Agrios edulcorados…
Caso 228: ¡12 del mundo! O las cuentas mal
sacadas
Jun.30.2016
Musa nos repitió la misma receta, no remachó su actuación
contra los chinitos, pero a los dominicanitos les impuso 34 unidades, dos más que
en el juego inaugural. Atrapó 10 rebotes, sin sudar, repartió 2 asistencias, bloqueó
2 lances y se robó 4 pelotas. Espero, con toda sinceridad, que Juan Elpidio Matos
Pérez, también conocido por el mote Juancito,
haya guardado su teléfono y lo invite para el intercalles de Los Mina, el que organiza
su fraterno José Mercedes Del Rosario, también conocido por el mote de Maita.
Al hablar de Musa me estoy refiriendo al bosnio Dzanan
Musa, líder del conjunto de la ex-Yugoslavia que participa en el Mundial sub-17
que se desarrolla en España y que hoy venció al equipo de República Dominicana,
con una soltura mayor a la esperada.
Ya el presidente de la Federación Dominicana de
Baloncesto (FEDOMBAL) se llenó la boca señalando que habíamos quedado 12 en el
mundo, para los que tenemos un poco más de dos dedos en la frente sabemos que
eso no significa nada. Se entiende que estamos dando por descontado un triunfo
sobre Finlandia el sábado. Si es así, que detenga el inicio de las acciones y envié
a los muchachos de regreso a casa, que quizás aquí podrían comer mejor. Porque
eso de viajar a España para comer plátanos majados, salami Induveca y huevos fritos
deja mucho que desear.
Lo que si debería Rafael Fernando Uribe Vásquez, también
conocido por el mote de Rafelin, es
explicar las largas delegaciones que acompañan a los equipos nacionales. Zaragoza
no es la excepción.
El partido fue puro trámite. Los bosnios nos superaron
por 23 enteros, 96 por 73, sin sudar la camiseta. Hace rato que nos tenían las
medidas tomadas. 26-14 el primer cuarto; 28-20 el segundo; una mitad de 54 por
34. 22-18 el tercer cuarto; y 20-21 en el colofón.
Los dominicanos no hemos podido superar la barrera de
los 80 puntos en ningún partido, media que se toma como índice para pensar en
victorias, e igual marcación para que los equipos con aspiraciones detengan a
los rivales. Apenas en la mitad de las oportunidades se han superado los 70
enteros. En cuatro ocasiones hemos quedado por debajo de los 10 puntos en un
cuarto, inclusive sobre los aparentemente frágiles jugadores malienses.
El poder ofensivo dominicano se concentró en las manos
de Anderson Mirambeaux, que en el partido contra Mali salió lesionado. En su
ausencia ha sacado la cabeza Alfonzo Frink, que en las primeras jornadas estaba
durmiendo el sueño eterno. Por momento, como si “nuestro próximo NBA”, según José
Augusto Castro, tuviera más pelo en su afro que terminaciones nerviosas en el
cerebro… ¡y eso que la mamá está invitada por FEDOMBAL!... ¡por los menos
dos viajecitos se ha dado la señora, más uno más a República Dominicana!
República Dominicana se presentó sin armas
ofensivamente letales en un Mundial, pese a la anunciada intensiva preparación en
los campamentos de fines de semana y en los viajes a la ciudad de Nueva York;
todos pagados por el Estado Dominicano. Tampoco han existido instrumentos para
romper la defensa contraria y nuestros planteamientos defensivos han sido
excesivamente débiles, excepto la derrota por 7 unidades frente a Corea del
Sur, nos han apuntalados reveses por 25 puntos (Bosnia), 30 (Francia), 27 (Canadá)
y 26 (Bosnia, nuevamente).
¿Evaluación del cuerpo técnico?... ¿evaluación del delegado
de FEDOMBAL, doctor Saldivar?... ¿evaluación individual de cada uno de los
asistentes?... ¿evaluación del entrenador Matos Pérez?... dudo que lleguen a
producirse esos reportes; las delegaciones dominicanas son unos paseos
costosos, pero nada más.
Hoy apareció Ismael Valdez, con 14 puntos y 6 rebotes.
El vivo ejemplo de un chico que no se trabajó, independientemente de que viva aquí,
en Nueva York o en la China Popular. Para cualquier mínima pretensión tendrá
necesariamente que agregar unas 40 libras de músculos a su escuálido cuerpo. Quizás
esa sea la prueba fehaciente de nuestra suma de irresponsabilidades.
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