De vacas y otros cuentos dominicales
Entro a una de las sucursales de supermercados Pola y
me sorprende un anuncio por los parlantes; “hay
una vaca en el pasillo siete”. El domingo (Mar.19.2017) resultó de lo más atípico,
porque hasta el momento de apagar las luces no dejé de sorprenderme. Tendré que
hacer como muchos de mis compañeros, no perder el tiempo en cosas de factura
local. En lo del baloncesto un muy querido amigo me sugirió escribir sólo de la
NBA y de las ligas internacionales, pero rápido me dijo: “es que a ti esa vaina te supera, te duele la pelotita mala que se juega
aquí pero debes de saber que nunca vamos a mejorar”.
Pabellón Insular Santiago Martín, Canarias |
Tratando de olvidar la pesadilla dominical que se
generó en el Pabellón de Voleibol de sopetón me encontré con Jatnna Tavares.
Treinta años en televisión, derrochados, sin nada que muestre una superación,
sin chispa, inverosímil, hasta silabarienta
por momentos y de compañía esa risa bucólica. Una diosa figurada que nunca ha
podido ponerle buena cara al mal tiempo; cada vez que la pendeja abría la boca
me daba una bofetada.
Antes de que rompieran las acciones dominicales en el Pabellón
de Voleibol un amigo querido y técnico en la materia sube a las redes sociales
el siguiente comentario: “¡aloooo!!!... veo el baloncesto del Distrito Nacional
y el de la NCAA, y sin dudas que tienen enormes coincidencias… empezando por el
público y luego por el dominio del juego por jugadores y dirigentes”. Yo le
agregaría: ¡la nueva era!
En la tanda vespertina San Carlos necesitó de un
tiempo adicional para derrotar a sus vecinos de San Lázaro, con una extraordinaria
jornada del joven Kelvin Pérez (28 unidades), más los decisivos aportes del pequeñito
Erickson Sánchez y Roberto Tamarez. Sobrevivieron a la veteranía de Evan Brock,
Hansel Salvador y Yack Michael Martínez más a la frescura de Wesley Witherspoon,
después que les aplicaron “la polémica”
del otro Jack (Jack Veneno) en el tercer parcial, dejarlos sólo en 9 enteros y
que parecía sentenciar las acciones. Un repunte en el colofón del tiempo
regular (27-17) permitió que los de Juan Pablo Brito se acreditaran su primer
triunfo.
Eran
como pequeños David frente a más de un Goliat que cambiaron las ondas por
balones.
San
Carlos necesita con urgencia un make-up,
si sus condiciones económicas lo permiten. Chayanne De La Cruz sumó 11 rebotes,
pero no rendirá de igual manera cada jornada. Los refuerzos están para ser
despachados (Lovell Cook y Christian Ellis) y Claudio Calero (casi a punto de
un doble-doble) puede ser efectivo saliendo desde la banca.
Derek
Baker-López tiene un geriátrico en la banca y así no se puede. Omar Cordero,
Warner Díaz y David Zabala no tienen ninguna especialidad. La falta de trabajo
de la entidad de Jobo Bonito y la perdida de tiempo que significa someterse a
los designios del presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto
(FEDOMBAL), el mentao’ Rafelin, quien responde al nombre de
Rafael Fernando Uribe Vásquez, han hecho estragos en la que una vez fue una
pujante institución dedicada a la practica de la disciplina. Ha sido tan
nefasta su presencia que se apropió del nombre de la entidad, registrándolo a
su nombre ante la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI) y la
cobardía ha impedido a la directiva llevarlo a la justicia.
“Salvador
es ahora un combo-guard”… dijo el
narrador. ¿Antes qué fue, Carlos Núñez?
Todo
el mundo sabía que Erickson no pasaría el balón en las postrimerías del tiempo
regular, es muy osado, y nadie intentó presionarlo; no es Superman, ni el Capitán
América, pero así pasó, lanzó y falló. Así era desde mini-basket, igual de acrobático
pero con tendencia a la depresión.
¿Y
el lance de Salvador restando 1.31?... ¡irresponsable!
San
Carlos lanzó para un 37.5 por ciento desde el campo, un 18.5 por ciento detrás
del arco y un 86.7 por ciento desde la línea. Los lazareños respondieron con
43.9 por ciento desde el campo, un 29.3 por ciento detrás del arco y un 70.6 por
ciento desde la línea. Pese a la diferencia en la envergadura de sus hombres el
San Carlos dominó los rebotes 43 por 30.
¿Tenemos
tiradores fiables en el baloncesto dominicano?
En
la pausa de la televisión Pedro Leandro Rodríguez, director administrativo del
evento, palabras más, palabras menos: “el
Clásico Mundial de Béisbol nos restó un poco de público en los días iniciales
de la contienda”. Al momento de decir aquello estaba seguro que el evento
internacional había concluido para los dominicanos, pero el coliseo seguía vacío.
“Vamos a corregir detalles para acercar
al fanático”… me pareció un político en campaña. “Como va el baloncesto del Distrito Nacional así va el baloncesto en
todo el país”… ¡nos jodimos!
¿Y
esas niñas con los pies sobre los respaldos de los asientos?
Los
dirigentes del patio, los del mamotreto llamado Colegio Dominicana de
Entrenadores de Baloncesto (CODEBAL) han tomado la manía de solicitar un tiempo
y en lugar de transmitir sus consideraciones a los dirigidos se reúnen con sus
asistentes en el centro de la cancha… ¿no tienen nada en la cabeza que les haga
sortear las situaciones con identidad propia?... ¿si los entrenadores tienen fundidos
los cerebros, que nos revelará una tomografía axial computarizada del cráneo de
sus asistentes?
¿Y
el micrófono?... ¿lo usarán algunos equipos para espirar hasta la respiración
del contrario?... en la época que vivimos abundan los confidentes, los
chivatos, los fisgones, los que escuchan las conservaciones ajenas… a mi me encanta y a ella le guta’ por la
mañana guayar la yuca.
Al
caer la noche, la gente observó la explosión ofensiva de Gerardo Suero Castillo
en la segunda parte del choque entre Mauricio Báez y Huellas del Siglo, donde regaló
28 puntos. Ello no opacó la soberbia demostración del veterano Luis Flores 23
enteros, que continua luciendo como un verdadero profesional y el aporte del foráneo
Omar Reed, 29 unidades, que en los momentos apremiantes no decide.
Hubo
también la guerra dentro de vestidores y el banquillo de los mauricianos. Miradas
y susurros antes de que la sangre brotara. Melvyn Miedlop López Guillen no
tiene control de ese grupo, que en buena parte trabaja bajo los entusiasmos de
Suero Castillo. Parece que el “técnico
nacional”, el mismo que dijo que había aprendido lo que sabe de baloncesto en
una escuela secundaria de Miami, donde pasó únicamente dos meses, botó a Gerardito de la selección nacional el
mismo día de su cumpleaños y ofreció la noticia por la prensa. ¿Piensa ese
descarado que la gente tiene que olvidar tan fácilmente?
Quizás
López Guillen arrincone el recuerdo de semanas atrás, ante su falta de
autoridad, salió corriendo a lamerle los fondillos a Leonardo de Jesús Heredia
Castillo, también conocido por el mote de Leo
Corporan, el hijo de este César Leonardo Heredia Guerra y a José Luis –Boyón- Domínguez, quienes tuvieron que
hacer una reunión de emergencia con los jugadores para comunicarles: “uno: el que no esté de acuerdo con la dirección
de Melvyn tiene las puertas abiertas para irse; segundo: este año no hay dinero
para pagarles”. La voz cantante la llevó Corporan. Quizás olvide (López Guillen) también que él no formó a
ninguno de esos muchachos, no intervino en sus desarrollos, no tiene
ascendencia y muchos piensan que es un parche mal colocado. Estaba muy imbuido
en sus sueños de ser seleccionador nacional con los que ha pretendido siempre
tapar sus carencias. “Yo no trabajo con
muchachos, uno termina lleno de mierda”.
Los
de Villa Juana marcaron 67 tantos en la parte complementaria del encuentro…
¿pensó Ramón González, el perínclito esclarecido de Cristo Rey, que Julio César
Javier, también conocido por el mote de Ayata,
le iba a ayudar a tomar venganza contra los mauricianos?... quizás olvidó que Ayata responde a los criterios de su
guía y mentor Boyón. ¿Por qué hay
tanta gente que “peca” de inocente y
sale
precisamente a eso, a pecar?... ¿Ramón, inocencia o imbecilidad?... ¿por qué el
año pasado Javier salió corriendo de San Carlos?... dicen las malas lenguas,
que para no enfrentarse al Mauricio Báez en las semi-finales… ¿profesionalidad
o desvergüenza olímpica?... ¿qué me dices Federico Borrás?
¿Donde
guardó Ayata los sistemas para
contener a los contrarios?... ¿permitir 105 tantos en un partido de 40 minutos
es mucha indiscreción?... ¿y el otro tonto permite 102, que pasó ahí?... ¿pasó
factura la falta de condición física de Chris Moore?... ¿por qué si Rody Ramírez
tenía un mundo por delante se dejó desperdiciar?... ¿nunca se tomó ninguna previsión
para mejorar el juego de Henry Valdez?... por suerte, Herbert Graham ha salido
mejor de lo esperado.
La
crónica de la ABADINA me regala: “Suero,
quien apenas logró tres puntos en los dos primeros parciales, hizo gala de sus
dotes ofensivos en el tercer período con un total de 17 unidades, 13 de ellos
en línea, en ruta a una asombrosa recuperación de Mauricio Báez, escuadra que
se fue al descanso abajo en el marcador (38-54)”. ¿Monegro, por qué no
colocas un corrector de estilo para edificar tus redactores?... porque debió
decir: dotes ofensivas, porque es voz femenina; y debajo en el marcador. Debajo se emplea para marcar un lugar o
puesto inferior respecto a otro superior, con lo que a menudo va acompañado de
la preposición de; abajo sólo señala un lugar inferior.
Mientras los mauricianos estén lanzando para un 31.8
por ciento detrás del arco me llama la atención. ¿Por qué el pseudo-sabichoso
de Melvyn Miedlop no utiliza más al alero Melvin Richardson?... ¡tiene
mieo’!... a mi que nadie me llame para celebrar pendejadas, un equipo que
dependa en la posición uno de Daniel Núñez, aunque regale 12 asistencias por
juego, no tiene mañana.
¿Marcha el baloncesto del país según discurra el del Distrito
Nacional?... mientras no haya una reforma impactante en la actividad seguiremos
como chivos sancristobalenses… ¿qué
no hay chivos en San Cristóbal?... claro, el chivito de Rafelin, que es primero al que hay que mandar para su casa. Es
imperativo trabajar con entrenadores, monitores y personal de mesa y llevar
esas enseñanzas hasta el rincón más apartado de la geografía. Obligar a que las
asociaciones trabajen todo el año a favor de la difusión y desarrollo de la
disciplina, con torneos en todas las categorías calendarizados y normalizados desde antes de iniciarse el año y
correr de manera simultanea con la agenda escolar.
Investigar y castigar todos los delitos que se han cometido en nombre
del baloncesto y si es necesario llevar hasta la justicia ordinaria los casos
que se ameriten. Los reglamentos competitivos de FEDOMBAL tienen que ser
revisados hasta los tuétanos, aquí toda normativa está sujeta a las veleidades,
inconstancias, frivolidades, desvaríos, mutabilidades, y caprichos de una sola
persona, que justamente es un cero a la izquierda en el dominio técnico de la
disciplina.
Esta FEDOMBAL no está a la altura de la
magnitud de los problemas de la disciplina, estamos peor que hace cinco años. No
se implementa un proyecto que no esté en las manos de Uribe Vásquez o su
estructura de corte pandillero. Digan lo que digan, la desunión que suele
caracterizar todas estas iniciativas no propicia nuevas aspiraciones. El periodismo
no presiona y es cómplice del entramado con firmes sospechas que donde se hable
o comente de baloncesto está siendo patrocinado por esta misma gente. Amen, Rafelin se considera que no tiene que
rendir cuentas a nadie, transparencia cero.
Las organizaciones deportivas pueden ser herramientas de
transformación, creando incentivos para transformaciones estructurales, pero aquí
se ha preferido el parasitismo. Todos están conformes y están resignados a que
las cosas no cambiarán, empezando por José P. Monegro.
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