jueves, 9 de febrero de 2017

Agrios edulcorados…
Caso 321: ¿Procurador o payaso de circo?
Feb.09.2017       

Jean Alain Rodríguez Sánchez, Procurador General de la República, ha pedido respaldo en su lucha para enfrentar la corrupción y sonbre todas las cosas para el caso Odebrecht.

¿Me río?

Si alguien no le ha dicho a Rodríguez Sánchez que lo suyo es un cuento chino, de los peores, pues que lo vaya haciendo. Pudo ya anestesiar el caso de los aviones Tucano, coincidencialmente comprados en Brasil… se dice que ya no hay nadie tras las rejas.

Odebrecht se le ha puesto más difícil, el hueso tiene muchas astillas y resulta más duro de roer, pero juega a su estancamiento; apuesta a que la olla de presión no explotará, pese a que la ciudadanía atiza el fuego.

¡Está pasando por payaso!... ¿se convirtió en el Boca de Piano de los políticos?

Hemos tenido muy malos procuradores, todos habilidosos y oportunistas, pero al final todos malos, sin importar la hoja de vida que han tenido detrás; Aquí se han dejado honras y vergüenzas, como si pareciera que la posicion los hace cambiar… este quedará como el peor de todos.

Como señaló el abogado santiagués José Luis Taveras: “ante este cuadro prefiero presumir que concluir: primero que el Procurador no sabe la magnitud social de su responsabilidad, de cuya firmeza pende la gobernabilidad de los próximos años; y, segundo, que, en su defecto, porta los testículos más portentosos que hayan colgado en hombre alguno después de Adán para optar por el camino de la dilución que sugiere la estrategia política. ¿Podría un hombre comprometer de esa manera su credibilidad y arriesgarse? Hasta pensarlo horroriza. Prefiero creer que Jean Alain (Rodríguez Sánchez) nos sorprenderá y dejará en el terreno a aquellos que lo consideraban un hombrecillo escaso, dócil y destemplado, que tener que confirmar esos mismos reproches y otros más. Para retozar políticamente con un caso como éste hay que tener bien tendidas y henchidas de testosteronas ambas bolas, porque hacerlo sería una felonía eternamente irredimible; mejor morir”.

Aseguró Rodríguez Sánchez en el matutino Metro que “como servidor público asumo el compromiso de garantizar que en el caso Odebrecht, ni en ningún otro bajo mi responsabilidad, habrá impunidad. Yo no vine a la Procuraduría para encubrir delitos de nadie. Quien se confirme que ha sido beneficiado con sobornos va a recibir todo el peso de la ley, sin importar quien sea”.

Jean Alain no nos sorprenderá, no pescará el favor de un país que necesita enfrentar sus males, no emprenderá ninguna medida que perjudique a sus compañeros de partido, no apresará ni siquiera la sombra de nadie, a menos que se haya robado un plátano o un pollo para comer, después de días de inanición.

¡Pobre tipo!


Miembro feliz del “pe-ele-de”.

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