ABADINA… fábrica de lubricante anal anestésico

Junio 03 del 2019

Los fanáticos dominicanos están embelesados con la final de la NBA, todos saben que el éxito de temporada depende de la calidad de los jugadores que intervienen en ella, las tácticas que los entrenadores despliegan sobre las duelas y el destilado de talentos que han acumulado las gerencias por años; la etapa que brindan en estos momentos Golden State Warriors y Toronto Raptors es la ambrosia de cada estación. El comisionado es un árbitro que pasa desapercibido, igual acontece con los equipos administrativos, y todo ese engranaje que abunda en un circuito respetable.

Guardando distancias, se anuncia el Superior del Distrito Nacional y todos los involucrados garantizan una conquista que sólo se huele en la prensa nacional y en redes sociales. Los aciertos se planifican, se trabajan, se construyen, menos aquí, donde queremos levantar un coloso que ya se pudrió colocándole la misma zapata. Hay demonios sin rabo que andan cazando moscas con la cola… las incongruencias de la post-modernidad.

“Es una combinación conjunta entre el personal que conforma el Comité Ejecutivo de ABADINA (Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional), los integrantes del Comité Organizador y las ocho franquicia, que con mucho tiempo de anticipación unieron esfuerzos para montar un evento capitalino que consideramos será histórico”, le manifestó Fernando Arturo Teruel Capri, presidente de la institución a Servio Odalis Sánchez Castillo en El Nacional (May.31.2019).

La serie regular se librará en 26 días calendario y cada equipo correrá 10 encuentros. ¿Qué valor tiene aquello?... los jugadores estelares, en muchos casos, aún sin integrarse a sus enseñas, los atletas residentes en el exterior llegando a cuenta gotas, Rafelin jugando a los ciudadanías de los que adquirieron nacionalidad dominicana, y los importados conocerán a sus compañeros, en algunos casos, ya empezada la justa. ¿Cuán larga es la pre-temporada de los combinados argentinos, brasileños, chinos, españoles, griegos, italianos, rusos, turcos?... si las franquicias de la NBA pensaran “en dominicano” no sería necesario una preparación, una puesta a punto, el diseño de un engranaje que ruede… cambiando al “deporte rey”, Gigantes de San Francisco, Vigilantes de Texas, Nacionales de Washington, y así hasta completar las 30 novenas celebran la Liga de la Toronja (Grapefruit League), la Liga del Cactus (Cactus League), ambas más extensas que el propio torneo invernal dominicano.

¿Combinación conjunta?... huele a pleonasmo. ¿Los animales huelen el miedo y no les gusta?... porque aquí si hay aprensiones, desconfianzas y desvergüenzas. ¿La prosopopeya de lo que fue el segundo evento deportivo en importancia del territorio nacional?... “soy una máscara desgranada... y no puedo quitarme el antifaz... Los espíritus de los músicos me conocen y me esperan en sus tronos de paz. Algún día los besaré en la frente y les diré: ¿Dónde está el camino de la luna...? Y ellos sonreirán tristemente musitando: “¡Estás en la luna...! ¡Estás en la luna...!” Y yo sollozaré como siempre hasta la inmensidad del tiempo pero no habré conseguido la luna. ¡Qué triste es esto! Ay, ¡qué triste es toda la humanidad!”,  Federico García Lorca, en  Pierrot. Poema íntimo.

Teruel Capri se hizo acompañar en una especie de happy-hour casi un tournament-shower, de Danilo Darío Díaz Vizcaíno (Sep.06.1960 en Santo Domingo), ministro de Deportes y Recreación; Michael Matos, quien representó a José Ramón Peralta Fernández, ministro administrativo de la Presidencia, presidente del Comité Organizador y a quien el presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) lo rotuló como “padre del baloncesto dominicano”; Luis Mejía Oviedo, presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD); Ramón Alejandro Montas Rondón (Ago.29.1954 en Higüey), director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD); Andrés Terrero Alcántara, pasado presidente de la Cámara de Cuentas (2006-08); Rafael Fernando Uribe Vásquez, a quien todos conocemos por el tierno mote de Rafelin, vigente presidente de FEDOMBAL; y Leonardo de Jesús Heredia Castillo, el del “mote columnistico” de  Leo Corporán, editor deportivo del periódico El Nacional, todos integrantes de ese Comité Organizador.

Mejía Oviedo, de todos, es el más puntual, está ahí para servir de intermediario entre Uribe Vásquez, miembro del Comité Ejecutivo del COD y Heredia Castillo, su canchanchán, su cómplice en las más variadas aventuras, pues ambos personajes se tienen una desconfianza tremebunda; se traicionan, tienen diferencias porcentuales, y en cualquier momento son capaces de sacar de sus vestimentas la más variada colección de armas blancas, para arañarse, tocarse, penetrar la piel del otro, y concluir mostrando una sonrisa de cara a la colectividad. Dos ineptos que salieron premiados en la tómbola de los favoritismos.

Más atrás, José Luis Domínguez, por todos conocido como Boyón, presidente del Mauricio Báez, Héctor –Junior- Gil, tenedor de la franquicia de Los Prados, Ramón González, presidente de Huellas del Siglo de Cristo Rey, y Johnny Peguero, presidente del San Carlos. Tratando de pasar desapercibido el beato de Tomás Polanco, un genuflexo de Leo Corporán, que se viste de santo asociado con la Iglesia Católica, presidente del Club Deportivo y Cultural DOSA. El DOSA es como la sucursal del Mauricio Báez, todos los jugadores que no logran conformar los equipos para los diferentes torneos de ABADINA reciben ese obsequio como premio de consolación.

Hubo quienes no asistieron, sabrá Dios las razones. No todo está compacto, pero todos quieren aparentar que aquello se fraguó con el más solido hormigón, usando hielo (para un resultado más rápido como en las presas de Iguazú).

¡Cuánta gente que ruega a Dios y va dando golpes bajos con un mazo de grotescas dimensiones!... todos evaden responsabilidades, colocan una versión cosmética sobre el evento, pero el fanático más que ofrecimientos y palabras, espera acciones concretas para mejorar el espectáculo, más allá de los maquillajes, de la brillantina, del colorete, del pinta labios, de los ungüentos. El potingue lubricante que usan para otras veleidades deberían convertirlo en respeto hacia los seguidores

A días de la apertura de lo que debió ser siempre el gran clásico del baloncesto dominicano sólo se nos habla del remozamiento del Palacio de los Deportes, de la colocación de un nuevo tabloncillo, que “llegará una semana después debido a algunas dificultades en su tránsito”, le comentó Teruel Capri a Alex Rodríguez del Listín Diario… ¿viene en un carrito del sindicato de Punta, Villa Mella, a la capital?... de la instalación de un nuevo alumbrado, “que por asuntos legales, no por falta de dinero se ha atrasado su instalación definitiva”… ¡uno tiene que estar vivo para escuchar esta sarta de disparates!;  de la colocación de bombillas tipo LED, para garantizar una “excelente” iluminación hacia las áreas del tabloncillo y zonas circundantes, un sistema de video-vigilancia con 42 cámaras para el respaldo al personal de seguridad, la reparación de baños y su sistema de tuberías (a los visitantes a la instalación sólo se le permite acceder a un sólo baño, los demás están condenados).

Fernando Teruel

¿Las 42 camaritas no serán las mismas que instaló Rafelin para fisgonear a todo aquel que se acerca al Palacio de los Deportes tiempo atrás?... a manera anecdótica contaré que tengo un amigo, ligado al baloncesto para más señas, al que se le presentó una urgencia fisiológica, subió al área de baños, y no bien terminó sus necesidades le esperaban dentro del mismo baño Rafelin, El Yipi, y uno más cuyo nombre ahora no recuerdo… léase: ni cagar en paz puede uno ante la observación de estos inquisidores. Los baños son amplios, creo pueden auxiliar a 12 o 15 personas al mismo tiempo, hablando de memoria, tienen lavamanos, orinales y sanitarios múltiples.

“Vamos a habilitar un comedor con una pantalla de televisión en la cual se podrá dar seguimiento a los encuentros, mientras se disfruta de la comida”, añadía Teruel Capri a la conversación con Alex Rodríguez. ¿Dónde?... ¿en qué lugar?... se anunció que se esperar entregar 1,000 raciones alimenticias en cada jornada dominical. ¡Esta gente perdió la chaveta, la cordura, cualquier vestigio de integridad!... el Quisqueya, que es el Quisqueya, no soporta 1,000 comensales, no tiene un área de mesas. En el Wanda Metropolitano, por razones de patrocinio, Estadio Metropolitano de Madrid y muchos otros estadios alrededor del mundo hay áreas para restaurantes y bares; el Palacio de los Deportes tiene un pasillo de uno cuatro metros de ancho y nada más.

El intento de abaratar y sancochar a toda costa la actividad, sólo para buscar algo de guiso, es un desconcierto de enormes y épicas proporciones. ¿La miseria de esta gente, además de estar en los tuétanos, también está en la mezquindad, perversidad, bajeza, ruindad?

Villanías pícaras, convertidas en ritos satánicos donde Corporán ha querido ser el Satanás desde hace 45 años, él que ha desviado a los demás clubes del Distrito Nacional de lo que debió ser su norte, el trabajo, la difusión del deporte y la cultura, el que ha llegado a los dirigentes barriales a ser parásitos del Gobierno Dominicano; cuando la influencia de este Heredia Castillo es menor, pese a reiterar que las cosas marchan por los peores caminos, desde las páginas de El Nacional, es cuando hay mayor esplendor.

¿De calidad técnica nadie habla?... ¿de jugadores?... ¿de refuerzos foráneos?... el matutino Hoy intentó iniciar una cobertura de los equipos, colocó a media página, análisis de Mauricio Báez y San Carlos, pero nada más. ¿Cuál de los entrenadores que iniciará en los banquillos asistió desde la conclusión de la pasada estación a algún curso de actualización?

Inclusive en 1974 cuando el máximo evento de la actividad se colocó pantalones largos, y con la escasa información disponible, se le ofrecía a los seguidores de la disciplina mayores detalles, tanto en lo técnico, como en lo relativo a las pericias de los que residían en el país y de los que venían allende los mares. La prensa hacia esfuerzos honestos para saciar de conocimientos a los interesados.

Hoy, falsedades e imposturas, cálculos egoístas, todo sabemos que se constata la confusión que puede darse entre honestidad y una fallida meritocracia deportiva. Nadie intenta elaborar una fórmula mejor; todos prometen regresar a las campañas entre 1974 y 1984, antes del cisma que produjo la salida del Club Deportivo Naco, cuando la instalación se abarrotaba, sin importar día de la semana. No hay ideas, existen los intereses pecuniarios; existen aquellos que se imbuyen unas habilidades que no exhiben, pero quieren sugestionar con los chantajes, buscan encauzar los pensamientos de todos el que exhibe un mínimo de decoro ante tanta tergiversación.

No sé qué pócima lisérgica habrán repartido ahí, pero Teruel Capri se convirtió en una equivocación; Díaz Vizcaíno yerro volcándose plenamente al baloncesto; Peralta Fernández está siendo cogido de pendejo o se hace el travieso; Mejía Oviedo, busca un nuevo Osiris Guzmán Delgado; Montas Rondón ofuscado, pretendiendo una exposición que lo catapulte para alcalde de Santo Domingo; Terrero Alcántara, obstinado con el deseo de limpiar su nombre; Rafelin colocando las más descarriadas y tétricas normativas, siempre a su favor; y Heredia Castillo, Heredia Castillo la anormalidad fecunda, creyendo que ese es su feudo.

Los presidentes, propietarios, dueños, asesores ad-vitam, gerentes y demás caprichosos impenitentes, machacones recalcitrantes del baloncesto en el Distrito Nacional esperando que el maná caiga de las manos de Uribe Vásquez, o de Heredia Castillo. Parecen enfrascados en jugar sus propias partidas, un divertimento que ha alejado a los seguidores.

Lamentablemente, vivimos una etapa donde el baloncesto en el Distrito Nacional, como en todo el país, no se enseña, no se trabaja, no se difunde, pero pretendemos montar un evento de proporciones tremebundas, cuando todos sabemos que es imposible. Todas los procesos electorales de asociaciones provinciales están amañados, desde hace tiempo, ahora con Uribe Vásquez, hasta el mismo se convierte en inquisidor replicante. Los directivos de las instituciones del país no se eligen, los presidentes federativos, terminan convertidos en parásitos del Presupuesto Nacional, y no hay interés de promover la práctica atlética.

En el Distrito Nacional ese “guerrero del baloncesto” que es Teruel Capri está dispuesto a inmolarse una vez más, amén de que también pondrá en estos días en circulación ese mamotreto que se llama Liga Nacional de Baloncesto Femenino (LNBF), pero ya Leito sacó de la manga el nombre de Juan José Heredia Castillo (Sep.09.1953 en Santo Domingo), Corporancito, su propio hermano… del lado oeste de la Máximo Gómez se escuchan las lágrimas de desconsuelo del general Sucre Bolívar Mateo Lantigua (en condición de retiro, porque no es un ex–general, como le gusta reseñar a los dominicanos), que también aspira a la posición.

Sería estimulante la necesidad de acordar y pactar por el bien del deporte dominicano, pero tome el ejemplo del Comité Ejecutivo del COD… ¿le entregaría usted la formación de un vástago a esos oportunistas?... cada uno se viste con la piel de mansos corderos, pero llevan en los dientes más veneno que una Oxyuranus microlepidotus (serpiente taipán del interior, nativa de las regiones áridas de Australia central), y que como nuestros descafeinados dirigentes es tímida y dócil, pero su veneno es cuatro veces más toxico que cualquier otra víbora conocida.

No es el arte noble y la recta intención de una mejor actividad deportiva en nuestro territorio, incluido el baloncesto del Distrito Nacional, lograr entendimientos sobre ideas y programas es lo que aparecer en primer plano del COD, MIDEREC y las federaciones afiliadas, no una especie de carrera entre iguales a ver quién da más puntadas en el menor tiempo posible, por supuesto, puntadas con mucho hilo detrás… después, el trapicheo, determinado no tanto por los intereses de las mayorías, sino por los intereses de esa cúpula y los cabecillas de las pandillas de cada federación, sus pseudo-líderes y sus militancias territoriales apañadas. También, y es lo peor, por sus necesidades personales de supervivencia, por sus inquinas y hasta caprichos.

¿Sería caprichoso o un deber pedirle institucionalidad y decencia a Mejía Oviedo?... ¿sería honesto pedirle transparencia a Díaz Vizcaíno?... ¿es justo pedirle Peralta Fernández que asuma sus funciones con responsabilidad en lugar de estar promoviéndose y abanderar una re-postulación presidencial, hasta el momento inconstitucional?... ¿por qué a Montas Rondón busca el baloncesto para promoverse como síndico del Distrito Nacional?... ¿no le fue suficiente a Terrero Alcántara despedirse de la Cámara de Cuentas de manera tan ruin?... ¿es inaudito pedirle recato y menos patoserías a Rafelin?... ¿qué le podríamos pedir a Heredia Castillo?... son tantas cosas que supera mi capacidad, aunque podríamos empezar porque sea menos retorcido.

Se pretende que la actividad deportiva sea un reflejo de una sociedad sana, pero al igual que el resto de instancias sociales no está exenta de corrupción, impunidad y ya nadie está dispuesto a  confiar en estos mártires de la exposición mediática. Todo el accionar de este engranaje deja la sensación de que no existe un compromiso explícito en la lucha contra nuestros males; a tal punto que las grandes mayorías consideran que no se está haciendo nada en la búsqueda de soluciones.

En lo relativo al baloncesto, si Uribe Vásquez, Teruel Capri, Heredia Castillo, Terrero Alcántara tuvieran el suficiente material colgante para inmolarse en el Parque Independencia, no dudaría que mucha gente los ayudaría, con elementos combustibles, para que el proceso fuera más expedito.