jueves, 2 de marzo de 2017

Aquel lluvioso viernes del 1962 en Herhsey

Hoy (Mar.02.2017) se cumplen 55 años de la inédita, sensacional y hasta ahora irrepetible hazaña de Wilt Chamberlain, El Mosquito (7’01, 260 libras; su real pasión era el voleibol), de anotar 100 unidades en un partido de la NBA. Wilton Norman Chamberlain jugaba entonces para los Philadelphia Warriors que se enfrentaban a los New York Knicks en el Hershey Sports Arena de Hershey, Pennsylvania, allí donde está la famosísima fabrica de chocolates.

Las acciones concluyeron 169-147. El mítico Frank McGuire era el entrenador de los Warriors.

En los tres partidos previos Chamberlain había anotado 67, 65 y 61 puntos respectivamente.

En el transcurso del encuentro, el protagonista de la noche implantó otras 5 marcas: pero llama la atención la de más lances libres intentados (32), que se sublimizó por su grado de aciertos esa noche (28) porque era deficiente ejecutante desde la línea.

Ambos equipos alcanzaron 316 puntos, la mayor cantidad combinada dos los rivales en un partido. Esa campaña Chamberlain terminó con 50.4 puntos por juego. Quebró su propia marca de puntos anotados en un encuentro que era de 78 (Dic.08.1961), después de superar la marca previa de 71 enteros que estaba en manos de Elgin Baylor.

El encuentro no se transmitió por televisión, tampoco hubo grabación alguna. Sólo se conservan grabaciones de audio del último cuarto. Tampoco había representantes de la prensa de los Knicks. La noticia tampoco fue de impacto, en esos tiempos la nombradía de la liga no la colocaba dentro de los grandes espectáculos.


Los Warriors empezaron a todo tren, colocaron las acciones 19-3 con Chamberlain encestando 13 puntos. El primer cuarto finalizó 42-26 y el centro nativo de Philadelphia, llevaba 23 unidades, inclusive convirtiendo sus 9 intentos desde la línea. Al llegar a la pausa larga (mitad del partido) el marcador indicaba 79-68 y Chamberlain acumulaba 41 tantos; nada inusual para un hombre que ya había conseguido 60 o más puntos en 15 ocasiones diferentes.

Al reanudarse el juego, los Knicks colocaron triple y hasta cuádruple defensa, con faltas muy físicas, tratando de disminuir la potencia del espigado jugador, pero nada parecía distraerle. McGuire se enfrentó a los árbitros por la crudeza de las acciones rivales. Al concluir el periodo había sumado 28 unidades más, recolectaba 69 hasta ese momento, y la pizarra reflejaba un 125-106.

Dave Budd (6’06) un delantero pequeño reserva de los Knicks tuvo que alternarse con Darrall Imhoff (6’10) y fue el único otro jugador que atrapó cifras dobles en rebotes, detrás Cleveland Buckner (6’09) quien se fue a la ducha con 33 enteros, señaló: “defender a Chamberlain de manera convencional es imposible, demasiado grande, debía pesar entre 270 y 300 libras, había que sacarlo de la zona, por lo menos dos pasos”.

Faltando 8 minutos para el cierre del partido, Chamberlain necesitaba 25 enteros para alcanzar los 100. Anotó su punto 79 con 7:51 para el final y las gradas con solo 4,124 parroquianos reventaron por la efervescencia que empezaba a vivirse. A los 80 señaló que estaba cansado, que ya estaba agotado. Con seis minutos la defensa de los Knicks empezó a cometer faltas intencionales a todos los oponentes excepto a Chamberlain. Entre los minutos 8 y 4, sólo el pívot tiró al canasto por los dueños de cada. McGuire reciprocó la estrategia de las faltas intencionales, cambió a cuatro de sus jugadores por suplentes. A 2:12 del final la cuenta personal de Chamberlain indicaba 94 enteros, anotó un fadeaway para llegar a 96. A 1:19 recibió un pase de York Larese para 98 que fue un rotundo donqueo. Con menos de un minuto Chamberlain se colocó en el poste, recibió un pase de Guy Rodgers que falló, el rebote fue para Ted Luckenbill que pasó de nuevo el balón a su compañero, que erró de nuevo. Luckenbill (apenas jugó 3 minutos) atrapó la pelota otra vez y se la pasó a Joe Ruklick, este otorgó un pase alto a Chamberlain y con 0:46 terminó embocándola. Los testigos difieren si fue otro ronqueo o un alley-oop. Unos 200 fanáticos se lanzaron a la cancha, mientras Ruklick corría a la mesa técnica para asegurar que se le oficialmente se le acreditara la asistencia. El juego se detuvo por aproximadamente 9 minutos.

La grabación del cuarto final fue descubierta apenas en el 1988.

En total Chamberlain replicó 63 intentos de campo y convirtió 36, además visitó la línea 32 veces y acertó 28 ocasiones. Se ha dicho siempre que los aros eran viejos, frágiles y permisivos con los canastos. En esos 48 minutos implantó la marca para lances intentados desde el campo y lances de campo convertidos, tiros libres convertidos, más puntos en un cuarto (31) y más puntos en una mitad (59). Su promedió en los cuatro partidos de esa semana fue 73 y en todos excedió las 60 unidades.

Rodgers finalizó la jornada con 20 asistencias. Al Attles, que generalmente no desarrollaba ofensiva convirtió los 8 lances que lanzó y además un tiro libre. Philadelphia quedó corto en igualar la marca de 173 tantos que ya tenía Boston Celtics. El defensa Bob Cousy de los Celtics señaló en una entrevista posterior: “el nivel del juego en la NBA ha venido a menos mientras la temporada ha ido avanzado y los defensas se han quedado sin combustible”.

El 4 de marzo, se volvieron a enfrentar Warriors y Knicks, esta vez en el Madison Square Garden e Imfoff recibió una ovación de pie al limitar a Chamberlain a solo 58 puntos.

Attles fue dirigente de los Warriors, posteriormente.

La temporada 1061-62 finalizó para Chamberlain con una marca de anotación de 50.4 puntos de promedio, después de haber conseguido 4,029 unidades. Jugó 3,882 minutos, incluyendo cada instante de 79 de 80 juegos, para promediar 48.5 minutos; alguien dirá que los partidos tienen una extensión de solo 48 minutos, pero hay que contabilizar 10 tiempos adicionales en 7 juegos que se fueron más allá del limite. Fue segundo en la casilla de porcentaje de campo (50.6) y consiguió el 61 por ciento de sus disparos desde la línea. Los Warriors finalizaron la campaña con 49-31.


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