Los muros de Jericó
Utebo no debe sonar muy familiar a los dominicanos,
pero no dudo que algunos ronden por esa comunidad cercana a Zaragoza donde el
equipo sub-17 de República Dominicana ha jugado tres de sus cuatro partidos en
el marco del Mundial de la especialidad. Tristemente, un colectivo que no se
menciona en ninguna instancia, mucho menos en la página de la Federación
Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) y ello debería al menos causar estupor.
Para ser justos, honestos y tener un mínimo grado de valentía se deben participar
las alegrías y las penas.
Matos ofreciendo instrucciones |
Era cuesta arriba hacerse caldos de cabeza y pretender
que alcanzáramos cotas superiores, como llegar al Everest, trepar al Aconcagua
o ganarles a Holanda en un Mundial, pero de futbol (los holandeses, para quien no lo recuerde, nos ganaron dos veces en un Clásico
Mundial de béisbol). Bosnia, Corea del Sur y Francia fueron nuestros
primeros retos y no cumplimos. En la ronda de eliminación nos tomó Canadá, un
rival conocido, y prácticamente nos hizo papilla, jugando a media marcha
después del meridiano del segundo cuarto.
No hemos plasmado todos los anuncios que a diario nos
venden los comodines de la FEDOMBAL, su presidente, los entrenadores, las
bocinas pagadas, los que hacen negocios, hasta El Yipi. El fracaso llegó y todos sabíamos lo que sucedería, pero
esa mejor estar fabricando campamentillos al vapor, buscándose un dinerito para
el fin de semana, pa’ los coquitos.
Que Argentina tenga igual marca que nosotros, después de
perder de Estados Unidos, no es motivo de justificación; ese es un refugio para
los cobardes que no asumen
responsabilidades.
El grupo que visita tierras aragonesas se le entregó a
Juan Matos, acostumbrado a recibir soberanas palizas; el tipo debe tener la
espalda molida a palos y llena de protuberancias. Un ser que pretende ser de
otro mundo, de otra galaxia, que habla muy bonito, trata de convencer, de sumar
a sus causas (una versión ligeramente activa de Ramón –El Teacher- Rodríguez), pero cuando cierra la boca entiendes que
todo se desmorona. Como si su silencio avivara trompetas con capacidad de
derrumbar los muros de Jericó.
Fuera de las capacidades del dirigente, este grupo
revela toda la maledicencia del presidente de la FEDOMBAL, Rafael Fernando
Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin. Ahí se puso de manifiesto, como pasó en Panamá, que las
delegaciones sólo sirven para hacer turismo deportivo, pagar las complicidades
de los cacharros eleccionarios, los presupuestos se manejan al libre albedrío y
hoy resulta que es lo mismo ser derecho
que traidor, ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador. Hay mucha
tela por donde cortar, porque hasta de amores furtivos se habla.
Shittu frente a Mirambeaux |
Los canadienses entraron confiados a la cancha,
conocían el rival, 95-49 pasó el evento en Bahía Blanca hace apenas un año, y
los dominicanos fueron a lo suyo. Yeison Rivera, José Benítez, Anderson Mirambeaux,
Miguel Díaz y Alanzo Frinck, este último sacado debajo de la manga, como si
nadie lo conociera, tratando de petrificar a un quinteto que sabia a lo que iba.
Mirambeaux empezó como una tromba y los canadienses erraban sus lances al
canasto, especialmente los de muy larga distancia (sus primeros 12 lanzamientos
validos para tres puntos no cayeron dentro de la red), llegó el juego físico,
muy físico de los chicos de Matos, que empezó a perder la calma, pero los
rivales no se intimidaron y extrañamente sólo cometieron 7 faltas en los
primeros 20 minutos.
Los 10 de inicio minutos favorecieron a los tricolor
17 por 12. Pero el segundo cuarto fue diferente: República Dominicana marcó
apenas 7 puntos, se les cerró el aro, los muchachos de Juancito se quedaron sin gasolina, sin gasoil, sin gas propano, sin
gas natural y el inversor que llevaba Rafelin
en la maleta o quizás mejor, colgado a su teléfono inteligente, del que no
se separó un solo instante, no encendió, tan entretenido estaba que no atinó a
revisarse, el cable a tierra lo tenia entre las nalgas, quizás ahí pasó
definitivamente el evento, de lo mio’, de lo mio’, de lo mio’ personal.
Barrett frente a Mirambeaux |
David DeAveiro, entrenador de esos demonios rojos que
se apreciaban inmensos dentro de la duela, y también de la muy prestigiosa
McGill University, hizo algunos ajustes y no hubo más que hablar. ¡Patica
aquí, patica allá y pan, pan, pan!
Al cumplir los primeros 20 minutos la pizarra dejaba
un patético 29 por 24 y los canadienses no aflojaron nunca más. El tercer
cuarto pasó 28 a 15 y el colofón, 22-13. Eso si, desde que anda por España
DeAveiro no se ha entretenido en las redes sociales; su Twitter se silenció y
cada día cumple sus labores con igual intensidad.
El partido fue feo, muy feo, quizás los muchachos,
todos, se impresionaron cuando vieron llegar a Rafelin con toda su
parafernalia. ¡Pensó que estaba en el
Sua-Sua!, a la vera del Francisco Micheli en La Romana. Los dominicanos
perdieron 34 balones en todo el trayecto, pero los canadienses no se quedaron
atrás, con 23. Como siempre, los porcentajes, para no mirarlos: 35.6 desde el
campo (16/45), 15.8 desde más allá del arco (3/19) y 55.0 desde la línea
(11/20).
Brazdeikis supera a Díaz |
Mientras lo que
diga Kinito es lo que va / lo que diga Kinito es lo que va / si Kinito dice si…
ahí si, eso si / si Kinito dice no… ahí no, eso no / si Kinito dice si… ahí si,
eso si / si Kinito dice no… ahí no, eso no, no vamos para ninguna parte. El
baloncesto necesita algo más que una cabeza descerebrada, sin valores, sin pudor.
Como decía Antonio Edmundo (hermano De La Salle, quien terminó convertido en
sacerdote y director del Instituto San Juan Bautista): hay cosas que entran por un oído y salen por el otro.
Los canadienses que no estuvieron a su altura y deberán
corregir todas sus acciones para el próximo encuentro contra Turquía, el jueves,
también tuvieron porcentajes extraños: 44.8-13-6-45.0, pero atraparon la
friolera de 64 rebotes (40 de ellos defensivos).
Djurick supera a Francisco Melo |
Mañana los dominicanos enfrentaran a Mali, un estado
sin costa en el África Occidental, cuya capital es Bamako, el séptimo país más
extenso de todo el continente africano, con 1,240,000 kilómetros cuadros y una
población de 17 millones de personas. Que recuerde, es la primera ocasión que
los encuentro en una competencia de este nivel. En 1972 obtuvieron una medalla
de bronce en el Afro-Basket. Se empiezan a definir las posiciones del noveno al
decimosexto lugar.
Así,
así, mamacita así, cachamba, cachamba que vacilón, maracachamba chamba hay.
Los desafíos que afrontara desde ya esta FEDOMBAL serán
enormes. Brotan diferencias entre los miembros del Comité Ejecutivo y braman
asociaciones que se sienten marginadas, no hay aporte para la difusión y el
desarrollo en cientos de comunidades y barrios de todo el país. Hay quienes
están tras la silla que Rafelin ocupa
en el Palacio de los Deportes.
Melo y Frick (14) |
En mi casa he recibido dos comisiones que me han
propuesto sacar de cualquier forma a este pichón de sátrapa de la institución;
con confesiones impublicables, hasta en el aspecto personal. Les respondí como
le dijo Julio Subero Montas a un grupo que se reunió en un café de la capital:
“lo bueno de Luis es que no es
conspirador, pero tendrá que aprender”. De paso, Subero Montas mandó una
comunicación a Uribe Vásquez para brindarle las herramientas para desarmarme y la
tiró al tacho de la basura. ¡Se lo perdió, tampoco lo conoció!
¿Saben cuando Rafelin
estuvo de frente a Subero Montas?... cuando este último estaba en un cajón en
la Funeraria Blandino. ¡Mejor no sigo!
Lo mejor es que Uribe Vásquez no modificará posturas, pretenderá
vivir con la convicción que todo el mundo tiene un precio, y ahí estará su
error. Nunca tendrá tranquilidad, ni espacio, ni tiempo para reflexionar.
¡Fuego con to’!
Rafelin está a las puertas del infierno y aún no quiere darse cuenta. Cree aún
que Luis Mejía Oviedo o Leonardo de Jesús Heredia Castillo, alias Leo Corporan,
al que por cierto, vi ayer, más viejo, más feo y más desaliñado, vendrán con el
cubo de agua de Amarilis.
¡Échale agua
Amarilis que se quema!
No hay comentarios:
Publicar un comentario