Volver a bailar con los dos pies zurdos
Hace muchos años, tantos que aún no estaba relacionado
al baloncesto los Piratas de Armstrong State University jugaron una serie de exhibición en el
desaparecido Auditorio Eugenio María de Hostos; por supuesto, había unos morenos altísimos, por ahí he de tener
varias guías de ese conjunto, pero de momento me quedo con los recuerdos. Nunca
más se volvió a hablar de ellos en la prensa nacional, juegan en División II y están
ubicados en la costera localidad de Savannah, en el estado de Georgia, hasta que
Huellas del Siglo, el equipo de Cristo Rey, anuncia al jugador de origen
dominicano Herbert Noel Graham (Ago.30.1993,
6’05, 205, SG/SF), hijo de Herbert Graham y Ángela Padilla.
En
ese equipo había un blanquito
endemoniado de nombre Ron Hancock (6’05, SG/SF) que terminó con sexto mejor
anotador en la historia de la institución (1,318 puntos y 128 balones robados).
Los morenos
eran Sam Berry, Ike Williams y Sonny Powell. Berry
(2,508) y Williams (2,116) son uno y dos en la casilla histórica de anotación,
mientras Powell es octavo (1,178). Berry es también guía fidedigno en rebotes capturados
(1,331). El dirigente era Bill Alexander (marca de 148-128 entre 1967 y 1977).
La aparición de Graham desata las pasiones y ya más de
un equipo pretende hacerse con sus servicios. Mauricio Báez lo inscribió ante
la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA); como si la gente
nunca terminara de aprender. Cuando Ramón González contrató a Melvyn Miedlop
López Guillen para que le condujera el equipo, hace ya unos años, en una etapa
critica para el combinado, le comenté: “te
apuesto peso a morisqueta que no hará nada para llevarte a la clasificación y
después, sentirás que te robó el dinero”. ¡Tal cual!
Los mauricianos
cuentan con Shamil
Ballas, Yohansi Minaya, Diego Moquete, Rayner Moquete, Danilo Núñez, Geraldo
Suero Castillo, y Juan Miguel Suero Castillo (actualmente en Venezuela con
Gaiteros del Zulia) para las posiciones del back-court.
Imponerles un nuevo jugador, no formado en esa cofradía será un dolor de
cabeza. Pese a haber conquistado el torneo del 2016, López Guillen mostró muchísimas
debilidades en el manejo de ese grupo, que puede rendir a la perfección dentro
de ese “caos made in Villa Juana”
pero que también le puede hacer la vida imposible a cualquier “coach”. Ahora muestra sus miedos ante la
incapacidad de evaluar a un jugador que podría hacer algún daño. ¡Ese tipo es
un cobarde de marca mayor!
Con los Piratas
en su año “senior”, 2015-16, Graham participó
en 21 encuentros, iniciando 7 de ellos y consumió 25.2 minutos por partido. En
buen dominicano es un pistolero con determinado
acierto, intentó 10.6 lances detrás del arco por juego e increíblemente
convirtió un 50.5 por ciento, desde el campo fue más reservado, disparando sólo
5.2 veces por juego para un porcentaje de 49.3, mientras apenas visitó la línea
2.0 veces por juego (83.3 por ciento convertidos), por lo que hay que presumir
que no va “a la piña”, no se
arriesga, todo es esperar la cocinita
o que la pelota le llegue pal’ palomeo,
al estilo Iván Mieses. Añadió 4.8 rebotes, 0.9 asistencias, y 2.0 balones
perdidos.
Es muy difícil conjeturar sobre el desempeño que tendrá
un jugador de origen dominicano nacido en el exterior al jugar fuera de las
luces de la División I, que tampoco deja de tener sus riegos, pero los viejos
males del baloncesto nacional están latentes; han pasado más de 40 años y seguimos
hablando de piratería, de posiciones ejecutivas que se regalan a gente sin
ninguna capacidad y después vienen las limitaciones. Tampoco usted me dirá que
todo el mundo terminará convertido en Winston Royal, que jugó en División III,
cuando Albany State University andaba perdida por el mundo de los encasillados inferiores.
Antes, cuando el baloncesto era mucho mejor el fanático
importaba; eso se borró de la faz del “bakebol”
que se promociona desde la propia Federación Dominicana de Baloncesto
(FEDOMBAL), había más conocimiento, mejor información aunque no tanta
facilidades. Aquí hubo mucha gente que hacía esfuerzos titánicos por mostrar
una buena cara. La calidad de los gestores del baloncesto dominicano ha
involucionado; es increíble. Ahora todos buscan jugadores en Puerto Rico o Venezuela
y listo, sin mayores esfuerzos. Eso en mi campo se llama coger los mangos
bajitos.
Por supuesto, el baloncesto dominicano, sin importar
el protagonista valida un estudio de la Universidad de Indiana, publicado
recientemente, donde explica que en mundos cerrados de posiciones antagónicas,
la gente pretende ignorar a los que no tienen ideas similares, se sigue la
manada, a los contrarios se les pretende ignorar; por suerte, en mi caso
particular, los que me adversan con unos desmañados de “puta madre”, como diría un español.
La cantidad de “gerentes”
que veo me deja erizado. Después, esta chusma escandalosa pretende trazar
pautas, imponer criterios y jugar con el trabajo de los demás. Con esos
criterios en el Palacio de los Deportes jamás se hubieran presentado nombres
como Douglas Arnold, Roderick Blackney, Jerry Davis,
Lewis Getter, Stephen Jackson, Willie
–La Boa- Jones, Jerry McCullough,
Vernon Moore, Steve Phyfe, Orlando Phillips,
Eugene Richardson, Mike Robinson, Elvis Rolle, Donald
Royal, Drew Skonberg y Marcelous Starks, entre muchos otros.
El torneo del Distrito Nacional arrancará en marzo 15,
y en La Romana, por ejemplo, están jugando Manuel Guzmán, pieza fundamental de
El Millón, y Gerardo Suero Castillo y Rayner Moquete, elementos vitales del
Mauricio Báez. Continuaremos en lo mismo, correr y tirar, convirtiendo el espectáculo
en una mesa grande de ping-pong. Ahora
lo básico e importante es el subsidio del Estado Dominicano y llenar las arcas
de los “propietarios” de los clubes,
con contadas excepciones.
BAMESO (Barrio Mejoramiento Social) nos anuncia otro
jugador residente en Estados Unidos. Chris Torres, de padre puertorriqueño y
madre dominicana, nacido en Puerto Rico; de 6’04 de estatura, 200 libras de
peso y que es fundamentalmente un tres.
Jugó dos campañas para las Halcones Rojos
de Montclair State University en el estado de Nueva Jersey.
En la campaña 2012-13 se presentó en 20 partidos con
3 inicios, promediando 5.5 puntos, 5.2 rebotes, 0.9 asistencias, 1.1 perdidas
de balón, en 16.0 minutos con porcentajes de 52.0 por ciento desde el campo,
48.0 por ciento detrás del arco (12/25) y 77.8 por ciento desde la línea. En la
siguiente temporada inició 11 de 23 juegos, y bajó enormemente sus aciertos
desde la larga distancia a pesar de jugar más minutos (21.9), sus medias fueron
de 5.0 puntos, 6.3 rebotes y 1.6 asistencias; lanzó para un 19.1 por ciento
detrás del arco, 55.9 por ciento desde el campo y 65.0 por ciento desde la
línea.
En el matutino Hoy (Mar.07.2017) me encuentro con el
siguiente titular: “El club Rafael Barias
prepara “trabuco” para baloncesto DN”. La nota menciona a Juan Bautista
Araujo, José Fortuna, Manuel Fortuna, Joel Ramírez y César Rosario. Añade a
James Maye como “importado” cuando
todo el mundo sabe que es jugador que adquirió la nacionalidad dominicana y que
esa condición le brinda todos los derechos de un ciudadano en toda la extensión
de la palabra. Aquí la FEDOMBAL se coloca por encima de la Constitución de la República,
todos callan y la mayoría presume de su cercanía con Rafelin como herramienta para sentirse en las cercanías de este pichón
de sátrapa, como queriendo abrevar favores y travesuras.
Mientras los actores del baloncesto nacional le sigan haciendo el
juego a Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, se estará apocopando la
actividad hasta limites jamás imaginados. Demasiadas cobardías ante la
perversidad y la maldad de este carajete.
El “Barias” incluyó también a Daniel Arias, Ramón
Canario, Francisco Dajer (Maletín), José Rodolfo Espinal, Josh Gómez y Melvin Núñez.
Tanto Pancho como Mañe Fortuna, Araujo, Dajer, y Rosario
acumulan más millas recorridas que una “voladora”
de la ruta La Pared-El Carril-Quitasueño
de Haina. Todo ello sin contar con Maye que es matusalenico. Alguien me contó que Maye estaba en la isla
cortejando a Anacaona y fue enviado a Nueva York en “bola de humo” por el cacique Caonabo. ¿Dónde está la renovación?...
y que conste, los de Villa Consuelo son los más laboriosos en las categorías
formativas, junto al Mauricio Báez.
El Millón anuncia a Juan Guerrero pero está en Venezuela
con Toros de Aragua, donde hace pareja con el nacionalizado Kelvin –El Pollito- Peña, también notifica la
presencia de Luis David Montero. Si pueden unir la participación de esos dios
jugadores más Guzmán, Alvin Abreu (también en Venezuela y posiblemente en
Puerto Rico, más adelante), Samuel Lara y dos importados de solvencia, seguro ofrecerán
una competencia de primer nivel.
San Lázaro es otro conjunto que acumula muchos años en
su nomina.
Omar Cordero, Wernel Díaz, Yack Michael Martínez, Hansel Salvador, y David
Zabala. Quizás su nueva directiva no lo haya sabido jamás, pero sus años de
mayor esplendor fue con una nomina menos de 25 años de edad. Chacho, Cocolo,
Cucho, El Toro, Hugo, Johnny, Kenny, La Momia, Manolo, Pepe y Tito.
De
Los Prados, equipo que creo nunca ha formado un jugador de baloncesto, presenta
al buen amigo Carlos Paniagua, un incombustible atleta, y al tirador Henry
Lalane, entre los dos y la edad de mi mamá no debe haber muchas diferencias;
picando los noventa. Hay que recordar que Paniagua fue el hombre encargado de
imponer autoridad debajo de los palos con la selección nacional en muchos
eventos; un caballero que debería ser ejemplo para futuras generaciones: nunca
se le ha visto envuelto en el mínimo escándalo.
Por
cierto, la página de ABADINA carece que elementos para información
generalizada. En el renglón donde señala “torneo
superior”, siete recursos; primero: transmisión en línea… ¿se transmitirán
los partidos en tiempo real en este 2017?; segundo: equipos, el año pasado no existió
ninguna información, ni siquiera las nominas de los conjuntos. Deberíamos de
esperar que la misma brinde la información minima necesaria, ejemplo: Mauricio Báez
(fecha de fundación, dirección, teléfonos, página digital, pabellón de
practicas, directiva, años de participación en los “superiores”, campeonatos ganados, series finales alcanzadas, dirección
técnica, asistentes, nomina incluyendo, posición, estatura, peso, fecha de nacimiento
y lugar de nacimiento).
Tercero:
tabla de posiciones, existió en algún momento durante la versión 2016, pero fue
borrada. Un trabajo más amplio debería incluir también el historial de este
renglón. Cuarto: estadísticas, con tres sub-divisiones, lideres, juegos y
colectivas. Totalmente vacía desde la conclusión del torneo pasado. Dicen las
malas lenguas que el encargado de las mismas acaparó todas las casillas para su
uso y el de sus “amigos”… si la
institución pagó por el servicio es un robo y debería de ser objetado la
continuidad de los responsables (el informe de Mario Emilio Guerrero al final
del torneo señala que Rafael Faneyte estuvo a cargo de las redes electrónicas)...
¿por qué este misántropo borró la información de la página?
Quinto:
reglamentos, se incluyen las normativas técnicas y disciplinarias del año 2016.
Sexto: acreditaciones con dos sub-divisiones, listado de acreditados y
formulario de acreditación. En la lista de acreditados, más gente desconocida
que granos de arena en la playa de Boca Chica (250 acreditaciones, “la mayoría de los que solicitaron la acreditación
nunca asistieron a los partidos”, Mario Emilio Guerrero).
La
séptima casilla es un informe del torneo 2016.
Qué
medidas se tomaron con las recomendaciones de las direcciones técnicas (Nelson José
Ramírez) y administrativas (Pedro Leandro Rodríguez) para este 2017. Existieron
faltas de proporciones mayúsculas. Por ejemplo, ninguno de los equipos
envueltos en la competencia presentó sus presupuestos ni los contratos de los
jugadores. “La falta de un plan gerencial
en casi todos los casos hizo que muchos clubes se desbordaran en sus gastos al
tomar decisiones pensando más como fanáticos y no como gerentes”.
Otro
considerando que llama la atención: “organización
y cumplimiento deficientes de las normas por parte de los clubes con relación a
sus obligaciones técnicas”. Renglón seguido: “deficiente comportamiento profesional de los delegados dirigentes de
equipos, técnicos y jugadores”. La guindilla viene de inmediato: “deficiente conocimiento técnico, financiero
y organizativo de los clubes para la administración de un equipo superior”.
¡Creo que no me estoy perdiendo de nada!
ABADINA
está a las puertas de un nuevo evento “superior”,
una justa que perdió hace años el corazón, marcha sin ingenio y sin
rectificaciones. Los clubes continúan creyendo en que pueden seguir por la
senda de la improvisación, episodio tras episodio. Al final de la jornada todos
quieren victimizarse, pero la justicia no llega tras estos eternos mártires.
Nadie se atreve a proscribirlos, pero tampoco nadie indaga, nadie investiga,
nadie toma los suficientes niveles de responsabilidad.
Rafelin seguirá agitando con su “nueva
era”, alegará persecución (el imaginario persecutorio de los cobardes) por parte de los que no comparten sus ideas (ni una original), copias
eternas de otros con más vocación y menos ganas de esquilar, y repetirá una vez
más lo bien que marcha la actividad, mientras le exige pactos y solidaridad comprometida
a sus acólitos. Siempre en modo erizo.
Nominas preliminares:
Mauricio
Báez
(actuales campeones): Shamil Ballas, Miguel Evangelista, Herbert Noel Graham
(en disputa con Huellas del Siglo), Brayan Martínez, Yohansi Minaya, Diego
Moquete, Rayner Moquete, Danilo Núñez, Melvin Richardson, Juan Miguel Suero y
Geraldo Suero Castillo.
San
Carlos
(sub-campeones): Will Arias, Claudio Calero, Chayanne De La Cruz, Erick Gómez,
Luis Imbert, Kevin Pérez, Jeffry Pimentel, Erickson Sánchez, Roberto Tamárez, y
Kelvin Valdez.
El
Millón
(semifinalista): Alvin Abreu, Mauricio Báez, José Ángel Batista, Leandro José
Cabrera, Johan De Los Ángeles, Juan Guerrero, Manuel Guzmán, Samuel Lara, Luis
David Montero, y Eduardo Pereyra.
Los
Prados
(semifinalista): José Acosta, Darlin Aquino, Darwin Cabrera, Kelvin Dixon,
Henry Lalane, Raymond Méndez, Carlos Paniagua, Wilson Pilarte, Elkin Ramos, y
Joency Rivera.
MONTCLAIR STATE RED HAWKS
BAMESO: Wilbert Carmona,
Manuel Durán, Pedro Ariel Martínez, Mickol José Mendoza, Steven Mercedes,
Alberto Ozuna, Francis Sánchez, Ramón Segura, Moisés Soto y Chris Torres.
Huellas
del Siglo:
Mauricio Arroyo, Richard Bautista Caba, Ricardo Catala, Smailin Encarnación,
Pascual Medrano, Chris Moore, Rody Ramírez, Yennil Rodríguez, Ramsel Silfa, y
Henry Valdez.
Rafael
Barias:
Juan Bautista Araujo, Daniel Arias, Ramón Canario, Francisco Dajer, José Rodolfo
Espinal, José Fortuna, Manuel Fortuna, Josh Gómez, Melvin Núñez, y Joel
Ramírez.
San
Lázaro:
Omar Cordero, Wernel Díaz, Luis Duluc, Carlos Manuel Henríquez, Yack Michael
Martínez, Erick Merán, Hansel Salvador, Edward Santos, Edgar Tejada, y David Zabala.
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