miércoles, 1 de marzo de 2017

Imprecisiones cósmicas de Emmanuel Esquea Guerrero

Un momento, Emmanuel Esquea Guerrero, te hiciste pupú fuera del cajón; no hay comparación posible entre Juan Bautista Pérez Rancier (Santiago, Jun.24.1883; La Laguna, Canarias, España, Feb.13.1968) y José Alejandro Vargas.

Esquea Guerrero
Pérez Rancier fue un hombre intachable, que jamás renunció a sus responsabilidades por algo recibió el nombre de “El hombre del Cristo”, como bien afirmas; José Alejandro Vargas no lo es ni por miles de años luz un ser parecido al magistrado Pérez Rancier, es un actor mediático de esta sociedad, un tipo afectado por el populismo judicial, que disfruta las luces y el espectáculo.

Por supuesto, tampoco en la calidad de su formación. ¿Pudiste tu leer alguna carta de Pérez Rancier en algún momento?... porque pedirme que hubieras hablado con él sería un acto titánico. Quizás, como político me digas que si, y desataras todas mis carcajadas.

La decisión de Vargas me sorprendió; no la esperaba, eso lo confieso.

Una de las frases celebres del magistrado Pérez Rancier es: “cuando la política entra por la puerta de un tribunal, la justicia salta por la ventana”. Por supuesto tu serviste a ese mundillo y sabes bien de los actos canallescos que ahí se libran; hoy igual que ayer.

Usted lanzó su incisivo comentario con fines eminentemente políticos, lo que es imperdonable.


Vargas sabía lo que se jugaba con el fallo de la fecha y no iba a cargar con ese cadáver; en su íntima convicción necesitaba colocarse una vez más en la boca de todos; hoy se irá a dormir con el pechito henchido, regodeándose. Todos los ojos de la sociedad estaban sobre él, y de ahí sacará provecho. Ahí una posición vacante en la Suprema Corte de Justicia.

Todos sabemos que si no hubiera sido por los espectadores a la entrada del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, mientras se extendían las manos y las voces se convertían en vigilantes, quizás le hubiera dado otros aires épicos, aventureros y festivos a la decisión, en contra de lo que las circunstancias reclamaban… quizás lo justificaría porque cristianamente ya había terminado el carnaval. Aunque aquí seguimos de rumba y sin rumbo.

Repite conmigo Emmanuel: el doctor Pérez Rancier mostró indignación frente al abuso cometido por las fuerzas interventoras frente a Ramón Leocadio –Cayo- Báez, un humilde campesino acusado de alterar el orden público y de rebelión contra la autoridad.

Besos de Neón de Scott Rohlfs
En Feb.24. 1920, Pérez Rancier, indignado, dio un puñetazo, eso cuenta la historia, al Cristo de marfil de la sala de audiencia y expresó: “se suspende el juicio. No juzgaremos a estos hombres, infelices instrumentos, hasta que los reos de ese y otros crímenes no sean sometidos y sobre ellos caiga la sanción penal correspondiente”. Lo que pasó es que tomó entre su puño el Cristo y lo reventó contra las paredes de la sala. El Cristo se deshizo en varios pedazos y hasta donde tengo conocimiento era una pieza de incalculable valor en el Palacio de Justicia de Santiago… por casualidad, usted que fue consultor jurídico de la Presidencia de la República ha constatado en algún momento si esas piezas aún están conservadas.

Pérez Rancier para más señas, era hijo de Genaro Pérez Tavares y Elisa Rancier Valverde; si usted sabe de la trayectoria de los hombres en este país usted debería rendirse ante la memoria de Pérez Tavares. Cursó sus estudios primarios en Santiago, maroteó mucho en los montes de Sánchez cuando  Pérez Tavares administraba el ferrocarril y los estudios secundarios los realizó en Estados Unidos y Canadá, durante el período de 1901 al 1908.

Además de ser un eminente abogado y hombre público, Pérez Rancier cultivó el alpinismo, explorando la Cordillera Central en varias ocasiones. Se distinguió como un defensor de las riquezas forestales. En el año 1920, en compañía del eminente Médico Lázaro Canela, levantó un estudio en el que establece lo que debe ser el “Vedado del Yaque”, como una forma de preservar su riqueza como fuente de agua. El documento quedó a la posteridad como ejemplo de lo que fue la conclusión de un científico previsor. En su honor Valle Nuevo fue declarado Parque Nacional Juan Bautista Pérez Rancier.
Cayo Báez

Como su mensaje me llegó a la hora de retirarme a mi humilde hogar, he tomado mucho de la biografía de Pérez Rancier de Vanguardia del Pueblo, órgano del pe-ele-de, del que no soy miembro, y que increíblemente está redactada sin sesgos, de lo contrario le hubiera dedicado varios párrafos más.

Leer y escuchar tanto de esta política bizarra, donde se está más pendiente de jugar al ping-pong con las acusaciones, sin tomar responsabilidades, en lugar de pensar y actuar para el beneficio del país y encumbrarlo hacia otros horizontes, es subestimar los derechos y la dignidad de los demás dominicanos. Discursos sin contenido, vacíos, sensacionalistas, sin alma y sin corazón; la gente necesita más compromiso.


Creo que la memoria de Pérez Rancier merece que usted haga un acto de contrición, corrija ese error y coloque las cosas en su justo lugar. Mientras eso llega, como dice Álvaro Arvelo hijo: “F-Y en inglés para usted”.

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