Caminos a ningún lugar
Mi papá tenia un amigo que respondía al nombre de
Teodoro Ursino Reyes, lo conocí cuando ambos integraban la Liga de Softbol
Apolo, originalmente formada por la comunidad del residencial Apolo que está
próximo a la Lope de Vega… el más joven de esos jugadores era Iván Pérez, hijo
de Elizardo Pérez Espinosa, fundador tiempo después de ELIPESA, industria
dedicada al campo farmacéutico; se jugaba en los terrenos de la Universidad
Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) los domingos a la mañana y concurrían
Mario Ramis de Pinturas Popular, José Cardoza, que era contador, Darío Martínez
(padrino de mi hermana menor), dueño de DAMARCO, también en el área
farmacéutica, Melidito Marte, que debe ser el papá de Melido el de Remax y
hermano de Cristóbal Marte Hoffiz; había también un ejecutivo de METALDOM que
entonces vivía en el ensanche Ozama; esos son los que recuerdo.
Reyes tenía una fábrica de zapatos en la avenida San
Martín a esquina Felipe Vicini Perdono; donde está hoy la industria de plásticos
Nesplas. En los altos de la esquina nordeste de la intercepción había una
clínica (hablo de finales de la década de 1960) que cada instante protestaba
por los ruidos de las maquinarias. Para quien no lo sepa en la industria del
calzado se usan unas maquinas de coser que despliegan un esfuerzo considerable,
hay perforadoras, maquinas de estampación y otras tantas, algunas
ensordecedoras.
Siempre quise saber si Teodoro Ursino Reyes, el
político, miembro del pe-ele-de,
actualmente gobernador de la provincia de La Romana, diputado en varios
periodos, y el Teodoro Ursino Reyes de mis recuerdos eran padre e hijo. Hace
poco tiempo supe que no.
Los romanenses han vivido muy disgustados con sus
representantes en las cámaras legislativas y con aquellos que personifican al
Poder Ejecutivo en la provincia. Escuché en una emisora de allí: “no han servido para nada, deberían hervir
todos en una olla”. Ahora hay un muchacho llamado Pedro Botello, miembro
del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) que ha salido muy travieso, sus
repentinas ocurrencias están más cerca de un chimpancé que la de un diputado, y
eso es mucho decir. Alguien me comentó en Villa Verde: “Botello hace sólo unos meses andaba encaramado de un motor, haciendo
piruetas y atentando contra los peatones, como la jonda que lleva el diablo
(a toda velocidad)”. Ya calificó de “dictadora
y abusadora” a la presidente de la Cámara de Diputados, Lucia Medina
Sánchez.
El perfil de Twitter de Botello nos dice: “profesor y abogado de ejercicio, magíster en
Derecho Procesal Penal”. Por lo menos, en lo poquísimo que observé, no
corre con faltas ortográficas.
Reyes es el presidente del Comité Organizador del Torneo de
Baloncesto de La Romana que estará dedicado, en su trigésima cuarta versión, al
ministro de Deportes, Danilo Díaz Vizcaíno. Ya vaticinó: “el reto que nos hemos propuesto es del montar un torneo que supere en
calidad y organización todas las justas anteriores”. En el clásico
intervendrán los equipos Máximo Gómez, Virgilio Castillo, Ramón Marrero Aristy,
San Martín de Porres, la Tribu de Quisqueya y Juan Pablo Duarte.
No voy a
entrar en consideraciones sobre el espectáculo que se puedan montar. Al igual
que muchos clubes del país uno de los mayores problemas de estas instituciones
es la falta de pago oportuno a entrenadores, asistentes, personal auxiliar, y
jugadores. Las quejas deslucen los torneos. Muchas veces llegan las amenazas de
que serán detenidos, ¡y se han detenido!
Hasta ahí,
todo bien.
En el
Distrito Nacional el Comité Organizador estará presidido por Johnny Jones
Luciano, miembro del PRSC, director de la Liga Municipal Dominicana (LMD), un
osado que varias veces se presentó como candidato a Presidente de la República
en las primarias de su entelequia política y quien nunca ha pisado el Palacio
de los Deportes en asuntos relativos al baloncesto. En la foto de familia que
tiró la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA) le acompaña
entre otros personajes su hermano Eddie Jones Luciano, cuyo paso por el San
Carlos fue una verdadera calamidad.
En Santiago
la Asociación de Baloncesto de allí (ABASACA) lleva como presidente del Comité
Organizador a Ramón María Rodríguez, a quien todos conocemos como Monchy, miembro del Comité Central del
pe-ele-de, ex-administrador de Molinos Dominicanos, ex-sub-director de Prensa
de la Presidencia, ex-administrador de la Corporación de Fomento Industrial ,
ex-sub-administrador del Banco de Reservas, ex-sub-gerente del Banco Nacional
de la Vivienda, ex-administrador de los Comedores Económicos del Estados, y
también ex-candidato a alcalde de Santiago en las primarias de su partido.
Todos los
presidentes de los comités organizadores son y serán políticos, por lo menos de
momento. Así pasará con los demás eventos que desarrollaran las asociaciones
afiliadas a la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), como queriendo
asegurarse el patrocinio estatal en sus respectivos clásicos. Sin lugar a dudas
la participación del Estado Dominicano es necesaria, pero aquí se ha convertido
en única, vital e imprescindible, como si todos los “dueños”, porque hay que admitir que los clubes se han convertido en
instituciones privadas y de un único propietario, se hayan convertidos en
parásitos de la teta gubernamental;
se vive en total complicidad con los políticos de turno, como una infestación
con el Dracunculus medinensis (el
gusano de guinea).
Hace años,
muchos años, ha sido así desde hace por lo menos tres lustros, que los clubes
dedicados a la practica o mejor dicho a la exhibición de equipos de baloncesto
perdieron la capacidad de generar recursos (también de entrenar adecuadamente).
Resulta increíble pensar que gente como Francisco –Chico- Pérez y Manuel –Cholo-
Suero, para no hacer largos los ejemplos, con todas sus virtudes y defectos,
quizás menos curtidos en las artes comerciales, quizás con menos contactos
frente a los encargados de las promociones de las empresas, quizás hasta con
menos facilidades, tenían más agallas que los encopetados propietarios de los
clubes que una vez fueron populares.
La frase
reciente, muy desfachatada, impúdica, desaseada, mordaz, indecente, de que: “las políticas económicas del gobierno
marchan con buen viento pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) nos
recomienda una nueva reforma fiscal”, resulta lapidaria. El Gobierno
Dominicano vive momentos muy difíciles, la cultura rentista que se ha vivido
desde los tiempos de Salvador Jorge Blanco ha castrado mucho de nuestro
potencial, las exportaciones disminuyen, y el deporte debe emprender nuevos
vuelos, porque es imposible seguir chupando de una sola teta y mantener el
parasitismo. Por supuesto, la empresa privada pedirá cuentas de sus
inversiones, se ganará y se perderá, pero todos desearán ver sus marcas
envueltas en mejores espectáculos… ¡y a
eso se le teme!
Como diría
Noam Chomsky, palabras más, palabras menos: “hemos fomentado el individualismo y el consumo, pero no la solidaridad.
Hemos enseñado los dogmas de moda: la ganancia personal y el no involucrar a
nadie que no sea un cómplice”. ¿Me fui muy lejos o podrá alguien
discernir?... ¡dame luz Federico Borrás!... ¡dame luz Carlos Banks!
Dentro del
conjunto infinito de circunstancias todos sabemos que estos seres llegan a
tomarse la foto el día inaugural y nunca más se les ve la sombra, pero tampoco
quieren cargar con las facturas que prometieron pagar. Promoción política
momentánea… ¿cree usted que Monchy no
sueña con aspirar nuevamente a la alcaldía de Santiago?... ¿qué Jones Luciano
no le interesa mantener entre los seres iluminados del reformismo?...
demasiadas acechanzas tiene el baloncesto… ¿qué ha aportado Andrés Terrero
Alcántara en sus andanzas?... tantos atentados han dejado enormes huecos. De
las palabras del ministro Díaz Vizcaíno en la rueda de prensa de ABADINA,
ciertamente el evento de la ciudad capital fue semilla que germinó; no se
equivocó, fue, del verbo que ya jamás se prenderá mientras no exista vocación
para cambiar el cauce.
La barca
que debería ser el hilo conductor del baloncesto en ciudades y pueblos está
deteriorada, el timón no tiene capacidad para autocontrolarse y todos sabemos
que se navega en un mar lleno de acechanzas, donde priman los deseos de ganar
de los “dueños” de los clubes, nada
de montar un espectáculo de calidad. Todo esto pudo ser previsto con el trabajo
honesto en las categorías formativas pero la vida no es una ejecución perfecta
de las obras de José de Jesús Ravelo Castro (Mar.21.1876 en Santo Domingo;
Dic.02.1951 en Santo Domingo. Músico, compositor, director de orquestas,
profesor de canto. Todas sus obras son de orientación ecléctica). Hoy podemos
saber cuando una mariposa aletea en China, pero acá, desde hace años se ha
elegido el camino fácil, para dejarnos en el medio del camino a ninguna parte.
El régimen
imperante se aferra en acallar las voces criticas pretendiendo rodearse de “sabios” que siempre proponen las mejores
salidas, las ganadoras, las que acomodan todas las circunstancias, para caer
siempre en un “zugzwang” (aquí hago
un paréntesis para reírme, porque habrá muchos corriendo al diccionario… ojo:
la respuesta les será dada en español), porque cada vez estamos en posiciones
más desventajosas. El error siempre ha consistido en ir más allá de lo posible,
en pretender resultados sin trabajo, en la falta de regulaciones y en
expendeduría sin techo.
Este decisionismo
del baloncesto dominicano ya está teniendo gravosos réditos en el campo
deportivo; recomponer esos deberes costará una enormidad. La gestión de Rafael
Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, al frente de FEDOMBAL nos repite que corre sin equívocos,
cada día esta más convencido de ello, nunca se ha detenido a pensar si todos
sus pasos han sido encaminados en la dirección correcta, quizás por ignorancia
pero no por perversidad; quizás el llegue a donde aspira, pero el baloncesto
dominicano quedará quebrado.
Indigna su
reiterado descaro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario