El chivo que más mea
Cuando se reloj marcó el corolario del partido Melvyn
López Guillen se sintió con el Centro-Basket en los bolsillos, medalla de oro
para demostrarles a todos quien soy, a los incrédulos y a los devotos,
exteriorizarnos que es el hacedor de los milagros en el baloncesto dominicano, acto
seguido miró el techo el Roberto Durán y pensó por un instante, mañana no habrá
quien tenga los cojones de desaprobarme,
estoy a la diestra del padre y en el reino de los cielos.
Juan Coronado |
La historia recogerá que República Dominicana le ganó
a México con marcador de 82 por 69, con todo y su buque insignia en el
banquillo, un Sergio Valdeomillos que se ha convertido en el pegamento que sabe
unir todos los egos de los aztecas, aquellos que cantan sus penas y lloran sus
alegrías y ponerlos sobre la duela con acertada presencia. Pero hay gentes
haciendo cálculos, el sistema de competición que trata de imponer FIBA
(Federación Internacional de Baloncesto), otorga posiciones y con eso se está
especulando.
Para unos ganar, ganar y volver a ganar es todo; de
estrategias nada; es algo de lo que se habla con total desconocimiento de
causa. Ahora entiendo porque aquí vinieron más de tres comisiones a explicar el
inédito método, que parece sigue sin entenderse.
La Señora |
López Guillen insiste con su quintetillo que mide una
cuarta del talón al culo, y corrió con Mendoza, Coronado, Liz y Rojas, los
inamovibles, parece como si la selección se encarrilara, pero el choque fue
raro, raro, rarísimo, con unos mexicanos que se perdieron en la cancha entre el
minuto 10 y el minuto 30. Uso a Vargas que esta vez no tuvo un gigante para
defenderlo, continuó con García y le dio un poco de participación a Delgado.
Hubo el deseo de trabajar en conjunto y perder menos balones, se provocó poco
juego debajo de los tableros y pareciera que la mayoría estaba cuidándose de La Señora.
Este Centro-Basket, pensándolo con la cabeza fría,
está resultando jabonoso y comprometido, unos buscan poner sus cuentas al día
para seguir más allá, Belgrado y Torino esperan por una competencia de más
quilates, otros quieren sobrevivir en los nuevos tiempos y otros están
colocados de comparsas; una verbena del verano en la nación del istmo. Hay
mucha gente sujetando a algoritmos un juego de emociones. “Saltos mortales, hombres por los aires, patadas voladoras… eso es
señores la lucha libre”, decía Alberto Tamarez en radio y televisión de
otros tiempos.
Jorge Gutierrez (7) |
A lo tonto, a lo tonto, entre una y otra cosa, estamos
viendo a un tipo que se cree Trujillo y a sus Johnny Abbes García, Víctor
Alicinio Peña Ribera, Candido Torres Tejada, Viterbo Álvarez (Pechito) pidiendo que se les apoye,
quizás aburridos de escuchar sus propios soliloquios, queriendo transformar una
cloaca en show y desfilar sin temor al ridículo.
Todos hablan como celebridades, pero con guiones
pensados y ensayados. Es tanta la presión, que mientras corría el República
Dominicana versus México me confiaron que todos los teléfonos de la delegación
tenían un chip para ser monitoreados
las 24 horas del día; está pasando en Panamá, está pasando en España, y pasará
en Chile. Aunque me resisto a creer todo, hay gente cuya perversidad supera
cualquier intento de imaginación.
Hay quienes dicen que nunca han tenido miedo ante
altercados que verdaderamente dan pánico hasta al más sosegado y cuando la
realidad les golpea la cara se hacen pipi
en los pantalones.
Ayatollah Jomeini |
En algún momento en la historia deportiva de este país
habrá que desempolvar muchos escritorios; muchos desde ya buscan escudarse
señalando que pueden existir responsabilidades administrativas y políticas,
pero jamás delictuales. ¡Mansos corderos!
¿Quiénes caerán en el capítulo de estafa reiterada a
la administración pública?
Roque Napoleón Muñoz |
¿Cuándo alguna institución del estado apriete sobre
los informes que debe rendir el mundo deportivo dominicano, como evolucionará
el proceso de exposición, delación y enjuiciamiento?... ¿los silencios
cómplices se mantendrán?... yo apuraría algunos pasos y contrataría algunas
grúas al Grupo Modesto y hacer lo que se hizo en Irán el Ayatollah Ruhollah Musaví
Jomeini para colocar en espacios públicos algunas figuras.
No todos somos Roque Napoleón Muñoz Peña, en los
tiempos que corren hay muy pocos que se le parecen.
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