El
espejito donde se mira la cucaracha psicópata
(anexo)
Junio 05 del 2019
El
doctor José Miguel Gómez Montero publicó en el matutino Hoy (Jul.16.2018) un artículo que nombró Psicópatas funcionales. psiquiatra y psicoterapeuta de renombrado
ejercicio profesional Gómez Montero escribe cada lunes un espacio en las páginas
editoriales del rotativo de la avenida San Martin, por lo general, basados en
aspectos de su práctica cotidiana. Es además Premio Nacional de Medicina.
![]() |
Doctor Gómez Montero |
Lo
expuesto en Psicópatas funcionales
refleja meridianamente la personalidad de Leonardo de Jesús Heredia Castillo, a
quien todos conocemos como Leo Corporán,
personaje que ha desatado una tormenta contra Federico Borrás y un servidor,
sólo por tener visiones diferentes sobre el discurrir deportivo en República
Dominicana y los negocios que se cuecen alrededor del mismo. Donde todos
quieren ser suplidores y/o beneficiarios, pero nadie quiere que se les
reconozca como tal.
En
sus anónimos Heredia Castillo nos ha acusado de farsantes y chismosos. En
Jun.03.2019 insinuó que robamos, mentimos, llevamos una carga de envidias, nos convirtió
en amuletos del odio, nos tildó de haraganes y amenazó con sacar un “documento muy feo y personal” a la luz pública,
salpicó aquello de una indulgencia que en él no existe cuando escribió: “nuestro jefe Leito Corporán se opuso a que
se publicaran las cosas que dicen de esos ”farsantes”, pues son muy hirientes”.
De colofón lanzó la especie: “ahora están
diciendo que a los dos “chismosos” le están pagando un dineral para que acaben
con la gente seria. ¡Eso es duro de creer!”.
A
continuación la exposición del doctor Gómez Montero, a la que no le he quitado
ni una coma, ni un punto (http://hoy.com.do/psicopatas-funcionales/).
![](https://akifrases.com/frases-imagenes/frase-la-personalidad-del-llamado-psicopata-es-otro-ejemplo-de-la-perdida-permanente-de-las-necesidades-abraham-maslow-178658.jpg)
A
la Justicia, policías, y hasta las personas que llegan a ser sus víctimas le
confunden, les pone a dudar, por grave que sean sus crímenes, delitos, daños,
maltratos, violaciones o transgresión a la ética y a la moral.
El
psicópata sabe cómo lidiar en cada escenario. Hasta en los crímenes y torturas
más desgarradoras a la humanidad; en las dictaduras y holocaustos fueron
dirigidos por psicópatas funcionales, que hacían una vida normal como cualquier
ser humano.
El
psicópata es un personaje hábil, astuto, cínico, de afectos medibles,
calculador y frío, pero pegajoso y empático para alcanzar sus propósitos.
Alguien que no siente compasión, ni respeto, ni consideración, ni dolor, ni
aflicción por el daño que produce. Los psicópatas de alta peligrosidad y de
pocas habilidades e inteligencia los encontramos en las cárceles, hospitales
psiquiátricos, debido a sus alteraciones psicopatológicas que producen daños,
crímenes, violaciones y asesinatos en serie. Pero cuando se habla de un
psicópata funcional, estamos hablando de una persona diferente que posee
habilidades y destrezas, inteligencia y tacto para manejar circunstancias;
saben dividir, chismear o victimizarse cuando les conviene. Pero se manejan sin
estridencias, sin resaca moral y sin ética; aunque saben guardar las
apariencias.
La
diferencia es que parece un ciudadano normal, empático, que se cuela en
cualquier espacio y que vive en nuestro alrededor, siendo percibido como “normal” a veces, como exitoso,
realizado, productivo y de utilidad por el servicio que ofrece. Sin embargo,
ese psicópata funcional es el hombre gris que hace el trabajo sucio desde el
poder, la política, la empresa, el sindicato, la familia o en la pareja. Sabe
qué hacer, cuando otros no saben qué hacer, resuelve, facilita, viabiliza o fuerza
situaciones.
Ese
psicópata funcional se puede olfatear como un señor tierno, apacible y
colaborador, pero con el alma dañada, de vida resentida y de ambivalencia
efectiva; con rasgos narcisista y de comportamiento pasivo-agresivo, mitad
perversidad y psicópata de cuerpo entero. Solamente se observa el
comportamiento vertical, donde quiera que socializa tiene los mismos hábitos y
los mismos comportamientos: alteración a las normas, crear sus propias reglas,
sacar ventajas y beneficios, ser egocentrista, manipular, comprar y condicionar
a grupos, familias, parejas y amigos, con tal de lograr sus propósitos.
![]() |
Hugo Marietan |
Para
Hugo Marietan, “el psicópata es un
personaje de vida cotidiana normar, de estilo autocrático que trabaja para sí
mismo, que hace el trabajo sucio, el negocio ilícito, evade impuestos, chismea,
planifica maldades y corrompe para mantener su estatus social. Sin embargo, es
tan fino en sus modales que es difícil de reconocer debido a que a veces son
solidarios, compasivos, teatrales y cínicos, frío y dramatizadores,
confundiendo como el payaso que hace reír pero su vida existencial es una
verdadera agonía”.
El
problema radica en sus emociones, en su historia heredo-familiar, en la
dinámica estructurada desde su vida infanto-adolescente, pues vienen de un
desarrollo de afecto ambivalente, de abandono y confusión, de desapego, y falta
de equidad, de límites y normas claras.
Solo
hay que darle tiempo, guardar silencio, tener paciencia, para verle
transgredir, corromper, dividir, comprar y conseguir sus propósitos a base de
formas no convencionales, ni ética, ni moralmente ajustadas en hacer lo
correcto.
El
psicópata funcional termina siendo un tóxico que tarde o temprano lo sienten
las personas que han sido víctimas, pero también lo vive el que lo ha utilizado
o esperaba de su fidelidad, lealtad o compromiso.
La
visibilidad es que deambulan en la vida cotidiana como personas normales. A
veces, como personas exitosas y de vida sabia. Pero sabemos que usan sus
propios códigos, repiten los mismos patrones de conductas, no sienten culpa,
humillan y desvalorizan, usan a las personas, mienten y seducen; pero sobre todo,
hacen lo que quieren sin importar las consecuencias. Literalmente, un monstruo
vestido se señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario