Imprecisiones cósmicas de Emmanuel
Esquea Guerrero
Un momento,
Emmanuel Esquea Guerrero, te hiciste pupú fuera del cajón; no hay comparación
posible entre Juan Bautista Pérez Rancier (Santiago, Jun.24.1883; La Laguna, Canarias, España,
Feb.13.1968) y José Alejandro
Vargas.
Esquea Guerrero |
Pérez Rancier fue
un hombre intachable, que jamás renunció a sus responsabilidades por algo
recibió el nombre de “El hombre del Cristo”, como bien afirmas; José Alejandro
Vargas no lo es ni por miles de años luz un ser parecido al magistrado Pérez
Rancier, es un actor mediático de esta sociedad, un tipo afectado por el
populismo judicial, que disfruta las luces y el espectáculo.
Por supuesto,
tampoco en la calidad de su formación. ¿Pudiste tu leer alguna carta de Pérez Rancier en algún
momento?... porque pedirme que hubieras hablado con él sería un acto titánico. Quizás,
como político me digas que si, y desataras todas mis carcajadas.
La decisión de
Vargas me sorprendió; no la esperaba, eso lo confieso.
Una de las frases
celebres del magistrado Pérez Rancier es: “cuando
la política entra por la puerta de un tribunal, la justicia salta por la
ventana”. Por supuesto tu serviste a ese mundillo y sabes bien de los actos
canallescos que ahí se libran; hoy igual que ayer.
Usted lanzó su incisivo
comentario con fines eminentemente políticos, lo que es imperdonable.
Vargas sabía lo
que se jugaba con el fallo de la fecha y no iba a cargar con ese cadáver; en su
íntima convicción necesitaba colocarse una vez más en la boca de todos; hoy se
irá a dormir con el pechito henchido, regodeándose. Todos los ojos de la
sociedad estaban sobre él, y de ahí sacará provecho. Ahí una posición vacante
en la Suprema Corte de Justicia.
Todos sabemos
que si no hubiera sido por los espectadores a la entrada del Palacio de
Justicia de Ciudad Nueva, mientras se extendían las manos y las voces se convertían
en vigilantes, quizás le hubiera dado otros aires épicos, aventureros y
festivos a la decisión, en contra de lo que las circunstancias reclamaban…
quizás lo justificaría porque cristianamente ya había terminado el carnaval.
Aunque aquí seguimos de rumba y sin rumbo.
Repite conmigo
Emmanuel: el doctor Pérez Rancier mostró indignación frente al abuso cometido
por las fuerzas interventoras frente a Ramón Leocadio –Cayo- Báez, un humilde campesino acusado de alterar el orden público y de
rebelión contra la autoridad.
Besos de Neón de Scott Rohlfs |
En Feb.24. 1920, Pérez
Rancier, indignado, dio un puñetazo, eso cuenta la historia, al Cristo de
marfil de la sala de audiencia y expresó: “se suspende el juicio. No juzgaremos
a estos hombres, infelices instrumentos, hasta que los reos de ese y otros
crímenes no sean sometidos y sobre ellos caiga la sanción penal
correspondiente”. Lo que pasó es que tomó entre su puño el Cristo y lo reventó
contra las paredes de la sala. El Cristo se deshizo en varios pedazos y hasta
donde tengo conocimiento era una pieza de incalculable valor en el Palacio de
Justicia de Santiago… por casualidad, usted que fue consultor jurídico de la
Presidencia de la República ha constatado en algún momento si esas piezas aún están
conservadas.
Pérez Rancier para más
señas, era hijo de Genaro Pérez Tavares y Elisa Rancier Valverde; si usted sabe
de la trayectoria de los hombres en este país usted debería rendirse ante la
memoria de Pérez Tavares. Cursó sus estudios primarios en Santiago, maroteó
mucho en los montes de Sánchez cuando Pérez
Tavares administraba el ferrocarril y los estudios secundarios los realizó en
Estados Unidos y Canadá, durante el período de 1901 al 1908.
Además de ser un eminente abogado y
hombre público, Pérez Rancier cultivó el alpinismo, explorando la Cordillera
Central en varias ocasiones. Se distinguió como un defensor de las riquezas
forestales. En el año 1920, en compañía del
eminente Médico Lázaro Canela, levantó un estudio en el que establece lo que
debe ser el “Vedado del Yaque”, como una forma de preservar su riqueza como
fuente de agua. El documento quedó a la posteridad como ejemplo de lo que fue
la conclusión de un científico previsor. En su honor Valle Nuevo fue declarado
Parque Nacional Juan Bautista Pérez Rancier.
Cayo Báez |
Como su mensaje me llegó a la hora de retirarme a mi
humilde hogar, he tomado mucho de la biografía de Pérez Rancier de Vanguardia
del Pueblo, órgano del pe-ele-de, del que no soy miembro, y que increíblemente está
redactada sin sesgos, de lo contrario le hubiera dedicado varios párrafos más.
Leer y escuchar tanto de esta política bizarra, donde se está
más pendiente de jugar al ping-pong
con las acusaciones, sin tomar responsabilidades, en lugar de pensar y actuar
para el beneficio del país y encumbrarlo hacia otros horizontes, es subestimar
los derechos y la dignidad de los demás dominicanos. Discursos sin contenido,
vacíos, sensacionalistas, sin alma y sin corazón; la gente necesita más compromiso.
Creo que la memoria de Pérez Rancier merece que usted haga
un acto de contrición, corrija ese error y coloque las cosas en su justo lugar.
Mientras eso llega, como dice Álvaro Arvelo hijo: “F-Y en inglés para usted”.
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