jueves, 2 de junio de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 204: 9.1.1 para Vikingo Mendoza
Jun.02.2016

Espero que a estas horas, el presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, se haya gastado una llamada telefonica a Puerto Rico para conocer la situación del jugador Rigoberto –El Vikingo- Mendoza, quien actua en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) con los Santeros de Aguada.

Mendoza
Por lo menos, una llamada hipócrita, simulada, llena de insinceridad, para interesarse por la salud y lo sucedido anoche (Jun.01.2016) en el partido que jugaba contra los Vaqueros de Bayamón; quizás sea mucho pedir a alguien que se maneja de manera tan bufa. Su vida misma es una tramoya, y como decimos aquí, hace las cosas únicamente cuando le salen del forro de los cojones.

Mendoza está llamado a ser la primera fuerza ofensiva de la selección nacional que asistirá al Centro-Basket de Panamá a fines de este mismo mes, a menos que los intereses del “entrenador” estén por encima del deseo de la fanaticada. ¡Yo no dudo nada!

Bayamón se hizo con la victoria, 80 tantos por 66, colocándose a un partido para alcanzar a final a disputar frente a los Capitanes de Arecibo.
Scott

El dominicano en la cita previa había marcado la friolera de 50 unidades y el dirigente Francisco –Paco- Olmos mandó a cerrarle el paso a cualquier movimiento de El Vikingo, para ello colocó al refuerzo comunitario Durand Scott (6’06, 205, Feb.22.1990, SG/SF, University of Miami) de Jamaica, y al defensa Jorge Sanabria Robreno, un total desconocido y quien apenas había estado 167 minutos sobre los diferentes tabloncillos este año (6’00, 185, PG/SG, Oct.13.1993), recomendándoles que imaginaran que estaban frente a una tambora y había que sonarla para que sonara (Mendoza ha estado 1,397 minutos en las duelas puertorriqueñas)… mientras, se concentraba en el juego interior con un Jeleel Akindele más efectivo que nunca, un Andy Panko que cumplía con la faena y Peter John Ramos, como siempre, imponente, aunque sólo marcó tres enteros.

Ambos jugadores maniataron al dominicano, sólo 6 intentos desde el campo en poco más de 25 minutos de juego, entre ellos tres disparos detrás del arco (encestó dos) y seis visitas a la línea de libres. Los árbitros apenas le cantaron 5 faltas recibidas, mientras Scott y Sanabria Robreno encontraron que el cuero del jugador dominicano le salía muy difícil de amasar.

A 8:28 del final se armó la de no te menees, Mendoza y Scott se acariciaron, se empujaron y fueron descalificados. Ambas bancadas saltaron al ruedo.

Ya fuera de la cancha, en el pasillo que conduce a los camerinos, las miradas se cruzaron y aquello parecía un espectáculo de lucha tailandesa, todos en el reducido espacio tratando de que no corriera más sangre. El juego se detuvo por más de 20 minutos mientras los ánimos trataban de retomar el sosiego perdido. Después, nadie recuperó el aliento, el juego se tornó feo.

Al cerrar las acciones, Bayamón colocó contra la pared las aspiraciones de los Santeros.
Esa es la historia.

Al final, estoy seguro que si esa llamada llega será porque lo leyeron acá y sintieron vergüenza.
Ramos, con el balón, Jun.01.2016

Tanta gente que dice sentir y vivir para el baloncesto y por el baloncesto en esa mostrenca “nueva era” y no está al tanto de lo que sucede a sus alrededores. Solo el chisme y lo insustancial, pero pensando en los peso$$$$$$$$$$$$$.

Si yo lo se, que no tengo servicios tecnológicos para captar y escuchar llamadas, que no tengo una red de calieses vigilando las redes sociales, que no tengo una caterva de periodistas a mis servicios, que soy un humilde escribiente, también debería saberlo el mentado Rafelin.


Por suerte mi médico tiene también de paciente a un famoso odontólogo.

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