Vamos por partes (respuesta
a un comentario de Américo Celado)… hasta este instante sigo esperando que
alguien relacionado al deporte dominicano me señale las cosas donde he estado
extraviado o en las que no he tenido la razón; como no tengo dos años en esto
(me inicié en el año de 1977), el tiempo siempre ha sido magnánimo conmigo
otorgándome lucidez en todo soplo. Quizás soy el único que ha denunciado las
vagabunderías en ABADINA y FEDOMBAL por más tiempo. He pagado mi pitanza por
señalar a tanto corrupto y nadie me ha doblado el pulso.
En el camino he entendido
que aquí todos tienen un precio y cada día me encuentro con más gárrulos: unos ceden
por un cheque, otros por un pasaje; los hay que son seducidos por una funda de
mangos o una chata de whisky (no siempre del mejor). También aspiran a
apartamentos, contratas de grado a grado y un largo rosario de sinecuras…
¿quieres que hagamos una visita a los apartamentos entregados en las
administraciones de Leonel Fernández o Joaquín Balaguer?... ¿te atreverías de
desnudar todo el periodista corrupto, empezando por los más serios, que
bailaron en el gobierno de Hipólito Mejia?...
¿Por qué el travieso Luis
Mercedes y su hijo, Luisito Mercedes, han tenido tanto éxito en los medios de
comunicación del país?... pero, ¿solo en los medios de comunicación?...
Tu debes de saber mejor que
yo que aquí hay periodistas que nunca han tenido un libro en las manos, que los
hay quienes han escrito columnas para noticieros internacionales auxiliados por
otras mentes más fecundas, que nuestro diarismo está plagado de firmas que no
son lo que escriben; inclusive por si no lo sabias a José Rafael Lantigua se le
preguntó por José Saramago y señaló que no lo conocía (busca la colección
Anaquelitos de Ultima Hora) y ese carajo fue secretario de Cultura durante los
8 años de Fernández Reyna.
Si te refieres a mis
infelicidades e injusticias, he de decirte que siento todo lo contrario. Tengo
una familia funcional, una empresa propia en crecimiento, cada día mis escritos
tienen más seguidores pese a que ningún editor cobarde se atreve a publicarlos,
pero más importante aún, mi mejor obra es la de haberle inculcado a mis vástagos
que tienen que ser hombres de bien y servir a la patria, no a servirse de ella.
Si en verdad fuera triste y amargado, como esta prensa incapaz de redactar una
nota correctamente, ha querido venderme, de satanizarme, me escondería y no
sacara la testa a la luz pública, pero me encanta recibir cada día los rayos
del sol.
Aquí hay gentes, periodistas
incluidos, que le han inculcado a los hijos a beneficiarse de las finanzas públicas,
de vivir eternamente con cargo a la nomina del estado, incluyendo a gente tan
“prominente” como el clan Vincho Castillo. Hay aún gente de la famosísima
“Banda Colorá” insertada en los medios.
Tengo unas manos que sirven
más que lo que oran, me considero justo y quizás demasiado franco. Algunas
veces he llegado a pensar que me he extendido más de lo suficiente frente a los
demás, sin esperar nada a cambio; pero aquí hay muchos espantadizos e ídolos
con pies de barro que se esconden en falsas posiciones. Gente que pretende
vivir de glorias ajenas.
¿Podemos hablar de servicios
comunitarios?... pregunta en el Mauricio Báez, donde tienes vínculos muy
cercanos, sobre mis aportaciones a la botica del dispensario, siempre carente
de todo medicamento y la que no tiene ningún doliente. ¿Sabes lo único que recibí
como respuesta?... “cuanto es en efectivo lo que donaste”. Creo que eso es
faltar al don de gente. Después, todo lo canalicé por intermedio de la señora
Sobeida Guerrero y el presidente de la entidad, señor Saturnino Martínez. A
este último, verdadero líder comunitario del sector de Villa Juana, un grupo de
bandoleros lo quieren hacer papilla.
Todos los días de mi vida me
levanto a trabajar desde que tengo 11 años de edad; he sido mensajero,
vendedor, cobrador, periodista, encargado de un departamento de producción de
medicamentos, jefe de promoción de una empresa farmacéutica, agente de
jugadores de baloncesto, corresponsal de medios y quien sabe cuantas cosas más.
Pero nunca me he retorcido, jamás me he arrastrado, pero tienes que saber que
tienes muchos compañeros de profesión que tienen la barriga llena de callos.
Una sola vez he pedido ayuda
y esta nunca llegó, pero el tiempo pasa y los hombres superamos las
adversidades. A la persona a la que solicité un respiro y se comprometió
conmigo a saldar esa momentánea situación quizás ahora se entere que le salvé a
uno de sus hermanos de las garras de la Policía Nacional.
Para no hacerte el cuento
muy largo, un día llega mi hermano y me pregunta si conocía a XYZ y le dije que
si, a seguidas le pregunté que te pasó y me relató más o menos lo siguiente:
“estaba en el supermercado Asturias de la 27 y se me acerca este señor; me
pregunta si era hermano tuyo y al responderle que si, se me arrodilló, se
afirmó de mis piernas y me dijo que todos los días le daba gracias a Dios
porque tu te habías puesto en su camino. Aquello me pareció un acto de mal gusto,
pero el tipo de verdad estaba agradecido”.
¿Recuerdas las
gris-celdas?... ¿te acuerdas qué le pasaba a todo el que iba solo en uno de
esos vehículos de la Policía
Nacional ?... pues a ese muchacho, ya convertido en hombre,
que tu conoces y al hermano también, se lo arranqué a una de esas gris-celdas y
evité que fuera machacado, torturado, golpeado y borrado de la faz de la
tierra. Por si no lo recuerdas, las gris-celdas son uno de los capítulos más
obscuros de la Policía
Nacional , ahora bajo la jefatura de Manuel Elpidio Castro
Castillo a quien ustedes los de Villa Juana pretenden vender como un ser
impoluto.
No tengo temor, no guardo
amarguras personales, pero no olvido; quienes me critican no se han preocupado jamás
por conocerme, pero no me dejo arrastrar por ese populismo barato, oportunista
y sin razón.
En lo referente a Ramón Rodríguez
(El Teacher) repito que no está haciendo nada por el bien de la entidad; se está
convirtiendo en uno más que pasó por ahí. En su caso esta es la segunda vez,
pero nada diferente a Johnny Marte, Roberto Ramírez, Agustín Cortes, Candelario
Hidalgo, y otros tantos que no recuerdo. Dos cosas los hacen vasos comunicantes,
no han contribuido en nada al desarrollo de la actividad del baloncesto en la
capital dominicana y todos han ido a buscar la bendición de Leonardo de Jesús
Heredia Castillo, alias Leo Corporán, a quien todos pretenden colocarlo a la
altura de los querubines, para después nadar en el desierto de la indiferencia.
Aquí termino, sólo para
decirte que hasta el último día de mi vida estaré buscando desenmascarar a todo
el farsante que ha terminado convertido en legión para esquilmar el país.
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