lunes, 11 de julio de 2016

Desde Bahía Blanca

Sergio Kanevsky, periodista de Radio Continental en Bahía Blanca, Argentina, escribió la siguiente nota, un regalo para el lector:

Si hace 20 años, nos hubiésemos enterado que un tal Tim Duncan se había retirado, nos habría parecido una efeméride más; no es que ahora se desaten vendavales, pero ¡se va un grande de todos los tiempos!


Pocas veces, un talante inexpresivo fue tan desmentido por su obra, tan expresiva como rutilante; ganó mucho, en buena ley, encima conformando trilogía, (y algo más), con uno de los nuestros (Ginobili), con quien fluctuaron protagonismos para prorratear gloria; el imaginario narra que nacido en Islas Vírgenes, su biotipo y destreza lo encriptaban para nadador de elite; déficits estructurales en su terruño, lo condujeron a Wake Forest University, primero y a la NBA después; la historia es conocida: líder silencioso sí, pero devastador; expresión de cordero perplejo, pero termostato de gladiador, de no correrse, ni esconderse jamás, y transmitir una faceta de impensado compadrito arrabalero, en la letra chica de las refriegas; se nos va Tim, no le interesarán mucho las elegías a su impresionante carrera; cómplice de su andar meditabundo, silencioso, se merece que lo aplaudamos hasta mañana. 

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