viernes, 9 de septiembre de 2011

Mar del Plata, día 11

Terminó la segunda fase del Pre-Olímpico de Mar del Plata y de inmediato se conocieron cuales serán los cruces en las semifinales, a República Dominicana le tocó con Brasil y los anfitriones jugaran contra Puerto Rico. Los ganadores de esos partidos estarán viajando directamente a Londres para los Juegos Olímpicos del 2012, mientras los derrotados acompañaran a Venezuela como representantes de América en el repechaje mundialista, aún sin fecha ni sede.

Los brasileños llegan a esta instancia en su mejor momento, mientras los dominicanos llegan mermados físicamente, con el tanque necesitando combustible; tienen categoría interna en el juego de Al Horford y Jack Martínez, pero con cuentan con un tanque de oxigeno que pueda venir en su relevo, y capacidad desde el exterior como para causarle problemas si se toma el juego con seriedad y responsabilidad ante una oportunidad única, aunque siempre se ha visto muy inconstante.
 
Apenas concluyó el partido República Dominicana-Argentina, Al Horford colocó en las redes sociales este mensaje: “otro partido difícil, pero seguimos positivos y con los ojos en el premio Londres, !arriba la República!

Positivos y siempre centrados en el objetivo ha sido el grito que ha identificado al equipo dominicano, que se ha volcado más allá                                                             de toda expectativa. Siempre he pensado que la gerencia no se detuvo en ningún momento en pensar en la historia ni en los oponentes, pero ha conseguido hasta la fecha el mejor desempeño en este tipo de eventos. De todas formas se evidenció nueva vez que República Dominicana no tiene un equipo, tiene una selección, que son dos cosas diferentes.

Este sábado habrá que jugársela frente al destino, mostrar todo el potencial, llevar el pie hasta el fondo del acelerador y buscar la expresión casi completa de la vida através de nuestro equipo de baloncesto. Manuel Guzmán escribió en las redes sociales: “nací en República Dominicana, no conozco otra bandera, no se me otro himno, no tengo otro equipo de baloncesto. Muero Dominicana”.

En la jornada de este jueves, Argentina tuvo una actuación reivindicatoria y superó con holgura a República Dominicana 84-58; una prueba en el cierre de la segunda fase. El bloque defensivo funcionó a plenitud y esta vez la rotación del banco le dio un poco de aire fresco y soluciones al equipo de Julio Lamas. Brilló Luis Scola con 25 puntos y también se destacó Federico Kammerichs con 10 puntos, 9 rebotes y 4 lances bloqueados. Ambos equipos venían de perder en la fecha previa, pero los locales encontraron la línea rápido ante un rival que le marcó mucha exigencia, le puso alta la vara y la respuesta fue buena. Había que alejarse de los fantasmas que aparecieron la noche antes.

Al comienzo, paridad (7-7) con Francisco García haciendo estragos en la defensa, mientras Argentina atacaba con el improvisado pivote Kammerichs. La apuesta de Lamas fue ubicarlo debajo de las tablas al lado de Scola para controlar con sus largos brazos los embates de la peligrosa dupla Martínez-Horford. Y lo logró. Argentina tuvo un primer cuarto muy errático (6/19) en dobles usando casi con exclusividad el tiro de dos puntos (apenas 1/1 en triples) buscando a Scola en posiciones de 4 y 5 metros. Aguantó con su defensa y ganó el primer parcial 17-14.

La rotación no tardó en llegar y Argentina mejoró con el ingreso de Pepe Sánchez y Hernán Jasen que le dieron mejor defensa y más claridad en ataque. De todos modos lo más importante fue la actuación individual de Manu Ginóbili que con tres triples un par de mandadas al aro con su sello, abrió el juego. Fue incontenible para la defensa dominicana. De repente la distancia se abrió a 14 (33-19) con Argentina dominando a placer, pero el partido no iba a darle mucho respiro, porque 8 puntos seguidos de Ronald Ramón, más la presencia de Horford en la zona pintada devolvieron a Dominicana al partido (37-33) con parcial 4-14. Argentina cerró el primer tiempo con ventaja de 6 (49-33) y muchas dudas.

En el tercer cuarto, Lamas apostó por Fabricio Oberto de movida al lado de Scola tratando de darle continuidad al pivote de Las Varillas. Pero el comienzo fue malo de todo el equipo, de repente el juego estaba equilibrado (39-37) y todo fue un volver a empezar. En Argentina hubo protagonistas ofensivos de modo alternativo, y como lo fue Manu en el segundo apareció Scola en el tercer. Dio un recital de recursos ofensivos debajo del canasto y tiros de media distancia para ayudar a salir del estancamiento al equipo; cada vez se hacía más difícil pararlo. El regreso de Kammerichs fue una buena apuesta, se encargó de clausurar su canasta y curiosamente fue el mejor pivote que tuvo Argentina ante un papel discreto de Oberto y Juan Gutiérrez.

Al entrar el último cuarto la distancia era de nueve (58-49) con cierta dosis de incertidumbre. Argentina debía administrar la ventaja y no dormirse. Lejos de eso salió en el segmento final a arrollarlo a su rival. Pepe Sánchez siguió guiando al equipo y Jasen con Kammerichs brindando su energía. Apareció Delfino en ofensiva haciéndose cargo de unos puntos importantes y Manu se dedicó a pasar el balón y no atacar tanto el aro en virtud que su físico ya no se lo permitía. Prigioni y Ginóbili fueron los que evidenciaron más que nadie la batalla del día anterior con Brasil y la secuela de haber llegado a un cuarto partido de modo consecutivo.

El cierre fue brillante, Dominicana perdió 6 pelotas seguidas ante la presión del bloque defensivo argentino y ya se dio por vencido. A falta de 4 minutos no quería jugar más. La resistencia se había vencido.

En los 10 minutos finales Argentina lanzó 8/12 de dos, 2/2 de tres y 4/5 en libres; perdió 2 balones, bajó 8 rebotes. Dominicana, en el cierre lanzó 3/9 de dos, 0/2 de tres y 3/4 en libres. Perdió 6 balones, bajó 5 rebotes. Pobrísimo.

Brasil, en el cierre, venció 94 a 72 a Puerto Rico con facilidad y de esta forma quedó primero en la tabla general de la segunda ronda. El goleador de este juego fue Marcus Vinicius con 18 puntos. Puerto Rico no fue Puerto Rico, tuvo su peor partido desde que llegó a Mar  del  Plata y deberá cambiar radicalmente si quiere pelearle la clasificación a Londres al equipo anfitrión. Por su parte, Brasil jugó muy bien y logró encontrar por momentos un funcionamiento aceitado y con muchas variantes tanto ofensivas como defensivas. El conjunto de Magnano se convirtió en seria amenaza en este torneo y ahora deberá ratificarlo.

El partido empezó a bombazo puro por parte de los dos equipos. Brasil comenzó mejor por la gran efectividad de Marcus  Vinicius en tiros de tres y lo que produjo en el poste bajo Tiago Splitter. Por su parte, Puerto  Rico confiaba en los puntos llegados por los triples de Ricky Sánchez y las acciones aisladas de Barea pero que fueron escasas. A los dirigidos por Flor Meléndez les costó muchísimo defender y por momentos no encontraron la manera de contrarrestar los embates brasileños.

En el segundo cuarto quedó aún más evidenciado que la falta de Daniel  Santiago en la defensa de los hombres grandes es determinante en el sistema defensivo de Puerto  Rico. Se le hizo muy difícil tanto a Balkman como a Sánchez poder frenar a Splitter. Además, las ofensivas de los caribeños no daban resultados. También productivo el juego de Marcelo  Huertas desde la base del conjunto. En la mitad del cuarto la ventaja de los de verde era de 13: 36 a 23. En los minutos siguientes Brasil siguió demostrando un mejor juego ofensivo y el partido comenzó tornarse caliente con algunos roces y empujones incensarios.

El inicio del tercero no sólo fue de Brasil, fue de Splitter. Un parcial de 6-0 del pívot de San  Antonio Spurs le permitió a la tropa de Magnano alejarse aún más en el marcador e ir sellando las chances de Puerto Rico de acercarse. Por su lado, los puertorriqueños no sólo fueron un verdadero colador en defensa sino que en ataque no propusieron nada y llamó poderosamente la atención la falta de gol proveniente de la escasa imaginación a la hora de crear juego. El final del tercero indicaba 77 a 49.

En el epílogo no sucedió más nada. La rotación comenzó a funcionar en ambos bandos y los jugadores con menos minutos tuvieron chance de mostrarse. El desarrollo del juego distó bastante de lo que se preveía antes de comenzar.

Venezuela venció 92 a 80 a Uruguay, en lo que pareció una verdadera final, y de esta manera se quedó con el quinto lugar de este Pre-Olímpico lo que le da la posibilidad de jugar el repechaje olímpico un mes antes de la cita en Londres. Por su lado, la selección charrúa se quedó sin chances de asistir a la cita inglesa. El goleador y figura del partido fue Héctor Romero con 23 puntos.

Intenso. Con esa palabra podría definirse lo que fue el inicio de este partido. Fue muy parejo en lo que respecta al juego. Ambos conjuntos fueron efectivos en los primeros minutos.

En su despedida del Pre-Olímpico el equipo de David Rosario dio la sorpresa al ganarle a Canadá 91 a 89 con tres titulares menos y un Gary Forbes descomunal, que terminó con 39 puntos y marcó 18 de los últimos 21. Este resultado eliminó a los norteamericanos de cualquier posibilidad.

Forbes tuvo el partido de su vida. El jugador de los Denver Nuggets cerró su planilla con 39 puntos, producto de 8/13 en dobles, 4/7 en triples y 11/13 desde la línea, 5 rebotes, 6 asistencias en 40 minutos. No descansó ni un segundo. Asimismo anotó 18 de los 21 tantos de Panamá en el último cuarto.

Las defensas estuvieron ausentes y el primer cuarto terminaría 27-24 a favor de los de Leo Rautins. En el segundo Panamá aumentó su supremacía en los rebotes (24 a 12) y desde allí fue imprimiéndole al partido su ritmo. Encontró variantes en ataque desde la conducción de Forbes. Además de la presencia en la pintura, Panamá encontró el tiro exterior; Con un 4/6 en el cuarto (5/8 total) sacó una diferencia de 47-43. Canadá respondería desde las manos de Andy Rautins, quien desde el banco aportaba 9 puntos en el parcial. Así el primer tiempo finalizaría 49-48.

En el tercer cuarto las ofensivas volvieron a superar a las defensas. Forbes era dueño de Panamá, al tiempo que Canadá tuvo un buen pasaje de Olynyk y la reaparición de English. Los de Rautins trabajaron mejor en los tableros (7-8). La paridad reinó y se fueron al último chico 70 iguales. Los diez minutos finales estuvieron plagados de nerviosismo. La incógnita por parte de Panamá estaba ubicada en saber si podrían aguantar físicamente hasta el final, jugando con su jugador más importante sin descanso. En Canadá el temor de la derrota estaba latente. Ambos jugaron atados, con la presión que significa un final de ese tipo. Panamá nunca pudo terminar de escaparse en el tanteador; su máxima diferencia fue de 5 (78-73) puntos cuando Forbes metió un triple en la cara de Corey Joseph a falta de 5:36.

Con 6 libres en forma consecutiva Canadá mantuvo la paridad en el marcador (82-82). Pero con el encuentro 88-86 a favor de Panamá, Carl English (goleador canadiense con 24 puntos) falló una bandeja y la pelota pasó a manos de su rival. Luego llegaría la jugada del partido: un triple de Forbes sobre la marca de Shepherd que estableció la diferencia final.

Después del partido, el entrenador Rautins señaló que no continuaría al frente de la selección canadiense.

En primer turno del sábado, Brasil jugará ante República Dominicana a las 6:00 de la tarde, hora dominicana y luego, 8.15 lo harán Argentina ante Puerto Rico.

Los brasileños terminaron primeros en la segunda etapa y ya jugaron ante los dominicanos, que fueron los únicos que le ganaron en el torneo. Fue en la fase inicial, 79-74. Ese partido despertó a Brasil en el torneo. Ahora es otra historia. Brasil llega en su mejor momento tras sacarle el invicto a la Argentina y Dominicana bastante desgastado físicamente, con las reservas bajas.

Argentina le ganó a Puerto Rico, también en la primera fase, por 7 (81-74), y si bien ese fue su partido menos emblemático, dejó en claro que era muy superior. Es cierto que ahora no se sabe si tendrá a Andrés Nocioni, pero Puerto Rico también tiene a Daniel Santiago en duda, un hombre que en el enfrentamiento de la primera fase fue muy importante para que el juego fuera parejo.

Sin embargo, ahora Puerto Rico parece ser el rival ideal, porque no tiene mucho juego interior, lo que favorecerá que Scola, Kammerichs y Gutiérrez puedan jugar con más tranquilidad en defensa. Las chances boricuas se definirán en su media cancha. Barea y Arroyo son el sostén básico del ataque puertorriqueño, lo que es su virtud y su defecto. Si ellos dos no están en alto nivel, Argentina no tendrá problemas para lograr una de las plazas para Londres.

Es que el resto, empezando por sus tiradores (Sánchez, Galindo), es como que sienten que son una segunda opción, y habrá que ver cómo reaccionan si deben ser la primera. No hay que desestimar la estrategia que puedan utilizar dos veteranos de muchas batallas como Flor Meléndez y Carlos Morales para complicar a los de Lamas, que en los últimos partidos se mostraron muy trabados durante muchos minutos.

Este día libre será vital para los involucrados, recuperación física y la búsqueda de la total plenitud para el momento que no tiene regreso, el único en el que hay que jugar bien y ganar. 


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