lunes, 14 de noviembre de 2016

Noe y su toque misógino

En la pelota, de la cual todos los dominicanos somos fanáticos, hay “un librito” de respuestas a situaciones del juego que están en el imaginario; reglas no escritas que muchos dirigentes cumplen al pie de la letra. En la vida cotidiana uno recibe enseñanzas de moral y cívica, formación y educación, que empiezan por el hogar, y aunque parece que se nos olvidan continúan arraigadas, hasta los tuétanos. Algunas veces pasa que por jugar a dioses menores creemos que la impunidad nos basta, nos hacemos “los chivos locos” y actuamos como si nada importara. Total, vivimos en el país del na’ e’ na’.

Cyril Rolando
El salón de sesiones de la Cámara de Diputados no es precisamente el lugar idóneo para sacarse una correa (cinto, en otras partes), ni siquiera por motivos de fuerza mayor. Uno de esos pretextos podría ser el lanzamiento al aire de un peo (pedo) tan virulento que rompa las costuras del pantalón que viste el autor, quizás pasa con mucha frecuencia (ello, amen del hedor, porque de comer viandas y trozos en fondas, cafetines y comedores de mala muerte a almuerzos a la carta, todos los días, produce necesariamente un desbalance en la flora intestinal que ve impedida el desdoblamiento y transformación de lo ingerido. Los digestores no soportan tan feroz carga, se agotan y aquellas bacterias producen esos olores).

Una de mis frases favoritas, la cual empleo con mucha frecuencia reza: “si la mujer fuese buena Dios también tuviera una”. Aparece en la portada del libro La Mujer del chileno Isidoro Loy. No defiendo el feminismo tan socorrido en estos tiempos, tampoco me considero un machista a carta cabal, pero repetiré algo que he escuchado muchas veces, que nos marca y que ciertamente apoyo: los dominicanos somos mentirosos, machistas y mujeriegos.

Ramón Noe Camacho Santos (Moca, 1975) es diputado por la provincia Espaillat desde el año 2006, su perfil en la página digital de la cámara baja se inicia con un lagrimoso: “un humanista que encabeza una campaña permanente de asistencia social a los humildes de Moca y lucha por la preservación de la ecología y la sanidad ambiental”, pero nos demostró que es un troglodita en una poltrona llena de privilegios. Para este 2016 suspiró por la candidatura a senador, pero abandonó ante la ficha cantada que representaba José Rafael Vargas, también conocido por el mote de Varguitas.
Casey Weldon

Camacho Santos con 10 años sentado en el palacio legislativo logró apenas estos días (Nov.09.2016), en un brote de misoginia (del griego μισογυνία; odio a las mujeres), que los reflectores lo enfocaran, antes ni fu’ ni fa, pero imagino ha sido más que suficiente para amasar una buena fortuna, quizás similar a la de su compañera Sonia Mateo (Dajabón-PLD), quien tiempo atrás dijo que el salario como diputada no le alcanzaba ni comprar una botella de agua.

Estoy mas que convencido que este tipo y la inmensa mayoría de nuestros legisladores olvidaron que un estomago hambriento, unos bolsillos vacíos y un corazón roto enseñan las mejores lecciones de la vida. Un total anónimo para las grandes mayorías nacionales, que se mostró como boxeador con mandíbula de cristal; se desbordó y perdió la cabeza. En un instante se convirtió en impresentable, en esa persona que jamás volveríamos a confiar.

No era que se le había escapado un viento húmedo y necesitaba empezar a correr; se sacó la correa, en medio del hemiciclo para apuntarla a la diputada Faride Virginia Raful Soriano (Santo Domingo, 1981), de la bancada contraria, quien tocaba el tema de las plantas de Punta Catalina, en la provincia Peravia, y su financiamiento. Raful Soriano agota su primer periodo como diputado y tocó el proyecto más ambicioso del Presidente de la República, Danilo Medina Sánchez, y tocó una tecla sensible para los actuales gobernantes: “las plantas a carbón es la obra civil más sobrevaluada en la historia dominicana”.

Según el legislador peledeísta, le pidió a Lucia Medina Sánchez, también conocida como Yomaira, presidente de la Cámara de Diputados y hermana del Presidente de la República: “que exigiera a la diputada del Partido Revolucionario Moderno (PRM), que bajara el tono, cosa que no se hizo, a lo que reaccionó quitándose la correa para que ésta "le diera una pela". Aseguró que la diputada ofendió a sus compañeros legisladores al decir que éstos solo están en sus escaños para recibir un lujoso sueldo, reír y gozar de los privilegios, lo que no se corresponde con la realidad”.

Wolfgang Paalen
Los diputados del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) aprobaron en dos lecturas consecutivas la emisión de “bonos soberanos” por la suma de 600 millones de dólares, moneda de los Estados Unidos de América, para ser invertidos en la construcción de las generadoras a carbón. Un cantar parecido corrió previamente en el Senado de la República, atendiendo una solicitud de Medina Sánchez. La obra ya se ha tragado más de 1,100 millones de dólares. Semanas antes, los diputados interpelaron a Rubén Jiménez Bichara, vice-presidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), quien graciosamente señaló que no podía precisar el costo final de la obra.

Entre necesidades propias y ajenas por cierto conocidas, hay partidas políticas en las que ya resulta casi imposible jugar con las cartas cubiertas. Punta Catalina es un as importante.

Se pretende ignorar que la administración de Medina Sánchez ha resuelto ir hasta el tope con el endeudamiento, fogonear el consumo y meter inversión pública en cantidad, en lugar de ponerle el pie encima al déficit fiscal, o mejorar los resultados frente a las metas del milenio. Quizás resulta obvio que en el corto plazo se buscan recursos para de cara al 2020 cosechar la posibilidad de un nuevo periodo o en su lugar colocar a alguien dispuesto a sacrificarse por la causa danilista e impedir los aires del leonelismo. Así, el inevitable reordenamiento de las variables fiscales entra en la tanda del después se verá.

Cualquiera que sea el abordaje que se quiera dar es difícil no reconocer que aquello resiste con tenacidad todas las incertidumbres. Los peledeístas, después de la borrachera electoral no han podido controlar la rebelión financiera, que no ha tenido pausa y las esperanzas tibias de un mejor país, lleno de bonanzas para todos, son apenas un simple recuerdo.

Camacho Santos irrespetó a sus compañeros, todos, y en particular a una persona que por lo menos ha demostrado más capacidad humana y política que la propia. Suma de repente la misoginia y la homofobia. Asechanza de sentimientos patriarcales que tiene a la mujer como diana para el lance de sus más venenosos dardos. Hay estudios que demuestran que esta condición fluye en todas las direcciones y también como orientación femenina del varón. Quizás piense que las mujeres aún vienen de las costillas de sus pares masculinos, para indicar inferioridad.
Betsy Prater

Aunque esté en su psiquis, Camacho Santos debe de considerar que todavía las mujeres no piensan, ni han alcanzado logros decisivos en los tiempos que corren. Demostró que no entiende los principios básicos de la convivencia. Están distantes los tiempos donde San Pablo decía: “Dios es la cabeza del hombre y el hombre la cabeza de la mujer y que éstas deben raparse el pelo o tapar la cabeza”. San Ambrosio señalaba: “la mujer es la puerta del infierno”. San Agustín nos disparaba: ““la mujer no puede enseñar, no puede juzgar ni ser testigo”. Hoy, las leyes están para la totalidad de los integrantes de una comunidad determinada y que y las creencias son individuales, no obligatorias más que en los estados teocráticos.

Amparados en una posición que debió ser ganada a votos, Camacho Santos se pone al frente de una progresión del involucionismo social y una política doctor merenguistica, tremebunda, la cual constata que son muy pocas las cuestiones de nuestro mundo terrenal que llega a comprender. Acostumbrados estos legisladores a su poder omnívoro, pretenden seguir siendo unos de los principales consejeros de este bitercio de isla perdida en el Caribe. Debería de situarse frente a quienes piensan que existen otras formas de pensar la vida, acordes con los derechos individuales. 

Pedro Calderón De la Barca estrenó La Vida es Sueño en un ya lejano 1635, cuyo tema central es la libertad frente al destino. Pienso si esta realidad es nuestro destino, descubro que todos tenemos sueños. No se hasta donde alcancen los sueños del diputado mocano, seguro poseer la suma total del poder público en años venideros y una fortuna personal tutumpotica, gobernar con maestría absoluta la corrupción e impunidad con total certidumbre. Que no falte el narcotráfico, fuente importante de divisas. Además sembrar por doquier la semilla de la ignorancia que dio sus frutos ubicándonos en los últimos puestos entre los países con menos desarrollo humano. ¿Habrá soñado alguna vez que podría ser eterno?... ¿pensará emular al Hombre Bi-centenario de Robin Williams?... ¿o es un Drácula, made in Moca, traído en obscuras ergástulas?

Miguel Almagro
Otros soñamos que algún día el brazo de una justicia independiente alcance con su espada implacable a los corruptos y sus socios, todos saqueadores de lo público. Que un congreso púdico permita una ley de imprescriptibilidad de las transgresiones de envilecimiento de los funcionarios públicos y sus cómplices, con penas y castigos similares a los crímenes de “lesa humanidad”, cuyas sus felonías condenan a la miseria y la ignorancia a generaciones enteras de dominicanos decentes.

Después de la payasada, Camacho Santos nos dice que es un pobre angelito, así lo difunden los medios oficialistas; se enfrentaba como cada día a la página en blanco de su vida, seguro que cuando el reloj cambiaba a las 12:00 de la noche no habría inspiración. Es inútil, se dijo para sus adentros, seguirá con su vida y sus visitas a la Cámara de Diputados, a levantar la mano, algo que si tuviera dos dedos en la frente aborrecería. Mientras, en sus adentros, la inspiración volvió a lamentarse y quedó dormida, hasta el otro día, donde esperaría un milagro de quien nunca ha tenido la mínima de las ideas; algo así como las peras que debería parir un olmo.

La actitud, salida del más rancio macartismo, viene de alguien que ha aprendido a conocer el país por la imposición de las caravanas en tiempo de elecciones, detrás de los favores del candidato de turno. Un teórico que no conoce el país real, y el mundo real en que se inserta. Un sirviente del relato, un generador de justificaciones, pero jamás de soluciones. Alguien que pretende ungirse en juez de todos nosotros, pero que jamás permitiría que él o sus jefes fueran juzgados por nadie. De alguien, en fin, que no sabe lo que ser dominicano en toda la extensión de la palabra.

El Gobierno Dominicano aplica el síndrome de Harvard en sus respuestas puntuales; respecto a Camacho Santos nadie ha dicho nada. El síndrome de Harvard es el desenlace por una simple pregunta, y produce, en un primer momento titubeos, en una segunda etapa respuestas ambiguas y agresivas, terminando en una tercera etapa en una directa agresión de los medios afines a quien ha formulado la pregunta. Nuestros gobernantes han dominado el síndrome a través del control de medios y la organización de conferencias, sólo con quienes defienden el modelo. El síndrome de Harvard, lleva veinte años en nuestro país. El tratamiento es obvio, capacidad, honestidad e inteligencia.
Reto Imhof

Punta Catalina es un negocio redondo para mucha gente. Un peledeísta de mi absoluta confianza me reveló que solo en desperdicios de comida se dispone de un camión todos los días: “es arroz, habichuelas, carnes, aceites, que no se utilizan en el servicio del día y alguien sale a vender esos alimentos, que no se procesaron. Pasa igual con los materiales de construcción; si para una torre se necesitan mil kilos de varillas se compran cinco y también se incluyen en los desperdicios. Alguien toma esas varillas y sale a venderlas”. Remató, para no dejar dudas de su linaje y honestidad: “usted aprendió a leer con la Cartilla Silabario, ¿verdad?... yo aprendí a leer con Vanguardia del Pueblo. Frente a mi casa, debajo de una mata de almendras se reunían los seguidores del partido y dejaban los periodismos, que yo me encargaba de recoger”.

¿Cómo hacer para que los políticos dominicanos tomen conciencia de que hay cosas que son prioritarias?

¿Dónde están las autoridades?... porque para la foto todos posan.

Hannah Yata
La controversia debió de llevar a Camacho Santos para su casa, de manera definitiva. Clarísimo, es el mensaje o esa conocida forma de hacer política aún en tiempos de vacas flacas. Toda esperanza que los malos sueños desaparezcan se evapora con actitudes como esta, y más con su absurda respuesta en las redes sociales.

Ahora resta que los mocanos continúen siendo serios, secos, y medidos por buen cajón. Todos miramos de manera estupefacta a este desastre humano. Tiempos más obscuros no se pueden seguir viviendo pero el futuro es ahora un objeto oculto y esa situación entristece.

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