Agrios edulcorados…
Caso 293: Marcos Salcé en el
corazón de Rafelin
Nov.02.2016
Hoy está de cumpleaños Marco Salcé
(Nov.02.2016), presidente de la Asociación de Baloncesto de Santiago (ABASACA),
y estoy más que convencido que el presidente de la Federación Dominicana de
Baloncesto (FEDOMBAL), Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el
mote de Rafelin, no lo llamará para
felicitarlo, tampoco le enviará ningún presente, mucho menos dará instrucciones
a su Bello Andino, Junior Alexander
Páez Atez, también conocido como El Yipi,
para que le extienda unos parabienes. Si así fueran las cosas tan banales,
Salcé pasaría un triste aniversario.
Rafelin nos ha
vendido una FEDOMBAL sin problemas, sin deudas
y haciendo alardes de arcas llenas de dinero, pero la entidad posee muchos
problemas y la tónica ha sido negarlos. Tiende a exhibir logros con los equipos
nacionales en diferentes planos, pero nada más. Sus promesas de reanimación
económica marchitan cada día y se esconden datos oficiales. Pese a que se está
jugando en La Vega, Monte Plata, la región Este con el II Torneo de Baloncesto Regional Este (LIBRE), Copa Boyón
Domínguez, Los Alcarrizos, no hay buenos indicios y las proyecciones vuelven a
caer, incluidos los actos de violencia que se suceden cotidianamente y se
tratan de ocultar.
Por supuesto, Santiago retumba más en la escena pública y va más
allá de aquel palabrerío mondo, aquello que definió siempre como un modelo,
repitiéndolo a todos los vientos hasta cansar de tanto refrendar. La política empleada
por Uribe Vásquez sigue transitando la lógica de las épocas de lo que el mismo
definió como superadas. En palabras llanas, atrasa de modo visible. Por
supuesto, reinventar y reconvertir son palabras huecas.
Los
anacronismos tendrían relación con casi todo. Los hechos y los discursos. Pero
la repetición mecánica de acciones y discursos deriva sin remedio en postales
como las que han empezado a observarse: una mengua de concurrentes, una escasez
de representación y, por ende, una pérdida de fortaleza. Rafelin y su círculo deberían comenzar a imaginar un formato nuevo
para el futuro. La idea de imponer un baloncesto movilizado funcionó, con
claroscuros, hasta antes de la reelección de este 2016, cuando algunos miembros
del pasado Comité Ejecutivo le manifestaron sus aspiraciones y la negativa a
continuar como muchachos de mandados.
Hoy sólo le queda arengar a los pocos partidarios, los que está
tratando de insertar a toda carrera en las asociaciones provinciales para
extenderse más allá del 2020 y por ello recurrirá hasta las más torpes
decisiones; lo más torpe, dictar suspensiones a sus desafectos e inmediatamente
convertirse en parte del espectáculo para próximas competiciones. El dominio
maniqueo entre los presuntos buenos y malos del baloncesto y la sociedad. Si
esto no es esquilmar, pues no existe un Dios sobre los cielos. Ambiciones nada
módicas.
Con aquel
maniqueísmo, los seguidores de Rafelin
enfrentan ahora más de una dificultad. Hay una oposición que está
contraponiendo un discurso que ancla en la armonía colectiva y en un imaginario
de la felicidad baloncelistica posible de ser alcanzado. Ofrece una ilusión que
Uribe Vásquez ya no parece capaz de transmitir, sus acciones hablan por si
solas y los cambios de humor son frecuentes. El presidente de FEDOMBAL hace
esfuerzos por incluir a la mayoría en el paisaje, pero se está quedando solo.
El Comité Ejecutivo es en ese aspecto un buen reflejo, cada quien haciendo lo
suyo, en las propias narices del adalid de “la
nueva era”. Ha negociado proyectos con todas las fuerzas, como si aquello
fuera una herencia. Hace concesiones difíciles de cumplir a los que quedan a su
alrededor. Su prédica de la armonía no posee así algún soporte.
Se escribe un libreto carente de atracción. Su recurrencia a
buscar inspiración en historias obsoletas, que tuvieron épica y realismo
mientras nos vende sus relaciones con las más altas instancias del baloncesto
internacional, pero que en el plano de la realidad se desvanecen. Rafelin sazona permanentemente ese menú.
Sus comparaciones son imprecisas frente a otros acontecimientos que ocurren en
la región.
Tiene al menos la punta de una madeja que resulta compleja e
indescifrable, pero no sabe colocar las agujetas para empezar a tejer. Nunca
Uribe Vásquez tendrá en cuenta tres cosas. La enorme crisis económica que
incubó durante la última etapa de la administración de Frank Herasme y que
aprovechó para hacerse cargo de FEDOMBAL. Cuando pretendió paliar esa misma
crisis con un ajuste muy personal del que nunca ha querido revelar detalles,
terminó empeorándola, pero salió ampliamente beneficiado. Tampoco, la
corrupción que perforó transversalmente todo el sistema de las competiciones,
los procesos electorales, las asociaciones provinciales.
El baloncesto dominicano está desarticulado brutalmente. Así de
peligroso acostumbra ser el péndulo. El desastre se torna indefendible. Le
queda el recurso de la victimización tenaz que apuntaría a esconder sus
auténticos problemas: no tener explicación para la putrefacción de su tiempo;
tampoco recursos para reinventar “la
nueva era”.
Mientras tanto, un saludo afectuoso de cumpleaños a mi compueblano
Marcos Salcé. De quien no creo todo lo que se dice de él, pero quien tiene que
andarse rápido para defenderse de estas calaveras.
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