La guerra de Twitter que ha vivido el baloncesto
dominicano después de las declaraciones del jugador Yack Michael Martínez ha
sido intensa. Cada quien ha fijado su posición y la polémica ante los irreverentes
pronunciamientos parece aumentar, los ánimos están aún exacerbados. La entrevista
que realizó Franklin Mirabal no logró bajar las revoluciones, pero mostró un ánimo
diferente. Revisé la cuenta de Twitter del capitán del seleccionado dominicano
y no ha vuelto a amenazar con decir más cosas, pero seguro tiene más tiros en
la pistola.
Han salido a relucir muchas verdades pero también
muchas señales de humo que se disipan con la llegada de los vientos. El
baloncesto dominicano continúa siendo un hipódromo dentro de las canchas o
mejor, como señalé alguna vez, es un baloncesto ping-pong; pero también un ring
de boxeo fuera de ellas. Nunca ganaremos un Premio Nobel, pero hemos creado un
hibrido que nadie nos envidia, y que cada día tiene más cabezas.
Desde mi óptica, sólo caerá el espejismo mediático que
pretende hacernos creer el ingeniero Rafael Uribe Vásquez, presidente de la Federación Dominicana
de Baloncesto (FEDOMBAL). Pero quiéralo o no, la crispación no se
irá de vacaciones como asignatura pendiente de un mal estudiante.
Se puede comentar, naturalmente, si el timonel de la FEDOMBAL acude a sus
oficinas feliz o arrastrando los pies, por decisión suya o por decisión de los múltiples
compromisos. Hay gente sedienta de que se explique que está realmente haciendo
o busca jugar a que su propio equipo nunca lo cuestione.
En el mejor de los casos será un debate de menor cuantía frente a la
higiénica y democrática oportunidad de escuchar su versión de los escándalos
que se avecinan y contrastarla con las de las otras fuerzas del baloncesto. Después
de su regreso de Venezuela el ingeniero Uribe Vásquez no ha sacado la cabeza,
pero ha continuado con su practica de subir a su cuenta de Twitter los
homenajes que recibe de sus hermanos, quizás nunca se haya preguntado si esos
reconocimiento se le hacen a él o al presidente de la FEDOMBAL.
¿Entenderá alguna vez que esta es una sociedad llena de lambiscones?...
¡coño!... los tiene hasta en su propia
oficina y no se quiere dar cuenta. Pero
hay lambiscones en todas partes, en la administración pública y en la empresa
privada; en los organismos descentralizados y en los medios de comunicación. Quizás
el lo deba de tener muy claro porque le sirvió a un de los funcionarios más
buscados por esa calaña de gente que se arrastra, pero también uno de los
peores valorados de la administración de Leonel Fernández Reyna, el ingeniero
Manuel de Jesús (Freddy) Pérez Gómez (ex-director de
Pero los tiranos se rodean de hombres de la peor calaña porque les gusta
ser lisonjeados y saben que ningún hombre de espíritu elevado les adulará...
¡más claro ni el agua!
Uribe Vásquez tiene la obligación de hablar, porque el buque insignia de
“la nueva era” podría zozobrar en cualquier momento. Yack Michael Martínez
encendió el fuego del sindicalismo, se tomó atribuciones que no le competen y
trazó pautas. Todo lo que se ha dicho después, de manera ejecutiva, ha caído
sobre los hombres de Eduardo Najri. Lo señalamos mucho tiempo atrás, el llamado
a la selección debió ser abierto, amplio, incluyente, pero se prefirió colocar
primero los intereses de Pedro Pablo Pérez sobre los intereses de la nación
dominicana, con el consenso de todos.
No es evadir la situación señalando que el Palacio de los Deportes
debería de ser demolido o que hay que construir una Casa Nacional del
Mini-Baloncesto en el mismo corazón del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte. Esas
posiciones a las que hay que aferrarse con tantísima fe, me huelen a búsqueda;
si, a la búsqueda del moro perdido. El
reto del presidente Uribe Vásquez es llevar mediante una comparecencia abierta,
nada complaciente con sus medios favoritos, para llegar al fondo de sus
ejecutorias y la obligación de que ese Comité Ejecutivo que arrancó con tan
buen viento sea tomado en cuenta; tenemos la extendida sospecha de que está
siendo condicionado por más de un sinvergüenza.
Por cierto, FEDOMBAL,
inmaculada, pulcra, intachable, casi virginal, debería de iniciar una cruzada
para que a Eduard Santana, miembro de la selección nacional que asistió a este
Pre-Mundial de Caracas, le sea saldada la deuda que con el mantienen los Gaiteros
del Zulia, equipo de la Liga Profesional
de Baloncesto de Venezuela. Hay más de unos pocos dólares en juego. Insisto de
la poquísima profesionalidad de los agentes
de jugadores en el país, todos aliados de la gestión de Uribe Vásquez. De
paso, abrir una investigación si el equipo con sede en Maracaibo cumplió sus deberes
de años pasados con Reggie Charles y Alexis Montas.
El enroscamiento autista de Uribe Vásquez en
su pertinaz negativa a acudir a conversar para proporcionar un relato
alternativo al del capitán de la selección nacional choca de frente con la
esencia de una democracia deportiva porque, como señala más de uno, “esa
aritmética es la política de los dictadores (…). Pero la democracia es
ecología: un sistema en el cual, aunque se pueda, no siempre se debe” (ver: Los
señores del poder, Galaxia Gutemberg). Así, la comparecencia del presidente
será siempre una cuestión para la buena marcha de la actividad.
Uribe Vásquez puede refugiarse en su
bunker o en la mayoría de su grupo que le ha jurado lealtad a cambio de canonjías,
pero no debe por ecología democrática. Sus pocas iniciativas son reflejo de su
debilidad interna. Por eso ya empiezan las fisuras en el seno del Comité
Ejecutivo, ya hay quienes no asisten a las reuniones mensuales, y otros lideres
de la disciplina están buscando consolidarse con estrategias más elaboradas,
menos condicionadas a los medios afines y a la presión social que llegará desde
diferentes puntos. En Venezuela estuvieron presentes algunos de los que están
dispuestos a mocharle la cabeza como
primero de FEDOMBAL.
Hay quienes no quieren más pactos
con la estructura que dejó Frank Herasme, pasado presidente de la entidad y de
la que Uribe Vásquez resultó heredero. Se dice que hay más de una bala de plata
guardadas por ahí. Inclusive pude ver una que reproduce un mantra utilizado por
un político español, adaptada a nuestra realidad: “váyase, ingeniero Uribe”.
Todavía
Uribe Vásquez puede tomar algunas iniciativas y tratar de neutralizar las
condiciones adversas que le llegarán, solicitando quizás alguna moción de
confianza, como por ejemplo, elegir el terreno de juego y las reglas, pero imbuido
en sus telares quizás no alcance a darse cuenta de la magnitud de todo esto.
Pero no
hay mejores antisépticos que el aire y la luz del sol. ¡Hable, ingeniero Uribe,
hable!
La
democracia del baloncesto es algo más que contar venablos, repartir boletos aéreos
y hacerse el gracioso con sus compinches.
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