miércoles, 16 de noviembre de 2016

Tan cortos los olvidos

En el mundo del deporte dominicano el nombre de Henry Orlando Mejía Oviedo podría pasar sin pena ni gloria, algunos lo relacionarán de manera inmediata con su hermano Luis Mejía Oviedo (Baní, Sep.04.1953), a quien todos conocemos como Luisin, actualmente presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD) y miembro del consejo de administración del Banco de Reservas, pero es así, como quien no quiere la cosa, vocal de la Federación Dominicana de Natación. No se cuantas brazadas habrá dado en su vida, pero ahí está, en silencio, agazapado, impune e inmune.

Bucorvus leadbeateri
Es también miembro suplente de la Junta Central Electoral (JCE), desde inicios del año 2012, y desde tiempos muy pretéritos, presidente del Ateneo Dominicano. Está o estuvo en la Liga Municipal Dominicana (LMD), como director de un departamento inmediatamente salió de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, de la cual fue su vice-presidente hasta el año 2008, donde recibía un salario de 313,304.00 pesos con 00/100, moneda de República Dominicana, según cuenta en la sentencia número 120-2012 de Tribunal Superior Administrativo de Ago.31. 2012.

Mejía Oviedo junto a Freddy Bolívar Almonte Brito, José Maceo y Luis Yépez Suncar, reclamaban “beneficios adquiridos”, honorarios, bonos y otros beneficios retenidos en su perjuicio por el monto de 40.5 millones de pesos y para lo cual contrataron al doctor Milton Ray Guevara, actual presidente del Tribunal Constitucional.

búhos de Madagascar
Mejía Oviedo renunció a su cargo en la Cámara de Cuentas apenas instantes antes de que Senado de la República iniciara un juicio político a los miembros de la entidad bajo la imputación de comisión de irregularidades en sus funciones. Con la dimisión evadió el juicio político, pero esta sociedad saturada de privilegios lo exoneró de ir a un juicio de fondo, a él y sus demás compañeros. En esos tiempos era también dirigente del Partido  Revolucionario Dominicano (PRD) del que renunció para formar parte del Partido Social Demócrata Dominicano encabezado Hatuey De Camps Jiménez (+).  

Se desprende sin muchas pretensiones, que es indelicado y también un tránsfuga. Sabe colocarse hacia donde el sol alumbra.

Mejía Oviedo y Almonte Brito (también renunciante de la Cámara de Cuentas en las mismas fechas) desfilan como potenciales miembros de la JCE a designarse por el Senado de la República, con la oposición de las instituciones no afines al Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Igual suerte se le imputa a la abogado y productora radial Carmen Imbert Brugal, cuestionada por reconocer apoyo manifiesto a Danilo Medina Sánchez durante las pasadas elecciones.

chrysolophus pictus
Ese monstruo mediático llamado opinión pública que se ejerce desde los despachos de instituciones públicas prominentes, que trazan pautas y son seguidos a pies juntillas por la mayoría de los editores de diarios y periodistas, a manera de censura o con dosis elevadas de autocensura, para que sólo asumamos una opinión publicada, proporcionó la formación de esta anunciada Junta Central Electoral que empieza a ser asumida como un servicio imprescindible al país.

Además de los mencionados, Roberto Saladín Selín y Julio César Castaños Guzmán, los más repetidos en las papeletas (Saladín Selín esta próximo a los 80 años de edad, fue gobernador del Banco Central y nunca ha tratado temas electorales; Castaños Guzmán es vice-presidente de la Suprema Corte de Justicia, pasó anteriormente por la JCE y en esos momentos fue eclipsado por Roberto Rosario Márquez). También, Luis Mariano Matos, director de Registro Electoral y Guarino Cruz, pasado consultor jurídico de la JCE. Rafaelina Peralta Arias, quien ha sido oficial del Estado Civil, consultora jurídica de la JCE y miembro titular de ese tribunal del 2002 al 2006. Rosario Altagracia Graciano De Los Santos, miembro titular del Pleno de la JCE; Santiago Sosa, presidente de la Junta Electoral del Distrito Nacional; Trajano Vidal Potentini Adames, abogado, politólogo y catedrático universitario, presidente de la Fundación Justicia y Transparencia (FJT); y por supuesto, el omnipresente nombre de Rosario Márquez, allí desde el 2003, desplegando toda su parcialidad, sus osadías, la concreción de sus tentaciones. En días pasados sonaron con instancia los nombres de John Guiliani Valenzuela, Mariano Américo Rodríguez Rijo y José Manuel Hernández Peguero, todos miembros del Tribunal Superior Electoral.
Uraeginthus angolensis

A la doctora Imbert Brugal (Ponce, Puerto Rico, 1955) la escuché decir sobre Mariano Germán Mejía, actual presidente de la Suprema Corte de Justicia, mientras se conformaba la misma en el año 2012, palabras más, palabras menos: “es imposible pensar, debido a su condición de prestante jurista que el doctor Germán Mejía antepondrá sus simpatías políticas a los más nobles intereses del país; todos conocemos al doctor Germán Mejía y su dilatada presencia en los tribunales”. Todos sabemos en lo que ha devenido la justicia dominicana con la presente Suprema Corte de Justicia. Algo parecido dijo una vez de Reynaldo Pared Pérez, secretario general peledeísta y presidente del Senado de la República: “Reynaldo, con un amplio ejercicio de la abogacía, no es un hombre a quien le vaya a temblar el pulso al enfrentarse a 50 millones de pesos”.

A favor de esta mujer hay que decir que intelectualmente es más brillante que todos los propuestos, expone argumentos con sobrada independencia, siempre muy apegada a las normas y principios éticos, algunas veces hasta lo rayano; estuvo en la Junta Electoral del Distrito Nacional hace muchos años, aunque parece que algunas de sus proyecciones, como las citadas, no alcanzan a para convertirla en pitonisa. Graciela Azcarate, en las páginas dedicadas a la genealogía señaló sobre esta familia puertoplateña: “cien años después queda un rumor de sables, de revolución y montonera, hijos de su tiempo, el fantasma de un mambí se agita  en duermevela y si usted huele profundo encontrará la tufarada de la melcocha en el trapiche, el sabor picante de un habano y la irreemplazable cadencia de un son promoviendo candela y ron”.

Fratercula Arctica
Toda esta gente nos llevará previsiblemente a nuevos desengaños, nos mantendrá desprovistos de la fuerza suficiente para llevar a cabo equilibrios necesarios y apremiantes, mientras se sumarán a el status quo vigente, continuarán los mismos de siempre tratando de que sigamos creyendo en las elites políticas sin distinción, y proseguirán colocándonos lejos de los asuntos que importan, abandonados por la mundialización, mientras nos roban costumbres, hábitos y creencias. La espera se perpetuará hasta que alguien anuncie cambios verdaderos, nos distribuya la esperanza de la prosperidad, rompa el populismo y ofrezca remedios para las penurias con mejor calidad de vida.

Nos quedan pocas referencias intelectualmente impúdicas que se atrevan a señalar que en la naturaleza más intima de un peledeísta no está ser magnánimo, ni agradecido, ni clemente, ahí sólo priman intereses.

El Ateneo Dominicano sometió el septiembre pasado la nominación de Rosario Márquez como integrante nueva vez de la JCE. Lo que causó revuelo, sin mayores consecuencias. Se alegó que: “cumple con los requisitos para ser miembro de la JCE”. El Ateneo Dominicano está considerado como una de las instituciones de carácter cultural más antiguas del país (fundado en Oct.26.1907). En esta gestión de Mejía Oviedo es controlado herméticamente por partido oficialista, y se ha distinguido por hacerles reiterados reconocimientos y homenajes a altos funcionarios del tren administrativo y personalidades afines al peledeísmo.
erythrura gouldiae

Escuchaba a José Martínez Hoepelman, miembro de  Institucionalidad Democrática, una de las tantas manifestaciones que la sociedad civil, que señalaba: “Henry Mejía Oviedo demostró vinculaciones partidarias y antecedentes de fuertes cuestionamientos en funciones públicas. Tanto él como Almonte Brito como integrantes de la Cámara de Cuentas, en el año 2008, fueron acusados por la Cámara de Diputados de violar la Constitución de la República, violación a las leyes del órgano fiscalizador del Estado, de función pública y contrataciones de bienes, obras, servicios y concesiones del Estado. Además de nepotismo, soborno e ineficiencia”, (El Caribe, Nov.11.2016).

En su columna, el periodista César Augusto Medina Abreu (Listín Diario, Nov.14.2016), actual viceministro de Política Exterior Bilateral del Ministerio de Relaciones Exteriores, expone las cualidades de Mejía Oviedo: “como profesional, como ciudadano, como ente social, como ser humano, Henry Mejía es inobjetable no sólo para ir a una membresía en la Junta Central Electoral sino para cualquier posición pública. Tiene tantos méritos como Julio César Castaños para ir a ese órgano del Estado... y más que la mitad del CONEP (Consejo Nacional de la Empresa Privada)”.

No se si escribió como un periodista serio, como una pluma comprometida o como el “enllave” de Luisin. Luis Mejía Oviedo también es co-presentador del espacio matutino Hoy Mismo que produce Medina Abreu y donde participa también Oscar Medina, hijo de este.

Opisthocomus hoazin
En República Dominicana le hemos dado tanto respiro a la memoria y al estudio de nuestra historia reciente que nos olvidamos de la dignidad, la sobriedad, la vergüenza y el respeto. Mañana será imposible utilizar los diarios nacionales para comprender las situaciones que se viven. En la misma edición aparecía un artículo de Oscar Medina (miembro del consejo de administración del Banco de Reservas, propuesto tiempo atrás para substituir a su padre como embajador en España), hijo de Medina Abreu, bendiciendo la gestión de Rosario Márquez y de colofón nos regalaba que el país vivirá eternamente agradecido de su paso por la JCE.

Es como si reiteráramos los tiempos de los lotófagos (en griego, λωτοφάγοι), aquel pueblo del nordeste de África que vivía en una isla a la que van a parar Ulises y sus amigos, regresando de Troya en las naves de Odiseo, cuyo principal atractivo era comer el fruto del loto y entrar así en los mares del olvido. El olvido dueño del costado sedante del ser humano, es una especie de opiáceo que nos sumerge en la tranquilidad de no recordar nada, ni lo bueno ni lo malo. Un estado indefinido y vago que no activa la nostalgia de una antigua liberación de endorfinas.
Aegithalos concinnus

La memoria, como contrapeso del olvido, es el resultado de un ejercicio. El olvido, la omisión, el descuido son fácilmente contagiosos y no tienen costo; tampoco tiene ningún gasto energético, es el ahorro perfecto. Su fundamento es el egoísmo, aunque ello no implica que no pueda expresarse socialmente. El olvido no deja huellas, borra rastros, altera pruebas, reordena signos. Le gusta la confusión, los amasijos, las argamasas, los fárragos y el sinsentido. La aleatoriedad pura, no estocástica (del latín stochasticus, que a su vez procede del griego στοχαστικός stochastikós "hábil en conjeturar"), ya que el determinismo no cumple ningún papel. El olvido es la expresión cognitiva de la entropía, el camino que eligió el destino para llevarnos hacia la muerte térmica. En ese sentido la lucha contra el olvido es la lucha contra el propio destino y eso tiene, claramente, un carácter heroico. 

Pese a que las tarjetas tienen cantados los integrantes de la nueva Junta Central Electoral aún creo que la mayoría se llevara más de una sorpresa. En lugar de empeñarse en dibujar un escenario inmaculado de progreso optimista y las terribles consecuencias del desmembramiento de régimen imperante, nuestros gobernantes de turno deberían recordar los tiempos donde su fundador trazaba pautas morales.

Calypte Anna
René Favaloro (La Plata, 1923 / Buenos Aires, 2000), el médico más recordado y famoso de Argentina, desarrolló el bypass coronario con empleo de la vena safena, que sólo en Estados Unidos salva anualmente la vida de 700 mil personas; para más señas se efectuó una encuesta donde se buscaba el “gen argentino” y recibió más votos que Diego Armando Maradona y que el Ernesto –El Che- Guevara, señaló: “quizás el pecado capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis críticas, insisto, en esta sociedad del privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la desesperación. Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga”. ¿Cuál de nuestros hombres públicos podría hablar en voz alta?


A país le sigue faltando una democracia con todas sus letras.

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