Agrios edulcorados…
Caso 221: Las cosas de Mariotti y las de
Robertico
Jun.13.2016
Ayer estuve mirando televisión, algo no muy frecuente
en mí. Me llamó la atención ver a Alberto Amengual conduciendo aún “Sea usted el Jurado”, programa que debe
de tener 50 años en las pantallas dominicanas. Por supuesto, ni un solo
acercamiento al rostro de Amengual, pero se notaban sus bien tintadas canas. Entrevistaba
a otro dinosaurio, este de la política Rafael –Fello- Subervi Bonilla, ex-alcalde por Santo Domingo, asesor del
actual funcionario edilicio, pese a pertenecer a corrientes políticas
diferentes y quien trató de volver al cargo en este 2016, pero no alcanzó la postulación.
Mariotti Tapia |
Previo a las elecciones del junio de 1966, Amengual
llevó al programa a Joaquín Balaguer Ricardo, ni remotamente soñábamos con la televisión
a color, quien terminó siendo electo para el periodo 1966-70, señaló haciendo
referencias a su contrincante Juan Bosch Gaviño: “no merece colocarse sobre su pecho la banda presidencial, quien no es
capaz de dar su pecho por la patria”.
Otro de un tinte que manda madre es el de Héctor J.
Cruz, editor deportivo del Listín Diario,
quien tiene un programa llamado La Semana
Deportiva; tampoco acercamientos a su rostro. No creo que el autor de Miniaturas del Béisbol sea capaz de
lanzarse a una piscina; si lo hace se envenenará y hará lo propio con todos los
demás bañistas.
Jochi Santos, Roberto Ángel –Robertico- Salcedo y Daniel Sarcos, venezolano este último, dignos
de que a cada uno se les ponga un cohete entre las nalgas y ¡fuiiiiiinnnn…. a la
luna!, como decía el desaparecido Max Álvarez.
Por cierto, Salcedo (1979) está anunciando una película
para ser estrenada próximamente y otra para enero del 2017 donde aparecerán sus
hijas. ¡Errrr pipo!!!!!!
Salcedo |
Con diez u once películas en su haber, un programa de televisión
semanal intranscendente, además de que escribe guiones, es el director, primer
actor, promotor y demás funciones. Además de ser un monumento al comesolismo, porque no hay otra forma de
definir su labor. Usted coloca todas las películas en una coctelera y no se
hace ni una pera-piña.
Pero donde se rompió cualquier acto de cordura fue la
presencia del legislador Charles Noel Mariotti Tapia, también conocido por
Charlie Mariotti, de la provincia de Monte Plata, en un acto donde presidía la comisión
de zonas francas del Senado de la República.
Este barbarazo, de quien no se puede dudar tenga le
llevarse para si el queso ajeno, porque no se le puede llamar de otra manera recibió
a los visitantes con un polo-shirt, un rompevientos de color amarillo y una
gorra de Golden State Warriors, parecía cualquier cosa menos un Senador de la República.
Mariotti Tapia lleva 10 años en el cargo, acaba de ser
reelegido para un periodo más, y no tengo dudas de que la posición le ha
afectado. Saltar de la televisión a puestos electivos y perpetuarse en los
mismos está produciendo graves complicaciones en el discernimiento de algunos y
este no es la excepción. Que empiece a mirarse en el espejo de Roberto Salcedo.
No es la primera vez que se viste de mamarracho. Aparecer
en tales indumentarias es no tener vergüenza ni respeto por la posición que
ocupa.
Meses atrás se apareció a una sesión de la cámara con
la bandera dominicana pintada en su rostro. Imagino que los desaguisados de
este carajete son frecuentes.
Hay que recordarle al senador Mariotti Tapia que
representa una de las provincias más pobres del país, con enorme potencial, y donde
los índices en 10 años no mejoran. De más estar señalar, una provincia que ha
brindado al país en los últimos tiempos atletas de primera línea y jamás se ha comprometido
a mejorar los programas existentes en la misma. Únicamente lo suficiente para
salir en las pantallas.
Nunca he escuchado que Mariotti Tapia promueva
integralmente la conciencia colectiva, que sepa de la responsabilidad social de
su posición, como difícilmente lo tengan aprendido sus compañeros. La movilización
en Monte Plata es lenta, lentísima, a puños y patadas como lo hizo Gabriel Mercedes
y como lo está haciendo Luis Pié, o corriendo hasta dejar el pellejo en la
pista como Luguelin Santos, porque no hay muchas más oportunidades.
Lejos está de la adopción de conductas éticas para un
compromiso creíble y libre con la finalidad de alcanzar el buen común de todos,
mayor cohesión social, contrarrestar el desempleo y la excusión social.
Espero aún quede un asiento en aquella nave para además
de Santos, Salcedo y Sarcos incluir a Mariotti Tapia.
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