viernes, 17 de marzo de 2017

Segundo día de la pesadilla distrital

Cuando caminaba a mi casa me encontré de sopetón a dos miembros de la Policía Nacional contando el producto del día; aquello me causó gracia porque se pegaron un susto de esos que no se pueden describir, pero los pendejos estaban a mitad de la calle. Por supuesto, eran las coimas conseguidas bajo los más disímiles argumentos: aún no hemos comido, no aparece algo para unos fritos; jefe, nada me caería mejor que una tacita de café; mi comandante, usted sabe que estamos para servirle… por supuesto, hay momentos donde la pesca se convierte en infinita, como la de aquellos los humildes miembros de la institución que rechazaron 450 mil pesos cuando por casualidad detuvieron la jeepeta de un poderoso caballero a quien se le señaló como dedicado al trafico de substancias narcóticas, en los tiempos de Rafael Guillermo Guzmán Fermín, un mártir de algunos sectores de la sociedad que por sus prácticas abusivas recibió el mote de El Cirujano (lasallista como muchos y yo, pero la demostración fehaciente de que en todas partes se cuecen habas).

Esta mañana de regreso a mi trabajo decidí usar las instalaciones del Metro de Santo Domingo; cuando estoy pasando el brazo de acceso una supervisora le señala a una niña: “no tiene sardo”… si, así mismo como acaba de leer sardo, cuando todos sabemos quiso decir saldo (sardo es una lengua románica que se emplea específicamente en la isla de Cerdeña; ejemplo: ponme tres panes en la alforja corresponde a su traducción en sardo moderno a ponemi tres panes in bertula).

Así estaba anoche la transmisión de televisión del superior de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA) entre los representativos de Rafael Barias y San Carlos. No tenía saldo, me privó de la exquisita narración de Melvin José Bejarán… ¿por cierto, continuará el acertado comentarista Oscar Piña fuera de estos menesteres?

Soporté hasta donde me fue humanamente posible, porque aquello era una tortura parecida a la que deberían recibir todos los políticos dominicanos que han faltado a sus responsabilidades, la del tormento de Falaris.


Lo de ayer fue un partido de baja anotación pero de dominio absoluto por los de Villa Consuelo después de los primeros 10 minutos; un segundo parcial de 28-10 resultó una vara muy alta para los sancarleños. El dirigente Juan Pablo Brito trató de desenredar la cabuya  de varias maneras pero no encontró el puntal que despejara el camino, pero sus manejados se quedaron sin ideas.

Los sancarleños pusieron sobre la duela dos importados del montón: el delantero pequeño Lovell Cook (6’06, 215, SF, 1990, egresado de New Orleans), viene de jugar en la liga inglesa y el pívot Christian Ellis (6’09, 250, PF/C, 1984), un trotamundos que su última parada fue China. Ni mojaron ni empaparon. El Barias pasivamente presentó a James Maye (6’06) y a Lester Prosper (6’09), que el año pasado estuvo con San Lázaro (un equipo que saltó a la cancha plagado de problemas), demostrando que en el país de los ciegos el tuerto es rey. Maye es dominicano con todas sus prerrogativas, inclusive ya estuvo en la selección nacional, y Prosper, según mis fuentes, ya adquirió la documentación.

Mientras el baloncesto no entienda que Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, actual presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), no puede estar por encima de principios básicos y de la propia Constitución de la República, todos los que se arrodillan ante sus indelicadezas están convertidos en trapo’e’luna. ¿Dónde coño está la gerencia del Rafael Barias que no hace valer sus derechos?

En Santiago, por ejemplo, está llamado a debutar el alero Shaun Lawson, de 6’05 de estatura, 190 libras, hijo de dominicana nacido en Harlem (Nueva York, Mar.07.1993) y egresado de la Universidad de Maine en el 2016… hay que ver que determinación sobre su elegibilidad dispone el inédito código del mentao’ Rafelin. Al final, todo el que no esté a su disposición será un extranjero… ¿nombraron a este pendejo ministro de Interior y Policía?

También en Santiago el CUPES se aventura con el importado Darren Washington (6’09, 240, PF/C, 1993), egresado de Grand Valley State en el 2015, viene de Italia donde jugó en la serie C con el Mola de Mola di Bari, muy al sur y frente al mar Adriático; cuenta con sólo 25 mil habitantes. En su campaña final participó en 28 partidos, 27 como iniciador y promedió 4.2 puntos y 4.7 rebotes en 18.8 minutos. ¿Puedo quejarme?... quizás a Rolando Guante no le guste… ¡coñooooooooooo, así bien sonoro, casi eterno, que charlatanes son estos carajos!... en mis tiempos pretendían que les trajera a Michael Jordan por 1,500 dólares al mes y encima no cobrara por mi intervención.

Estamos buscando jugadores de cuarta, porque no hay quinta como dice el maestro de los comentarios Oscar Piña. ¡Los gerentes!... ¡los gerentes!

Por cierto de los 12 jugadores inscritos por los de Villa Consuelo, 9 de ellos sobrepasan los 30 años de edad. Ayer saltó a la cancha de nuevo Adán Beltre, siempre el último de la fila; siete años en el superior sin mostrar ningún avance, ninguna mejoría técnica; antes era un joven de muchas habilidades atléticas, pero con el balón en las manos se volvía un garabato. Eso si, perdió la confianza de todos sus compañeros porque es capaz de apuñalar cobardemente… ¿está para golpear o sembrar terror?... ¿por qué tantas consideraciones?... ¿dónde quedó la siempre pregonada juventud del Rafael Barias?

Lo otro: los porcentajes, ¿cuántos de estos jóvenes estuvieron de juerga la noche anterior?... porque aquello mete miedo: el San Carlos, 30.8 por ciento desde el campo, 33 por ciento desde atrás del arco, y 56.3 por ciento desde la línea. Los de Villa Consuelo: 42.0 por ciento desde el campo, 428por ciento desde atrás del arco, y desde sorpresivamente impecables desde la línea (10 intentos convertidos).

¿Por cierto habrá libre acceso a los archivos digitales de la ABADINA?... ¿los números seguirán secuestrados de cara al publico?... ayer subieron el box score del partido inaugural, pero más tarde desapareció; que bueno es ganarse el dinero sólo tumbando los mangos bajitos.

En las dos fechas iniciales quedó demostrada la premura de encestar que existe sobre la cancha, pero también el escaso interés del público hacia el evento. ¿Cuántas veces más José P. Monegro me repetirá que rescatará la disciplina en el Distrito Nacional?... ¿dónde está el estimulo para acercarse al superior?... ¿dónde está la inversión en promoción?... ¿por qué no un arreglo con Diandino Peña y Leonel Carrasco para que la boleta del “superior” pueda ser usada en una de las vías del Metro de Santo Domingo?

¿Qué está aportando Johnny Jones Luciano?... ¿qué brinda Andrés Terrero?... y yo, riéndome con la muela de atrás.

Entre Mauricio Báez y Los Prados se realizaron 198 disparos al canasto, la noche inaugural. Dentro de una cancha lo que cuida el jugador es el balón, pero aquí, las posesiones pasan desapercibidas, no se cultiva el amor por la pelota. Entre Rafael Barias y San Carlos hubo más comedimiento: 137 intentos. En el partido de Mar.15.2017 en la NBA al que asistieron Uribe Vásquez y el irresponsable director técnico del Mauricio Báez (Mike Krzyzewski nunca ha abandonado su banquillo para ver un juego de un jugador determinado; Mike Dunleavy nunca dejó su trabajo para asistir a un partido de su propio hijo, un estelar de la NBA; tampoco John Calipari abandona su trabajo para asistir al juego de uno de los tantos hijos que han saltado al negocio) apenas hubo 160 tiros. ¡Ética y profesionalidad!... ¿verdad Saturnino Martínez?

Estaba olvidando, que como el día precedente, las graderías vacías. ¡Oh mi Dios!

Esta noche saltan a la cancha BAMESO contra Huellas del Siglo de Cristo Rey; y más adelante debatirán El Millón contra San Lázaro. ¿Alguien tendrá algo de perspectiva para sorprendernos?


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