martes, 21 de marzo de 2017

De vacas y otros cuentos dominicales

Entro a una de las sucursales de supermercados Pola y me sorprende un anuncio por los parlantes; “hay una vaca en el pasillo siete”. El domingo (Mar.19.2017) resultó de lo más atípico, porque hasta el momento de apagar las luces no dejé de sorprenderme. Tendré que hacer como muchos de mis compañeros, no perder el tiempo en cosas de factura local. En lo del baloncesto un muy querido amigo me sugirió escribir sólo de la NBA y de las ligas internacionales, pero rápido me dijo: “es que a ti esa vaina te supera, te duele la pelotita mala que se juega aquí pero debes de saber que nunca vamos a mejorar”.

Pabellón Insular Santiago Martín, Canarias
Tratando de olvidar la pesadilla dominical que se generó en el Pabellón de Voleibol de sopetón me encontré con Jatnna Tavares. Treinta años en televisión, derrochados, sin nada que muestre una superación, sin chispa, inverosímil, hasta silabarienta por momentos y de compañía esa risa bucólica. Una diosa figurada que nunca ha podido ponerle buena cara al mal tiempo; cada vez que la pendeja abría la boca me daba una bofetada.

Antes de que rompieran las acciones dominicales en el Pabellón de Voleibol un amigo querido y técnico en la materia sube a las redes sociales el siguiente comentario: “¡aloooo!!!... veo el baloncesto del Distrito Nacional y el de la NCAA, y sin dudas que tienen enormes coincidencias… empezando por el público y luego por el dominio del juego por jugadores y dirigentes”. Yo le agregaría: ¡la nueva era!

En la tanda vespertina San Carlos necesitó de un tiempo adicional para derrotar a sus vecinos de San Lázaro, con una extraordinaria jornada del joven Kelvin Pérez (28 unidades), más los decisivos aportes del pequeñito Erickson Sánchez y Roberto Tamarez. Sobrevivieron a la veteranía de Evan Brock, Hansel Salvador y Yack Michael Martínez más a la frescura de Wesley Witherspoon, después que les aplicaron “la polémica” del otro Jack (Jack Veneno) en el tercer parcial, dejarlos sólo en 9 enteros y que parecía sentenciar las acciones. Un repunte en el colofón del tiempo regular (27-17) permitió que los de Juan Pablo Brito se acreditaran su primer triunfo.

Eran como pequeños David frente a más de un Goliat que cambiaron las ondas por balones.

San Carlos necesita con urgencia un make-up, si sus condiciones económicas lo permiten. Chayanne De La Cruz sumó 11 rebotes, pero no rendirá de igual manera cada jornada. Los refuerzos están para ser despachados (Lovell Cook y Christian Ellis) y Claudio Calero (casi a punto de un doble-doble) puede ser efectivo saliendo desde la banca.


Derek Baker-López tiene un geriátrico en la banca y así no se puede. Omar Cordero, Warner Díaz y David Zabala no tienen ninguna especialidad. La falta de trabajo de la entidad de Jobo Bonito y la perdida de tiempo que significa someterse a los designios del presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), el mentao’ Rafelin, quien responde al nombre de Rafael Fernando Uribe Vásquez, han hecho estragos en la que una vez fue una pujante institución dedicada a la practica de la disciplina. Ha sido tan nefasta su presencia que se apropió del nombre de la entidad, registrándolo a su nombre ante la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI) y la cobardía ha impedido a la directiva llevarlo a la justicia.

“Salvador es ahora un combo-guard”… dijo el narrador. ¿Antes qué fue, Carlos Núñez?

Todo el mundo sabía que Erickson no pasaría el balón en las postrimerías del tiempo regular, es muy osado, y nadie intentó presionarlo; no es Superman, ni el Capitán América, pero así pasó, lanzó y falló. Así era desde mini-basket, igual de acrobático pero con tendencia a la depresión.

¿Y el lance de Salvador restando 1.31?... ¡irresponsable!

San Carlos lanzó para un 37.5 por ciento desde el campo, un 18.5 por ciento detrás del arco y un 86.7 por ciento desde la línea. Los lazareños respondieron con 43.9 por ciento desde el campo, un 29.3 por ciento detrás del arco y un 70.6 por ciento desde la línea. Pese a la diferencia en la envergadura de sus hombres el San Carlos dominó los rebotes 43 por 30.

¿Tenemos tiradores fiables en el baloncesto dominicano?

En la pausa de la televisión Pedro Leandro Rodríguez, director administrativo del evento, palabras más, palabras menos: “el Clásico Mundial de Béisbol nos restó un poco de público en los días iniciales de la contienda”. Al momento de decir aquello estaba seguro que el evento internacional había concluido para los dominicanos, pero el coliseo seguía vacío. “Vamos a corregir detalles para acercar al fanático”… me pareció un político en campaña. “Como va el baloncesto del Distrito Nacional así va el baloncesto en todo el país”… ¡nos jodimos!

¿Y esas niñas con los pies sobre los respaldos de los asientos?


Los dirigentes del patio, los del mamotreto llamado Colegio Dominicana de Entrenadores de Baloncesto (CODEBAL) han tomado la manía de solicitar un tiempo y en lugar de transmitir sus consideraciones a los dirigidos se reúnen con sus asistentes en el centro de la cancha… ¿no tienen nada en la cabeza que les haga sortear las situaciones con identidad propia?... ¿si los entrenadores tienen fundidos los cerebros, que nos revelará una tomografía axial computarizada del cráneo de sus asistentes?

¿Y el micrófono?... ¿lo usarán algunos equipos para espirar hasta la respiración del contrario?... en la época que vivimos abundan los confidentes, los chivatos, los fisgones, los que escuchan las conservaciones ajenas… a mi me encanta y a ella le guta’ por la mañana guayar la yuca.

Al caer la noche, la gente observó la explosión ofensiva de Gerardo Suero Castillo en la segunda parte del choque entre Mauricio Báez y Huellas del Siglo, donde regaló 28 puntos. Ello no opacó la soberbia demostración del veterano Luis Flores 23 enteros, que continua luciendo como un verdadero profesional y el aporte del foráneo Omar Reed, 29 unidades, que en los momentos apremiantes no decide.

Hubo también la guerra dentro de vestidores y el banquillo de los mauricianos. Miradas y susurros antes de que la sangre brotara. Melvyn Miedlop López Guillen no tiene control de ese grupo, que en buena parte trabaja bajo los entusiasmos de Suero Castillo. Parece que el “técnico nacional”, el mismo que dijo que había aprendido lo que sabe de baloncesto en una escuela secundaria de Miami, donde pasó únicamente dos meses, botó a Gerardito de la selección nacional el mismo día de su cumpleaños y ofreció la noticia por la prensa. ¿Piensa ese descarado que la gente tiene que olvidar tan fácilmente?

Quizás López Guillen arrincone el recuerdo de semanas atrás, ante su falta de autoridad, salió corriendo a lamerle los fondillos a Leonardo de Jesús Heredia Castillo, también conocido por el mote de Leo Corporan, el hijo de este César Leonardo Heredia Guerra y a José Luis –Boyón- Domínguez, quienes tuvieron que hacer una reunión de emergencia con los jugadores para comunicarles: “uno: el que no esté de acuerdo con la dirección de Melvyn tiene las puertas abiertas para irse; segundo: este año no hay dinero para pagarles”. La voz cantante la llevó Corporan. Quizás olvide (López Guillen) también que él no formó a ninguno de esos muchachos, no intervino en sus desarrollos, no tiene ascendencia y muchos piensan que es un parche mal colocado. Estaba muy imbuido en sus sueños de ser seleccionador nacional con los que ha pretendido siempre tapar sus carencias. “Yo no trabajo con muchachos, uno termina lleno de mierda”.

Los de Villa Juana marcaron 67 tantos en la parte complementaria del encuentro… ¿pensó Ramón González, el perínclito esclarecido de Cristo Rey, que Julio César Javier, también conocido por el mote de Ayata, le iba a ayudar a tomar venganza contra los mauricianos?... quizás olvidó que Ayata responde a los criterios de su guía y mentor Boyón. ¿Por qué hay tanta gente que “peca” de inocente y
sale precisamente a eso, a pecar?... ¿Ramón, inocencia o imbecilidad?... ¿por qué el año pasado Javier salió corriendo de San Carlos?... dicen las malas lenguas, que para no enfrentarse al Mauricio Báez en las semi-finales… ¿profesionalidad o desvergüenza olímpica?... ¿qué me dices Federico Borrás?

¿Donde guardó Ayata los sistemas para contener a los contrarios?... ¿permitir 105 tantos en un partido de 40 minutos es mucha indiscreción?... ¿y el otro tonto permite 102, que pasó ahí?... ¿pasó factura la falta de condición física de Chris Moore?... ¿por qué si Rody Ramírez tenía un mundo por delante se dejó desperdiciar?... ¿nunca se tomó ninguna previsión para mejorar el juego de Henry Valdez?... por suerte, Herbert Graham ha salido mejor de lo esperado.

La crónica de la ABADINA me regala: “Suero, quien apenas logró tres puntos en los dos primeros parciales, hizo gala de sus dotes ofensivos en el tercer período con un total de 17 unidades, 13 de ellos en línea, en ruta a una asombrosa recuperación de Mauricio Báez, escuadra que se fue al descanso abajo en el marcador (38-54)”. ¿Monegro, por qué no colocas un corrector de estilo para edificar tus redactores?... porque debió decir: dotes ofensivas, porque es voz femenina; y debajo en el marcador. Debajo se emplea para marcar un lugar o puesto inferior respecto a otro superior, con lo que a menudo va acompañado de la preposición de; abajo sólo señala un lugar inferior.

Mientras los mauricianos estén lanzando para un 31.8 por ciento detrás del arco me llama la atención. ¿Por qué el pseudo-sabichoso de Melvyn Miedlop no utiliza más al alero Melvin Richardson?... ¡tiene mieo’!... a mi que nadie me llame para celebrar pendejadas, un equipo que dependa en la posición uno de Daniel Núñez, aunque regale 12 asistencias por juego, no tiene mañana.

¿Marcha el baloncesto del país según discurra el del Distrito Nacional?... mientras no haya una reforma impactante en la actividad seguiremos como chivos sancristobalenses… ¿qué no hay chivos en San Cristóbal?... claro, el chivito de Rafelin, que es primero al que hay que mandar para su casa. Es imperativo trabajar con entrenadores, monitores y personal de mesa y llevar esas enseñanzas hasta el rincón más apartado de la geografía. Obligar a que las asociaciones trabajen todo el año a favor de la difusión y desarrollo de la disciplina, con torneos en todas las categorías calendarizados y normalizados desde antes de iniciarse el año y correr de manera simultanea con la agenda escolar.

Investigar y castigar todos los delitos que se han cometido en nombre del baloncesto y si es necesario llevar hasta la justicia ordinaria los casos que se ameriten. Los reglamentos competitivos de FEDOMBAL tienen que ser revisados hasta los tuétanos, aquí toda normativa está sujeta a las veleidades, inconstancias, frivolidades, desvaríos, mutabilidades, y caprichos de una sola persona, que justamente es un cero a la izquierda en el dominio técnico de la disciplina.

Esta FEDOMBAL no está a la altura de la magnitud de los problemas de la disciplina, estamos peor que hace cinco años. No se implementa un proyecto que no esté en las manos de Uribe Vásquez o su estructura de corte pandillero. Digan lo que digan, la desunión que suele caracterizar todas estas iniciativas no propicia nuevas aspiraciones. El periodismo no presiona y es cómplice del entramado con firmes sospechas que donde se hable o comente de baloncesto está siendo patrocinado por esta misma gente. Amen, Rafelin se considera que no tiene que rendir cuentas a nadie, transparencia cero.


Las organizaciones deportivas pueden ser herramientas de transformación, creando incentivos para transformaciones estructurales, pero aquí se ha preferido el parasitismo. Todos están conformes y están resignados a que las cosas no cambiarán, empezando por José P. Monegro.

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