sábado, 26 de enero de 2013


La madre de todas las muertes mediáticas

A más de uno le gustaría pensar que asistimos a los últimos días de vida de Hugo Rafael Chávez Frías, presidente de Venezuela desde 1999 y quien resultó electo el pasado 7 de octubre para el periodo 2013-19; cargo al que debió jurar el pasado 10 de enero, según reza la Constitución de esa nación sudamericana. Es un dilatado desfallecer mediático que mantiene cautivo a media humanidad. Muchos otros, en especial sus seguidores, esperan un milagro divino, lleno de misericordia, para que de manera expedita y sorpresiva pueda ingresar por sus propios pies al Palacio de Miraflores.

Pocos nacionales son tan sensibles como los venezolanos al momento de sentir ingerencia en sus asuntos internos. De uno a otro extremo, desde el Zulia y Cabimas hasta el oriente, pasando por Anzoátegui, Monagas y Sucre, desde Caracas hasta San Simón del Cocuy, nadie acepta que los extranjeros metamos las narices en los temas propios de un país inmensamente rico que no ha podido superar el subdesarrollo en más de 80 años de bonanza petrolera.

En su afán de promover la “revolución bolivariana o el socialismo del siglo XXI”, el propio Chávez Frías ha tenido episodios de amplia ingerencia en naciones vecinas y en otras no tan cercanas. Quien ha sido Presidente de Venezuela, por tantos años, ha querido llevar su obra e ideas, su influencia y también su presencia a otros confines, algunas veces de manera muy osada.

Solo hay que mirar a quienes han estado en La Habana en este principio de año para saber lo que decimos. Cristina Fernández de Kirchner, Rafael Vicente Correa Delgado, José Daniel Ortega Saavedra, José Alberto Mujica Cordano, Juan Evo Morales Ayma, entre otros, son parte de su circulo intimo y quizás de más de una travesura.

Para entender un poco más a los venezolanos y sus políticos hay que adentrarse de lleno a un término muy particular de la juerga local y que define también al resto de los habilidosos “lideres” de nuevo cuño en América Latina: guabinoso. Proviene de un pez de río que abunda por esas zonas. Significa resbaladizo, escurridizo, baboso, esquivo, que saca la vuelta, aquel que no adopta una posición responsable con los tema a tratar, “lo uno y lo otro, pero también todo lo contrario. Bajo ese manto se puede encubrir toda la perversidad, toda la corrupción, el hurto de los bienes públicos, la creación de enormes fortunas y grupo para-empresariales, a los que estamos tan acostumbrados en nuestros países.

La Venezuela de inicios de este año 2013 es toda una incertidumbre. No hay Presidente de la República, hay un enorme antagonismo entre los actores de primera línea, no hay decisión de llamar a las elecciones constitucionalmente obligatorias ante la falta del primer mandatario, no hay información certera sobre la salud de Chávez Frías, recluido en La Habana desde el 10 de diciembre del pasado año, los militares están al acecho de cualquier novedad y para colmo, la bandera cubana ondea en diversas partes del territorio bolivariano; escasea el pollo, papel higiénico, harina pan, harina de trigo, aceite, huevos, leche, legumbres, azúcar, medicamentos (en especial broncodilatadores y antibióticos) pasta dental y paro de contar. Tiempo para que los “boliburgueses” continúen haciendo su agosto.

Tras los triunfos abrumadores de Chávez Frías se han sentido los síntomas sociales de los ajustes de corte “revolucionario”, las expropiaciones graciosas, el desamparo del aparato productivo, la desatención a la producción agropecuaria. El incremento a cifras históricas del índice de desocupación, sin redes sociales que sirvieran de contención al deterioro de la salud y la educación pública. La confrontación por parte del estado ha estado siempre presente y muchos sectores de la clase media no tienen miedo a las protestas, sabiendo que en el camino recibirán todo tipo de ataques, incluyendo algunos muy virulentos.

Ante la ausencia de novedades un chiste sobre el decreto que nombró a Elías Jaua Milano como ministro de Relaciones Exteriores, el 15 de enero, se pasea por el mundo. Por bajo cuerda se dice que Chávez Frías le dijo a Nicolás Maduro Moros, en visita a su lecho de enfermo, con voz débil, poco audible: “no me han dada agua desde ayer y el zoquete entendió nombra a Jaua canciller”.

Chávez Frías designó a Maduro Moros como su sucesor político, para presentarse a nuevas elecciones en caso de quedar incapacitado. Al no poder juramentarse le correspondía a Diosdado Cabello Rondón, presidente de la Asamblea Nacional, tomar posesión al cargo y llamar a elecciones en 30 días.

Chávez Frías es un hombre que genera enormes pasiones pero también profundas animadversiones. En su prolongado ejercicio del poder ha abierto insondables diferencias entre los suyos, hay heridas que tardarán mucho tiempo en cerrarse. Ha encaminado a su país hacia límites jamás sospechados con el solo hecho de colocar la nación a la vista de todos, pero no ha solucionado los problemas básicos de la economía y Venezuela continua siendo un país sub-desarrollado.

La “revolución bolivariana” tiene un enorme fardo de “robolución”. Bajo su paraguas se han beneficiado muchos de sus acólitos y familiares, ha cometido todo tipo de pecados en la administración pública y los recursos que genera la explotación petrolera se han distraído como nunca antes.

En República Dominicana, muy especialmente en los medios de opinión, el gobierno de Chávez Frías ha contado siempre con todo el favor de los periodistas insertados en ellos. Muchos de los embajadores venezolanos se han convertido en habituales en programas de radio y televisión, exponiendo todas las bondades de su gobierno, siendo el más lenguaraz, lengüilargo y alcahuete Francisco Belisario Landis (general en retiro), quien duró seis años en la posición, a su regreso a Caracas pasó a ocupar el cargo de vice-ministro de Seguridad Ciudadana.

Además, el cuento de Petro-Caribe, la panacea que mantiene a flote la economía dominicana, pero que jamás ha beneficiado a nadie, sólo los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana desde el 2005. Los derivados del petróleo tienen en República Dominicana los valores más elevados de toda América y uno de los más costosos de todo el globo terráqueo. En estos días alcanzan una subida espiral peligrosa contra los bolsillos de los usuarios, más o menos un 1 por ciento semanal, mientras en todo el territorio nacional se hacen misas y manifestaciones a favor de la salud de Chávez Frías. Inclusive ateos, antirreligiosos y cismáticos están asistiendo a las iglesias católicas de forma fervorosa.

Al conocerse el decreto con el nombramiento de Jaua Milano, la oposición solicitó que se permitiera una delegación de médicos y figuras públicas para conocer de primera mano el estado de salud de Chávez Frías; nadie respondió a la misma. En el fin de semana pasado (mientras celebrábamos a la Virgen de la Altagracia y Barak Obama se juramentaba para un segundo periodo) se comentó que el paciente había sido desahuciado y se estarían haciendo los aprestos para trasladarlo a la capital venezolana y que allí pudiera exhalar el último de sus suspiros. Se espera no repetir la historia de José Cipriano Castro que murió en Santurce (Puerto Rico) en el año de 1924, asediado por los agentes al servicio de Juan Vicente Gómez.

Los niveles de información sobre el padecimiento del presidente Chávez Frías han sido reservados desde el primer instante; nadie supo jamás que es lo que tiene. Maduro Moros han sido tan cínico que informó el 18 de enero ante un puñado de niños que: “Chávez está enfermo porque no comía ni dormía trabajando por el pueblo”. Después de esto fue a refugiarse en su hinduismo tratando de imponerse el sosiego, tratando de conocer si los personajes que lo rodean están influidos por los movimientos de los cielos. Mientras ello sucede, la economía está paralizada y Venezuela está al borde de una devaluación de la moneda de no menos de un 300 por ciento.

Existe una verdadera degradación de la institucionalidad democrática, las autoridades no garantizan una convivencia pacifica y Cabello Rondón ya señaló: “esperaremos a nuestros opositores con rodilla en tierra, fusil al hombro y bayoneta calada”.

Vivimos un nuevo capítulo de la ruptura de la legalización, costumbre repetida de nuestra región; el oportunismo de las cúpulas partidarias se niegan a aceptar la ausencia del Presidente de la República y han optado por un camino casi mágico, fascinante, un jefe de estado presente, pero virtual, gobernando desde algún lugar del globo, con un vicario convertido en virrey (Maduro Moros), pero la realidad de hoy es que Chávez Frías no gobierna, nadie sabe de él, sólo se conocen reportes orwellianos que lo pintan de cuerpo entero y enterado de la situación pero sin imagen que pueda refrendar todas las buenas acciones.

Maduro Moros ha basado su retórica política con feroces criticas contra el capitalismo y el consumismo, situación que ha calado en Cuba. Fidel Castro podría definirlo como “nuestro hombre en Venezuela”, debido a que está dispuesto a continuar las ayudas anuales contabilizadas entre 10 mil y 40 mil millones de dólares. Cabello Rondón es reticente a los vínculos con La Habana, pero amordazado por los Castro por la forma en que lleva a cabo sus operaciones, algunas muy ligadas a temas delicados. Jaua Milano es un cuadro mayor del chavismo.

Para tenerlos a todos a raya, los hermanos Castro mantienen en Caracas a Ramiro Valdés Menéndez, conocido como “Charco de Sangre”, de 80 años de edad, también como Gadafi Antillano (por su excéntrica arrogancia), Donatien, Marques de Sade (por el sadismo, el perfeccionismo y su ateismo radical), El Amo de la Censura, El Príncipe del Terror, El Dzerzhinsky Cubano (en honor a Felix Edmundovich Dzerzhinsky fundador de la policía secreta bolchevique que más tarde se conocería como KGB) y el Carnicero de Artemisa; una de las figuras cimeras del proceso cubano. Con él 4,500 hombres de los organismos militares de elite, divididos en 9 batallones, 2 generales, 4 coroneles, 8 tenientes coroneles, 6 capitanes de fragata, 25 oficiales, legalmente aceptados, todos bajo el mando del general de división Leonardo Andollo Valdez.

En paréntesis, en la crisis entre Francisco Alberto Caamaño Deñó y el grupo de Amaury Germán Aristy, Valdés Menéndez y Manuel Piñeiro, conocido como Barbarroja, encargados de exportar la revolución cubana, los servicios de inteligencia y varios ministerios, le deben una explicación al pueblo dominicano. Piñeiro falleció en 1998, apenas con 65 años (¿el héroe olvidado?), pero sus archivos deberán estar disponibles en algún momento. Valdés Menéndez ha sido el incondicional más grande que ha tenido Fidel Castro, a niveles de servilismo inclusive, pero su hermano Raúl tiene instrucciones dadas a sus escoltas de que si en su presencia toca su arma, inmediatamente sea liquidado.

La diputada María Corina Machado comentó en el programa radial Aló, Ciudadano: “la violación de la soberanía venezolana por el gobierno cubano es promovida y financiada por el gobierno de Venezuela. Existe un gobierno de los Castro en Venezuela. El principal objetivo es en estos momentos lograr un gobierno venezolano para Venezuela”.

Se estima que hay más de 70 mil cubanos en territorio venezolano en labores de inteligencia bajo la coordinación de un sujeto llamado José Lavandero, quien despacha desde el Fuerte Tiuna (el complejo militar más importante de Venezuela, sede del Ministerio de Defensa, la Comandancia General del Ejercito, las academias militares, la Guardia Nacional, la escuela de Formación de Oficiales de la Fuerzas Armadas de Cooperación –EFOFAC- y otras instituciones).

“Hemos vuelto a una situación similar a la de 1811 cuando se firmó el acta de independencia y se inició el proceso contra la corona española. Estos señores que hablan tanto de patriotismo y soberanía nos han convertido en vasallos del régimen cubano. Cuando las colonias han desaparecido en el mundo, insólitamente Venezuela es una colonia de Cuba”, señaló Héctor Pérez Marcano en un panel organizado por el diario El Nacional llamado La injerencia indebida de Cuba en Venezuela. En el mismo tenor se manifestó Enrique Aristeguieta Gramcko: “nunca antes habíamos sufrido una sumisión tan vergonzosa frente a un país extranjero”. Agregó: “por primera vez en la historia después de 1830, hay un pabellón de un país extranjero que florea en medio de organismos oficiales y hasta en instalaciones militares, al lado de la bandera venezolana”.

Quizás esta sea la venganza de Fidel Castro tras el descorazonante encuentro con Rómulo Betancourt, apenas 21 días después del triunfo de la Revolución Cubana, definido como breve y áspero, del que no se conoce una sola fotografía, y donde el líder cubano solicitó petróleo a Venezuela. Betancourt estaba irritado porque los cubanos llegaron a Maiquetía fuertemente armados y pese a la estrecha relación que tenía con Manuel Urrutia Lleó, Osvaldo Dorticos Torrado y Raúl Roa García (los dos primeros llegaron a ser presidentes de Cuba y el último el más sensacional diplomático después de la revolución), la respuesta resultó: “el pueblo venezolano no regala su petróleo, lo vende y no habrá excepción en este caso.

Económicamente, la estrategia de postergar los ajustes en los precios de una dilatada lista de artículos, que sólo pueden ser modificados por el gobierno, y la entrega a cuentagotas de dólares para las importaciones, impide el despegue de un proceso inflacionario, pero solo de noviembre a diciembre del pasado año se registró un salto de un 3.5 por ciento, el mayor en los últimos 33 meses. Hay un chiste en las redes sociales que reza: “el que diga que en Venezuela hay escasez es un ciego, vende patria, oligarca, fascista, pitiyanqui, juega al golf, antipueblo, Judas Iscarotes, mala cama, majunche, y pupilo de mister Busch”.

El Banco Central de Venezuela mantiene una política de financiar al gobierno mediante el incremento de la masa monetaria. Las estadísticas oficiales registran que en 2012 la cantidad de dinero en efectivo y depositada en la banca experimentó el mayor incremento en términos reales de los últimos siete años tras un salto de 33,6 por ciento, ayudada por el gasto del Gobierno y el propio Banco Central. Para inyectar dinero a la economía se utilizan varias vías. La primera es financiando a PDVSA (Petróleos de Venezuela, S.A.) y a otras empresas públicas. Se imprimen bolívares y con estos recursos se compran bonos. Una vez PDVSA y las otras compañías tienen el dinero en caja lo gastan para cubrir compromisos y los fondos ingresan a la economía. Al cierre del 2012 PDVSA había recibido financiamiento por el orden de 165 mil millones de bolívares (al cambio oficial, mas de 38 mil millones de dólares) y el resto de las empresas públicas han obtenido una inyección de 15 mil 514 millones. 

Hace pocos días, Maduro Moros compareció ante la Asamblea Nacional para rendir el informe de la gestión del gobierno en el 2012, mostrando una impericia total sobre lo que sucede en su propio régimen. No pudo articular ningún juicio ni balance, dejando a 30 millones de venezolanos sin conocer las ideas del Poder Ejecutivo para resolver sus problemas cotidianos. Simultáneamente se mandaban a confeccionar en China 2 millones de gorras que se utilizaran en la campaña por la Presidencia de la República, promoviendo al destinado heredero, sabiendo que el regreso de Chávez Frías depende de la indulgencia divina.

Marino González, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática fue enfático al señalar: “en materia de producción agraria, entre los años de 2004 y 2008, el gobierno ha realizado 779 expropiaciones en todo el territorio nacional, 579 en el sector agrícola. Como consecuencia de ello y de una política económica que va en detrimento de la producción nacional, los venezolanos somos cada día más dependientes de las importaciones. Este gobierno ha arrasado nuestros campos, expropia, nacionaliza y desmejora las empresas generadoras de empleos. En la década previa al actual gobierno las importaciones de alimentos promediaban 75 dólares por persona al año. Para el 2008, según cifras oficiales, las importaciones alcanzaron 7,100 millones de dólares solo en alimentos, cerca de 260 dólares por persona, un incremento del 346 por ciento”.

Después de la imagen de Chávez Frías publicada en el español diario El País (Ene.24.2013), Maduro Moros salió presuroso para La Habana, como alma que llevaba el diablo, para despacharse con: “el líder se encuentra en su mejor momento después de la cirugía, tiene una sonrisa que llena de luz y sus pensamientos están iluminados”.

De todo lo dicho sobre el Presidente de Venezuela, de toda esa maraña de mentiras, prefiero quedarme con las palabras de la Cristina: “¡hasta siempre!”.

martes, 22 de enero de 2013


El 'Mozart' del basket

En esta fecha (Ene.21.2013) el amigo Carlos Rosa Rosa de El Nuevo Día de Puerto Rico escribe la siguiente nota que comparto con ustedes.

Hace 20 años, el croata hizo su última aparición en la NBA, rompiendo el mito de que el jugador europeo no era versátil para jugar en la liga

FIGURA. Drazen Petrovic logró brillar en el mejor baloncesto del mundo en sus últimos dos años con los Nets. (ARCHIVO)
Por Carlos Rosa Rosa / crosa@elnuevodia.com
Le apodaban ‘Mozart’. En Europa lo consideraban un genio del baloncesto. Y desde Croacia, Drazen Petrovic llevó su magia a distintas partes del mundo, incluyendo a la NBA.
Precisamente, hace 20 años, el croata hizo su última aparición en la mejor liga del mundo con los Nets de Nueva Jersey, antes de su trágica muerte en un accidente automovilístico.
En aquella temporada del 1992-93, Petrovic exhibió su precisión y capacidad atlética para anotar por tierra y aire, rompiendo con el mito de que el jugador europeo era poco versátil para la NBA.
Petrovic cerró la campaña con un promedio de 22.3 puntos con un impresionante 51% en sus lanzamientos de campo, incluyendo un 45% de tres puntos.
Fue el undécimo mejor anotador del torneo, al tiempo que fue seleccionado en el tercer mejor equipo de la liga.
Una nueva estrella parecía nacer en Nueva Jersey con dos temporadas consecutivas, promediando más de 20 puntos, después de una atribulada estadía en Portland.
Petrovic era el primer jugador –nacido y desarrollado en Europa– que brillaba con tanta fuerza en la NBA.
“Es una de las historias más bonitas del baloncesto”, recordó Jenaro ‘Tuto’ Marchand, secretario emérito de FIBA-Américas y exmiembro del Buró Central de FIBA.
“Fue una de las grandes estrellas de todo Europa. Un jugador de gran influencia para que otros europeos llegaran a la NBA. Era un líder dentro de la cancha. Uno de los jugadores más eficientes que he visto en mi carrera”, agregó Marchand.
Marchand tuvo el privilegio de verlo en cancha en múltiples ocasiones, primeramente, vistiendo el uniforme de Yugoslavia. Sus mejores recuerdos fueron en el Campeonato Mundial de Argentina 1990.
Yugoslavia llevó un trabuco al torneo con Vlade Divac, Toni Kukoc, Dino Radja y Petrovic, logrando obtener la medalla de oro. El único fracaso de ese legendario quinteto fue frente a Puerto Rico.
En Argentina, Jerome Mincy lo enfrentó dentro del tabloncillo y lo recordó como “un canastero disciplinado, estructurado... uno de los mejores anotadores de la época”.
“Podía anotar de diversas maneras. Era difícil de defender... era un caballo”, dijo el exdelantero del seleccionado puertorriqueño.
Desde jovencito, Petrovic despuntaba como una estrella. Comenzó su carrera profesional a los 15 años con el club Sibenka, de su ciudad natal.
Posteriormente, fichó con el Cibona, donde comenzó a dejar su huella en la Copa Europea. Su fama ya llegaba a Estados Unidos. Y en el 1986, fue escogido por los Trail Blazers de Portland en la tercera ronda del sorteo de novatos.
Él, sin embargo, prefirió permanecer en Europa y fichó con el prestigioso club de Real Madrid de España.
Allí, el guard, de 6’5”, jugó una sola campaña y también brilló. Tuvo un juego de 62 puntos en la Copa Europea contra el Caserta, que vio al brasileño Oscar Schmidt encestar 44 puntos en un duelo histórico.
Salto a la NBA
A la conclusión de la campaña, el escolta entendía que era momento de dar el salto a la NBA. Y así lo hizo, luego que la organización de Portland pagara $1.5 millones por la rescisión del contrato para unirse en el 1989-90. Tenía 25 años.
“Europa no podía ofrecerme lo que yo quería. De hecho, todas las noches era lo mismo y ¿qué otra cosa podía haber ganado en Europa? Este es un desafío que no tengo derecho a perder”, dijo Petrovic.
Llegó a Portland, pero la presencia de Terry Porter, Clyde Drexler y Danny Ainge en el perímetro limitó su tiempo de juego a 12.6 minutos en la primera temporada, logrando, de todas maneras, un promedio de 7.6 puntos. Portland fue a la serie final esa temporada.
Las cosas no cambiaron en la segunda temporada, hasta que fue canjeado en enero de 1991 a los Nets. Allí, comenzó a sonreír al recibir una oportunidad. Promedió 20.5 minutos, finalizando con 12.6 puntos. A la siguiente temporada, Petrovic hacía gala de sus destrezas ofensivas y acumulaba un promedio de 20.6 puntos con un 44% en sus tiros de tres puntos.
“Fuera de serie”
“Era un jugador sumamente ofensivo. La mayoría de los jugadores que se caracterizan por una sola cosa: por tirar bien saliendo de la cortina o por colocar el balón en el piso y anotar. El caso de Petrovic era extraño porque hacía bien las dos cosas. Era un fuera de serie en la ofensiva. Tenía todos los recursos”, mencionó el exdirigente nacional Carlos Morales.
Tras esa campaña, Petrovic ayudó a Croacia a obtener su primera medalla en unas Olimpiadas; la de plata en Barcelona. Encestó 24 puntos en el partido final contra el Dream Team.
Lleno de confianza retornó a su segunda completa con los Nets y continuó confirmando su potencial de establecerse como una estrella.
A sus 28 años, Petrovic parecía alcanzar la cima en la NBA, pero en el verano del 1993 sucedió lo inesperado: un accidente automovilístico terminó con su vida en Alemania. Fue una noticia que consternó a la familia del baloncesto. “No recuerdo ninguna muerte que causara tanto impacto en FIBA. A raíz de su muerte, hubo un homenaje en las oficinas de FIBA. Ningún europeo pudo concluir su discurso. Fue muy emotivo”, rememoró Marchand al tiempo que Morales subrayó que Petrovic “vislumbraba como una futura estrella de la NBA”.
En el 2002, Petrovic fue exaltado al Salón de la Fama. Los Nets también retiraron su número: 3.

domingo, 20 de enero de 2013


Honrar la vida

Los siguientes párrafos los escribí hace ya unos buenos meses. Los tomaré y les daré continuación ya que el final del 2012 e inicios del 2013 en poco menos de 10 días nos  dejó sin la presencia física de varios amigos, a los que siempre se les guardará en un rincón del alma: José Oscar Fernández, Mariano Defilló Ricart, Francisco José Modesto Figueroa y Mariana Espaillat.

José Oscar, periodista, amigo de tantas batallas. El doctor Defilló, mi cardiólogo, miembro del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano. El ingeniero Modesto, padre de mi querido amigo Roberto José Modesto Suero. Doña Mariana, mi vecina en Santiago, en aquella ciudad que después abandonamos, y que vivía en una casa de ensueño, que siempre recordaré. Sobre los dos primeros tengo también algunos borradores adicionales.

Mercedes Sosa y Sandra Mihanovich, argentinas ambas con apellidos tan distintos, incluyen en su repertorio una canción con letras de Eladia Blázquez, Honrar la vida, y ello pretendo hacer en estos párrafos con cuatro amigos. Permanecer y transcurrir no es perdurar, no es existir, no honrar la vida.

Merecer la vida, no es callar y consentir tantas injusticias repetidas... ¡es una virtud, es dignidad y es la actitud de identidad más definida! ¡Eso de durar y transcurrir no nos dá derecho a presumir, porque no es lo mismo que vivir honrar la vida!

¡Permanecer y transcurrir no siempre quiere sugerir honrar la vida!

Hay tanta pequeña vanidad en nuestra tonta humanidad enceguecida. Merecer la vida es erguirse vertical

Más allá del mal, de las caídas... ¡Es igual que darle a la verdad y a nuestra propia libertad la bienvenida!

La guadaña implacable e inevitable hizo sus estragos, llevándose a varios amigos. Esta vez me referiré a dos ligados al baloncesto. Primero fue Miguel Ángel Romano (nacido en Coronda, Santa Fe), editor de la disciplina en La Nación de Buenos Aires, de cuyo deceso conocimos un lunes (May.21.2012) a primeras horas y terminó con Ramón Rivera, fotógrafo, a quien todos conocíamos como Penumbra, editor grafico de Diario Libre, el jueves (May.24.2012) de la misma semana. En memoria a ellos pretendo celebrar la vida, con dos ejemplos que también han estado alrededor de los rectángulos.

Frank Rodríguez, es el primero de ellos; jugó con el San Carlos en 1980 y el Club Naco en 1983 en el Torneo de Baloncesto Superior del Distrito Nacional. Terminó convertido en un connotado ortopedista en el estado de Texas. Billy Baum, el segundo ejercicio, miembro del equipo olímpico de Puerto Rico en 1972, es uno de los dermatólogos más aclamados del estado de Alabama.

Los cuatro personajes que mencionaré aquí, quizás nunca se conocieron, aunque en varias ocasiones Romano y Rivera coincidieron en algunos eventos. El argentino cubrió siete mundiales desde España 1986 hasta Turquía 2010, cinco finales de la NBA, siete pre-mundiales y siete pre-olímpicos. Estuvo en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, Atenas 2004, Pekín 2008 y, pese a todo, soñaba con Londres 2012. El dominicano trabajó El Nacional, Listín Diario, Ultima Hora, El Siglo, y más recientemente en Diario Libre. Tristemente ambos fueron golpeados por la misma situación de salud.

Recuerdo la primera vez que me encontré con Frank Rodríguez, era lunes al mediodía en el desaparecido restaurante Chantilly de la avenida Máximo Gómez. Andrés Van Der Horst, de Producciones Dominicanas Apolo, producía el Baloncelista Estrella de la Semana. Allí llegó la tropa sancarleña con su trofeo recién adquirido, casi bajado del avión. Uno de los grandes prospectos del estado de Texas y que jugaría para New Mexico State University. Tenía 6’08 de estatura y unas 250 libras de peso, había encestado 57 puntos en un partido en su última temporada de la escuela secundaria y su aún corta hoja de vida estaba llena de distinciones. Nativo de San Antonio, en el estado de Texas.

Después se conoció que su padre, también médico, era accionista de los Spurs, equipo que lo seleccionó en el sorteo de novatos de 1984. Solo 18 jugadores de esa institución académica han sido tocados por el draft, incluyendo a un portento llamado Sam Lacey y el mexicano Jaime Peña.

El doctor Rodríguez padre, está aún en actividad; siempre mantuvo excelentes relaciones con el doctor Luis Cuello Mainardi, de la Clínica Corazones Unidos.

Rodríguez no destacó con el San Carlos del 1980, aquella maquinaria que incluyó a Evaristo Pérez, Vinicio Muñoz, Víctor Gerónimo, Ismael Tapia, Edgar De La Rosa, en su año de debut, Alex Middleton, Luis Cruz y Héctor –El Vikingo- Monegro. Tampoco en el Naco de 1983 donde Antonio –Chicho- Sibilio, Hugo Cabrera, Winston Royal, Tito Horford, Aldo Leschchron, Eduardo Gómez, Wilibo Bencosme, Roberto Modesto y un importado celebre de nombre Marcelous Starks lucían como un dinamo incombustible, se decía entonces, que era mejor conjunto que la propia selección nacional.

Pese a ello, se le consideró en alguna ocasión para vestir los colores patrios. El Naco de ese 1983 no ganó y Rodríguez no ha regresado al país, por lo menos en aspectos relacionados al mundo deportivo. Hace un par de años, conversé con el distinguidísimo amigo José Oscar Fernández quien me señaló que ejercía de médico, y desde entonces empecé a seguirle el rastro.

Egresó de New Mexico State con honores Summa Cum Laude, en Psicología y Biología e hizo medicina en la Universidad de Texas en San Antonio, concluyendo en 1988. Después internado y una residencia en ortopedia que concluyó en 1993. Realizó un año más especialización en medicina deportiva y trasplante en adultos. Con su trabajo, un amplio listado de reconocimientos y publicaciones.

En tres ocasiones ha sido incluido entre los médicos más destacados del área de Arlington-Forth Worth-Dallas (2006, 2008 y 2010). Todas estas zonas unidas por la Autopista Tom Landry, entrenador de los Dallas Cowboys por 29 temporadas.

Una de las grandes frases de Landry, que debería ser adoptada por los entrenadores dominicanos de las distintas disciplinas ha sido: "when you want to win a game, you have to teach. When you lose a game, you have to learn". A ver, repitan conmigo: “cuando usted gana un juego, usted ha enseñado. Cuando usted pierde un juego, usted tiene que aprender”.

El doctor Rodríguez de hoy tiene menos pelos en la cabeza, está introduciendo una novedosa técnica inglesa para los trasplantes de rodillas y se involucra grandemente con la comunidad latina. En su record profesional no hay una sola falta, lo que muestra su apego al trabajo, a la ética y a los valores. Como Leschchron hace triatlón, si las obligaciones lo permiten, corre, monta bicicleta o nada, y aunque pretendió ser un jugador de béisbol su mayor recuerdo deportivo es haber liderado en anotación las escuelas secundarias de San Antonio en su año de graduación.

Baum, es un poco mayor, tiene actualmente 64 años de edad. Cuando Leandro De La Cruz empezó a traer los juegos del Baloncesto Superior de Puerto Rico y aquella memorable versión de los Juegos Olímpicos de 1972, donde compitió el dominicano Juan Chalas Jiménez, compañero de muchos años en el Colegio De La Salle, con quien me gradué en el 1974, apareció ante todos el nombre de Billy Baum.

Allí estaba aquel jugador de unos 6’05 de estatura, versátil, acompañando nombres como Teo Cruz, Raymond Dalmau, Mariano –Tito Ortiz, Neftalí Rivera, Mike Coll, Earl Brown, Ricky Calzada, Héctor –El Mago- Blondet, Jimmy Thordsen, Joe Hatton y Rubén Rodríguez, bajo la observación de Gene Bartow.

Brown, Rivera, Dalmau, Calzada, Coll y Rodríguez no pasaban de 23 años de edad y Ortiz y Cruz eran los únicos sobre 25 años. Esa renovación nunca se ha analizado objetivamente y rindió enormes frutos al basket borincano.

Baum jugó 9 campañas, todas para los Vaqueros de Bayamón, antes había estado en la Universidad de Rochester, su nombre completo es Eric William Baum y actualmente hace dermatología en el estado de Alabama, más específicamente en la ciudad de Birmingham; además es director de educación médica de la Sociedad Dermatológica de Alabama.

Con los Vaqueros siempre anotó en cifras dobles, excepto su última temporada (1976), reunió promedio de 14.4 puntos en 184 partidos, con 4.0 rebotes y 1.6 asistencias. Excelente desde la línea de lances libres y certero desde la media distancia. En Puerto Rico hizo buena parte de la carrera de medicina, aunque terminó recibiendo su certificado en Stony Brock, estado de Nueva York. En Alabama hizo la especialidad de dermatología y allí se quedó a vivir.

Además de la presentación en los Olímpicos de Munich, estuvo en los Juegos Panamericanos de 1971 efectuados en Cali (Colombia). En 1966 representó a Estados Unidos en los Juegos Macabeos (de la comunidad judía) en Río de Janeiro (Brasil). Es miembro del Salón de la Fama del Baloncesto Judío en Estados Unidos, donde se incluye nombres gloriosos y figuras como David Stern, actual comisionado de la NBA, Abe Saperstain, fundador de los Trotamundos de Harlem, Red Auberbach, el ruso Aleksander Gomeslky, entre otros.

Mientras completaba sus estudios en el área de Nueva York sirvió como asistente del equipo de baloncesto de Hunter College, donde también fue entrenador del equipo de tenis.

Tocar toda la hoja de vida del doctor Baum seria ocupar un espacio enorme de esta crónica. Lo mismo que sucede con el doctor Rodríguez. Dos buenos ejemplos para los chicos que están inmersos en el baloncesto de hoy.

Conocer las carreras periodísticas de Romano y Rivera ocuparía un punto similar. Por ello, con estos dos ejemplos de superación y tesón que querido recordarlos. No niego que más adelante pretendo compartir mis anécdotas con Romano, que son interminables.

Dicen que la única muerte definitiva es el olvido. Jamás podemos dejar de mencionar a Romano y Rivera, pero ha sido gratificante traer de nuevo a estas líneas a Rodríguez y Baum. Por eso, lo que estamos aún de este lado, tenemos que resucitar todos los días, como hace la cigarra, porque hay quienes nos tratan de matar a diario, pero aprietan tan mal el puñal que nos permiten colocarnos nueva vez en los escenarios.

Hay aquellos que nos borran todos los días, otros que pretenden desaparecernos, asistimos a nuestros propios entierros, que nos hacen vivir noches en absoluto desesperación, pero hacen tan mal el nudo para ahorcarnos que nos permiten ver el sol de una nueva mañana.