lunes, 20 de marzo de 2017

Responsabilidad ante paños tibios

Tres cosas simples… la primera: hoy no hay agrio dedicado al baloncesto. El asesinato de Delcy Miguelina Yapor Concepción me ha conmovido. Ella fue hasta hoy la esposa de mi compañero y hermano Leandro Acosta Mármol. Así como yo, los restantes 97 lasallistas de la promoción de 1974 nos sentimos abrumados por tan devastadora noticia.

Leandro  y Delcy, foto reciente
Delcy prestaba servicios de transporte escolar, le protestó a un motorista que iba en contravia en la Francisco Prats Ramírez, del sector Evaristo Morales (aparentemente evitando una persecución policial), cuando ella se detuvo para tomar a uno de los niños, este sacó un arma y la mató delante de todas esas crías que transportaba a recibir el pan de la enseñanza.

Los padres de “mi cuarto hijo” fueron los primeros en llegar al lugar de los hechos.

Hace apenas tres meses habían celebrado el casamiento de una de sus hijas. Leandro es además diacono en la iglesia El Buen Pastor.

Esta sociedad ha empezado y reclamar, mañana Delcy será una estadística más, dentro de los infortunios que los dominicanos hemos sufrido por la irresponsabilidad de quienes tienen el deber de la seguridad ciudadana; ya nada asombra a determinados sectores y eso se nos repite cada instante, y los delincuentes tampoco sienten temor ni pavor: matar frente a dos criaturas y una tercera que se subiría al minibus. Es para que el pesimismo esté presente hasta el último segundo. Es hora de escuchar, resolver y dejarse de paños tibios.

Segunda: la médico dominicano Michelle Escala, egresada De La Salle, acaba de ser nombrada directora asociada de la residencia de pediatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Oklahoma en la ciudad de Tulsa (allí vivió mi hijo Rodrigo Andrés, en una etapa decisiva de su formación). La doctora Escala es hija de quien aún en mis tiempos era el hermano Miguel (¡que buenos tiempos aquellos!) y quien después fue rector del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).

¿Fuga de cerebros?... ¿por qué formamos tanto buenos médicos si los enviamos al exterior?... hay 4,000 muchachos que recién han terminado la carrera y están pasando verdaderas penurias; imagino que de ese número tan grande hay una buena cantidad que alcanzará la excelencia.


Tercera: César Marchena recibió sus agrios este fin de semana, es sobrino de Quique, su homónimo César Marchena, quien además encabeza el proyecto deportivo y social CM, que opera desde el sector Jardines del Norte, una persona muy querida en mi casa. Un trabajador incansable del baloncesto a diferentes niveles formativos y mejor amigo. Espero que mis comentarios le sirvan para mejorar.

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