sábado, 6 de noviembre de 2010

Nueva Iglesia, nuevo papado, nuevos cardenales...

Todos los políticos dominicanos que buscan la Presidencia de la República tratan de agenciarse a como de lugar el apoyo de la Iglesia Católica. El último en pretender la bendición misericordiosa es nada más y nada menos que Franklin Almeyda Rancier, actual Ministro de Interior y Policía y ex rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Este desvergonzado, pícaro y bribón, haciéndose el payaso dijo: “la formación de nuestro partido en 1973 fue una fiel imitación de la Iglesia Católica al considerar el profesor Juan Bosch que con ello garantizaba que sus miembros fueran personas “disciplinadas y coherentes”. 
Recordó “el hombre del anillo”: “los comités de base e intermedios eran como las parroquias de los barrios y pueblos, cuyos sacerdotes tenían la responsabilidad de visitar casa por casa a las personas para convencerlos de que había nacido un partido distinto”. Expresó el ex-candidato a senador: “el Papa, los obispos y cardenales (miembros del comité político) están en la cabeza de la Iglesia y los sacerdotes (dirigentes intermedios) actúan en los barrios y campos orientando a la feligresía”.
Así las cosas, más de la mitad de los dominicanos estaremos fuera de este paraíso terrenal, en el más absoluto pecado. Todo el mundo, sin mucho esfuerzo, recordará cuando los morados pedían dinero en las esquinas para financiar sus actividades, solicitaban permiso para pintar paredes, nos hacían creer que eran seres diferentes, lejos del clientelismo, las ambiciones desmedidas, las intrigas de aposento, la insensatez frente a los problemas nacionales y un largo rosario de ineficiencias.
En lo personal nunca recibí la visita de un miembro del PLD para adoctrinarme en ningún aspecto. De esa época lejana recuerdo que por intermedio de Pepito Bosch, con quien mi papá bebía tragos, se contribuía generosamente con medicamentos para la causa del partido; mi mamá le regalaba 5 pesos a quien los lunes por la noche llevaba el periódico Despertar (el valor del semanario era de 5 centavos), órgano del Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), en medio del balaguerato más insufrible. Hay que recordar que nunca, aparentemente, hubo vasos comunicantes entre el PLD, PRD (los dos partidos de Bosch) y el PACOREDO.
Al cabo de los años tenemos de aceptar que la cúpula peledeista le ha sabido onerosa a la nación dominicana, “servir al partido para servir al país”, es una frase que debió cambiarse hace tiempo por “servirnos del país, incesantemente, sin compasión ni temor”; todos millonarios sin base de sustentación, con la atenuante que ninguno ha tenido jamás que doblar el lomo, emprender alguna actividad productiva o salir a laborar de sol a sol. Por ejemplo, fuera de ser maestro, ¿qué otra cosa ha hecho Almeyda?... ¿dónde ha trabajado el senador Julio César Valentín?... ¿dónde ha tenido que guayar la yuca el ministro de Turismo, Francisco Javier García?... ¿en que campo profesional sobresalió el ministro de Deportes, Felipe –El Jay- Payano?... ¿cuál es el origen de la fortuna del alcalde de Santo Domingo Este, Juan De Los Santos?... como la mayoría de los dominicanos, sus orígenes son muy humildes.
Almeyda, en funciones del ministerio de Interior y Policía, desde el 2004, permitió las graciosas declaraciones de Rafael Guillermo Guzmán Fermín: “gano 30 millones (857 dolares, moneda de los Estados Unidos de America) al mes como Jefe de la Policía, pero mi antecesor ganaba 90 millones”, y no hizo nada. Ni siquiera llamó a su despacho; si esto es un subalterno, que más podríamos pensar.
En los tiempos en que Almeyda era rector de la UASD (1987-1990) corría una cuchufleta que mostraba su entereza y era más o menos así: “el rectorado de la UASD sirve para probar si los hombres estarían capacitados para ser Presidente de la República, con Franklin esta teoría rodó por los suelos”. Sus predecesores habían sido: ingeniero Andrés María Aybar Nicolás (1968-1970), doctor Rafael Kasse Acta (1970-1972), doctor Jottin Cury (1972-1974), doctor Hugo Tolentino Dipp (1974-1976), doctor Guarocuya Batista del Villar (1976-1978), doctor Antonio Rosario (1978-1981), doctor José Joaquín Bidó Medina (1981-1984) y doctor Fernando Sánchez Martínez (1984-1987).

viernes, 5 de noviembre de 2010

El Destino...


Durante la actividad de fin de semana del Presidente de la República en San Francisco de Macorís (Oct.31.2010), además de la acostumbrada fotografía de Fernández se repartió un volante azul celeste donde decía “Si, al progreso”. Lo que ha resultado extraño es que nadie se detuvo en el detalle.
Si y no son las opciones posibles en un plebiscito, figura que, fue puesta en boga para nuestro país tan reciente como en la promulgación de la última Constitución, el pasado 26 de enero, día de Duarte, para más señas. Es un atributo de consulta al pueblo acerca de una decisión que se piensa tomar.
Mientras nos ahogamos en escándalos y vicisitudes se juega a una nueva postulación de Leonel Fernández, quien no ha dicho si, mucho menos no. Posiblemente nos rememore aquella frase bíblica de Joaquín Balaguer: “la nación me pide un sacrificio más”. Vallas y retratos se reparten por toda la geografía nacional. Nada justifica el silencio de Fernández, pero además se reformó ese “pedazo de papel” en 1966 para eliminar la reelección, se modifica en 1994 para eliminarla, se vuelve a reformar en 2002 para restablecerla, se cambia en el 2010 para prohibirla y ahora exista la inseguridad de si se va a mudar nuevamente para permitirla.
En la jerga del béisbol, un bateador con cuenta de tres strikes es ponchado. La expresión entre los dominicanos, que guardamos una profunda pasión por este deporte, denota a una persona en un contexto negativo. La lista de “strikes” contra Fernández crece: hay una tasa de inflación que empieza a golpear, apagones crecientes, el auge de la delincuencia violenta y los escándalos de los distintos ministerios, incluyendo el de Educación. Los cortes presupuestarios al final de este 2010 demuestran un sórdido manejo de la cosa pública. El Gobierno Dominicano está a las puertas de quebrarse aunque las cifras oficiales lo desmientan.
Las revoluciones moradas no han sido tales. Recuerdo que los primeros funcionarios electos por el PLD fueron sacados del partido por el profesor Bosch por el simple hecho de robar los recursos del Estado. Tristemente, esta gente tan habilidosa en muchos aspectos no ha sabido nunca esconder las plumas después de matar la gallina. Nuria Piera se encarga cada semana de traernos nuevos escándalos. En los actuales momentos, la administración de Fernández se encuentra debilitada y avanza con dificultad, no importa cuanto “ruga el león”.