jueves, 1 de junio de 2017

Agrios edulcorados…
Caso 344: Hora de cambiar de montura a mitad del río
Jun.02.2017        

Nunca me han gustado las columnas apócrifas, pero El Nacional tiene una de ellas en la sección de deportes llamada Frío y Caliente que casi siempre escribe su editor Leonardo de Jesús Heredia Castillo, también conocido por el dúctil mote de Leo Corporán. En fecha (May.31.2017) lanzó los siguientes dardos, cargados de veneno: “trascendió que hay clubes que se están reuniendo para, a través de un consenso, conformar una buena plancha que terciaría en las elecciones de ABADINA (Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional). ¡Bien!”. Despachó además: “hay directivos que piensan que José Domínguez (Boyón) sea el que lidere a los que están afiliados a ABADINA”.

Advierte además: “los directivos de los clubes deben pensar bien antes de escoger un nuevo Comité Ejecutivo de la ABADINA, para evitar errores lamentables”.

Leito ha considerado siempre que la ABADINA es otro de sus feudos, una extensión del Mauricio Báez, y como tal, trata de mantener cautivos a los propietarios de los clubes de la capital dominicana. Ha sido así por años, y estos “presidentes” son tan cobardes y pusilánimes que no buscan la manera de enfrentarlo, apelando a que tiene contactos en las altas instancias, siempre necesarias para un patrocinio, una ayuda, una asistencia. Pero la observación está lanzada.

¿Errores lamentables?... todos estamos propensos a cometerlos, pero el mayor error es el mantenerse estático mientras el baloncesto del Distrito Nacional se borra de la faz de la tierra. Era el “cambiar de montura a mitad del río” o “el salto al vacío” de Joaquín Balaguer Ricardo, ¿y de que nos sirvió?... hoy se descubre que la juventud pseudo-socialista de los 12 años que no fue imputada de “comunista” o “revolucionaria” se larvó sirviendo al régimen reformista, lamiendo favores o traicionando a sus amigos de infancia.

¿Plancha de consenso?... el mismo truco de siempre. ¡Es que Leo no tiene otro as bajo la manga!

Antes de estar sirviendo de vocero social, hay preguntas que responder, pero no hay actitud para las respuestas… ¿dónde está la matricula social del Mauricio Báez?... ¿cuántos miembros tiene registrados?... ¿maneja la entidad el Club Mauricio Báez o la Fundación Mauricio Báez?... ¿a nombre de quien van los patrocinios?... ¿cuáles son los puntos relevantes del buen amigo José Luis Domínguez al frente del Mauricio Báez?... ¿qué iniciativa ha tomado el bueno de Boyón más allá de las recomendaciones de Leito?


Mientras esta gente que está al frente de los clubes en el Distrito Nacional no supere la complexión mental donde se encuentra, miedos, frustraciones, no rompa con el servilismo, y el anhelo de conseguir dinero a cualquier costo continuará en el mismo estercolero. Estas instituciones perdieron toda capacidad de ser entes sociales para el beneficio de los sectores donde están enclavados, por la ruindad en los que debieron ser mandos ejecutivos, su escasa proyección, y la escasez en sus liderazgos. Casi todos los dirigentes de los clubes populares capitalinos deberían dar paso al costado, permitir otra juventud dispuesta a trabajar; estoy seguro que nuevas ideas surgirán.

En el aspecto deportivo se están produciendo poquísimos valores y los que logran alcanzar las instancias más codiciadas, como jugar en el superior, están faltos de buenas orientaciones para sobre una cancha poder decidir con el menor número posible de yerros. Los fundamentos no se enseñan por la tozudez de no contratar personal calificado. Pasa en el baloncesto, pasa en el voleibol, pasa en el atletismo, pasa, pasa, y sigue pasando hasta la eternidad; repetición incesante de los mismos males.

Domínguez, inmortal del deporte dominicano, es una cortina de humo lanzada por Heredia Castillo que pretende que su hijo césar Leonardo Heredia Guerra asuma la presidencia de ABADINA, llevando a Ramón Rodríguez, el nunca bien recordado El Teacher, dos veces presidente de ABADINA, cuyas gestiones han terminado en los más sórdidos escándalos, como asesor y uno de los vocales de esa plancha de “consenso”.

Rodríguez, quien por intermedio del Centro de Idioma Washington, bajo su dirección, a inicios del 2016 firmó varios contratos con federaciones deportivas dominicanas, incluyendo la Federación Dominicana de Clubes (FEDOCLUBES), para la enseñanza del idioma inglés. Como diría un amigo muy querido: ¡la mano que mueve la cuna!

Hace varios años, Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el folklórico mote de Rafelin, actual presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOBAL) se molestó al escuchar unas palabras de Felipe –El Jey- Payano, cuando se le rendía un homenaje por parte del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano. Sentado a mi lado Uribe Vásquez me manifestó: “no mencionó al baloncesto… y el viene de este deporte”. Le respondí: “es que en realidad no tenemos una sola figura a quien seguir. Los muchachos de ahora no tienen arraigo. Tenemos que construir una figura nacional”. Se levantó y se marchó.


Todo el mundo continua evocando las tardes dominicales en el Palacio de los Deportes, los llenos de los partidos Naco contra San Lázaro o San Carlos contra los propios maqueños, la presencia de Hugo Cabrera, Antonio –Chicho- Sibilio, Vinicio Muñoz, Miguel –Pepe- Rozón, Héctor –El Toro- Báez, Luis Manuel –Manolo- Prince, Evaristo Pérez, Aldo Leschchorn, Edgar De la Rosa, Evaristo Pérez, Cookie Tolentino, Julián –El Bombo- McKelly, Eduardo –El Vaquero- Gómez, Winston Royal, y hasta uno me preguntó hace unos días si Radhamés Díaz era ciertamente un portento de point-guard. Con la excepción de Muñoz, si la memoria no me traiciona, la mayoría tiene al menos 20 años en el dique seco.

Ni los clubes, ni sus directivas, como tampoco los entrenadores del patio han sabido adaptarse a las nuevas especialidades del juego, tampoco han optado por un crecimiento continuado en su formación académica, todo es el más puro empirismo y nada de substancia. Al paso que marchan las cosas, a la vuelta de la esquina nos veremos arrumbados en los olvidos.

El contexto en el que enseñaban Faisal Abel Hasbún, Alejandro Abreu, Sergio Abreu, Félix Aguasanta, Gustavo Concha, Pedro David Curiel, conocido por todos como Pututi, Leandro De La Cruz, Osiris Duquela, Humberto Rodríguez Elías, y algunos más que se me puedan escapar, era mucho menos favorable que el que se vive en los momentos actuales. Hay que implementar métodos para recuperar esa pasión y la ambición de que nuestros atletas puedan destacar.


La ABADINA ha querido marchar con un talante puramente comercial: el superior, el superior, el superior, pero hay vida más allá de tratar de producir dinero. Desearía pensar que seremos capaces de revertir los efectos de una realidad demasiada laxa y fácil que amenaza con acabar nuestro sueño de un gran baloncesto en la capital dominicana. Pero mientras la mano de este Leonardo de Jesús Heredia Castillo esté meciendo la cuna, continuaremos el derrotero.

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