La importancia de llamarse Totolo
Conocí a Gerardo Suero Correa hará cosa de unos 40
años; apareció en mi casa una mañana cualquiera para que atendiera una solicitud
de quien hasta entonces conocía sólo por el nombre de Leo Corporán. Nunca hemos sido íntimos, bastantes cordiales si, me
huele más que lo que me hiede, aunque se que mucha gente no quiere saber de él.
Nunca lo visité en su dilatada exposición como vice-ministro de Deportes, 12
años como administrativo y otros cuatro más como técnico. Como este país no
tiene padre ni madre, fue substituido por Reyes Aníbal Portorreal Capellán, que
ya es mucho decir. ¡La política compai!
Gerardo Suero Correa |
Para que nunca se olvide a Portorreal Capellán fue
llevado al Ministerio de Deportes y Recreación por ese que quiere ser recordado
como figura pública impoluta de nombre Jaime David Fernández Mirabal; insustancial
vice-presidente de la República, un abusador como ministro de Medio Ambiente y
Recursos Naturales, y un desdichado a su paso por la cartera deportiva. Hoy,
tratando de pasar desapercibido, casi anónimo en la Junta Monetaria, sin saber
nada de finanzas.
Hace unos 15 años, Suero Correa y un servidor nos encontramos
en el Polideportivo del Colegio Loyola, y le pregunté por su presencia ahí.
Sacando el pechito me dijo: “mi hijo es
el mejor mini-basket de la capital”. Le respondí; “yo también digo lo mismo del mío”, y nos sentamos a conversar y ver
los partidos que se desarrollaban en el marco de la Copa Little Lads. Gerardito y Luis Guillermo no tienen seis meses
de diferencia, el mío es mayor. Con el tiempo terminaron jugando juntos en el
Club Mauricio Báez.
Rememoro esos portentos con 12 años, y se les hacia
difícil enfrentar al grupo inmediatamente superior; competían, tenían sus
glorias pero eran dominados en el plano físico, y es que a esas tempranas
edades los años marchan barreras. Cuando llegamos a Villa Juana la base del conjunto
de mini-baloncesto pasaba por las manos y habilidades de Osirin, un chico estupendo, sólido como un torito, bueno para
garbar el comercial de leche Rica: “yo
estoy creciendo fuerte”. Osirin, dejó
pronto el mundo de las canastas, rápidamente adquirió otras responsabilidades, además,
la última vez que lo vi, caballeroso como el que más, observé que no añadió
muchos más centímetros. Mis respetos donde quiera que se encuentre.
Gerardo Suero Castillo |
Ahí también llegó Kareen Canaán, hijo del conocidísimo
vegano Jochy Canaán, cuñado de Andy, mi compañero de largos años en el Colegio
De La Salle; Kareen era muy atlético, parecía a esa tierna edad un atleta consumado,
estaba también Omar Rodríguez (selección sub-17 del año 2005), César, Jorge (la
mamá vivía en Italia, un gordito muy agradable que lamentablemente fue
asesinado hace ya varios años según me comentó Alsi Capellán), y la memoria me
traiciona para continuar nombrándolos a todos.
Aldo Alfonseca, entrenador de las niñas del mini-basket,
enseñó a Luis Guillermo a donquear. Ramón Peguero, a quien todos conocemos por Ogarro, era el director técnico, un
maestro en el arte de la iniciación dentro del baloncesto, y de quien Corporán
me dijo una vez: “ese negro tan feo, pobre,
y que le gustan las apuestas baratas, es más serio que tu y que yo. Ese es uno
de los pocos mauricianos por quien meto la mano en la candela”.
Luis Guillermo Madera, México |
Mi muchacho creció como la espuma y a los 14 años estaba
en 6’08 de estatura, se integró a la selección sub-21 y viajó con ella a Puerto
Rico, Colombia y Canadá. En esos grupos estaban Erick Andrés Aybar Báez, Leandro
Bonilla, Wilson Carmona Castro, Rafael Manuel Castillo Reyna (Monte Plata), Wernel Romeo Díaz Rodríguez
(El Avatar), Manuel Fortuna (Mañé), José Fortuna (Pancho), Christian Herrera Terrero, Sócrates
Jaquez, Juan Pablo Montas, Fernando Olivero, Juan Carlos Paulino Dilone, Melvin
Manuel Pérez Richardson (Melvin
Richardson), Osvaldo Miguel Rodríguez Muñoz, Ramón Ruiz, Luis Nicolás
Santana Reynoso, entre otros (por orden alfabético).
El delegado de la Federación Dominicana de Baloncesto
(FEDOMBAL) resultó César Pérez Samboy, en su momento más suberista que Julio Subero Montas, y le solicité: “mi hijo tiene sólo 14 años y está con un
grupo 7 años mayor, muy curtido, y con mucha calle, así que tiremele el ojo”.
Semanas después nos encontramos en las afueras del Palacio de los Deportes y me
dijo: “Madera, su hijo es el más adulto
de todos esos jóvenes; el más responsable. Nunca tuve una queja, era el primero
en todo, cumplía los horarios a cabalidad y auxiliaba a los veteranos. Usted lo
que tiene, con 14 años, es un hombre hecho y derecho”. Por supuesto, Pérez
Samboy tiene un rinconcito de mi corazón. Otras veces la delegación estuvo en
manos de Servio Tulio Quezada Canario, presidente de la Asociación de
Baloncesto de Azua, siempre jovial y para mí, fuera de cualquier diferencia por
pasiones deportivas, un hombre confiable.
Derekjeter Mejía |
Para el Centro-Basket del 2004, ya tenía 15 años, y José
Luis Domínguez, a quien todos conocemos como Boyón, lloró el día que tuvo que participarle que no integraría el equipo
nacional absoluto. Fue el último corte por encima de Henry Paulino, La Boa, un mauriciano de corazón, alma y espíritu, la posición pasaba también
por Reggie Charles, El Faraón.
Aquello fue una decisión única, electorera, de Frank Herasme, entonces
presidente de FEDOMBAL: “este año hay
elecciones, no voy a poner mi puesto en juego, y necesito el voto de La Romana,
el de Israel Altagracia, por lo que Reggie Charles se queda en el equipo por
encima de Madera”. República Dominicana alcanzó medalla de oro con un
desempeño excepcional de Yack Michael Martínez.
Domínguez, disgustado, no colocó a Charles sobre la
duela un sólo segundo a lo largo de todo el torneo. Altagracia aún está el frente
de la asociación provincial que jamás ha vuelto a producir un jugador
interesante y ocupa un nicho en el Comité Ejecutivo de la FEDOMBAL.
En medio de las celebraciones, domingo en la noche y aún
en el Palacio de los Deportes, Charles se acercó a donde estaba sentado con mi
familia, y entregó todas sus pertenencias: “esto
no me pertenece a mi, aquí tienen los uniformes, el azul para Luis, el blanco
para Rodrigo, y el bulto y todos los demás bártulos para Dieguito”.
Marlon St. Hilaire |
Este miércoles (Jun.14.2017) se inició el Panamericano
sub-16 de varones que se desarrolla en Formosa, Argentina, y los dominicanos
derrotaron a México con abultado marcador de 86 tantos por 45; una diferencia
de 41 enteros, con un inicio para evocar 28-9, y después todo fue dejar correr
la pizarra: 19-14 (para una mitad de 47 a 23); 19-7: y 20-15. Un trámite sin
problemas, con un 13-0 a la apertura que corrió hasta 17-1, frente a unos
mexicanos que lucieron desorganizados bajo la dirección de un conocido Nacho
Gella, ex-director técnico de la selección dominicana juvenil de damas.
El jovencito David Apolinar Jones García se convirtió en
una pesadilla, 22 tantos (8/10 en lances de 2 unidades, 1/4 detrás del arco y
3/3 desde la línea), 3 rebotes, 4 tobos, 2 asistencias. México intentó recuperarse,
pero su andar continuó siendo errático. El tercer cuarto lo postró de manera
definitiva.
Pero
los fuegos no estaban precisamente sobre la cancha de Polideportivo
Cincuentenario de Formosa.
Los
mexicanos se enteraron que existe la posibilidad de que el jugador dominicano
Emmanuel Rodríguez, del Club 29 de Julio, también conocido por el sugerente mote
de Totolo, esté inscrito de manera
irregular. Pese a que frente a México desfilaron todos sus compañeros, este no
intervino en el triunfo de la delegación dominicana. Se encendieron más alarmas
de las debidas; Rafael Fernando Uribe Vásquez, presidente de FEDOMBAL, también conocido
por el mote de Rafelin, anunció que partía
de urgencia hasta la remota Formosa, e instruyó a varios de sus personeros mediáticos
a que encendieran todas las hogueras frente a todo aquel que mencionara el
tema.
David Jones |
Según
mis fuentes, la respuesta de FEDOMBAL llegó tarde. Hay más de uno, no precisamente
dominicano, no inexcusablemente un ciudadano ordinario, escarbando en la
documentación del registro civil y otras instancias.
La
historia de Totolo es de antología. José
Mercedes Del Rosario, a quien todos conocemos por el añingotado mote de Maita,
lo incluyó en la selección sub-15 del 2014 con apenas 12 años; la selección
sub-15 del año pasado fue su segunda, un hecho inédito en nuestra historia. Con
esa temprana edad donqueaba el balón como todo un veterano, pero llama la
atención que desde entonces no ha creído un sólo milímetro. Cabe la pregunta, ¿con
12 años era Totolo un jugador más acabado que Gerardito o que Luis Guillermo?...
¡no
hay punto de semejanza humanamente posible!... entonces, ¿por
qué tanta desfachatez de una dirigencia que se aferra al día a día, que no
planifica, que no trabaja, que únicamente tiene aquello para hacer negocios?
Le
pregunté a uno de los veteranos técnicos locales, conocedor de todo ese
mundillo, sobre este chico Rodríguez e inicié diciendo que Gerardito y Luis
Guillermo también clavaban el balón cuando tenían 12 años, me respondió: “¿cuánto media tu hijo a esa edad?... que yo
recuerde estaba en 6’03 o 6’04, ya te había superado en tamaño y Gerardo
siempre fue muy atlético y además muy espigado, no hay punto posible de
comparación, pero a esas edades no podían luchar con niños 3 o 4 años mayores
que ellos. Totolo, si, y aquí todo el mundo se hace el pendejo. Sólo hay que
observar la acción muscular orofacial”.
Esta
administración de FEDOMBAL en manos de Rafelin
sólo ha hecho cargarse de etiquetas. Estranguló cualquier precepto sobre la
creatividad dentro del deporte, especialmente en el diario laborantismo. Los
moldes tácticos desaparecieron de la geografía nacional, la enseñanza de los
fundamentos, la corrección de las deficiencias, el pulimento de las
habilidades. Serian tiempos para resucitar a Félix Aguasanta o quitarle años a
mucha gente que por edad o enfermedad dio un paso al costado.
Hoy
se está a la espera de una decisión de FIBA sobre la elegibilidad del muchacho,
los mexicanos insisten, no quieren ceder; Uribe Vásquez tratará de parecerse a Ángel
Rondon Rijo, un hombre del maletín cualquiera.
El delegado de la escuadra quisqueyana, Junior
Alexander Páez Atiez, también conocido por el mote de El Yipi, director administrativo de la FEDOMBAL, se quedó sin
respuesta, sin ideas, se le apagaron todas las luces, solo mira al cielo,
revisa su reloj, e implora para que Rafelin
saque con bien a la delegación, que Totolo
pueda jugar aunque sea un instante para callar algunas bocas e imputarle a
algunos la socorrida muletilla de: “enemigos del baloncesto dominicano”.
Totolo |
Rodríguez
está inscrito oficialmente dentro de la escuadra dominicana, y de lograr
comprobarse que existe alguna irregularidad se perdería la medalla de plata de
Patillas en el 2016 (Centro-Basket sub-15), y la posible participación
dominicana en el Mundial sub-17 del 2018, y posiblemente una suspensión de
todas las delegaciones nacionales. Muchas cosas en juego. Mientras tanto,
Mercedes Del Rosario, responsable de este grupo se quedó en el país, dejó a su cómplice
López Guillen que corriera con esta carga, mientras siquitrillaban a Juan Pablo Brito que fue el responsable de la preparación
de este grupo.
El
baloncesto dominicano está en manos de lobos vestidos de ovejas que Huinca
perdieron su esencia, más temprano que tarde se manifestaron como lo que en
realidad son. En FEDOMBAL lo que existe es una piara.
Al
final, en lo más intimo de mi alma, me gustaría ser todo lo que dicen de mi,
los que no me conocen, y los que alguna vez se me han acercado con sus puñales
en ristre, listos para ser clavados, como decía Rubén Darío: “rey de los
hidalgos, señor de los tristes, / que
de fuerza alientas y de ensueños vistes, /
coronado de áureo yelmo de ilusión; /
que nadie ha podido vencer todavía, /
por la adarga al brazo, toda fantasía, /
y la lanza en ristre, toda corazón”. Mientras unos se ufanan por
desconsiderarnos, cada uno de estos escritos recibe más de 85 mil lectores… ¡viste la pizarra Rafelin!... más que lo
que edita diariamente el Listín Diario.
Cada día la vida se
vuelve más intensa e interesante, con libertad, respeto, ansias de continuar
aprendiendo, con el aprecio de los demás, en el mayor de los equilibrios. ¡Tú, para quien pocas fueron las victorias / antiguas y para quien clásicas
glorias / serían apenas de ley y
razón, / soportas elogios,
memorias, discursos, / resistes
certámenes, tarjetas, concursos, / y,
teniendo a Orfeo, tienes a orfeón!
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