes, promoviendo más inclusión social como política de estado y con un relacionamiento más estratégico con el mundo, estas son algunas de las aristas que ni MIDEREC ni el COD están dispuestas a aceptar. La magnitud de lo que parece inexplicable crece día a día.

El discurso del COD y de la propia MIDEREC no tiene relación alguna con lo que hacen o pueden hacer. Faltan palabras para designar o explicar la cuota diaria de problemas, necesidades insatisfechas y deseo frustrado. No hay energías con excentricidades en las palabras de Mejía Oviedo y de Fernández Mirabal, se convirtieron en repetitivos; caen y no saben como ponerse de pie. No hay secretos, no hay optimismos, no hay esperanzas, todo se hace trizas.

De visita en el cementerio escuché llorar en la tumba de Horacio A. Veras Gómez, director de deportes de Joaquín Balaguer y después, administrador de correos, al saber que su pupilo Antonio Acosta se mantiene como secretario general del COD; pasé también por la casa de Manuel de Jesús Pérez Gómez, mejor conocido como Freddy, y percibí como reía al saber que su discípulo Uribe Vásquez era miembro del COD.
Eteotles

¡Así las cosas, Mejía, así las cosas!

Nuestra crisis deportiva, prodiga en descalificaciones y falta de rentabilidad colectiva, no terminará mientras no se tomen medidas necesarias frente a los eternos guarecidos dentro del mundillo deportivo; desaconsejar desde el punto de vista técnico es materia recurrente, contorciones sobre los resultados que se dejan caer, un alto en el camino para la redeportivizacion colectiva. Las preocupaciones ya sobrevuelan, siempre en voz baja entre los acólitos del COD, pero se hacen grandes en las calles.

Si el deporte dominicano no repunta en lo inmediato, además de lo marcada que ya está la gestión de Fernández Mirabal, podría terminar el ciclo de Mejía Oviedo como uno de los grandes despechados. Necesariamente tiene que venir una etapa de desarrollo deportivo nacional, donde las federaciones logren desendeudarse, colocar personas más honestas al frente de las mismas y conseguir la inclusión de sectores que han sido marginados. Por supuesto, terminar con algunos negocios donde se puede encontrar mucha tela por donde cortar. Es el equilibrio retórico al que está condenado el deportista. Debe prometer sin criticar, fusionar lo que se va con lo que se viene.

La ampliación presupuestaria en propaganda tanto de MIDEREC como del COD obedece al hecho de que echar a rodar mentiras que la realidad desmiente una y otra vez cuesta cada vez más esfuerzo y, por lo tanto, más dinero.

Nadie toma las precauciones de tomar distancia para ganar perspectiva. Nos hemos vuelto incapaces como sociedad de dar respuesta a nuestras interrogantes, para terminar enredados en los hilos de las distintas versiones. La historia del fracaso deportivo nacional está ya para ser narrada, alcanzó resonancia y debemos empezar a escribir. Hay enormes piezas que unir del rompecabezas.

Mejía Oviedo buscará copar el cartel, tratará de imponer sus maniobras distractivas e impondrá clausurar el concepto de verdad. Los que andan cerca de la verdad son apartados… ¿por qué será que Leonardo de Jesús Heredia Castillo, mejor conocido como Leo Corporan, siempre está tan cerca de las causas del COD?...

De momento, las preguntas permanecerán sin respuestas, el poder del COD tratará de continuar moviéndose en las sombras para que la verdad siga clausurada. Detrás del fracaso deportivo nacional hay algo que parece muy claro, hay una inmensa corrupción envilecida, y por extensión, la degradación de una sociedad que los convalida cada cuatro años, pero que ya se cansó.


lunes, 6 de julio de 2015

Llover sobre mojado

Llover sobre mojado es una voz fácil de usar, quizás su explicación resulte un poco más complicada; al llover sobre mojado no se aporta nada nuevo, se sigue dando vueltas sobre el mismo tema. En materia agrícola si llueve repetidamente sobre la campiña no se tendrá el mismo efecto porque los suelos estarán saturados. Pero como dice Joaquín Sabina: “hay una lágrima en el fondo del río, de los desesperados, / Adán y Eva no se adaptan al frío, llueve sobre mojado. / Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, ya no sabe a pecado, / bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, llueve sobre mojado”.

Yack Michael Martínez fue la tortuga que se le escapó a la liebre de “la nueva era del baloncesto”, sus declaraciones han levantado un verdadero revuelo con el talante como se maneja la disciplina en el país y las consecuencias, si todos fuéramos honestos, deberían ser devastadoras. Por supuesto, las cosas no quedarán en el olvido; necesariamente tienen que traer consecuencias. Rafael Fernando Uribe Vásquez, actual presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) quedó desnudado y creo que hay tela para seguir cortando.

En lo particular señalé en un agriodelimon anterior y en varios espacios radiales a los que
fui invitado, que las palabras de Martínez eran la validación de todo lo que he escrito del baloncesto dominicano desde tiempos inmemoriales. Podría darme por satisfecho, pero la cadena de pregoneros a disposición de Uribe Vásquez continuará tratando de acallar voces, no importa el precio que tenga que pagar. Es como si los bolsillos del presidente de la FEDOMBAL se recargaran automáticamente; muchos afirman que con fondos de la misma institución.

Al asesino de la cola del cine, El Padrino Dos le ha decepcionado, / Los violadores huyen de los jardines, Llueve sobre mojado. / Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, sueños equivocados, / Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, llueve sobre mojado.

Hoy la selección nacional nos vende un relevo, algo por lo que propugné hace muchísimo tiempo. Al tiempo encontramos que tenemos dos equipos nacionales, uno manejado por la propia FEDOMBAL para los eventos que no conducen a nada y la otra en manos de SouthGate para las justas que pueden ser vendidas y mercadeadas frente al Gobierno Dominicano, determinadas empresas, especialmente las que conforman el cuerpo de la gerencia (MercaSID, Delta Comercial, Ferquido, Induveca, Antena Latina, entre otras) y para un público ávido de triunfos sin importar como estos se construyan.

Lo grave del caso es que no hay comunión entre ambos quintetos, pero tampoco un seguimiento efectivo por parte de las autoridades responsables de velar por la buena marcha de la disciplina en el país y a su vez, por el Comité Olímpico Dominicano (COD), que se ha tornado impasible, inexpresivo e inmutable ante los desmanes de sus distintas federaciones.

A la falta de programas y seguimientos, nulidad en los reportes de técnicos y compromisarios, cada ocasión es un nuevo emprendurismo. El grupo de FEDOMBAL que sólo parece estar integrado por Raúl –Kobe- Peña, José –Maita- Mercedes Del Rosario, Melvyn López Guillen, Pedro Pablo Pérez, Oliver Antigua y Juan Matos luce incapaz de brindar informes a la altura de las circunstancias. El grupo SouthGate que han integrado Eduardo Najri, John Calipari, Orlando Antigua, Ron Sánchez, Bill Bayno, Rod Strickland, Chad Sanders, Pedro Pablo Pérez, entre otros sólo ha lucido interesado en los emolumentos que se puedan recaudar.

A ambas pandillas, porque no se les puede llamar de otro modo les ha faltado compromiso y responsabilidad. Obsérvese que el único punto coincidente es Pedro Pablo Pérez, “responsable” desde hace cinco años de la llamada Asociación Dominicana de Baloncesto en Nueva York, pero que a diferencia de sus pares nacionales, cobra gruesas sumas de dinero por la incorporación de jugadores a las selecciones de cualquier nivel.


Y, después de llover, Un relámpago va / deshaciendo la oscuridad, con besos, que antes de nacer, morirán. / Ayer Julieta denunciaba a Romeo, por malos tratos, en el juzgado, / cuando se acuestan la razón y el deseo, llueve sobre mojado. / Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, cosas de enamorados, / bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, llueve sobre mojado.

El objetivo del 2015, según todos los entendidos, es iniciar la renovación de la selección, pero bajo los parámetros existentes. La inmortalidad en la posición de Uribe Vásquez, la reiterada presencia de Najri para la búsqueda de dinero y la complicidad de Peña para los compromisos a los que hay que asistir por obligación.

Por cierto, el dinero que genera SouthGate nunca ha sido mostrado por la FEDOMBAL. El manifiesto es público únicamente cuando se esquilma a jugadores, pero nada más, verbigracia cuando el propio Martínez entregó un 10 por ciento de sus ganancias al presidente federado, hace muchos meses ya. “FEDOMBAL es rica, está repleta de dinero”, proclaman los cómplices y secuaces; “FEDOMBAL no tiene un solo centavo dicen cuando hay que encausar una delegación”.

Hay algo innegable, en los veranos, desde hace mucho tiempo, el baloncesto arrastra niveles de expectación interesante, pero nunca a niveles del béisbol de las grandes ligas; eso no implica necesariamente que sea sinónimo de admiración, pero es un caso a estudiar en el mundo deportivo dominicano. Tener coetáneos como Al Horford, Francisco García, Charlie Villanueva, James Feldeine, Karl-Anthony Towns, Edgar Sosa, implica jugadores de calibre. Ninguno lograr generar el interés de Alex Rodríguez, Albert Pujols, José Bautista, Johnny Cueto, Adrián Beltré, Robinson Canó, José Reyes, David Ortíz, Nelson Cruz, Bartolo Colón, Hanley Ramírez y aún Pedro Martínez, cinco años después de su retiro.

La falta de criterios en el baloncesto y sus repetidas incongruencias ha permitido que el futbol le arranque preferencias significativas, especialmente en las capas consumidoras del país, muy a pesar que esta última federación es inclusive peor dirigida que la del baloncesto. Las marcas Real Madrid, Barcelona, Sevilla, Paris-St. Germain, Inter de Milán, Manchester City, Liverpool, Bayern de Munich, Juventus, empiezan a ser reconocidas con fuerza por los dominicanos.

La última guerra fue con mando a distancia, el dormitorio era un vagón de soldados / por más que llueva y valga la redundancia, llueve sobre mojado. / Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, uno y uno son demasiados, / bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, llueve sobre mojado.

Con Yack Michael Martínez fuera de las convocatorias, relegado, maltratado, irrespetado y burlado, qué nuevos equipos nacionales nos esperan.

Para los Juegos Panamericanos al doblar de la esquina, un grupo de jóvenes al servicio de Francisco García, que nunca fue líder pero urgido de un trabajo, como si su dilatado paso por la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA, por sus siglas en inglés) no fuera suficiente para dar un paso al costado, por si mismo y sin argucias. El ex Houston y antes de Sacramento no mostró jamás un parámetro para llenarlo de consideraciones. Fue una pieza más con una etiqueta muy cara; vino a dar su mejor torneo a la hora de echarse las palomas, en España-2014. Sus aportes, siempre necesarios, nunca fueron relevantes.

Para esas trapisondas sirve muy bien el baloncesto dominicano.

Este verano también la visita al Pre-Olímpico con sede en México. La misma novela de cada año; Najri vendiéndonos un concentrando de especulaciones sobre la presencia de Horford y Towns, y a menos de 60 días sólo se conoce la designación del entrenador con la salvedad que por segunda ocasión nos presenta a un novato tratando de llevarnos a la gloria. Hasta el momento ha podido mover las cartas, ha colocado una cara agradable, pero las opciones están quedando cortas; depender de un grupo de veteranos que se agotan cada día es labor titánica. Esperar la cosecha que ofrece Uribe Vásquez es más que descorazonador.

Nadie tiene una bola de cristal para garantizar éxitos, cada evento deja un ilustración que choca y necesita ser meditada en lo inmediato para que el equipo nacional gane en coherencia, para que las fuentes de complemento que llegan se nutran alrededor de una misma idea y para que se reduzca el margen de error en escenarios más cautivantes y decisivos.

Nadie pone en duda la capacidad atlética del baloncelista dominicano, pero hay intangibles que se dejan de lado, en especial el manejo de los fundamentos; se trabaja sin continuidad, los entrenadores son emotivos hasta la medula, se busca el exitismo. El agotamiento de nuestras torres en competencias exigentes, la falta de creatividad de los armadores, el poco oxigeno que muchas veces se le brinda a un James Feldeine, las malas, malísimas,
convocatorias.

La escasa formación táctica de nuestros técnicos, el cansancio de aquellos que no descansan jamás, la poca estatura que brinda capítulos negativos, unos nacionalizados a la carrera. Una cadena de frustraciones que sale a relucir en cualquier momento y afecta y condiciona a cualquiera. El jugador cuando se enfunda los colores nacionales, por lo general, está dispuesto a todo, algunos sólo les interesa lo pactado en términos económicos, pero las selecciones tienen que atender más allá que los recursos del vestidor.

Eloy Vargas, para citar un ejemplo, brindó una gran actuación en el Mundial del 2014, virtualmente se consolidó, pero nunca ha existido una clara referencia de lo que pretendemos como selección nacional. En los últimos cuatro años hemos conseguido varias medallas, pero sin mirar de forma honesta a nuestro contorno, lo que están realizando nuestros oponentes, las nuevas variantes en los planos competitivos, pero no han existidos ojos críticos de parte de las gerencias ni de los entrenadores; todo ha quedado en el más burdo de los comercios, un mercantilismo de verano.

Eso, pese a todos los lauros, no es el baloncesto que pretendemos para consolidarnos en los primeros planos. No existe una agenda común para todo lo que encierra el baloncesto dominicano.

Comenté en otro agriodelimon, la semana pasada, el escaso número de jugadores juveniles que ha llegado a la selección adulta. Si tomamos el grupo que asistió a Palma de Mallorca en 1983 (noveno puesto), donde estuvo el propio dirigente Mercedes Del Rosario en su faceta de jugador, además de su figura, sólo alcanzaron calzarse pantalones largos Tito Horford, Roberto José Modesto y José –El Grillo- Vargas.

En la etapa previa a la llegada de Eduardo Najri tuvimos un desfile de entrenadores, en su gestión no ha sido diferente: Calipari, Antigua y ahora Kenny Atkinson. No es fácil jugar así, no hay un continuación en los planteamientos, cada quien aporta su visión, pero no deja nada a la posteridad. La apuesta es costosa y no resulta lógica por la riqueza individual que ostenta el quinteto nacional. Hubo siempre avances interesantes con el correr de los torneos, o nadie recuerda ese auspicioso debut en México del 1989 derrotando a los Estados Unidos, o el debut en sociedad de Franklin Western en 1995 en tierras argentinas con victorias sobre Brasil y Canadá, pero todo se derrumba justo al final.


Se impone seguir por una misma ruta, pero a las vueltas de estos golpes debería servir para tomarles una radiografía a todos los jugadores para saber si permanecen enganchados con el discurso federado con la misma fuerza antes de la llegada de las derrotas; en aquellos instantes que nos desinflamos, quedamos sin ideas y cedemos el triunfo.

Atkinson no concretará un proyecto que incluya la sub-19, sub-17, sub-15, ni el mini-baloncesto, pero alguien debería de redondearlo en lo inmediato. Mercedes Del Rosario y López Guillen han demostrado que no forman, por lo que hay que buscar alternativas más seguras e inteligentes. Sólo así la selección dominicana retornará a la senda de la coherencia.


Y, al final, sale un sol, incapaz de curar / las heridas de la ciudad, Y se acostumbra el corazón, a olvidar. /  Dormir contigo es estar solo dos veces, es la soledad al cuadrado, / todos los sábados son martes y trece, todo el año llueve sobre mojado. / Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, cada cual por su lado, / bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, llueve sobre mojado / Y… colorín colorado, este cuento se ha terminado.

viernes, 3 de julio de 2015

El viejo capitán; estocada a “la nueva era”

La selección dominicana de baloncesto masculino siempre ha despreciado a sus figuras en el ocaso de sus carreras, ha pasado siempre y cada vez ha sido doloroso, pungente, amargo, algunas veces exagerado. Pasó con Hugo Cabrera, con Vinicio Muñoz, con Luis Manuel Prince, con Evaristo Pérez, con Soterio Ramírez, con Franklin Western, y pasará con Yack Michael Martínez. Es como si nada nos importara, es como para ponerse a llorar, mucho más en estos tiempos donde los muchachos han empezado a ser usados como piezas desechables, prescindibles.

Cabrera regresó a la selección en el 1989, para aquel Pre-Mundial donde se le ganó a la selección de los Estados Unidos e inmediatamente se retiró, discretamente. Muñoz terminó sus días marginado por el entrenador de entonces, José Manuel –Moncho- Monsalve, que en su intento de renovar el quinteto nacional le ofreció la oportunidad a Orlando Antigua, la figura más efímera que ha tenido jamás el combinado, como figura; nos llenamos de expectativas para que sólo jugara dos Centro-Basket (1995 y 1997).

Prince, aquejado por las dolencias y abrumado por una sociedad que lo vinculó a situaciones que nunca se le demostraron, se refugió en un ostracismo del que apenas salió hace algunos años. Pérez, convertido en un superhéroe de los años de la década de 1980, no supo nunca tomarse un descanso, le exigió a su cuerpo más de lo que podía ofrecerle, inclusive cuando aparecieron las primeras molestias y se esfumó. Ramírez, con quien se
Hugo Cabrera
retornó a la senda medallista en 1995, abrazó temprano la militancia política, nunca se ha alejado del mundo deportivo, pero nadie recuerda sus glorias. Western, silencioso y casi etéreo, se retiró de manera sutil, sin aspavientos, de manera impalpable, pese a haber sido el gran jugador de la selección.

Ahora es el turno de Martínez, de 33 años de edad, integrante del conjunto nacional desde el año 2001, con una dilatada participación y quien jamás ha puesto condiciones para enfundarse el uniforme del combinado, por lo menos públicamente, pese a la mala prensa que le ha rodeado siempre.

La campaña en su contra se inició semanas atrás, en programas radiales afines a los dictámenes de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), realizando “encuestas” con fanáticos casi analfabetos.

El capitán de la selección quisqueyana acaba de concluir su participación con los Trotamundos de Carabobo en la Liga Profesional de Venezuela, obteniendo mención de honor en el equipo Todos Estrellas, quinto en rebotes con promedio de 8.8 por juego, añadiendo también los siguientes números: 31 partidos jugados, 949 minutos, 36.0 por ciento en lances validos para dos puntos (108/00), 31.4 por ciento en disparos de tres (43/37), 63.2 por ciento en libres (72/14), 2.4 asistencias, 0.5 balones robados, 0.3 lances bloqueados, 0.5 bolas perdidas y 13.5 puntos de promedio. Alcanzó doble/doble en 13 jornadas (más de 10 rebotes y más de 10 puntos en el mismo partido).

Najri
Los Leones de Santo Domingo, equipo al que pertenece Martínez en la Liga Nacional de Baloncesto (LNB), anunciaron hace pocos días que lo tenían en el mercado. Los melenudos están bajo la dirección de Eduardo Najri, que al mismo tiempo es gerente general de la selección absoluta de varones; alguien que por momentos pretende pasar desapercibido pero que a decir del presidente de la FEDOMBAL, es la persona que más se ha sacrificado en toda la larga historia de la actividad en el país, que ya cumplió 100 años.

Martínez era un jugador fundamental en los esquemas del pasado gerente general de los Leones, Leo López, pero no tiene la misma aceptación por los nuevos manejadores del conjunto, especialmente Chad Sanders, quien también está en el cuerpo de operaciones del equipo dominicano, siempre a las sombras.
Mercdes Del Rosario

Hoy, el jugador, también está separado de la selección nacional de baloncesto que asistirá a los Juegos Panamericanos de Toronto, que ya inició sus entrenamientos, y que estará conducida por el entrenador José Mercedes Del Rosario. Ese grupo tiene como punta de lanza al ex–jugador de la NBA, Francisco García y se señala que estará conformada por un grupo de atletas jóvenes y “un par” de veteranos.

Lo que se ha comentado sobre “El Gran Capitán” es que “se le está reservando de manera fresca para que esté el grupo que acudirá al Pre-Olímpico de México”.

Para el Centro-Basket del 2014, Mercedes Del Rosario tampoco incluyó a Martínez en el seleccionado que asistió a tierras aztecas y se “reservó” para el Mundial de España, donde empezó a salir desde la banca. En esa ocasión el conjunto quisqueyano estuvo bajo las orientaciones técnicas de Orlando Antigua, hoy entrenador de la Universidad del Sur de la Florida (USF, por sus siglas en inglés).



Orlando Antigua
A Toronto estarían asistiendo, según las declaraciones del gerente de este grupo, Raúl –Kobe- Peña a Nación Deportiva (Jun.29.2015), que para mi han sido las únicas oficiales, además de García (por orden alfabético), José Acosta (integrante del conjunto que asistió a los Juegos Centroamericanos y del caribe del 2014), Ángel Luis Delgado (Seton Hall University), Miguel Dicent (Morehead State University), Andrés Feliz (miembro de la selección sub-19 que disputa el Mundial de la especialidad en Grecia), José Fortuna (Titanes de Santo Domingo), Manuel Fortuna (tradicional integrante de la selecciones nacionales), y Juan José García (Titanes de Santo Domingo).

Además, Rigoberto Mendoza (Reales de La Vega), Juan Pablo Montas (sin trabajo en la actualidad), Nehemías Morillo (University of South Florida), Danilo Núñez (Titanes de Santo Domingo), Melvin Richardson (Leones de Santo Domingo), Edward Santana  (Titanes de Santo Domingo), Luis Santos (University of South Florida, delantero 6’09, 240,) y Gerardo Suero  (Leones de Santo Domingo).
 
Rigoberto Mendoza
Posteriormente se unió a este grupo el delantero pequeño Adonis Henríquez (6’06, University of Central Florida; 30 juegos, todos como iniciador, 10.8 puntos, 42.8 por ciento desde el campo, 39.4 por ciento detrás del arco, 78.6 por ciento desde la línea, 3.3 rebotes 2.1 asistencias), quien podría llegar a convertirse en el jugador dos/tres que hemos estado esperando.

Las diferencias de “El Yack” con la mutual Mercedes Del Rosario/ López Guillen se remontan hasta el año 2009, cuando en la reunión previa al evento entre jugadores y el cuerpo técnico que manejaba Julio Toro, los primeros señalaron que había demasiadas entretenciones alrededor del grupo y pidieron la salida de estos; además del amplio cuerpo técnico estaban el actual presidente de FEDOMBAL y el actual vice-presidente, César Octavio St. Hilaire Villalona como gerentes generales y
Pedro Pablo Pérez como encargado de operaciones. Por supuesto, “EL Gran Capitán” era la cabeza visible del grupo.

Ese combinado estuvo integrado además de Martínez por: Juan Coronado (Brujos de Guayama), Luis Flores (Guaros de Lara), Francisco García (desempleado), Ricardo Greer (Indios de San Francisco), Al Horford (Atlanta Hawks), Marlon Martínez (retirado), Carlos Morban (Reales de La Vega), Kelvin Peña (Cañeros de La Romana), Alejandro Salas (Indios de San Francisco), Charlie Villanueva (Dallas Mavericks) y Franklin Western (retirado). En la orbita de las selecciones dominicanas mantienen vigencia Coronado, García, Horford, Peña y Villanueva.
Uribe Vásquez

Uribe Vásquez y St. Hilaire Villalona mintieron repetidamente a todo el país señalando que habían conversado con más de una docena de técnicos para seleccionar el dirigente; se señalaron entre otros a Flor Meléndez, Néstor García (Argentina, ahora con la selección de Venezuela), Rubén Magnano (Argentina, ahora con la selección de Brasil), Silvio Santander (Argentina), Julio César Lamas (ex –seleccionador nacional de Argentina), más varios norteamericanos. Le entregaron las decisiones a un intermitente Pérez, que tomó un vuelo a Venezuela junto a López Guillen y “los dos gerentes”, para designar de dedo, como un Joaquín Balaguer cualquiera, a Toro, sin haber jamás conversado con las demás alternativas.

Los resultados están ahí. Aquella fue la selección de los ocho
Pérez
sembrados; Pérez impuso a Ricardo Greer (después de 10 años sin vestir el uniforme nacional) y hasta el último día estuvo propugnando por incluir a Jeff Greer; López Guillen a Coronado; St. Hilaire Villalona a Salas, y nos quedamos fuera de asistir a Turquía 2010.

Al regreso del grupo Mercedes Del Rosario y López Guillen le solicitaron a Frank Herasme Díaz, presidente de la FEDOMBAL en ese entonces, que les entregara la coordinación de las selecciones nacionales a lo que se negó. Desde entonces han estado incondicionalmente a las órdenes de Uribe Vásquez.

También, desde esa fecha, Pérez ha tenido una enorme influencia a la hora de decidir que jugadores son invitados a los equipos nacionales, pero sin ninguna responsabilidad; la tuvo antes con Junior Donato Brea, continuó en los momentos en que Héctor Báez Pérez se alejaba de Frank Herasme, ha continuado con la llegada de Eduardo Najri a la selección nacional y con Uribe Vásquez al frente de la FEDOMBAL. Suma además que ha tronchado carreras, ha impedido que muchachos dominicanos accedan a becas de diferentes universidades y se sospecha que ha elevado instancias a la NCAA (Asociación Nacional Atlética Colegial, por sus siglas en inglés) para se investigue la elegibilidad de otros.
 
Delgado
Bajo cuerda se señala que Pérez es “el gran benefactor” del grupo sub-19 que está en Grecia, al conseguirle becas de estudios, pero también “el principal socio de Uribe Vásquez” al haber firmado contratos de representatividad con esos jóvenes hasta la posteridad, fuertemente amarrados, en contradicción con las leyes de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA). Al grupo se unen también Ángel Luis Delgado y Luis David Montero (Pinguilin). Por ello, las diferencias entre la FEDOMBAL con todo aquel que pretenda enviar un jugador al exterior con una beca de estudios, incluyendo recientemente la Fundación Deportiva Minaya (organización con sede en la ciudad de Santiago), hasta hace pocos días un aliado incondicional sobre la que se levantan ahora enormes fabulas.

Se nos quiere imponer la idea de que todo el muchacho con condiciones para el juego del baloncesto en República Dominicana es propiedad exclusiva de Uribe Vásquez y Pérez en primera instancia. Hay que empezar a buscar un especialista en los derechos del menor y alguien capaz de defender a estos chicos de las garras de estos personajes amparado la legalidad del máximo organismo internacional.
selección dominicana en Caracas 2013

A finales del 2009 Martínez renunció a un trabajo en Venezuela cuando el equipo al que debía reportarse contrató a Toro como director técnico. Nadie escribió nada ni dijo nada en defensa de sus posiciones. Después, la historia es harto conocida, la prensa nacional no ha desperdiciado oportunidad para reseñar algunas inconductas del jugador. Algunas veces sobre dimensionadas por determinados intereses.

Cuando el equipo dominicano se clasificó al Mundial del 2014, dos años atrás, en Caracas, Martínez hizo algunos señalamientos que no cayeron muy bien en los sectores alineados con Uribe Vásquez y Najri. Quizás fruto de la emoción de una impensada clasificación. Así las cosas. El Viejo Yack, una pieza que se ha convertido en imperceptible, con una amplia carga anímica y casi espiritual dentro de nuestra historia cestera.

La selección que va a los Juegos Panamericanos de Toronto, ya rodando sobre las canchas, muestra por enésima vez los cabos que comprometen a diferentes sectores de la actividad. Aún no se porque no se le entregó a Pérez o por qué Ricardo Greer no está invitado, y si a Peña, que se vende con escasos recursos, necesitado siempre de la asistencia gubernamental o las limosnas de miembros del Congreso Nacional o de funcionarios públicos.


Ahí lo que existe es un arroz con mango donde están involucrado los responsables técnicos de la FEDOMBAL, los hermanos Orlando y Oliver Antigua, el propio Pérez y quien sabe que manos obscuras más.

La excusa de los veteranos, un mamotreto de enormes proporciones, Fortuna (Mañen), García y Santana. Fortuna y García han tenido múltiples participaciones, pero en asuntos de selección nacional Santana es apenas un novato, un novato con 35 años de edad, que hace apenas dos se integró a los trabajos. Hasta el momento nunca he visto a ninguno con la madera de líder, aunque Fortuna es del trío el de mayores condiciones.

García anunció que se retiraba después del Mundial de España, pero al no encontrar trabajo quiere usar ese evento para su promoción personal, más que nada por la cercanía con los Estados Unidos, a espera que algunos gerentes y directos de equipos de la NBA puedan estar en las graderías.

Integrar a estas alturas para un trabajo con proyección a Pancho Fortuna y a Richardson no tiene mayor valor, fueron importantes en las juveniles de hace una docena de años, pero ya a este nivel no tienen esperanzas. Serán efímeros, quizás muy efímeros. Lo de Daniel Núñez es una soberana burla a todo el que entiende que el baloncesto es para gente con más de dos dedos en la frente.

Morillo y Santos estarán integrando el conjunto de South Florida de cara a la venidera campaña, ¡arriba las manos!... donde también está señalado para asistir Jonathan Araujo (selección sub-19). Únase a estos dos últimos toda la influencia que en su momento ejerció el menor de los Antigua sobre Delgado y las “enormes consideraciones” que ha tenido Pérez, convertido en mentor por encima de las cabezas de todos los que le apoyaron en algún momento.

Montas fue excluido del grupo nacional desde el verano de 2011 (Mar del Plata) y Suero ha
Morillo
estado fuera los dos últimas ocasiones de SouthGate (Caracas, 2013 y España, 2014). Montas tiene pocas habilidades ofensivas, aunque es un jugador dócil, atlético, y de enorme entrega en la parte defensiva. Suero se considera un anotador, con enormes lagunas; despliega un juego es atropellante, sólo valido para el que se conforma con los tantos anotados.

Dicent es una perla que se ha esperado por largo tiempo, está empezando un ciclo universitario en los Estados Unidos. Feliz es “la estrella” del sub-19, aunque hay que esperar su desempeño en el próximo nivel; entre sus similares demostró que es emotivo, temperamental y muy egoísta. No es un armador consumado y como tirador le costará mucho sacar el balón frente a rivales de mayor envergadura.

García es un pívot bajo, al estilo de Eulis Báez, pero sin las condiciones de este. Ha causado buena impresión localmente y siempre se le ha mostrado mucha disposición. Acosta es un armador que ha suplido la ausencia de Coronado con los Reales de La Vega, otorgando casi 4 asistencias por juego, mientras muestra virtudes ofensivas. Mendoza, también de los Reales, se ha convertido en una fuerza ofensiva de magnitud, que quizás merezca una consideración en competencias internacionales, pero tendría que probar su valía en ese campo, especialmente en lo relativo a su capacidad física.
 
Henríquez
La frase de Martínez: “pasaron tres o cuatro días con el listado en las manos y nadie se atrevió a soltarlo”, revela las cobardías existentes en las oficinas del Palacio de los Deportes, pero además sugiere otras perversidades.

De las pocas cosas ciertas es que Uribe Vásquez no tiene las herramientas para producir el esperado recambio generacional en el baloncesto dominicano. soñar con que el equipo sub-19 está listo para vestir los colores nacionales es un espejismo. Cercenó las generaciones que quedaron a mitad de camino y lo pagará muy caro, mientras continúe excluyendo a todo aquel que no se somete a sus designios continuará siendo un sátrapa uni-neuronal.

Las declaraciones de Martínez son apenas la punta de un iceberg; usted puede estar de acuerdo con ellas o no, atribuirle todos sus desplantes de veces pasadas, sin embargo, a la liebre audaz que pretende ser Uribe Vásquez en una cuestión decisiva para la institución, ha terminado sabiendo que se le escapó la tortuga.

Para mi es la perfecta validación a todo lo que he señalado por años de la Federación Dominicana de Baloncesto. Lamento que se haya confirmado en tan tristes circunstancias.

Mientras tanto, al grupo que ahora está con el mango de la sartén agarrado, que apriete fuerte que esto apenas empieza; que estiren los negocios mientras puedan que muchas otras bombas más les estallarán en las manos.

Las declaraciones de Yack Michael Martínez han sido una estocada directa al corazón de “la nueva era”, nadie pensó jamás que provocaría cimbronazo semejante ante una entidad que siempre se ha jactando de estar anticipada a todas las denuncias en su contra.

El viaje de regreso de Uribe Vásquez, Mercedes Del Rosario y López Guillen será
inquietante, su presentación al lunes (Jul.06.2015) ante los jugadores que conforman su equipo camino a los Juegos Panamericano pasará inadvertida, ahí hay muchas complicidades, pero el fastidio empieza a florecer.

“La nueva era” empieza definitivamente a hacer aguas.