viernes, 6 de enero de 2017

El inédito Audo de apellido Vicente

Los Tigres del Licey, la institución deportiva de más historia que ha tenido el país, cambió de dirigente, una vez más, en pleno desarrollo del todos contra todos del béisbol profesional dominicano. Salieron del norteamericano Pat Kelly que había estado desde principios de campaña y nombraron a Audo Vicente.

Vicente
Se hacen con un capataz capaz de producir milagros, aunque siempre muy observado, con más de un sambenito detrás; es capaz de desdramatizar cada jornada con fantasía, saliéndose algunas veces del guión, ha sido bendición, por momentos, para rojos, granates y verdes. Un novel con créditos, que parece volar hacia el infinito, aunque parezca contraproducente.

Mientras se produce la llegada de Vicente entregaron la posición de manera interina al colombiano Luis Urueta, que había trabajado con Kelly. Los bengaleses han perdido los últimos 5 encuentros en los que han participado. Su marca en esta etapa de la competencia es de 2-5, le restan once partidos para hacer historia, debajo de Águilas Cibaeñas (7-1), Leones del Escogido (3-4), Gigantes del Cibao (2-4). Las dos mejores novenas pasarán a la serie final.


Vicente este año trabajó con las Estrellas Orientales (12-14), equipo a donde llegó la pasada estación y con quienes tuvo un excelente papel, hasta que fue substituido por Rodney Linares. Después de su cancelación pasó a los Toros del Este, con una diferencia de apenas 24 horas, esta vez no pudo repetir el milagro de llevarlos hasta la clasificación.

El nuevo capataz azul ha tenido un lustro de victorias, primero llevó a los Leones del Escogido a la corona en la estación 2012-13 y posteriormente a los Gigantes del Cibao en la temporada 2014-15. Cuando asumió con los Leones apenas estaba en una edad donde los actores del béisbol dominicano consideran que están actos para muchos años más, que ya han bebido en la fuente de la eterna juventud; algunas veces da la impresión de contar con menos edad de la que dicen sus documentos y sonrisa de tímido.

En el futbol inglés, un entrenador de nombre Rodney Marsh, selección nacional entre 1971 y 1973 en su época de jugador, decía: “todo lo que tiene que hacer un entrenador es tener contentos a once jugadores: los once suplentes. Los otros once están contentos porque juegan”. Las listas en el béisbol dominicano son extensas y eternas, este año hubo cambios en su concepción, con el sube y baja, que en 50 partidos nos permite utilizar a más jugadores de cualquier equipo de las grandes ligas que desarrolla 162 juegos. En los parques quisqueyanos hay que hacer magia para mantener la disciplina ante la cantidad de egos que llegan, muchos matizados por formas y modales muy ríspidos y una educación abortada para dedicarse a la pelota.

Diario Libre publicó en Nov.26.2016: “Audo Vicente, de héroe prematuro al más despedido en menos de 4 años”. La nota incluía entre otras menudencias: “Ningún dirigente ha descorchado más champaña que él, pero nadie le gana en despidos”. Señalaba también: “De la épica que representó tomar las riendas del Escogido en el calabozo (2012-2013), llevarlo al título, y comandar a los Gigantes a su primer campeonato (2014-2015), hasta perder la confianza de tres organizaciones que lo han despedido en menos de cinco torneos. Y Audo todavía no aterriza en la tercera edad”.

Continuaba la referida publicación: “Vicente, de 37 años, es apenas el noveno estratega que ha logrado coronas con más de un equipo en 65 años del circuito, y el más joven en hacerlo (tenía 34 cuando ganó con los escarlatas). Ha sido víctima de una política generalizada en la pelota local, cancelar al dirigente cuando el equipo no está a los lugares que se proyecta. Buscar una reacción es la excusa que ponen los ejecutivos para aprobar la decisión. En las últimas seis campañas (incluyendo la actual), los equipos han utilizado 65 dirigentes, de los cuales 30 fueron cesados, es decir el 46 por ciento. Ni Félix Fermín, el más ganador de la liga, se ha salvado, y tiene dos despidos en un año”.

La historia de Vicente se inició en Dic.08.2012 cuando los escarlatas lo nombraron en substitución de Ken Oberkfell, otros de los que se les colocó el rotulo de gran estratega escogidista, al haber llevado a los Leones a dos títulos 2009-10 y 2011-12. Los llevó al campeonato 2012-13 e inició el torneo 2013-14 alcanzando la serie final que perdió ante los Tigres. En marzo del 2014 se anunció su despido de las huestes rojas.


Los Gigantes del Cibao lo contrataron como su dirigente para el torneo 2014-15 y de manera inmediata los condujo a su primera y única corona. Tres finales y dos diademas, con equipos diferentes en tres años, hicieron imaginar que se sentaría en la capitanía francomacorisana por largos años, pero no resultó así. Fue cortado en el torneo 2015-16 y repescado por las Estrellas, para los últimos cinco choques, después de tener una vuelta regular arrolladora pero hicieron aguas en el todos contra todos.

El 2015-16 se convirtió en un festival de cancelaciones de dirigentes. Las Estrellas tuvieron cuatro, las Águilas cuatro, Gigantes y Toros dos cada uno; cada equipo entendió que sus dirigentes eran los culpables de los fracasos del equipo. Sobrevivieron a esa vorágine Luis Rojas del Escogido y Lino Rivera del Licey.

Rivera por su parte ha sido el último dirigente añil en estar una temporada completa, cosa que no sucedía desde la estación 2006-07 cuando Rafael Landestoy tenía las riendas del conjunto. Landestoy estuvo dos campañas completas de manera consecutiva (2005-06 y 2006-07), antes también pasó dos campañas completas Manny Acta (2003-04 y 2004-05). Los primeros años de este siglo también fueron muy estables Manny Mota (2000-01), Bob Geren (2001-02) y Dave Jauss (2002-03).

Offerman
Entre las temporadas 2007-08 y 2014-15 los azules no tuvieron un dirigente inextinguible. En esa travesía José Offerman estuvo en cuatro oportunidades, tres de ellas como apagafuegos. Se cuentan: 2007-08: Tim Tolman y Héctor –La Manta- De La Cruz; 2008-09: De La Cruz y Offerman; 2009-10: Jauss y Offerman; 2010-11: Dave Clark y Brian Harper; 2011-12: Landestoy y Nelson Norman; 2012-13: Dean Treanor y Mike Guerrero; 2013-14: Guerrero y Offerman; 2014-15: Offerman, Luis Natera y Wally Backman.

El recordado Treanor, quien estuvo con Toros, Escogido, Licey y Estrellas, será la figura que conducirá el cuerpo de lanzadores de los Marlins de Miami en la estación 2017 del big show.

Kevin Cabral el reputado analista de béisbol escribió en el Listín Diario (Dic.06.2015): “en el caso de los Leones del Escogido, A partir de la temporada 2000-01, han tenido 35 dirigentes, un promedio de más de dos por temporada. Ciertamente, hay una cuota de ellos que han ostentado el cargo de manera interina, pero pese a eso el número luce excesivo. En 15 de las últimas 17 estaciones, el conjunto rojo ha relevado de sus funciones al manager en medio de la temporada. En las once temporadas más recientes, las Estrellas Orientales han tenido un total de 23 dirigentes. Sólo en 2007-08 (Arturo De Freites), 2012-13 (Dave Jauss) y 2014- 15 (Dean Treanor) ha transcurrido la jornada completa sin cambio de capataz. En 2010-11, fueron a la Serie Final con Bobby Magallanes, quien había reemplazado a Brian Harper cuando el equipo tenía record de 16-14. Entre 2011 y 2014, el equipo campeón cambió de manager en medio de la temporada en tres años sucesivos. En 2011- 12, los Leones iniciaron con Tony de Francesco y terminaron con Ken Oberkfell (en medio de ambos tuvieron a Junior Noboa). En 2012-13 con los escarlatas, comenzó Oberkfell pero fue Audo Vicente quien llevó el equipo a la corona. En 2013-14, se produjo el cambio de Guerrero a Offerman en el Licey”.
Treanor


Añadía: “esta semana (referencia a diciembre del 2015), los Toros del Este despidieron a Fermín y nombraron a Arturo De Freites como interino. Es el cuarto equipo para De Freites, comenzando con las Estrellas Orientales en la estación 1996-97. En total, ha dirigido ese equipo en tres ocasiones (96-97, 2000-01 cuando reemplazó a Joe Ferguson y 2007-08 hasta 2008-09). Luego fue el líder de Leones, Gigantes en un par de ocasiones y ahora los Toros. Una situación similar se presenta con Héctor de la Cruz. Las Águilas Cibaeñas es el único equipo de la Liga que no ha sido liderado por “La Manta”, quien en menos de una década se paseó por cinco franquicias. Inició con los Leones del Escogido a finales de la temporada 2006-07. Luego tomó las riendas de los Tigres en plena serie final de la temporada 2007-08 e inició la próxima con el mismo equipo. Luego de una pausa de un par de años, reapareció con los Gigantes en 2011-12 (cuando sustituyó a De Freites) y estuvo con el equipo para el arranque de la temporada siguiente hasta que fue despedido. Su travesía continuó con los Toros en la parte final de esa misma temporada 2012-13 y luego asumió el cargo con las Estrellas en el epílogo de la estación 2013-14. Curiosamente, De la Cruz nunca ha permanecido una temporada completa en el mismo trabajo”.

Continuaba Cabral:”los Toros tuvieron un período de estabilidad con Dean Treanor, entre 2008-09 y 2011-12, pero han tenido 10 managers en las últimas cuatro temporadas. Treanor, es el único dirigente importado que ha estado con cuatro equipos. Luego de iniciar su carrera en la Liga Dominicana como coach de pitcheo, estuvo a cargo de los Leones a principios de la temporada 2006-07, luego sus cuatro años en la Romana, siguiendo con los Tigres en 2012-13 y las Estrellas en los dos últimos torneos. Las Águilas Cibaeñas fueron el modelo de estabilidad en esta era moderna de nuestro pasatiempo, utilizando únicamente a Tony Peña y Félix Fermín entre 1997-98 y 2008-09, un período de 12 temporadas. Luego de que Rick Sweet iniciara la temporada 2009-10, Peña y Fermín regresaron en momentos diferentes y estuvieron a cargo del conjunto entre 2010-11 y 2013-14 inclusive. Sin embargo, en los últimos dos años, las Águilas han tenido múltiples cambios terminando con el regreso del “Gato” esta semana”.

Fermín
En esta década, continuando con la nota de Cabral: “sólo Fermín y Treanor han completado dos temporadas consecutivas con la misma franquicia”. 

La repetida revocación de los dirigentes en el béisbol dominicano debería ser estudiada a profundidad. En los últimos años se ha producido un verdadero festival, en el caso de Vicente, por ejemplo, estará en su tercer equipo en la misma estación, hecho inédito, pero mucho más contando que la vuelta regular es de apenas 50 choques, el todos contra todos a un máximo de 18 juegos (concluye automáticamente cuando los dos equipos que pasan a la siguiente fase logran el visado), y la serie final, tradicionalmente al mejor de 9 encuentros.

Acá se busca un revulsivo, una especie de amuleto. En España, investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid han analizado la figura del preparador técnico de los equipos de fútbol, con un calendario de 38 encuentros, y han descubierto que el efecto de despedir a un entrenador a mitad de temporada es más negativo que positivo cuando se suele repetir esta situación. "Un cambio de entrenador reduce como media el número de puntos obtenidos en los siguientes ocho partidos en una unidad", comentan los investigadores. El modelo econométrico que han desarrollado muestra una relación inversa entre el número de despidos y los resultados. Cuantos más despidos, peores resultados se obtuvieron a medio plazo, revela el informe. "Trabajos similares realizados en ligas europeas, donde el número de despidos es menor, no muestran tal efecto, lo que sugiere que el abuso de despidos puede generar consecuencias negativas en este contexto", concluyen estos profesores del departamento de Estadísticas.

En el mítico Real Madrid de Florentino Pérez, cuya presidencia se extiende desde el verano del 2000 han pasado 11 entrenadores: Vicente Del Bosque, Carlos Queiroz, José Antonio Camacho, Mariano García Remón, Vanderlei Luxemburgo y Juan Ramón López Caro en su primera etapa. Tras su vuelta en 2009: Manuel Pellegrini, José Mourinho, Carlo Ancelotti, Rafael –Rafa- Benítez y desde enero del 2016 Zinedine Zidane. Sólo en tres ocasiones cambió de entrenador a mitad de temporada, y por distintos motivos, y siempre acabó con cero títulos y ese nuevo entrenador siendo rápidamente reemplazado de nuevo.
Mota

Vicente Del Bosque asumió de forma interina el banquillo del Real Madrid en noviembre de 1999, tras el despido de John Benjamin Toshack quien, a su vez, sustituyó un año antes a Guus Hiddink a mitad de temporada. El que fuera seleccionador nacional fue capaz de rearmar al equipo y hacerle campeón de Europa meses después. Fue entonces cuando comenzó la era Del Bosque, el último gran entrenador que tuvo continuidad y éxito en la casa blanca. Bernd Schuster fue destituido por el entonces presidente Ramón Calderón cuando a una semana de un Barcelona-Real Madrid dijo que era “imposible” ganar en el Camp Nou. Juande Ramos fue su sustituto y los blancos recuperaron el tono en Liga, llegando a disputar el título al gran Barça de Pepe Guardiola hasta el 2-6 del Bernabéu, pero cayendo de forma estrepitosa en Champions League ante el Liverpool.

Los buenos dirigentes conocen los métodos correctos para entrenar a sus jugadores para que estos mejoren. Cuanto más talento tenga el entrenador, más efectivo será el entrenamiento, sucede en República Dominicana y en el béisbol profesional de invierno, que existe una excesiva cercanía entre entrenadores, jugadores y los dirigentes de las oficinas, eso contribuye a la presencia de distracciones. Un buen entrenador nunca podrá ser mejor que excelente y superar las ligerezas de la pelota dominicana es tarea harto difícil, amen del tradicional espíritu festivo que reina en la actividad.

Todo entrenador de respeto debería ser una fuente de inspiración, pero no existen las figuras que carguen con ese peso. Los equipos irían mejores si los entrenadores fueron buenos líderes. En los Tigres está Offerman, el propio Landestoy; en los Leones está Moisés Alou, que es el alma en la consecución de logros desde el 2010, independientemente de las enormes inversiones realizados por sus actuales propietarios; las Águilas tienen a Winston –Chilote- Llenas, que cada día se ve más distante del grupo (según mi percepción), detrás están Tony Peña, Miguel Dilone, Luis Polonia; las Estrellas cuentan con Mendy López, llegado desde las tropas cibaeñas. Eso en los equipos tradicionales, con altas y bajas, porque también hay figuras a las que no se les han abiertos los espacios.


Todos los nuevos entrenadores de un cierto nivel son iguales. Un entrenador excelente es solo medio escalón mejor que un entrenador bueno. Todas las combinaciones de liderazgo y habilidad tiene un precio, cuanto mejor sea, más caro será.

Habrá que esperar que trae Vicente para los liceístas, un tipo que me simpatiza. Están necesitados de triunfos, de victorias urgentes.


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