martes, 20 de junio de 2017

Ritos largos, procesiones cortas


En Argentina el pasado domingo (Jun.18.2017) se celebró el Día del Padre, como en muchas partes del mundo, desde acá imaginaba que Rafael Fernando Uribe Vásquez, a quien todos conocemos por el chorro mote de Rafelin (para hablar en lunfardo), presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) recibiría muchos presentes; él señaló, semanas antes, que todos los chicos de la delegación nacional son sus hijos. ¡Vaya usted a saber!... sueños de un clásico padrote “made in Trujillo Land” que nunca fue.

Procesión en Huesca
Al final de esa tarde recibió una subvención que le dará cuerda momentánea, para seguir con su cantaleta de repetir que es el más egregio presidente de la entidad deportiva en toda su historia; el que está llevando el deporte hasta cotas jamás pensadas, también servirá para destornillarnos de la risa; pero Rafelin es sólo un eunuco con pies de barro… ¡inédita combinación!... era como pan comido que el conjunto de República Dominicana debía derrotar a la selección de México, como pasó a media tarde, para acceder a la quinta plaza del Panamericano sub-16 de varones que se desarrolló en el Estadio Cincuentenario en Formosa, Argentina, valida para un espacio en el Mundial sub-17 que el año venidero regresará los clasificados a tierras argentinas(además de los anfitriones y los dominicanos, Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico).
El Yipi, de espaldas, saludando a un jugador

Así terminó la historia, los dominicanos superaron a los mexicanos con marcador de 71 puntos por 51. Tras bastidores se comenta que el refuerzo más sugestivo que tuvo la delegación quisqueyana fue la presencia de Mario Méndez Realpozo, delegado de México, ampliamente agasajado por Rafelin, en cualquier lugar donde se encuentren; según las malas lenguas, que algunas veces resultan muy indiscretas, durante la novísima visita de Méndez Realpozo a República Dominicana la fiesta fue interminable.

Podrán aducir que se este grupo le tiene las medidas tomadas a los mexicanos; en el escenario de Patillas el año pasado, mientras corría el Centro-Basket sub-15, en la etapa semi-final las acciones concluyeron con marcador de 64-52 (Ago.27.2016); en la justa que se vive en Formosa ya habían tenido un choque previo, donde se repitió la historia 86-45 (Jun.14.2017).

Bastianoni
Uribe Vásquez saca entre todos sus bártulos una madeja que trata de enmarañar, sin dejar rastros, los ovillos están llenos de trabazones.

En tiempos recientes su imagen me recuerda a un Ángel Rondón Rijo cualquiera, de menor pelaje; en sus intentos olvida mientras trata de confundir, con cortinas de humo, y una interminable jauría de “pica-picas”, que hay quienes están atentos a sus embrollos y a las huellas que va dejando.

Cuando sintió que tenía a Méndez Realpozo atrapado por el pichirrí, soltó sus perros de presa, usando el DDD (discado directo a distancia, desde un teléfono análogo; me dicen que en esto es un hierático). En algún lugar debe de tener colgada una imagen de san Bartolomé, aquel que murió despellejado, porque eso de quitarle el pellejo a todos los que se le opongan es su oficio alegórico. Esa piara que no deja de ser fanáticos pagados buscando hacer opinión pública, o mejor en términos de llanos del dominicano “payoleros” queriendo pasar como periodistas, convertidos en esbirros de la egoísta causa.

Repollotes detrás de una calderilla.


La falsa bifurcación entre dominicanos y enemigos de la nacionalidad, la rabia deprimente, el no hacer las paces con sus propios demonios, los grandes villanos vigentes, como una Madame Kali cualquiera mostrándose poseída, impide observar que el ser humano es más amplio que falsos patriotismos. No importan los lauros, en el caso de Rafelin los fantasmas presentes de su pasado siguen ahí, en su interior se larvan los peores monstruos. La patria no es una extensión territorial delimitada, para los que tratamos de ver un poco más lejos. Los reiterados nacionalismos siempre serán el último refugio de los canallas.

En una de las últimas ocasiones que un equipo de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) solicitó mi asistencia les propuse como entrenador al argentino Luis Alberto Oroño; pero como acá todos creen que saben, que calzan muchos puntos a todos, y que pueden desechar las sugerencias de terceros, la propuesta cayó en saco roto. Oroño cuenta a la fecha con 61 años de edad, ha sido uno de los referentes para el cambio ordenado y orgánico que ha tenido el baloncesto en Paraguay (ha estado con Cerro Porteño y Libertad, con los segundos, los blanquinegros, en dos ocasiones).

Como aprendí que todas las cartas no se pueden colocar sobre la mesa de manera instantánea, me guardé lo mejor. Detrás aquella ficha podía existir todo un aparataje mercadológico que bien pudo oxigenar a ese circuito (el sábado, en el partido entre Titanes y Reales en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte había únicamente 72 parroquianos); Oroño jugó hasta 1999, su último equipo fue Regatas de San Nicolás, trabajó con Julio César Lamas, Sergio Hernández, Heriberto –El Alemán- Schonwies (1936-2010), fue tres años asistente de Rubén Magnano en la selección absoluta, estuvo como jugador en el Mundial de 1986 con Flor Meléndez de capataz, teniendo como compañeros a Sergio –El Vasco- Aispurúa (10), Fernando Borcel (15), Esteban Camisassa (4), Héctor –Pichi- Campana (5), Miguel Cortijo (11), Diego Maggi (6), Marcelo Milanesio (9), Gabriel Milovich (13), Hernán Montenegro (7), Carlos –El Negro- Romano (8), Sebastian Uranga (12).

Donde me hubiera gustado explotar la presencia de Oroño era con su relación con Emanuel –Manu- Ginóbili, su yerno; el técnico es el padre de Marianela, la señora de Ginóbili. El actual jugador de San Antonio Spurs le confesó a mi hijo mayor, tiempo atrás, en el marco de un Baloncesto Sin Fronteras, que su visita a Santo Domingo era deuda pendiente. No pudo estar en la serie de exhibición que la selección argentina libró en 1997, traída por Julio Subero Montas, ni en el Pre-Mundial del año 2005. La sola presencia de Ginóbili, sin más artilugios, hubiera reventado los partidos en los que hubiera estado presente.

Pero con la sapiencia extrema de los dominicanos nadie puede. Seguimos en el mismo lodazal. Algunos dicen que atraviesan aquellos pantanos sin ensuciarse; la sociedad continúa bajo los mismos índices de miseria extrema, incluyendo el deporte. Hoy otros aprovechan las enseñanzas de quienes de una manera u otra han querido acercarse al baloncesto dominicano, lleno de tantos Melvynes, Maitas, Juancitos, Fernandos, Ayatas, Caliparis, Rubenes, que no reciben una invitación para hacerse cargo de un equipo ni en vecino país.

Los entrenadores que no son capaces de enseñar y ejecutar los fundamentos individuales para transmitirlos de manera correcta no sirven para nada. López Guillen en Formosa lo demostró por enésima vez. En todos los procesos de aprendizaje el tiempo es un vector determinante, y de lo que menos disponen los entrenadores dominicanos es precisamente de tiempo; tiempo, academia y disposición. Tome una radiografía a la masa del Colegio Dominicano de Entrenadores de Baloncesto (CODEBAL) y encontrará un cuerpo hueco, sólo presuntuoso, presumido como el que más, pero vacío.


Me hubiera gustado observar detenidamente un encuentro dentro del calendario que se vivió en Formosa entre República Dominicana y Paraguay. El conjunto guaraní voló muy alto en esta competencia, vendió carísimas sus derrotas en la primera fase, cierto es que terminaron en la última posición detrás de Venezuela, quizás se les terminó el combustible, pero a lo largo del evento ofrecieron una demostración de buen juego, manejo de los fundamentos, y altísima dignidad.

Los dominicanos precisamente superaron a los venezolanos en la jornada sabatina (Jun.17.2017). El marcador final resultó 71 por 57, con parciales de 14-11, 17-7 (31-18), 10-16 (41-34), y 30-23. Aquello fue un reflejo de la desazón con que labora el grupo antes mencionado.

Tenemos claro que Uribe Vásquez tratará de eternizarse al frente de FEDOMBAL, esta clasificación, donde se hará olvidar que estuvo estampada por la ausencia de Brasil, y la sede mundialista de argentina, permitió más espacios, más la reiterada baja en la calidad de la disciplina en este lado del mundo, define los detalles de su inminente acto de reiteración, pero la rigor y las exigencias seguirán cuesta abajo; por supuesto no aparecen motivos para pensar en sorpresas discursivas: confrontación total contra sus adversarios, eliminación de todo el que sospeche de infidelidades en las asociaciones y cero autocrítica.

Se ha tenido la suerte de clasificar a eventos mundialistas, dependiendo de terceros siempre; luego vienen las decepciones, aunque esta gente tiene en su único acto de valentía decir que los bronces son de oro, cuales alquimistas cualesquiera, y los sexto, decimoterceros y cualquier lugar lejos de los medalleros saben a gloria. Se yace frente al mundo, perdemos por la falta de honestidad, buscando en otros lo que se debería encontrar en si mismos.

Como señaló el dilecto amigo Federico Borrás en una publicación: “hay que revisar la fecha de caducidad de Uribe, Melvyn y Maita; ya no tienen nada que aportar al baloncesto. Sólo aportan a sus negocios”. Los ejemplos están a la vista de todos.

A su llegada de Uribe Vásquez a FEDOMBAL se firmó un acuerdo con Manhattan College donde permanece el entrenador Steve Masiello, intimo de Pedro Pablo Pérez, ¿cuantos muchachos han podido acceder a esa institución?... se repartieron chicos en diversas instituciones de los Estados Unidos, aún se espera la llegada de los primeros a instituciones de la NCAA. El escándalo sobre el reclutamiento de Ángel Luis Delgado, nunca recibió una respuesta, pero Oliver Antigua Fernández salió de la orbita de la NCAA, y todos sabemos los motivos.

Los chicos que han tenido ofertas sólidas para continuar estudiando y jugando en instituciones de buen nivel no han podido acceder a ellas, por los saldos en rojo respecto a la parte académica. Otros han tenido que abandonar los estudios por “las carencias familiares” y lanzarse forzadamente al profesionalismo. La parafernalia con “los campamentos” en Nueva York no son expuestas con claridad meridiana, y sólo nos dejan pensar que por ahí se pierde una enorme cantidad de recursos. Poco a poco, despacito, Rafelin se hunde, y no quiere darse cuenta.


En Formosa se inscribió a un chico llamado Emmanuel Antonio Rodríguez Crisóstomo, a quien todo el mundo conoce por Totolo, ya había estado en Patillas, reclutado por José Mercedes Del Rosario, el mismo que también es conocido por el añingotado mote de Maita, que se dice nació en Oct.04.2001, pero mucha gente tiene enormes sospechas, en especial la facción mexicana que no está en sintonía con Méndez Realpozo, y se hacen ingentes esfuerzos para demostrar la supuesta falsedad en la partida de nacimiento de este chico. Como si no existieran las sospechas, como si no hubiese nadie atento al revuelto mundo del baloncesto dominicano, la propia FEDOMBAL agregó un ingrediente para que las cosas se pusieran más picantes. Rafelin, aunque se lo crea, no juega solo: la realidad también incluye movimientos dentro de la propia FEDOMBAL, por ahora lineales y tal vez endebles si se limitan a una estrategia centrada en la polarización con el pasado en lugar de advertir sobre sus propias necesidades de solidez para un nuevo tramo de gestión.

Rodríguez Crisóstomo, tristemente, para dar más vuelos sobre las dudas existentes, apenas jugó 9 (nueve) segundos en Formosa. Muchos menos que los 36 segundos que participó el delantero fuerte Juan Carlos Eusebio, a quien todos recordamos por su pintoresco apodo de Cacalo, en el marco del Pre-Mundial de 1997 efectuado en Montevideo. Eusebio (reforzó en Colombia en el 2002 al equipo Cañoneros del Norte, con sede en la ciudad de Cúcuta, antes con el mismo equipo había sido líder de rebotes en el circuito en el año 2000) se mantuvo activo en las canchas dominicanas hasta por lo menos el 2010, gracias a su potencia física, un enorme salto vertical y a su actitud.

El tema en las recurrentes trampas respecto a la edad de los atletas en República Dominicana, obviamente, no es nuevo. Algunos extreman infinitamente sus dosis de audacia; en una ocasión entrevisté para una posición laboral a un joven que había jugado al béisbol, la copia de su cédula de identidad tenía unas marcas y solicité ver el documento original; “lo que pasa es que yo estaba para firma, y me recomendaron bajarme un par de años”. Le pregunté, cuantos se bajó, y su respuesta me noqueó: 6. Más recientemente estuve en los primeros entrenamientos de los sub-15 anteriores a este grupo, José Luis Domínguez, Boyón, manejaba el reclutamiento, y me tomé la molestia de anotarle los nombres, teléfonos de contacto, y fecha de nacimiento a los que eran favorecidos con su anuencia.

Me sorprendió la cantidad de jóvenes que titubeaban cuando tenían que referir sus fechas de nacimiento. Recuerdo que un solo chico, residente en la parte de la ciudad que comprende Los Prados, La Castellana, El Millón, me dijo con firmeza, nací el día tanto del mes cuanto del año tal. En el país parece que no nos desprenderemos jamás de los que siempre están dispuestos a los desaguisados.

Existe inquietud por lo ajustado que se presenta el porvenir a Uribe Vásquez. Pero también más allá de sus indelicadezas, hay quienes no tardarán en pedirle cuentas sobre negocios comunes, incluyendo a un editor deportivo. El discurso de extrema dureza, que agudiza la confrontación y sectoriza, está en la naturaleza de Rafelin, que siempre ha creído que está por encima del bien y del mal. No se trata sólo de la palabra, o no puede limitarse el concepto de mensaje sólo al discurso sino además a la acción.


La conducta médica se plantea todos los días nuevos desafíos. Retos que muchas veces se enfrentan a posturas de religiones, políticos y la propia comunidad; las colisiones siembran preguntas que exigen respuestas. La gestación subrogada que ha tratado de hacer Uribe Vásquez sobre el baloncesto dominicano con sus “técnicos” (como mi congreso, mis diputados) ahoga toda posibilidad de cambios profundos en la estructura deportiva. Ellos producen insomnio a los expectantes de la actividad: la gestación subrogada no es siempre bienvenida y ocupamos un lugar alto en la tabla de transgresiones por homofobia.


Uno de los clásicos criollos, escrito con tinta indeleble, es: “entre bomberos no se pisan la manguera”. Danilo Medina Sánchez, que debería tener en observación a este Rafelin, ya dio el primer pitonazo.

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