sábado, 15 de julio de 2017

Las gerencias perfumadas


Terminó el cacharro de lo que se conoce como Liga Nacional de Baloncesto (LNB), por lo menos en su fase regular. ¡Todos deberíamos de felicitarnos!... empezamos de descansar de un evento sin pies ni cabeza, por suerte lo sigo muy de vez en cuando por los diarios locales, servido en notas de prensa generalmente muy mal redactadas, porque no conduce a ninguna parte, porque no concita la atención popular, y porque no pasa de ser un entretenimiento costoso para los “dueños” de las franquicias. Por demás, un almacén de mucha gente que debería estar pensando en el retiro.

¡El futuro del baloncesto dominicano!... pero el futuro nació trunco, mutilado, lo que se ve en el horizonte no luce interesante.

Detuvo el tiempo en los suspiros y aún esperamos el primer jugador salido de sus filas. Muy por el contrario, cada vez más nos llenamos de “nacionalizados”, buenos para este evento, que nadie los conoce, pero que para los demás torneos nadie puede tocar, contraponiéndose a la propia Constitución de la República, por orden expresa del presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto, Rafael Fernando Uribe Vásquez, a quien todos conocemos por el merdellón mote de Rafelin. Por supuesto, el suripanta beato Rafelin cobra una gruesa suma de dinero por cada uno de ellos; hablamos de casi 150 mil pesos por cabeza.

Los Metros de Santiago se hicieron con el primer lugar de la sección norte con marca de 15-5; le siguieron los Indios de San Francisco de Macorís, 13-7; los Huracanes del Atlántico, 12-8; y finalmente los Reales de La Vega, 8-12. En la parte sur los equipos tuvieron marcas adversas, excepto los Cañeros del Este, 11-9; seguidos de Leones de Santo Domingo, 9-11; Titanes del Distrito Nacional, 7-13; y Soles de Santo Domingo Este, 5-15, en un intento de reverdecer en la lejana comunidad de Invivienda.

Conocí de una fuente de entero crédito que los Metros, el equipo más ganador de la contienda cambiaba sus refuerzos. La misma noticia la encontré en el Listín Diario (Jul.12.2017): “los Metros de Santiago anunciaron la contratación de dos refuerzos para el indicio de la post-temporada, en la que buscarán reconquistar la corona de campeones. Se trata de Jordan Hamilton, un escolta de 6’07 de estatura con experiencia en la NBA, la D-League, en varias ligas europeas y del Caribe… y Jeleel Akindele, un centro de 7’01 que regresa con los Metros, luego de actuar con ellos en el 2015”.


¿Alguien se recuerda, fuera de los interesados más íntimos, que Akindele jugó aquí?

Como si no hubiera más cosas que cubrir, otras historias de vida, u otros análisis que hacer, en el mismo Listín Diario (Jul.13.2017) encontré un vasto reportaje sobre el mismo tema.

Desde la LNB se brinda la sensación de que se gana sin esfuerzo, a golpe de talonario. Poco importa el buen espectáculo dentro de la disciplina, el pase elegante, la canasta reveladora, la volcada ríspida que levanta de los asientos. Nadie busca un hueco con el hombro, nadie sale de la nada con aparente facilidad. Se muestran cuerpos lejos de un buen momento físico pero sobra lo extrovertido de los jugadores, y nadie tiene el fervor de una reacción catártica.

César St. Hilaire
Me gustaría observar alguna vez al CSKA de Moscu cambiar sus fichas en el último tramo de la compaña local o en las competencias de la Euroliga, pero eso no pasará; en todas partes hay normas y un código de conducta para los presidentes de los equipos… repito, presidente de los equipos, no propietarios. Años atrás un jugador del Real Madrid tomó un jarabe para la gripe, se demostró posteriormente que de manera inocente, pero no pudo jugar la final de la liga española, ni ser substituido. Es como si Cleveland Cavaliers buscara a un Sergio Llull, eliminado en España, para una final cualquiera.

El deporte no se hace a base de venales combatientes interesados y materialistas que corren de acá para allá, disparando balones graciosamente como se nos pretende hacer creer en República Dominicana. Estamos pretendiendo desarrollarnos sin ídolos, sin una estrella, sin un jugador de peso, sin fundamentos. Los titulares del baloncesto dominicano lo están ocupando figuras insípidas que sólo tienen dinero, para un negocio de temporada, pero que nunca se les vio antes en la actividad. Los nombres todos los conocen. Los he repetido infinidad de veces.

Ello sólo hace confirmar que los equipos que invierten más dinero en la etapa final de la contienda tendrán las mayores posibilidades de ceñirse el cetro, para beneplácito y satisfacción personal de sus propietarios, allegados y la amplia legión de lambiscones que pululan siempre. Mientras tanto, al deporte se le rinde un escuálido servicio.

Hamilton y Akindele estuvieron jugando con los Vaqueros de Bayamón hasta la noche de este lunes (Jul.10.2017) cuando vieron esfumarse las esperanzas de la tradicional escuadra a manos de los Cariduros de Fajardo, en el sexto partido de la serie de cuartos de finales, programada al mejor de siete.
Akindele

Jordan Hamilton (6’07, 220, SF/SG, Oct.06.1990, Universidad de Texas, draft de Dallas Mavericks en el 2011) pasó por los Bucaneros de La Guaira en Venezuela antes de recalar en Puerto Rico, pero fichó con el turco Muratbey Uşak Sportif equipo que está bajo la conducción del técnico Ozan Bulkaz desde el año 2010. Estuvo antes por Denver Nuggets (2011-14), Houston Rockets (2014), Los Angeles Clippers (2015), y New Orleans Pelicans (2016).

El nigeriano Akindele (Jeleel Ayodeji Akindele, también conocido por el mote de Deji, 7’01, 242, C, May.02.1983, Chicago State University) ha sido selección de su país, al tiempo que ha agotado una dilatada carrera en distintos escenarios. Estuvo con Fort Worth Flyers (2005-07), y Iowa Energy (2007) de la D-League, el francés Pau-Orthez (2007-08), el italiano Victoria Libertas de Pesaro (2008-09), para regresar a Francia con el Rouen Basket (2010). En el 2010 también estuvo con el ruso Niznij Novgorod, recaló en el italiano Mens Sana de Siena (2010-11), volvió a Rusia con el Spartak Primorje (2011-12), para continuar en el Petrochimi Iman Harbour de la liga iraní (2012).

Estuvo en el 2012 en el Jiangsu Tongxi de China, continuó en el italiano Juvercaserta Basket (2012-13), hizo una parada en el Champville del Líbano (2013), para seguir en el Budućnost de Podgorica (2013-14) en Montenegro. Habló castellano por primera vez con el Gran Canaria (2014), fichó por el Fuenlabrada (2014-15) y siguió en el turco Yeşilgiresun Belediyesor Kulübü (2015) de la ciudad de Giresun. Llegó a Puerto Rico por primera ocasión en el 2015 para jugar con Bayamón, donde ha regresado las dos campañas siguientes (2016 y 2017).

En el 2015 también pasó por los Metros de Santiago, regresó al Petrochimi Iman Harbour de Irán (2015-16), marchó a México con Fuerza Regia de Monterrey (2016-17), y además de estar con Bayamón pasó este verano un curso con los Marinos de Anzoátegui en Venezuela.

En la etapa post-temporada Hamilton promedió 15.7 puntos, 4.8 rebotes y 2.8 asistencias en 31.5 minutos por jornada. Convirtió el 51.8 por ciento de sus disparos validos para 2 puntos (28/54), el 30.4 por ciento de sus intentos desde la larga distancia (7/23), y el 80.9 por ciento de sus visitas a la línea de libres (17/21). Por su parte el nigeriano Akindele tuvo medias de 14.2 puntos, 8.8 rebotes y 3.0 asistencias en 30 minutos por salida. Lanzó para un 54.2 por ciento desde el campo (26/48), y 75.0 por ciento desde la línea (33/44), en ningún momento se aventuró detrás del arco. En el capitulo 2017 con los Vaqueros fueron acompañados, en la etapa última por: Christian Dalmau (13.0, 2.0 y 3.7 asistencias), Ismael Romero (12.3 y 7.7), Alex Galindo (7.2), Joseph Soto (5.2 y 3.0 asistencias), Johwen Villegas (5.0), Benjamin Colon (4.8 y 3.0), Benito Santiago (3.8). En un equipo que colocó 83.7 puntos por noche, pero recibió 84.0.

Ekpe Udoh
Los choques entre Cariduros y Vaqueros se decidieron de la siguiente manera: Fajardo, 95-89, dueños de casa (Jul.02.2017); Bayamón, 92-75 dueños de casa (Jul.04.2017); Fajardo, 93-78, dueños de casa (Jul.05.2017); Fajardo, 99-80, visitantes (Jul.07.2017); Bayamón, 88-78 visitantes (Jul.09.2017); y Fajardo, 73-66, visitantes (Jul.10.2017).

El movimiento de los Metros también indica la falta de capacidad de los gerentes de los equipos dominicanos. Nadie se arriesga a tomar un jugador que no haya militado en ligas cercanas, donde pueda ser observado, no hay inversión en capacitarse ni en mantenerse al tanto del seguimiento que debe realizarse en diferentes partes del mundo. Como dice mi estimado amigo Federico Borrás: “son negocios de temporada y a nadie le importa la verdadera suerte del baloncesto dominicano”.

En el caso del gerente de los Metros, César Octavio St. Hilaire Villalona, pasado vice-presidente de FEDOMBAL, pasado presidente de la Asociación de Baloncesto de Santiago Rodríguez (ABASARO), pasado co-gerente de la selección nacional de baloncesto (2009) junto a Rafelin Uribe Vásquez, pasado asesor del ministro de Deportes en tiempos de Jaime David Fernández Mirabal, pasado gobernador de la provincia de Santiago Rodríguez, pasado sindico de San Ignacio de Sabaneta (2006-10), miembro del Comité Central del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), fichado por los Metros hasta la estación 2020, contrato inédito jamás visto en el panorama deportivo dominicano, ni siquiera en el béisbol profesional.

En un avance informativo que recibí me indican que St. Hilaire Villalona estará en el programa Rolling TV de la televisión santiagués, donde adelantó: “Héctor Báez (Héctor Jacinto Báez Pérez, nació Dic.12.1955; falleció Feb.22.1014 ambos episodios en La Romana) ha sido uno de los hombres más conocedores del baloncesto que ha tratado”. Debo acotar que ni a St. Hilaire Villalona ni a Uribe Vásquez les tembló el pulso para sepáralo de la selección dominicana cuando asumieron la co-gerencia en el año 2009, usaron una Black and Decker que les facilitó Fausto Julián Suero Bueno, también conocido por el gamborimbo mote de “la reina del bochinche”, en uno de los desaires más significativos de nuestra historia reciente. ¿Hipocresía?... ¿fingimiento?... ¿deslealtad?... ¿farsa?... ¿tramoya?... ¿apariencia?... ¿artificio?... ¿mojigatería?... ¿falta de autenticidad?... voy más lejos, ese mismo 2009 conocí al tunante mentado de Rafelin en las instalaciones que tiene el buen amigo Ángel Presinal Doñé (Nao) en el Palacio de los Deportes; apenas nos saludamos pero me lanzó la siguiente recta: “por cierto, nuestra única problemática en FEDOMBAL es deshacernos de Héctor Báez”; le respondí: “ustedes no solicitaron mi sugerencia para contratarlo, así que no tengo nada que aportar para cancelarlo”. No sólo excluyeron a Báez, sino que colocaron como asesor al chupóptero de Pedro Pablo Pérez. ¡Jesusantisimooooo, cuantos agujeros negros doblemente densos!


El carácter de las gerencias locales está etiquetado, y los entornos se hacen cómplices; no tiene la firmeza para enmendar sus propios estropicios cuando nuevos desastres se asoman. Quedan en la lontananza los buenos refuerzos, las esperanzas por conseguir alguien que impacte, baja la calidad del juego, no se logra avanzar en reclutar a los fanáticos. Es la trepidación constante que busca como necesidad la autoliquidación de manera permanente.

En el caso de St. Hilaire Villalona quizás no conoció de la novelita rosa de Akindele con Bayamón. Su salida después de iniciada la campaña para recalar en los Bucaneros de La Guaira, equipo venezolano, su regreso en mes después… ¿está el nigeriano convertido en un mercenario?... ¿en un come cheques?... ¿está consiente que su liquidación de las canchas se aproxima?... ¿por qué no se atrevió St. Hilaire Villalona, por ejemplo, con Ekpe Udoh, si lo que quería era un moreno grande, venido de Nigeria?

Ekpe Udoh (Ekpedeme Friday Udoh; 6’10, 240, PF/C, May.20.1987 en Edmond, Oklahoma, de origen nigeriano, Baylor University, draft de primera ronda, pick 6, por Golden State Warriors en el 2010), que ya ha comprometido sus derechos con Utah Jazz de Ricky Rubio. Udoh, conocido también como El Caballero de la Figura Triste, o como The Nightmare, viene de jugar con el  Fenerbahçe Spor Kulübü donde promedió 12.1 puntos, 7.8 rebotes y 2.2 bloqueos en la campaña 2016-17. Siempre con demasiadas novias acumuladas tocando las puertas; pese a tener contrato de dos años con los turcos y volar de regreso a Estados Unidos, todos los grandes clubes europeos preguntaron por su valor, tratando de anexarlo a sus nominas.

Dicen las malas lenguas que el de los Leones de Santo Domingo, un insulso Chad Sanders es aún peor que St. Hilaire Villalona; un gringuito que Eduardo Najri, presidente de la franquicia mantiene sabe Dios con que fines. Sanders apaña todos los actos de los jugadores importados del conjunto tojo, y para peor se acompaña de Suero Bueno, a quien la plantilla ha coronado con el doblemente gamborimbo mote de El Virus. ¿El Virus?... si, me respondieron, porque además de no hacer nada, importuna en los vestuarios, en las prácticas, en los viajes. Es como un parche mal pegado, huele a bahía de Guanabara, vive de lambiscon de Najri, su presencia molesta.



De los técnicos del seleccionado nacional, que también fungen como asesores en las contrataciones, sólo para hacer sus propias jugadas comerciales, desnudan al baloncesto dominicano, sin un mínimo de estabilidad, pero tampoco de orden.

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