Flores pálidas
Rafael Fernando Uribe Vásquez, presidente de la
Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) ha pretendido silenciarme de
varias formas, no muy sutiles, aquello le ha resultado infructuoso; en su
desesperación me envía el siguiente mensaje: “las aguilas no casan mozcas”, debió decir, a mi humilde criterio,
“las águilas no cazan moscas”.
Hasta ahí su florido repertorio, cada vez más anodino.
Águila, como el nacionalsocialismo de Adolf Hitler. No como nuestras águilas,
unas Águilas Cibaeñas, gallardas y
siempre envalentonadas. Obsesionado con historias de los regimenes más nefastos
que ha conocido la humanidad, creó “la nueva era”, como queriendo retrotraernos
a aquel lúgubre espacio de tiempo donde el generalísimo Trujillo Molina
campeaba en nuestra geografía y donde tanta sangre abonó el suelo quisqueyano.
Quizás nunca lo supo, quizás nunca se lo enseñaron;
hay cercanías que no se pueden encubrir, mucho más sabiendo que el tronco
familiar proviene de la benemérita ciudad de San Cristóbal. Su propio abuelo,
Adriano Artagnán Uribe Silva, fue el responsable de aprobar la Constitución
de la República en 1966 que impuso Joaquín Balaguer, suplantando la más
bella Constitución jamás producida en América (la de Juan Bosch en 1963); la
que amplió las libertades públicas, consagró la plena vigencia de los derechos
humanos, proclamó la libertad sindical, la libertad de expresión, la libertad
de prensa, ofreció para los campesinos depauperados el derecho a la tierra,
prohibió la violencia, la tortura, la incomunicación de los presos. ¡Ese es
nuestro país… esa es nuestra gente!
Así ha convertido sus oficinas en el Palacio de los
Deportes de Santo Domingo en Kehlsteinhaus
o para no irnos tan lejos en la residencia solariega de Nayajo.
Una cabeza escasamente amueblada, donde el único valor
es el monetario, tiene poco que exteriorizar. Si usted le suma a ello la cobardía
que le corroe los tuétanos, y le ha adornado, es capaz de cualquier cosa al
amparo de “naciones” (pandillas barriales), tan de moda en los tiempos actuales…
en eso precisamente es lo que ha convertido el baloncesto dominicano en poco
menos de tres años, en una horda plagada de chusmas.
Esa falta de integridad le hace buscar refugio en un
periodismo poco acabado, sin honestidad, necesitado de trascender, de escasa
monta, sin principios, sin moral, sin ética, pero también sin preparación.
Sobre mi ha lanzado tres de sus realengos, al mismo
tiempo. Valiéndose de argumentos primitivos en grado superlativo. Para esa
camada de insignificantes, les diré no tengo paciencia para soportar sus malas
artes, no porque me haya convertido en arrogante, simplemente porque no me
apetece perder el tiempo con lo que me desagrada o trata de mancillar mi nombre.
No tengo que soportar cinismo, impudor, inmoralidad, insolencia, desfachatez,
obscenidades, bajezas, desatinos y perversidades.
El primero un tal Ezequiel Sosa, a quien no conozco,
que me adorna con los más coloridos epítetos, empezando por “chantajista” y “billonera”… ¡para reírme!... llega al
descaro de sugerirle públicamente a mis hijos que se aparten de mi, porque soy
una mala influencia… ¿tendrá madre este sujeto?... ¿tendrá padre?... ¿tendrá
hijos?... ¿la parotiditis lo volvió
impotente?... ¡Joder, que mala leche tiene este tío!
Por lo demás, no se que son las “billoneras”, quizás máquinas de producir billones, lo que no me
resultaría desagradable… en mis tiempos de muchacho, precisamente ahí en
Santiago, de donde dice ser, como en todo el país había unos armatostes que le
llamábamos “belloneras”, en otros lugares se llaman rockolas o fonógrafos…
porque se les echaban cinco (5) centavos y empezaban a tocar la música que uno
seleccionaba. Belloneras, porque en
Puerto Rico a la moneda de cinco centavos se le llama bellón y de ahí llegaron las primeras a nuestro país. ¡Esta letrina
iletrada es el relacionista de prensa de los Metros de Santiago!... ¡estamos
jodidos!
El segundo Rafael A. Faneytte, a quien tampoco conozco,
pero de quien si tengo referencias, porque ha buscado colocarse a toda costa en
los medios, para solo mostrar su mediocridad y escaso talento (errr talento); me tilda de “sucio”, sin
conocer mis hábitos de higiene, pavoneándose diciendo que “donde quiera que me
encuentre me entrará como a la conga”. Hasta ahí nunca antes me había imaginado con
alma de tambor y cuero de chiva. Este debe ser un presumido que no es bueno ni con
“caldito” de pollo. Sus acciones lo
han embozado día tras día.
El tercero, Fausto Julián Suero Bueno, a quien si
conozco porque le abrí las puertas de mi casa y mis afectos, mostrando un
encono inaudito, en su desesperación por subsistir y tener algo de dinero en
los bolsillos, pero incapaz de proferir nada más que unas repetidas impudicias.
Uno que aspira a ser melitófilo, pero
no atrae ni a su familia a la hora de las 12:00.
Sosa me sugiere que antes de escribir sobre Uribe Vásquez
debería lavarme las manos con agua bendita. Un reciente estudio de una
universidad en el estado de Texas dictaminó que mucha agua bendita arrastra
elementos fecales, hasta el en 86 por ciento de los recipientes estudiados. Quizás
esté afectado por una posible inclinación hacia cultos no tan santos y donde
este liquido se utiliza. Me recordó al vocero de la Policía Nacional, Jacobo
Mateo Moquete que en enero del 2014 señaló en El Gobierno de la Tarde, que para hablar del jefe de la institución,
Manuel Elpidio Castro Castillo, había que “enjuagarse la boca”. ¡Línea entre
primera y segunda!
Un equipo del Instituto
de Higiene e Inmunología Aplicada de la Universidad de Viena advierte que en
cada mililitro de agua bendita en los templos austriacos hay hasta 62 millones
de bacterias.
A Suero Bueno le respeté la confesión que me hizo a
mediados del año pasado: “me voy a unir a
Uribe, no resisto
más que los días pasen y no tenga ni para pagar una cabaña,
imagínate a pie y sin poder pagarle a la tipa la cama; arrastro una cuenca que
nadie puede imaginar, no estoy produciendo nada, estoy siendo mantenido
totalmente por mi mamá, a los programas que voy no quieren soltarme ni cinco
pesos, le voy a pedir a Uribe que me ponga a guisar, porque necesito dinero, además
el tiene muchos mediocres a su alrededor que están mejor que yo. Así que no te
extrañe cuando me veas junto a él”.
Así de pobres son los que se reúnen para masticar
honras ajenas alrededor de la figura del presidente de la FEDOMBAL; guiados y
manejados como borregos. Sin identidades propias, títeres de ocasión,
pusilánimes de la peor caladura. Gente desalmada e impertinente, buena para poquísimas
cosas, si es que sirven para algo.
Pretendidos inquisidores de todo aquel que tenga
planteamientos diferentes a los de ese que se cree “amo y señor todopoderoso”.
Así, apandillados como malandrines, porque más de ahí no son. Hitler se suicidó
cuando ya no tenía escapatoria y Trujillo fue asesinado en la avenida George
Washington, ahí cerquita, en los alrededores de donde vive el propio Suero
Bueno.
Tan pendientes están estos seres de mi, no porque tendré
dentro de poco 40 años tratando del tema del baloncesto en el país, quizás
mucho antes de que todos hubiesen nacido, sino porque me imaginan como un falo
en plena erección, disputándose los cuatro el destino de mi excitación. Un pene
como dice un medicamento cosmético de buena acogida, que distribuye Eduardo
Najri, “en su cuarto estado de erección”. ¡I
love La Pela!
Pobre gente que se vende tan feliz e interiormente es tan
desdichada, pendiente de “las mozcas”.
El paroxismo llega a niveles tan aberrantes que somos
capaces de trastocar verdades, fechas y acontecimientos. Federico Borrás, para
tocarme mis fibras sensibles llama a Suero Bueno como “tu hijo”, ese que hoy debe estar obcecado con aquellas substancias
que se fuman o inhalan, después que me llamó hierba (septiembre 2014). Después
de tanto criticar, manosear, desvertebrar, le aceptó un trabajo a quienes tanto
murmuró, desacreditó e insinuó a Leones de Santo Domingo. A mí por lo menos me habló
de “narices millonarias por aspiración” y ahí está, sintiéndose “pegao”.
En el largo asueto del Día del Trabajo lo comprobé; tengo
la percepción de que este tipo no anda por buenos pasos, además de los
tratamientos de “reina de belleza” a los que se está sometiendo. Algo debe
estar desdibujando las neuronas del que pretendía hacerse un trabajador del
baloncesto. Quizás sólo sean las hookah
de sus amigos y compañeritos de turno, quizás. ¡Cuanta basura habla este carajete!...
¡de lo que es capaz por un par de pesos!, olvidándose de todas las veces que recurrió
a mi para todo tipo de necesidades.
Este bárbaro que en tiempo expedito formó callosidades
en su vientre, de tanto arrastrarse, soltó que mis hijos habían sido
beneficiados por becas de estudios concedidas por Uribe Vásquez (May.03.2015).
¡Se le fundió el cerebro rápido!
¡Fifa, intérnalo, intérnalo, porque le está pegando
duro esa vaina, cualquiera que sea!
Mi hijo mayor estudió en Cincinnati, estado de Ohio,
en una secundaria llamada Harmony, y
allá partió en el año 2005. Época en que el propio Suero Bueno no se ha cansado
de repetir: “Uribe daba lastima a las
puertas del Palacio de los Deportes, solicitándole a “El Podrio” (Frank Herasme) una
boleta para ver los juegos del Pre-Mundial”. Allí terminó la escuela,
gracias a un contacto que hizo un tipo llamado Marcus Williams, de quien no he
vuelto a saber. Harmony ganó un título nacional en el año 2006.
Mi hijo mayor está totalmente alejado del baloncesto,
por múltiples razones, empezando por la engañifa que son los “torneos
superiores” donde todos los equipos quedan con enormes deudas y FEDOMBAL hace
galas de una irresponsabilidad sin parangón; para que la historia se repita al
año siguiente, así nos llenamos de mártires, pero cuando alguien tuvo que
recurrir al auxilio por una lesión no fue ni San Carlos, ni Villa Duarte, ni
Los Mina, fue el Ministerio de Deportes, por ejemplo en el caso del jugador
Claudio Calero. Hoy, mi muchacho, tiene un título universitario, una carrera en
ascenso, con proyección de primera línea. Me queda el consuelo que Héctor Báez
me dijo: “tu hijo es el jugador
dominicano más inteligente de los últimos 20 años, una lastima que algunos
entrenadores lo hayan tratado tan mal”.
Mi segundo hijo estuvo en Tulsa, Oklahoma, con números
más que satisfactorios en el 2008-09, pero decidió regresar al país. Esa estadía
en Estados Unidos fue gracias a un entrenador que visitó el país en los
programas que anualmente convoca Giovanni Valdez; Chad Boss que era su nombre
(fallecido) preguntó a los chicos del Mauricio Báez si no sabían de alguien que
hablara inglés y que quisiera estudiar en Estados Unidos; los mismos muchachos
dijeron que el único que podría ser era el hijo de Madera. Todas las
conversaciones se realizaron vía telefónica ya que ambos no se contactaron
durante su estancia en República Dominicana.
En el 2010, me solicitó que le consiguiera donde
estudiar en el exterior, nuevamente. Realice una sola llamada al entrenador
Steve Konchalski, sin ningún
intermediario y acordamos que el muchacho asistiría a St. Francis Xavier en la
ciudad de Antigonish, provincia de Nueva Escocia. Se inscribió en Administración de Empresas con concentración
en Negocios Internacionales y ahí
tiene un título bajo su brazo. Las becas atléticas en territorio canadiense son
diferentes a las norteamericanas; el alumno tiene que cubrir gastos de
alimentación y hospedaje. En una de sus visitas al país le solicitó una
asistencia al ministro de Deportes de ese momento, Felipe –El Jay- Payano, que
le fue concedida.
Esa asistencia pasó por manos de
FEDOMBAL que se la entregó, debido a que el muchacho no tiene ninguna actividad
comercial en el país. Los montos fueron retenidos en las oficinas de Uribe Vásquez
y Payano tuvo que llamarlo para que los encausara debidamente. FEDOMBAL no tuvo
ninguna otra injerencia en este tenor, no realizó ninguna diligencia, no movió
un solo dedo. Ahora los comilitones del presidente de la entidad con sede en el
Palacio de los Deportes dicen que soy un mal agradecido (ingrato puso en su cuenta de Twitter mi hijo Julián). ¡Para carcajearme!
¿Por qué Payano estuvo invitado a
la graduación de mi hijo en Antigonish y no Uribe Vásquez?... simple, los
Madera somos gente agradecida.
La constancia del recibo de ese
dinero fue exhibida el fin de semana del Día del Trabajo (May.02.2015) por
Suero Bueno en las redes sociales, pensando que iba a levantar una polvareda…
¡me tenía fijo en su única neurona!... ¿se masturbaba pensando en mi?... ¡Se quedó
con las ganas!... como diría Joaquín Balaguer, ¡se hizo pupú fuera del cajón!
De cómo llegó a sus manos hay dos únicas
posibilidades. Lo hurtó de las oficinas de FEDOMBAL y no dudaría que así fuera,
porque si se le pregunta a Uribe Vásquez este se lavará las manos. La segunda
probabilidad, por la que me inclino, es que el mismo Uribe Vásquez se la haya
entregado con el imperativo: “publícalo”.
De indiscretos con alma de cántaros para allá, cualquier cosa.
Sería oportuno que Suero Bueno se
robara y exhibiera todas las ayudas que Payano le brindó a los atletas y
relacionados del baloncesto o que Uribe Vásquez las mostrara, en un acto de
honestidad, porque seguro muchos nos asombraríamos con los nombres que allí aparecerán.
También, que el presidente de la
FEDOMBAL haría un gran favor al país y a la fanaticada que sigue la disciplina transparentando
las finanzas de la entidad, porque como me reveló un miembro del Comité
Ejecutivo: “nos hemos visto en la
necesidad de aprobar prestamos al vapor para urgencias que no necesariamente
tienen que ver con el baloncesto”.
Mis hijos no tienen nada que
agradecerle a la actual gestión de Rafael Fernando Uribe Vásquez. Para ello
tienen a su lado a sus padres, que nunca les han faltado, y a mucha gente que
les ha servido de guía y orientación.
Hace tiempo, Suero Bueno me envió
un artículo titulado La Hermenéutica del Mamaguebo de la
autoria de Roberto Polanco (http://pensandoendominicana.blogspot.com/2014/04/la-hermeneutica-del-mamaguebo.html)
(Abr.08.2014) preguntándome qué a quien del baloncesto dominicano se le podría
aplicar el mismo o a quienes entendía que estaban reflejados. Le respondí que podía
ser a cualquiera de nosotros; cada quien mira con una óptica diferente. Creo
que las respuestas las recibí, con el paso del tiempo, por el mismo interventor.
A quienes mejor les aplica el referido trabajo son a este cuarteto insolente,
descomedido, desfachatado, imprudente, audaz, blasfemo.
Hay una cosa que mucha gente no
quiere entender. Todos los seres humanos somos diferentes y cuando
pretendemos
igualarnos a los otros lo único que conseguimos es quebrar nuestra propia
capacidad creadora. Yo sigo completamente en mis cabales; no voy a cambiar,
como tampoco voy a dejar de escribir.
Uribe Vásquez podrá tener todo el
dinero del mundo, podrá llenarle los bolsillos a sus acólitos con fondos que no
son suyos, pagar prensa, programas de radio y televisión, pero nunca podrá
brindarle a esos, ni a sus más cercanos, algo que el dinero no compra, respeto
y dignidad.
El presidente de la FEDOMBAL en lugar de estar
tratando de mancillar honras ajenas, debería de recoger la suya, enjuagarla e
higienizarla, porque a decir de muchos está manchada, retorcida y muy roída. A
pesar de ser una parte minúscula de la sociedad, el baloncesto, en República
Dominicana estamos en serio riesgo, porque cuando los valores de un país son
subvertidos y se convierte en normal y aceptable lo que claramente no lo es,
implica que nuestra sociedad está en grave peligro.
Parafraseando a ese mago de la
palabra romántica del Caribe, Tite Curet Alonso: “los reto, atáquenme si
quieren saber lo bien que me puedo defender, nunca he sentido temor dentro de
mi”.
Podría hacer lo mismo con Karl von
Terghzai: “el baloncesto de Uribe Vásquez quiere mostrarme como un apátrida aprovechado,
los acólitos como un desquiciado, pero para mis amigos sigo siendo un optimista
ilustrado”.
A Suero Bueno que si tiene algún
problema lo resuelva conmigo, no mediante canalladas que demuestran lo que él
es, un pozo séptico lleno hasta el tope. Mis hijos están muy por encima de su
alcance y en su boca de “reina del
bochinche” y sus pensamientos, deberían ser sagrados.
Puedo morirme tranquilo porque donde
quiera que luchen lo harán con gallardía, con educación, con preparación. Por
el contrario, él tarde o temprano tendrá que darle muchas explicaciones a un
hijo que se vanaglorió de desconocer.
Como dice Arturo Pérez-Reverte: “cada
vez que a uno de estos idiotas le da por hablar o escribir al retrato de
Cervantes le cae una lagrima”.
Así que a Sosa, Suero Bueno,
Faneytte y compartes, incluyendo al presidente de FEDOMBAL, decirles mal paridos
no resolvería nada, que repartan su agua bendita, porque algo viscoso, blanquecino,
de olor peculiar y pH de 7.5, se les está resbalando para la comisura de los
labios y necesitan guardar las apariencias.
Por supuesto, todo ello antes de
que algunos tengan que realizarse una rinoscopia.