Segundo día de la pesadilla distrital
Cuando caminaba a mi casa me encontré de sopetón a dos
miembros de la Policía Nacional contando el producto del día; aquello me causó
gracia porque se pegaron un susto de esos que no se pueden describir, pero los
pendejos estaban a mitad de la calle. Por supuesto, eran las coimas conseguidas
bajo los más disímiles argumentos: aún no
hemos comido, no aparece algo para unos fritos; jefe, nada me caería mejor que una tacita de café; mi comandante, usted sabe que estamos para
servirle… por supuesto, hay momentos donde la pesca se convierte en
infinita, como la de aquellos los humildes miembros de la institución que
rechazaron 450 mil pesos cuando por casualidad detuvieron la jeepeta de un poderoso caballero a quien
se le señaló como dedicado al trafico de substancias narcóticas, en los tiempos
de Rafael Guillermo Guzmán Fermín, un mártir de algunos sectores de la sociedad
que por sus prácticas abusivas recibió el mote de El Cirujano (lasallista como muchos y yo, pero la demostración
fehaciente de que en todas partes se cuecen habas).
Esta mañana de regreso a mi trabajo decidí usar las
instalaciones del Metro de Santo Domingo; cuando estoy pasando el brazo de
acceso una supervisora le señala a una niña: “no tiene sardo”… si, así
mismo como acaba de leer sardo,
cuando todos sabemos quiso decir saldo (sardo es una lengua románica que se
emplea específicamente en la isla de Cerdeña; ejemplo: ponme tres panes en la alforja corresponde a su
traducción en sardo moderno a ponemi tres panes in bertula).
Así estaba anoche la transmisión de televisión del
superior de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA) entre
los representativos de Rafael Barias y San Carlos. No tenía saldo, me privó de
la exquisita narración de Melvin José Bejarán… ¿por cierto, continuará el
acertado comentarista Oscar Piña fuera de estos menesteres?
Soporté hasta donde me fue humanamente posible, porque
aquello era una tortura parecida a la que deberían recibir todos los políticos
dominicanos que han faltado a sus responsabilidades, la del tormento de
Falaris.
Lo de ayer fue un partido de baja anotación pero de
dominio absoluto por los de Villa Consuelo después de los primeros 10 minutos;
un segundo parcial de 28-10 resultó una vara muy alta para los sancarleños. El
dirigente Juan Pablo Brito trató de desenredar la cabuya de varias maneras pero no encontró el puntal
que despejara el camino, pero sus manejados se quedaron sin ideas.
Los sancarleños pusieron sobre la duela dos importados
del montón: el delantero pequeño Lovell Cook (6’06, 215, SF, 1990, egresado de
New Orleans), viene de jugar en la liga inglesa y el pívot Christian Ellis
(6’09, 250, PF/C, 1984), un trotamundos que su última parada fue China. Ni
mojaron ni empaparon. El Barias pasivamente presentó a James Maye (6’06) y a
Lester Prosper (6’09), que el año pasado estuvo con San Lázaro (un equipo que
saltó a la cancha plagado de problemas), demostrando que en el país de los
ciegos el tuerto es rey. Maye es dominicano con todas sus prerrogativas,
inclusive ya estuvo en la selección nacional, y Prosper, según mis fuentes, ya
adquirió la documentación.
Mientras el baloncesto no entienda que Rafael Fernando
Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, actual presidente de la Federación Dominicana de
Baloncesto (FEDOMBAL), no puede estar por encima de principios básicos y de la
propia Constitución de la República, todos los que se arrodillan ante sus
indelicadezas están convertidos en trapo’e’luna.
¿Dónde coño está la gerencia del Rafael Barias que no hace valer sus derechos?
En Santiago, por ejemplo, está llamado a debutar el
alero Shaun Lawson, de 6’05 de estatura, 190 libras, hijo de dominicana nacido
en Harlem (Nueva York, Mar.07.1993) y egresado de la Universidad de Maine en el
2016… hay que ver que determinación sobre su elegibilidad dispone el inédito
código del mentao’ Rafelin. Al final,
todo el que no esté a su disposición será un extranjero… ¿nombraron a este
pendejo ministro de Interior y Policía?
También en Santiago el CUPES se aventura con el
importado Darren Washington (6’09, 240, PF/C, 1993), egresado de Grand Valley
State en el 2015, viene de Italia donde jugó en la serie C con el Mola de Mola
di Bari, muy al sur y frente al mar Adriático; cuenta con sólo 25 mil habitantes.
En su campaña final participó en 28 partidos, 27 como iniciador y promedió 4.2
puntos y 4.7 rebotes en 18.8 minutos. ¿Puedo quejarme?... quizás a Rolando
Guante no le guste… ¡coñooooooooooo, así bien sonoro, casi eterno, que
charlatanes son estos carajos!... en mis tiempos pretendían que les trajera a
Michael Jordan por 1,500 dólares al mes y encima no cobrara por mi
intervención.
Estamos buscando jugadores de cuarta, porque no hay
quinta como dice el maestro de los comentarios Oscar Piña. ¡Los gerentes!... ¡los gerentes!
Por cierto de los 12 jugadores inscritos por los de
Villa Consuelo, 9 de ellos sobrepasan los 30 años de edad. Ayer saltó a la
cancha de nuevo Adán Beltre, siempre el último de la fila; siete años en el
superior sin mostrar ningún avance, ninguna mejoría técnica; antes era un joven
de muchas habilidades atléticas, pero con el balón en las manos se volvía un
garabato. Eso si, perdió la confianza de todos sus compañeros porque es capaz
de apuñalar cobardemente… ¿está para golpear o sembrar terror?... ¿por qué
tantas consideraciones?... ¿dónde quedó la siempre pregonada juventud del
Rafael Barias?
Lo otro: los porcentajes, ¿cuántos de estos jóvenes
estuvieron de juerga la noche anterior?... porque aquello mete miedo: el San
Carlos, 30.8 por ciento desde el campo, 33 por ciento desde atrás del arco, y
56.3 por ciento desde la línea. Los de Villa Consuelo: 42.0 por ciento desde el
campo, 428por ciento desde atrás del arco, y desde sorpresivamente impecables
desde la línea (10 intentos convertidos).
¿Por cierto habrá libre acceso a los archivos
digitales de la ABADINA?... ¿los números seguirán secuestrados de cara al
publico?... ayer subieron el box score
del partido inaugural, pero más tarde desapareció; que bueno es ganarse el
dinero sólo tumbando los mangos bajitos.
En las dos fechas iniciales quedó demostrada la
premura de encestar que existe sobre la cancha, pero también el escaso interés
del público hacia el evento. ¿Cuántas veces más José P. Monegro me repetirá que
rescatará la disciplina en el Distrito Nacional?... ¿dónde está el estimulo
para acercarse al superior?... ¿dónde está la inversión en promoción?... ¿por
qué no un arreglo con Diandino Peña y Leonel Carrasco para que la boleta del
“superior” pueda ser usada en una de las vías del Metro de Santo Domingo?
¿Qué está aportando Johnny Jones Luciano?... ¿qué
brinda Andrés Terrero?... y yo, riéndome con la muela de atrás.
Entre Mauricio Báez y Los Prados se realizaron 198
disparos al canasto, la noche inaugural. Dentro de una cancha lo que cuida el
jugador es el balón, pero aquí, las posesiones pasan desapercibidas, no se
cultiva el amor por la pelota. Entre Rafael Barias y San Carlos hubo más
comedimiento: 137 intentos. En el partido de Mar.15.2017 en la NBA al que
asistieron Uribe Vásquez y el irresponsable director técnico del Mauricio Báez
(Mike Krzyzewski nunca ha abandonado
su banquillo para ver un juego de un jugador determinado; Mike Dunleavy nunca dejó su trabajo para asistir a un
partido de su propio hijo, un estelar de la NBA; tampoco John Calipari abandona
su trabajo para asistir al juego de uno de los tantos hijos que han saltado al
negocio) apenas hubo 160 tiros. ¡Ética y profesionalidad!... ¿verdad
Saturnino Martínez?
Estaba olvidando, que como el día precedente, las
graderías vacías. ¡Oh mi Dios!
Esta noche saltan a la cancha BAMESO contra Huellas
del Siglo de Cristo Rey; y más adelante debatirán El Millón contra San Lázaro.
¿Alguien tendrá algo de perspectiva para sorprendernos?
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