Rafelin… ¿viste la pizarra?

Rafael Fernando Uribe Vásquez, a quien todos conocemos por el desaborido mote de Rafelin, en su condición de presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) debería llamar a Emmanuel Trinidad Puello (Trinidad de apellido), quien además de vice-presidente de FEDOMBAL, es presidente del comité provincial para San Francisco de Macorís del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), miembro del Comité Central del PLD, y vice-ministro de Deportes, e instruirlo para que las chicas que nos representan en el Panamericano sub-16 de la disciplina, tengan un asueto de 1 o 2 días en la capital argentina y dedicar el a conocer esa parte del mundo.

Brynn Masikewich (foto: FIBA)

Competitivamente ya estamos descartados para el Mundial del 2018, pero las muchachas merecen algo más que el haber corrido una aventura para la que no estaban bien peinadas ni acicaladas, faltó algo de avituallamiento. Lo de ayer (Jun.08.2017) ante las canadienses fue un tramite deslucido; el tablero, el que miré como no queriendo sorprenderme, marcaba 89-48, pese a que consideré que después del primer cuarto empezaron a jugar a medio gas.

¿Rafelin viste bien esos números?... ¿Rafelin viste la pizarra?... a ver, repite conmigo: ¿Rafelin viste la pizarra?... 11-21; 8-27 (19-48 a la pausa larga); 11-20; 18-21. Por tercera vez, ¿Rafelin viste la pizarra?

Canadá, Estados Unidos y las locales consiguieron en la segunda fecha del evento su pase al Mundial sub-17 del año venidero a disputarse en Minsk, Bielorrusia.

México y Colombia dilucidan en esta ocasión el último de los boletos a esa cita; Puerto Rico ha traspapelado sus dos enfrentamientos y malgastó toda posibilidad de seguir volando alto.

En el segundo turno, con una temperatura rondando los 14 grados, nos enfrentamos a Venezuela que también ha caído sus dos compromisos previos (89-38 frente a Canadá el miércoles; 71-42 frente a Argentina), quizás en nuestra única oportunidad de victoria ante un rival difícil, con las mismas expectativas; un encuentro con sabor a final a modo de consolación.

Katiana Benitez (foto: FIBA)

Como siempre acontece las delegaciones dominicanas juegan al azar, pasa en el baloncesto, pero también en todas las disciplinas del ámbito olímpico; como se apostaba con Yamilet Peña Abreu, con un sólo salto poco maleable, que competitivamente no lo intenta nadie; como miramos todos cuando a Juana Arrendel se le agotaban las fuerzas, en el momento que debió mostrar toda su garbo. La petromacorisana se retiró en el justo momento en que las saltadoras empiezan a alcanzar sus vuelos más halagüeños, donde el listón disminuye ante la madurez, quizás pensemos que lo de la española Ruth Beitia es un golpe de suerte.

Las canadienses se deshicieron de las dominicanas rápidamente, y después de los primeros 10 minutos el marcador estaba 21-11, imponiendo su fuerza en el juego interior. Del total absoluto de las ganadoras, 68 enteros resultaron productos de disparos en el área de los tres segundos, hoy, área pintada. La nota de FIBA, muy diplomática nos dice sobre la segunda complementaria: “las canadienses dominaron la segunda mitad, contra un equipo dominicano que nunca dejó de luchar”. Esas sin dudas, son palabras de muy buena crianza. ¡Cuánto nos falta aprender!

Angela Peña (foto: FIBA)

El conjunto dominicano disparó para un 34.1 por ciento en lances validos para dos puntos (Canadá, 47.5 por ciento; sus estadísticas serán colocadas entre paréntesis después de las criollas). 12.5 por ciento en lances detrás del arco (8.3 por ciento), 58.3 por ciento en lances libres (55.6 por ciento). Un total de 33 rebotes (68), 22 rebotes defensivos (35), apenas 4 asistencias (25), demostrando que el juego colectivo de la tropa del entrenador Portuondo Delgado ha brillado por su ausencia.

Además 40 balones perdidos (40), 16 balones robados (25), 5 lances bloqueados (4), 14 faltas personales (20), 4 puntos en contraataque (28), 3 fue la mayor ventaja que alcanzaron las dominicanas, a inicio de las acciones (47), y se lograron 24 puntos en la pintura (68). 12 unidades aportó la banca (33), se consiguieron 12 enteros por pérdidas del contrario (33), y hubo 6 puntos obtenidos en segundas oportunidades (25).

Más allá de lo deportivo, la mayor conmoción sufrida por el equipo dominicano fue el tramite de aduanas en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, mayormente conocido como Aeropuerto de Ezeiza; cuando el inspector actuante revisó el equipaje del vice-ministro Trinidad Puello encontró sus inseparables compañeras: unas sandalias samurai plásticas. El oficial pregunto qué que era aquello, a lo que el dominicano respondió: “mi calzado favorito, mis compañeras para el esparcimiento y la relajación, con ellas voy todas las tardes que estoy en mi pueblo a La Perestroika”.

Portuondo Delgado (foto: FIBA)

Pensó el empleado de aduanas, por un instante, que era otro Guido Antonini Wilson, de esos excéntricos hijos del Caribe que alguna vez se dan la vuelta por zonas más templadas, y le permitió transitar; quizás era un simple admirador de Mijaíl Gorbachov, y lo perdonó al escuchar, confundido, de la restructuración rusa. ¡El dominicano!

El francomacorisano debería, por si mismo, y ante la posibilidad que la llamada de Rafelin nunca se produzca, contratar el servicio de autobuses que sale del centro de la ciudad, los boletos se adquieren en diferentes puntos de la interesante urbe bonaerense, agota un mediodía completo pasando por el casco histórico de la ciudad, visita el Cabildo de Buenos Aires, la Casa de Gobierno (Casa Rosada, hasta podrían verse con Juliana Awad, muy atareada en estos días por la visita de la canciller alemana Ángela Merkel), el Obelisco (en ocasiones especiales se concede autorización para subir hasta lo más alto de la edificación), por supuesto la majestuosa avenida 9 de Julio con sus 18 carriles, la boca del Río de La Plata, el barrio de San Telmo, Puerto Madero, la obligada visita a Caminito, ese callejón museo de La Boca, con sus casas de madera y lata, pintadas de los más vistosos colores, y que corresponden al tradicional conventillo boquense.

Jodi Gram

Pedir que se asista a la puesta en escena de Julio César en Egipto, en el famosísimo Teatro Colón, sería una excentricidad, allí está corriendo la opera en tres actos de Georg Friedrich Handel, que evoca la relación de una de las parejas más famosas de la historia de la humanidad, Julio César y Cleopatra, con la dirección musical de Martin Haselbock, Franco Fagioli en el papel de Julio César, Amanda Majeski como Cleopatra, Jake Arditti como Sextus y Adriana Mastrángelo como Cornelia.

El ayuntamiento bonaerense acaba de reabrir la Sala Cunill Cabanellas con una obra de Josep María Miró: Umbrío, con la dirección de Luciano Suardi, montaje enigmático, con mezcla de thriller psicológico. Desde el pasado martes (Jun.06.2017) y hasta el 20 de agosto estará disponible la circulación por el Centro Cultural Recoleta con muestras del fotógrafo y cineasta francés Raymond Depardon. En conmemoración a los 50 años de la publicación de 100 Años de Soledad de Gabriel García Márquez, desde junio 8 a julio 13, las bibliotecas de la ciudad rinden homenaje al autor colombiano con instalaciones, películas y charlas literarias completamente gratuitas.

También rueda la edición de Buenos Aires Celebra Italia, un abanico de posibilidades para acercarse a la cultura de aquella nación europea desde diferentes perspectivas: historia, tradiciones, gastronomía, territorio, arte, música, más de 30 stands de comidas y los novedosos food trucks de comida típica italiana. Exposiciones de la firma automovilista Alfa Romeo, motocicletas Vespa. De todo hay en Buenos Aires para que nuestras jóvenes puedan aumentar su acerbo cultural. Oportunidad imperdible.

Trinidad Puello

No creo que Trinidad Puello, a quien sus compueblanos conocen por el mote de El Profezoooor (así con z y todas esas o),  haga galas de una esplendidez muy vasta y disponga de 100 dólares para cada una de las chicas para gastar a sus antojos en el Unicenter o en el Dot Baires, o en algún centro comercial más modesto, pero no dudo que aquello es para él “como paja pa’ la garza”. Debería, porque la imagen de un alma errante, envuelta en tradiciones folclóricas y casi mitológicas, no termina de realizar el viaje para trascender a un plano superior; esas voluntades quedan reducidas a sombras, quizás por el miedo al reino de Lucifer o al purgatorio, o a la vergüenza.

Fuera del aspecto deportivo las chicas, en su concentración, lo han pasado bastante bien, sin grandes expectativas, pero de manera conveniente. Están programadas para regresar a Santo Domingo en Jun.12.2017 en vuelo de la aerolínea COPA, y ahí es que Rafelin debería meter su mano, empezar a mostrar algo más allá del dinero que le fascina enrostrarle a todos, aunque nadie sepa su procedencia, y dejar una huella cultural perdurable en nuestras niñas; algo que no olvidarán jamás.

Hace dos años, cuando la selección femenina adulta asistió a tierras aztecas, sugerí por este mismo medio, que leen todos aunque hipócritamente lo nieguen, que debían visitar el Ballet Nacional de México de Amalia Hernández; les recuerdo que el mismo, después del fallecimiento de su fundadora, está bajo la dirección de una hermana de Juan Basanta, el cineasta dominicano, hijo de Milagros Ortiz Bosch.

Deanna Tuchscherer (foto: FIBA)

Según Rafelin se está haciendo mucho baloncesto en el país, pero los manejos son decepcionantes. Esta era, empeñada en llamarse “la nueva era”, con fuertes reminiscencias a un trujillismo del que el país espera desprenderse para siempre, es parasitaria de los logros de glorias pasadas. Se está experimentando de manera errática, acomodada, y ecléctica, abandonando el trabajo fundamental, para resultados fortuitos. Las innovaciones en el baloncesto dominicano, para ser optimistas, quedaron hasta el momento mismo que Julio Subero Montas salió de FEDOMBAL.

Debemos exigir que la Federación Dominicana de Baloncesto trabaje, vigilar sus normativas para las asociaciones provinciales, observar el manejo de los dineros que se reciben. Uribe Vásquez se cree que las leyes no lo tocan, por eso su intolerancia, su fantochísimo desbordado, bufonísimo insolente, presumidísimo rebosado. Si FEDOMBAL quiere resultados necesita ejecutar de manera consciente y esto no se está haciendo.