El Club San Lázaro se fue hasta
Nueva York para celebrar su aniversario número 50. Una fiesta acá que prácticamente
pasó desapercibida y otra en territorio de los Estados Unidos que al parecer se
realizó por todo lo alto. El encuentro local fue patrocinado por Gonzalo
Castillo, actual ministro de Obras Públicas y Comunicaciones.
Las fotografías en las redes
sociales son todo un poema y sirven para hacerse una idea de la panorámica.
Hasta la ciudad de los rascacielos se trasladó una amplia comitiva, directivos
e invitados, además la coincidencia que de paseo por esos lares estaban
Saturnino Martínez, presidente del Mauricio Báez, y los hermanos Tolben y Ronny
Jaquez, de la cúpula de Los Mina, los que fueron utilizados gráficamente.
Hubo gente que recibió un
tratamiento inesperado, visado y pasajes incluidos. Cualquier instancia era
oportuna para validar la compañía; gente que nunca antes se había montado en un
avión, ni había pasado por las puertas del Consulado de los Estados Unidos.
¡Fiesta y romo!... ¡mucho romo!
Las cenas, los paseos en barco, las
exquisitas langostas, y quien sabe que otras menudencias.
En los preparativos me llamó
inmensamente la atención que Luis Manuel Prince, Manolo, uno de los más grandes
jugadores de baloncesto con los que ha contado el país, y actual líder
comunitario, se hiciera siempre acompañar de Wilfredo Soriano, también conocido
como Felinche.
Prince |
Soriano está en la nomina del
Ministerio de Estado de Relaciones Exteriores, ocupa el cargo de secretario de
la embajada dominicana en África del Sur. Un amigo recibió la confesión de que
este último nunca había viajado hasta la nación africana.
En buen dominicano, ¡una botella!
Además, se ha inmiscuido en los
medios de comunicación hispanos en la ciudad de Nueva York, produce un espacio
llamado Dialogo Abierto, dirige el movimiento
El León Vuelve y es candidato al Comité
Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y director ejecutivo de la Soriano Basketball School.
Decía Charles Dickens: “cada uno de nosotros forjamos las cadenas que arrastramos
en nuestras vidas”
Los festejos del cincuentenario
lazareño hubiera sido una excelente oportunidad para saldar las deudas
pendientes que mantienen con entrenadores y jugadores de sus equipos superiores
de baloncesto y volcarse al compromiso de fortalecer las categorías formativas
de la entidad, que en los últimos tiempos han perdido brillo ante instituciones
barriales de más empuje.
Quizás no se ha entendido que lo
necesario en el momento es la búsqueda del desarrollo
y bienestar ambiental y económico de la colectividad. El sector no cuenta con
un programa sólido que sirva de herramienta a la integración de organismos y sociedad
como protagonistas de su propio perfeccionamiento cuyos factores y logros
contribuirán en el crecimiento social colectivo inculcando un cambio de
actitud, lo cual permite alcanzar una calidad de vida con valores que hagan
tomar conciencia de lo que significa vivir con dignidad a la vista de todos.
Soriano |
Nadie ha creado
conciencia reflexiva en la población para, que fuera de la actividad deportiva,
también participe en temas familiares, sociales, educativos, medio ambiente y
técnicas de huertos de hogar, orientados por profesionales a través de
diferentes técnicas que la población pondría en práctica.
Cito de Principios de
Vinculación Comunitaria: “en las últimas dos décadas, la investigación y
práctica de la promoción de la salud han recurrido cada vez más a la
vinculación comunitaria, definida como “el proceso de trabajar
colaborativamente con y a través de grupos de personas afiliadas por su
proximidad geográfica, intereses especiales o situaciones similares para hacer
frente a circunstancias que afectan su bienestar” (Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades [Centers for Disease Control and Prevention; CDC], 1997, pág. 9). La
vinculación comunitaria tiene como metas generar confianza, añadir nuevos
recursos y aliados, crear una mejor comunicación y mejorar los resultados de
salud en general a medida que los proyectos exitosos se transforman en
colaboraciones duraderas (CDC, 1997; Shore, 2006; Wallerstein, 2002)”.
El figureo es más fácil de digerir.
Señalaba Lev Nikolaievich (Lev
Nikoláievich Tolstói), también conocido como León
Tolstói (1828-1910), novelista ruso, considerado como uno de los más
grandes escritores de occidente y de la literatura mundial, sus obras son
consideradas como la cúspide del realismo, que: "hay quien cruza el bosque
y sólo ve leña para el fuego”. Ciertamente, los hay quienes vemos el bosque
para leña, pues no nos queda otro camino que recoger lo poco que ha quedado y
tratar de volver a plantar, pero primero hubo otras manos que derrumbaron los árboles
y sacaron pingues beneficios.
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