Agrios
edulcorados…
Caso 324: Cacique
Feb.23.2017
Acabo de leer en el Listín
Diario (Feb.23.2017) del fallecimiento de Caonabo Rafael Herrand Pérez (Cacique), a quien conocí mientras
integrábamos la Guardia Centroamericana, un pelotón de adolescentes que
servimos como auxiliares en los XII Juegos Deportivos Centroamericanos y del
Caribe que se efectuaron en Santo Domingo en el 1974.
Por nuestra estatura
compartíamos la primera fila en los desfiles. Él, como muchos otros provenía
del Colegio Don Bosco, yo y mis compañeros del Colegio De La Salle, pero ahí
nos integramos jóvenes de una multitud de centros educativos, damitas y
hombrecitos. Todos bajo las directrices del coronel (Policía Nacional)
Francisco Javier Molina Martina, a quien nuestros padres conocieron como Chito. Creo, al pasar el tiempo, que
nadie mejor que él para ocupar esa posición; a todos nos dejó recuerdos
imperecederos y grandes lecciones de vida.
Posteriormente ingresamos en
la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), donde nuestros contactos
fueron más seguidos.
No hace mucho leí una nota de
Rafael Cruz Vittini, también lasallista, pero vecino de Cacique donde señalaba que había conocido pocos hombres con la
fortaleza extraordinaria de este ser humano de luces.
Se nos ha ido un hombre lleno
de de lozanía, de amor a su familia, a su comunidad, a
sus
muchos amigos y a sus compañeros de profesión. Donde además de sus
excelentes dotes profesionales desarrolló su especialísimo don de gentes, que
le permitía entrar en todas partes, comunicarse con todo el mundo, dejar un
buen recuerdo y las puertas abiertas.
Un servidor, tercero de izquierda a derecha, primera fila |
Entre sus íntimos Cacique se convirtió en legendario, porque era ante todo un hombre de bien. Recuerdo con la admiración que se refería mi compañero de
aulas Irving Rafael Hernández Cartagena.
A mi amigo Cacique lo recordaré eternamente con
mucho cariño.
Saludos, Cacique murió mientras era intervenido quirúrgicamente de una hernia discal.
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