De tabacos, rones y pañuelos colorados
En el primer libro de Samuel, en su capítulo 18, se
habla de que Saúl le entregaba a David a su hija Merab, bajo la condición de
que le sirviera peleando en las batallas contra los filisteos. Este se negó al
considerarse que no era merecedor de ser el yerno del rey. Saúl entregó a Merab
como esposa a Adriel de Mejolá.
David
se consideraba un plebeyo insignificante, aún así Saúl ordenó a sus burócratas
que conversaran con él con la finalidad de entregarle a su otra hija Mical, que
estaba muy enamorada del llano y humilde servidor. “Lo único
que el rey quiere es vengarse de sus enemigos, y como dote por su hija pide
cien prepucios de filisteos” (25). David fue con sus soldados y mató a doscientos filisteos, cuyos
prepucios entregó al rey para convertirse en su yerno. Así fue como Saúl le dio
la mano de su hija Mical.
Para quien aún no lo ha entendido, que se que hay muchos buscando
un mataburros, prepucio es la capa cilíndrica
de piel que rodea al pene, que sirve para cubrir y proteger el glande, la
cabeza del pene.
La página de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL)
sigue sin reseñar la actuación de la selección sub-17 de varones en el Mundial
de la especialidad que se celebra en España. No hace falta cabeza para saber
quien ha prohibido la publicación de las novedades.
En la fecha (Jun.29.2016) nuevamente el equipo dominicano se presentó
en la localidad de Utebo, esta vez frente a la selección de Mali y aunque se
cargó con la victoria, 74 por 70 puntos, el sufrimiento fue pasmoso; como si
los dominicanos estaban resistiendo el corte de sus prepucios. Hay que recordar
que muchas tribus africanas se realizan pruebas de valor entre los jóvenes en
la pubertad.
En tierras malienses hay una enorme cantidad de etnias, ahí estuvo
el imperio mandinga (1235-1546) y persisten beduinos (nómadas), bereberes
(población mayoritaria en el norte de África), dogones (agricultores), fulani
(pastores nómadas), moros, kagoros, malinkes, soninkes, senufos, tukulores, y
reinos como Bambougou, Djedeba, Do, Jalo, Kaniaga, Kri, Qualata, Sibi, Tabon,
Toron y Zaghari. Hace menos de un lustro
los fulani y los dogones por recuperar unas tierras propiedad de estos últimos.
Frink |
Pese a los buenos augurios del primer cuarto, que ganaron los
dominicanos 23 por 14, se inició la agonía apenas se reanudaron las acciones.
En lugar de poner atención a lo que pasaba en la cancha, el dirigente
dominicano Juan Elpidio Matos Pérez, Juancito,
envió a los vestidores a Leandro Fajardo, acompañante de la delegación, para encender unos cigarros, tirar ron
desde una botella y a amarrarle un pañuelo colorado a una bandera de Mali.
El pívot Anderson Mirambeaux se lesionó y no regresó más en el
partido. La sinverguenzura del presidente de la FEDOMBAL, Rafael Fernando Uribe
Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin,
es tan grande, que en un twitt que envía notificando la lesión no sabe escribir
correctamente el apellido de su jugador; una falta de respeto inconmensurable.
Diawara |
Falta Mirambeaux y aparece Alanzo Frink, como caído del cielo, a
la hora de acostarse las palomas, quien terminó la primera mitad con 19 puntos
en su haber. Era la tabla de salvación de Juancito,
que empezaba a hundirse; las malas artes no rinden frutos. Ni los cigarros, ni
el ron, ni el pañuelo colorado pudieron hacer efecto, porque los de Mali
despertaron las alarmas de unos dominicanos que no respondían, y ese cuarto
pasó 19 por 18, aún a favor de los caribeños.
42 por 32 era la pizarra en la pausa. Matos envió segundos antes
de la llegada de los muchachos al camarín a Fajardo para que desatara todo
aquello. Pero quedaba el tufillo en el ambiente.
En el tercer cuarto los dominicanos salieron con energías
renovadas y terminaron con ventaja de 18 enteros, en algún momento de las
acciones la diferencia llegó a ser de 21 puntos; para muchos todo estaba
consumado. Era hora de empezar a cerrar las maletas y regresar al hotel.
Valdez |
Pero llegó lo inexplicable. El cierre estaba 17 a 2, después 19 a
2. Rafelin y su acompañante tenían
las nalgas pegadas a la silla, precisamente detrás de donde encestaban los
malienses, y se convirtieron en convidados de piedra. Quizás iba a tratar de
que se amonestara a Zoumana Coulibaly (dirigente rival) por estar invocando los
servicios de un medico-brujo, pero aquello parecía irreal.
Empezaba a cundir la desazón, el baloncesto no es matemáticas en
estado puro, Uribe Vásquez estaba consciente que los dominicanos estaban
acostumbrados a la palizas que se producen con Matos en la dirigencia y se
colocó en el despeñadero para recibir la derrota; pese a la cartera siempre
dispuesta, generalmente con fondos provenientes del Estado Dominicano, no
existe el elixir para imponerse hasta la eternidad. La historia relata que se suceden
ganadores y perdedores, aunque Rafelin
no lo crea. Necesitaba un triunfo para enaltecer su ego, porque una derrota más
era la llave para que los pirómanos (para el solo existen dos: Federico Borrás
y un servidor) atizáramos más el fuego.
Diallo |
Canasto de tres de Maiga (3-0); fallo en invento de Rivera; dos
rayitas de Keita (5-0), pero el marcador estaba aún en cifras dobles, 66-53;
Keita se amina y encesta otra vez (7-0); Doumbia emboca un tiro de larga
distancia (10-0); Matos muestra la desconfianza en sus hombres y entra a Benítez;
falla Frink; Keita falla dos tiros libres; Rivera marca (10-2) y la ventaja
vuelve a colocarse en 10 puntos con asistencia de Díaz.
Keita se hace de otro canasto (12-2); Frink intenta de tres pero
no acierta; Haidara pierde un lance; Diawara falla otro lance al canasto;
Haidara marca (14-2) y la ventaja se reduce a sólo 6 puntos. Díaz falla;
Diawara tomo el rebote y un bombazo le cae a Doumbia (17-2). El juego 68-65.
Matos trae a la cancha a Valdez y Hernández en lugar de Melo y Matos, pero está
que no se puede tirar un peo. A 3:41 del final Keita corta el balón en intento
errado de pase de Frink, Doumbia va al canasto y recibe falta de Hernández.
Doumbia encesta sus dos intentos desde la línea (19-2) y la diferencia es de
apenas una unidad a falta de 3:16.
A 2:53 del cierre Frink falla, Miaga también falla (2:40) y los
nervios se apoderan de los chicos. Una victoria definía los puestos entre las
posiciones 9 y 12, mientras el perdedor disputaría las posiciones 13 al 16. Rafelin aún pegado en su asiento, teléfono
en mano, removiendo unas aplicaciones de santería que tiene en su teléfono inteligente.
Hasta la respiración se le cortaba.
Frink recibe una falta a 2:34 del final y encesta sus dos lances
libres (19-4) y la pizarra arde: 70-67. Haidara pierde un intento, toma el
rebote y vuelve a fallar; el horno no está para galletitas. Keita comete falta
personal sobre Frink y este encesta sus dos lances libres (19-6), 72-67.
Matos pide tiempo y en lugar de entregar ordenes precisas a sus
jugadores va a conversar con Juan Pablo Brito su asistente; Alex Mirabel
observa desde lejos, ocasión que aprovecho para preguntarme, estará sirviendo
este pendejo para escautearle jugadores a Orlando Antigua, a costa de todo el
pueblo dominicano.
A 1:53 para el cierre Maiga pierde un lance de tres; Frink toma el
rebote y Valdez encesta 2 (19-8) y las acciones 74-67 faltando 1:34. Haidara
falla un lance de 2; Maiga falla un lance más y el reloj baja del minuto. A
0:39 el dirigente de Mali cambia tres jugadores de su plantilla buscando una
lance del que agarrarse. Restando 0:25 Valdez falla dos lances libres, pero los
malienses no han podido marcar en su momento más apremiante.
Con 22 segundos en el reloj Coulibaly produce el último movimiento
de pizarra. 70-74 y ya no hubo más.
Los dominicanos mejoraron sus porcentajes: 45.7 desde el campo,
35.0 detrás del arco, pero como siempre un indeseado 47.8 desde la línea.
Apenas tomaron cuatro rebotes más que sus oponentes (50-46) y ambos equipos cometieron
18 personales. Aunque disminuyeron su número de balones perdidos (17) en ese
renglón sus rivales lucieron más seguros. El banco de los malienses estuvo
superbo, 45 enteros, por solo 10 de los dominicanos.
Haidara |
Tristemente es lo mismo de siempre. Estoy más que convencido que
con dirigencias como la de Juancito,
Melvyn López Guillen, José Mercedes Del Rosario, también conocido por el mote
de Maita, Julio César Javier, también
conocido por el mote de Ayata, no
vamos para ninguna parte. Todo es muy simple, agenciarse el balón, correr,
correr y seguir hasta lanzar al canasto, con pocos pases y sin jugadas
pre-establecidas; si el reloj baja de los 12 segundos ya no sabemos que hacer.
¿Tiene alguno de estos sujetos una sola estrategia para jugar con un hombre
alto?... por eso y otras razones, no descolló Henry –El General- Valdez, no despuntaron muchos que se quedaron en el
camino, pero tampoco se diferenciará Bryant Martínez, a menos que su familia se
encargue de su desarrollo inmediato.
¿Más ejemplos?... Gerardo Suero Castillo, uno de
nuestros escasos defensas de buen tamaño, con adecuado manejo del balón,
mejorable, fue sacado de la selección nacional camino a España en el 2014.
¿Quién se ha preocupado por diagnosticar y tratar sus deficiencias?... ¿alguien
ha trabajado en su lance exterior?... ¿alguno de los tantísimos coaches que le aplauden y lo solicitan
le ha tratado de inculcar que en el juego hay que tener visión para ubicar a
los compañeros?... ¡qué la cabeza no se baja al momento de penetrar!... ¡que
alguien me diga!
¿Por qué hay situaciones que algunos podemos apreciar
y las “mentes privilegiadas” del
baloncesto dominicano no son capaces de observar?
A mi, simple, “el enemigo del baloncesto dominicano”,
establezco sedes regionales, quizás ocho, como está dividido el país para los
Juegos Nacionales, y le entrego cada zona a un entrenador argentino.
Entre ganar y caer derrotado se extiende una línea
invisible, basta con repasar la lista de las leyendas con sus equipos y
selecciones, inclusive para Juancito
y las suplicas de cada día a Walter Mercado.
Toda esta camarilla de cómplices tendrá que asumir
realidades, de lo contrario, los oro siempre serán costosos, lejanos,
imposibles, y a la ganga que los quiere FEDOMBAL se tornarán imposibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario