Las manos obscuras de Villa Juana… ¡pal’ mundo!
Las elecciones de 1966 que ganó Joaquín Antonio
Balaguer Ricardo (Sep.01.1906 en Navarrete; Jul.14.2002 en Santo Domingo) se
presentaron en un país diferente al que contamos en los momentos que corren, 51
años después. Para la fecha ya se radiaba el programa Sea Usted el Jurado cuyo productor sigue siendo Alberto Amengual. Allí
asistió Balaguer Ricardo quien señaló: “no
merece llevar sobre su pecho la banda presidencial que no da su pecho por la
Patria”, en una alusión artera contra su oponente de entonces Juan Emilio
Bosch Gaviño (Jun.30.1909 en La Vega; Nov.01.2001 en Santo Domingo).
Paisaje idealizado por Caspar David Friedrich (1774-1840) |
Para esa misma época se tejió el mito revolucionario
de Leonardo de Jesús Heredia Castillo, a quien desde siempre hemos conocido por
el descafeinado mote de Leo Corporan,
aquello de heroico, faccioso, levantisco, o incendiario tiene muy poco: por su
escasa presencia física era introducído en los maleteros de desvalijados “cocotes largos” de amigos y compañeros para
desde ahí lanzar grapas arqueadas al pavimento, con la única finalidad de que
los vehículos de terceros, sin importar su condición, se desinflaran, pero
nunca un enfrentamiento con miembros de la Policía Nacional o el Ejercito
Nacional, que eran los que estaban en las calles. Un acto de cobardía frente a
simples ciudadanos. Muchos carros recorrían las vías de barrios y ciudades con
dos palos de escobas, colocados en la parte delantera de los mismos, al ras del
piso.
Al país le ha salido costosísimo ese “acto de heroísmo”, así como muchos otros.
El dueño de tal hazaña, lo repite jocosamente como si hubiera empuñado alguna
vez una metralleta, o se hubiera comportado como “un hombre de pelo en pecho”, como el cantante Miguel Antonio –Tony- Echavarría Vanderhorst (Sep.29.1926
en Santo Domingo; Ene.01.1993 en Santo Domingo), a quien todos conocimos como Cambumbo, para colocarlo en las propias cercanías
de la Villa Juana, referente de los espectáculos nocturnos en la ciudad, a
quien todos hemos olvidado, un personaje carismático, respetuoso, leal, sincero,
combatido y atropellado por su declarada homosexualidad, inclusive por un fragante inmortal del deporte dominicano, precisamente
del baloncesto, que vivía en su frente.
Los dominicanos hemos contado tantos protagonistas que
sólo han servido para terminar insertados en la nomina pública, impidiendo todo
acto de verdadera institucionalidad en eso que llamamos país, tergiversando
historias, delineando sus propios intereses: los resultados están a la vista de
todos. Una sociedad podrida donde nadie quiere asumir su cuota de
responsabilidad.
Cementerio del monasterio en la nieve, por Caspar David Friedrich (1774-1840) |
Lo contrario a Leito,
a quien le fascina recordar su pasado bajo sus propias palabras: “nunca he dejado de ser el niño culicagao de
Villa Juana”, lo encuentro a poquísimos pasos de mí existencia: mi mamá,
quien se convirtió ademas en mi vecina, con apenas 14 años era miembro de la
Juventud Democrática, un grupo de jóvenes que se enfrentaba tozudamente a la
dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, y realizaba labores propagandísticas
donde sus compañeros hombres no se atrevían.
“Las huellas dejadas por la Juventud
Democrática desde su articulación política en el segundo lustro de la década
del 40 constituyen un manantial de experiencias de valor incalculable en la
memoria histórica de los dominicanos. Muchas lecciones que pueden extraerse de
las actividades desarrolladas durante años por esa organización que anheló
profundos cambios sociales para el pueblo dominicano”, escribió Raúl Pérez
Peña en el Listín Diario
(Jul.24.2012). Creo haber contado la situación vivida en el Centro de Recreo de
Santiago en un baile al que asistía El
Jefe: mi mamá y mi tía María Elisa (ya fallecida) cruzaban el salón de la
honorable institución santiagués, cuando Trujillo le pregunta a uno de sus lamboncitos de entonces: “y esas damitas tan bellas que van caminando
por el entro del salón”, a lo que el lacayo respondió: “no jefe, ahí no se atreva, guarde los
suspiros porque esas son nietas de don Genaro Pérez, así que mire para otro
lado”. Hasta ahí llego todo.
Para
1966, siguiendo al retorno de Balaguer Ricardo teníamos a Rafael Adriano –Nano- Uribe Silva como el Reinaldo Pared
Pérez de entonces, y a Néstor Contín Aybar como el Mariano Germán Mejía (Germán
como apellido) de la época, miembros del bestiario político nacional, títeres
del gobernante, más astutos políticamente que los que hoy ocupan posiciones de
privilegio en el tren gubernamental, con menor capacidad de rapiña, menguada propensión
a la perversidad, y por supuesto, con mucho más sentido de la dignidad como
seres humanos, fervor patriótico, y ni decir de la capacidad académica (por
cierto, tengo una fotografía de este Nano
Uribe Silva colgada en una de las paredes de mi casa, y no le había prestado
atención; me referiré a ella más adelante).
Motivo Marino por Albert Julius Olsson (1864-1942) |
El sábado
(Jul.22.2017) debieron ser efectuadas las elecciones para escoger un nuevo
Comité Ejecutivo de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional
(ABADINA), originalmente había dos candidatos, uno se retiró y dejó a Anselmo
Alejandro Bello Ferreras, hasta ese momento secretario general de la institución
con todas las de ganar. José Esteban Borromé Frías estaba a cargo de la Comisión
Electoral y en mitad de todo aquello recibió a José Luis Domínguez, a quien
todos conocemos como Boyón, acto
seguido reformuló la plancha existente, presentó nuevos miembros y produjo la
hecatombe.
Domínguez es
presidente del Club Mauricio Báez, se presentó en el Palacio del Voleibol a la
hora de acostarse las palomas, manteniendo a Bello Ferreras como presidente, pero
este último no aceptó esa barrabasada.
En ese manual moderado que
pretende vendernos el baloncesto dominicano no se quiere dejar espacio para los
comedimientos de los que marchan contra corriente, que cada son más pocos, más
golpeados, excluidos, desterrados, arrinconados, desheredados. Todos pretenden
el elogio expedito, la sonrisa instantánea, el abrazo solidario, la genuflexión
irreverente, sin ofrecer nada a cambio. Aunque muchos
sigan elogiando una y otra candidatura, se busca marcar públicamente y la adhesión
sucinta a la misma.
Lo
que se verá el próximo sábado (Jul.29.2017) será otro arroz con mango, qué pasa
con Terrero Alcántara, Diego Pesqueira o José Heredia Castillo, y con tantos
otros si las urnas le devuelven un resultado parecido a una derrota o la
husmean antes de que se produzca.
Los
miembros de ABADINA ignoran que cuando se habla de participación es necesario exigir que sus opiniones sean incluidas, pero
la comodidad los ha conllevado a recibir instrucciones a control remoto.
Cuando los Corales mienten por Albert Julius Olsson |
No obstante es importante saber qué se hace con
nuestras aportaciones, y con las aportaciones de gente como Onésimo Acosta
Lafontaine, Carlos Báez (Quique), Eugenio
Báez, Edwin Javier Castillo, Rafael Castillo, Gilberto De La Cruz (Mañiño), Milton Díaz, Yenkin A. Figuereo,
Ramón González, Pedro José Lerbous, Osvaldo López, Santos María, David Medrano,
Alcides Mercedes Rojas, Adriano Meregildo, Miguel Merejo, Suleidy Monsac,
Domingo Morel, Rubén Montes de Oca, José Muñoz (Cheo), Rafael Pérez, Diego Pesqueira, Kelvin Plata, Tomas Polanco
(presidente del DOSA de Villa Juana y tesorero del Mauricio Báez), Jorge
Puello, Osvaldo Rodríguez Suncar, Luis Rojas, Moisés Salazar, Osvaldo Santana, Alfredo
Tejada (Cayayo), Carlos Eduardo Terrero,
y el propio Domínguez, entre muchos otros, con qué fines está siendo requerida
nuestra participación y cómo se utilizará.
una de las fallas más recurrentes en nuestro
sistema es que ni los que toman decisiones ni los componentes de la masa social
están seguros de qué quiere decir participar, con qué fin se realiza ni qué se
hará con los resultados. Después terminamos compelidos a santiguar a gente como
El Teacher, como Roberto Ramírez
Reyes, ahora presidente de ese mamotreto llamado Federación Dominicana de
Clubes (FEDOCLUBES), y de otros tantos de cuyos nombres prefiero no recordarme.
El baloncesto dominicano se calienta a base de escándalos. Todo es
alegría cuando la perversidad asoma la cabeza. La disciplina ni el deporte
dominicano en general se someten a análisis sosegados porque se puede enfriar
los exagerados optimismos. ¿Para reír o para llorar?... y me asaltan las dudas,
en todo caso para meditar. El deporte dominicano dejó de sacudir al conjunto de
la población, la segmentó y dejó nichos de tristeza, añoranzas por tiempos
pasados, agujeros negros, reductos de pesimismo, abatimiento generalizado,
duelo por las desventuras de sus dirigentes.
Canal al atardecer por Remigius van Haneen (1812-1894) |
Algo muy simple y a la vez tremendamente complejo, será volver a
introducirlos en el sistema a través de formación y capacitación deportiva.
La participación es un derecho inherente de las
democracias, aquí un grupo tiene secuestrado desde hace años el deporte
dominicano, incluyendo al mentado Heredia Castillo, y donde además se incluye
la cúpula del Comité Olímpico Dominicano, los presidente de todas las
federaciones deportivas, resultado de la creciente brecha entre esa dirigencia
y la sociedad (produciendo día a día un incuantificable déficit democrático); coadyuvar
efectivamente quiere decir ver nuestras exigencias y necesidades reflejadas en
los procesos de toma de decisiones. Cabe aclarar que la participación tiene una
amplia esfera de acción, pues empieza desde que se informa y comunica a la
ciudadanía sobre los proyectos y políticas, y posteriormente se le puede
invitar a formar parte del proceso de construcción de éstos, así como de su
seguimiento.
Una
de las fantasías más difíciles de concretar en la era digital es borrar el
pasado. Miles de personas, cada día, lo intentan para dejar atrás algún hecho
que los perturba. Una relación amorosa fallida, un desempeño laboral defectuoso
o un episodio incómodo con la Justicia. Todo queda registrado en los circuitos
de información y en el universo infinito de las redes sociales. Y mucho más si
se trata de funcionarios públicos o de simples celebridades. Parece imposible
escapar del pasado y, sobre todo, si se quiere tener éxito en la política.
Más allá de sus dominios el tema de ABADINA jamás
ha sido tocado por Leo Corporan, como si se tratara de
un extraño al que nunca ha reconocido. Inclusive en estos días se ha tocado
poco en las páginas deportivas de El
Nacional, mucho menos en Te Enteraste,
su columna. Defenderá como sagrado ese silencio, pero los manejos para
favorecer a sus chisgarabises y la
inclusión de sus cómplices en la plancha camino a la dirección de la entidad es
innegable.
Winter Landscape por Remigius van Haanen (1812-1894) |
Hay
muchos demonios que “el líder de Villa
Juana“ quiere borrar de su pasado, incluyendo a Saturnino –Moñoño- Martínez (a este lo quiere ver
muerto), pero hay más envueltos en su presente. Gente impredecible e igualmente
imprescindibles como monigotes, que no tienen una mínima mención en
las aspiraciones por ABADINA. ¡Lo que diga Kinito es lo
que va!
Heredia Castillo golpeará
discursivamente a Uribe Vásquez con casos individuales de correrías mutuas, y
lo amenazará con su posición dentro del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico
Dominicano, pero evitará entrar en el debate sobre las cifras de la pobreza, el trafico de
estupefacientes, de los problemas cotidianos, de la reparación de las vías, del
acceso a la alimentación adecuada, que siempre buscó ocultar, pero que golpean
la comunidad que siempre ha dicho defender. Metáforas patéticas, imposible de mencionar, jamás hará referencias
explícitas a las estadísticas que fueron borradas del mapa como tampoco de sus responsabilidades.
En lo particular tengo algunas dudas sobre las anchas avenidas del
enriquecimiento ilícito de muchos en la dilatada gestión del Partido de la Liberación
Dominicana (PLD). Como
si todo eso no bastara. El castigo por la ingenuidad de compararse, en la
intimidad, con nombres como Félix Acosta Núñez, Mario Álvarez Dugam, Humberto
Gómez Olivier, Bienvenido Aníbal –Bebecito-
Martínez Brea, Mayobanex Mueses, Rafael Antonio –Max- Reynoso, Enrique Ripley Marin, Virgilio Travieso Soto, o Tomas
Troncoso Cuesta, es tan lapidario que nadie se atreverá a repetir semejante
sacrilegio en los días de sacrificio en la búsqueda de posiciones e
inmortalidades.
George Lakoff
investigador norteamericano y asesor presidencial de Barak Obama escribió: “las personas piensan en marcos
(creencias que estructuran nuestro pensamiento) y para que la verdad sea
aceptada debe encajar con los marcos previos. Si los hechos no encajan, el
marco permanece y los hechos rebotan”. Con obstinación Heredia
Castillo presenta sus magros resultados públicos como argumentos a favor. La
tarea es tan complicada como los problemas más acuciantes vividos en la gestión
de Ramón Rodríguez, El Teacher, a
quien defendió sin importar consecuencias: muchas veces ni el concreto mejor
fraguado puede romper una creencia.
Hay que tener los ojos abiertos. Tanto Heredia
Castillo como Uribe Vásquez no han tenido ninguna virtud frente a los miembros
de ABADINA, a ambos les interesa mantenerse moviendo los hilos del baloncesto capitalino,
como botín de guerra, de una conflagración que ninguno ha librado. Ninguno
tiene las fórmulas para un porvenir mejor. Ambos pretenden en seguir siendo los
reyes del mambo, sin saber que sólo son bigotes de rata.
Ya lo decía Galápago de Tebas, filósofo griego: “nunca te puedes fiar de nadie. A lo largo de
la historia muchos hombres han experimentado cierto mosqueo y han sospechado
que aquel niño tan mono al que le limpian el culito y le cambian los pañales no
es hijo suyo. Por eso tiene toda la lógica del mundo que ahora esté al alcance
de la población lo que llaman tests de paternidad”. Quim Moinzó en La
Vanguardia (Jul.26.2017).
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