Desde Bahía Blanca
Sergio
Kanevsky, periodista de Radio Continental en Bahía Blanca, Argentina, escribió
la siguiente nota, un regalo para el lector:
Si hace 20 años, nos hubiésemos enterado que
un tal Tim Duncan se había retirado, nos habría parecido una efeméride más; no
es que ahora se desaten vendavales, pero ¡se va un grande de todos los tiempos!
Pocas veces, un talante inexpresivo fue tan
desmentido por su obra, tan expresiva como rutilante; ganó mucho, en buena ley,
encima conformando trilogía, (y algo más), con uno de los nuestros (Ginobili),
con quien fluctuaron protagonismos para prorratear gloria; el imaginario narra
que nacido en Islas Vírgenes, su biotipo y destreza lo encriptaban para
nadador de elite; déficits estructurales en su terruño, lo condujeron a Wake
Forest University, primero y a la NBA después; la historia es conocida: líder
silencioso sí, pero devastador; expresión de cordero perplejo, pero termostato
de gladiador, de no correrse, ni esconderse jamás, y transmitir una faceta de
impensado compadrito arrabalero, en la letra chica de las refriegas; se nos va
Tim, no le interesarán mucho las elegías a su impresionante carrera; cómplice
de su andar meditabundo, silencioso, se merece que lo aplaudamos hasta mañana.
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