viernes, 22 de julio de 2016

Por el séptimo ¡y cuidado!

Para el Mundial juvenil de 1983, donde precisamente jugó José –Maita- Mercedes Del Rosario, el dirigente dominicano era Fernando Teruel Capri. A la hora de inscribir los muchachos en el congresillo técnico varió todas las estaturas de los integrantes del conjunto, como si los demás fuesen “indios”, así Mercedes Del Rosario, para citar un ejemplo, tenía 5’00, José –El Grillo- Vargas pareció con 5’06 y Roberto José Modesto Suero medía 4’05; en resumidas cuentas, como si los antagonistas fueran a jugar con pigmeos. Como si la vileza iba a burlar la inteligencia de gente que también preparó sus equipos.

José Familia
(Al entrar al séptimo curso en La Salle nos indicaron que señaláramos nuestras estaturas; a muchos no nos importaban esas cosas y yo ignoraba la mía. César Langa Ferreira que fue mi vecino por muchos años, y siempre compartimos aula, me dice: yo tengo como 4’08 por eso tu tienes que tener como 4’12. Efectivamente, después supe que tenía 5’00. ¡Que inocentes éramos!)

Ramón Antonio Soto Camasta, fue mi compañero de estudios en La Salle y en la universidad, pasábamos mucho tiempo juntos, amen de que nuestros padres se conocían desde la misma eternidad. Cuando discutíamos las leyes de la química y aparecían nombres como Lavoisier, Pauling, Pasteur, Boyle, Berzelius o Gay-Lussac, saltaba siempre con una frase para romper la tensión de los estudios: “esos tigres pensaban con un block de hielo en las cabezas; tenían que pasarse nueve meses dentro de la casa, analizando y estudiando, por eso saltaron con todas esas vainas que ahora nos tenemos que aprender. Aquí, vivimos con el sol afuera todos los días”.

República Dominicana perdió de Chile en el Pre-Mundial sub-18 que se celebra por esas tierras. En Valdivia está haciendo un frío “bien pelú” como diría un puertorriqueño. Los inviernos son crudos, húmedos y de días muy cortos; a pocos kilómetros de ahí ha estado nevando. Si, porque en muchas regiones de Chile cae nieve, aunque no lo creamos y hasta la misma capital ha tenido situaciones con escarcha pronunciada.
Ignacio Arroyo

Por demás, los chilenos tienen uno de los niveles académicos más sólidos de todo el continente: su medicina es de primer nivel, pero también sus estudios económicos, su odontología, sus estudios mineros, el magisterio; muchos médicos dominicanos hacen sus especialidades allá. Que decir de sus recintos universitarios. La Universidad de Chile, la Universidad Católica de Chile, la Universidad de Concepción, la Universidad Técnica Federico Santa María, la Universidad Diego Portales, y paro de contar.

Todo el mundo sabe de mis consideraciones hacia el técnico Mercedes Del Rosario y al trabajo de Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, al frente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL). Eso, de momento, no se tocará.

¿Qué diferencias hubo en aquella selección donde asistió Maita como jugador y esta que tiene como técnico?

José Pérez
No hay mucho que buscar; aquella era un equipo y esta es simplemente un “ven-tú”. Esa es la marca de las tantas veces reverenciada gestión de Uribe Vásquez. El seleccionado del coach Mercedes Del Rosario no tiene identidad, no tiene trabajo acumulado, no tiene personalidad, pero tampoco tiene compromiso.

Ahí hay gente que simplemente está para colocar números y agrandar sus hojas de vida. Me atrevería a decir que ahí hay chicos que no se conocen, que nunca se han sentado en la misma mesa, que nunca han piropeado a la misma chica y se sonrieron después, ni se han juntado para “hacer un serrucho” para comprar una humilde salchicha. Pero tampoco, que no conocen a sus entrenadores, que nunca han compartido un refresco y que tienen la convicción que bajo ningún concepto tienen que respetarlos. Para más de uno esto será debut y despedida.

La relación de Mercedes Del Rosario con José -El Grillo- Vargas, con Alfred –Tito- Horford, con Ariel Santos, con Ramón –Papito- Valdez, con Julián García, con Miguel -El Calié- Esteban (+), con Roberto José Modesto, con Manuel Nadal, con Manuel Julio Flores, con Domingo Rosario, con José Nova, era muy diferentes a la que puede tener un Lionel Figueroa o un Danny Vitiello con Luixander Belbere. Quizás hoy Uribe Vásquez me diga que “los servicios de comida que brinda FEDOMBAL” (muy flojos a mi consideración, mal estructurados y sin cargas especificas por individuo). Aquella hambre tenía mejor sabor y unía más.
Maxwell Lorca

Por supuesto había padrinos que trataban de correr de cerca con esos muchachos. Fueron muchas las proteínas que desperdició Tito mientras Sylvia y Eric Ramos luchaban para que mejorara su físico y los anhelos pendientes; Osiris Duquela y la gente de Arroyo Hondo empezaban a trabajar con el propio Maita; El Grillo y Manuel también eran cosas del matrimonio Ramos Troncoso; por supuesto también existía un esplendido Felo Flores; y el matrimonio de Celeste Suero y José Modesto, ya bien posicionados. Esos eran los más allegados a mi, y de los que tengo mayores referencias.

Quedará siempre pendiente la explicación de la separación de Alfredo Rothensteiner (6’03, SF, Ene.27.1988, La Vega) y su hermano Ricardo (6’00, PG, Sep.11.1999), ambos de La Vega: Alanzo Frink (6’07, PF, Jun.19.2000, estuvo también en Bahía Blanca y en Zaragoza), Rafael Castillo (6’03, SG, May.12.1999), Arfenee Polanco (6’02, SG/PG, Abr.22.1998, Santiago), Miguel Díaz (6’03, SD/SG, Mar.29.1993, estuvo en Panamá y Bahía Blanca), y Samuel Hurtado (6’05, SF, May.03, 1998). Justin Minaya (6’05, SG, Mar.26.1998) se lesionó en Zaragoza.

Nicolás Aguirre
¿Por qué no continuó el programa con esos chicos?... ¿cuándo se concretó la última evaluación de cada uno de ellos?... ¿por qué se designó a Alex Arias como asistente de este equipo?... ¿somos un campo de ensayo para los reclutamientos de Orlando Antigua?... ¡ocho variaciones resulta inconcebible!

Cuando mi viejo era ejecutivo de Sterling-Winthrop junto a Gustavo Gómez Salado (tío de Machoncito, Máximo Martín Gómez Villanueva, ejecutivo de los Indios y de los Gigantes de San Francisco de Macorís), Ramón Pumarol (papá de Ramoncito Pumarol, tristemente ido a destiempo), Miguelito Mesa y tantos más, el empleado de más consideración era don Víctor. Don Víctor, una masa de pan, el servicio vuelto persona, atento como nadie… hasta que llegó un cubano y soltó: “si don Víctor es tan bueno, pónganlo a dirigir la empresa”.

El coach Mercedes Del Rosario está desde el año 2005 trabajando con las selecciones menores. Resulta descorazonador que cualquier muchacho, con la leche en la boca, quizás siendo este su primer viaje, lo esté narigoniando, faltándole el respeto, independientemente de su calidad táctica, pero hay gente a la que la muerte le sabe a la misma gloria. Después podríamos pasar balance a su accionar y sus resultados. Maita, Maita, aquí entre nos, sin que nadie lo sepa, cuanto desearías un hombre en la cancha como Luis Guillermo Madera; hacía que las cosas fueran llevaderas y terminaste maltratándolo, en el Centro-Basket del 2005 te bajó 16 rebotes por juego, era el primero que concentraba al grupo, cuando llegabas todos estaban estirados y calientes y el que mandaba a los compañeros a las habitaciones… ¿no lo recuerdas?... pregúntale a Pérez Samboy o a Aníbal García, si la memoria se te hace corta.
Yeison Rivera frente a Ignacio Arroyo

¿Por cierto, por qué no aceptaste la invitación que te hicieron Rodrigo y Diego para almorzar con Steve Konchalski y Carlos Iglesias?... tenias miedo que Uribe Vásquez se enterara y te diera pau-pau. Dizque hasta los teléfonos de todo el que va a los viajes de FEDOMBAL tienen un chip para registrar los movimientos. ¿Un GPS?... eso dicen las malas lenguas.

La actuación dominicana desdice de los buenos deseos de los director y entrenadores de esta “la nueva era”. Aquellos son siempre excesivamente optimistas, sin base, sin conciencia, sin estudiar; Federico Borrás, muchos otros y yo preferimos ser optimistas con un poco de ilustración. Esa es la diferencia entre nuestras posiciones.

Particularmente tengo el pálpito de que la burbuja se le reventó en las manos a Rafelin.

Por cierto, nos mató Ignacio Arroyo, así chiquito, como una Maita.


¡Aprende e instrúyete Alberto Rodríguez Mella!

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