Agrios edulcorados…
Caso 278: Propaganda por pi’pa’
Oct.13.2016
Estoy convencido de que la mayoría de los periodistas
dominicanos de la actualidad, con muy escasas excepciones, escriben para saciar
sus vísceras. Cuando veía a mi tío Julio Genaro Campillo Pérez tragarse
colecciones enteras de los diarios nacionales en busca de información para sus
libros como fuente de referencia, lo consideraba una labor titánica,
importante, satisfactoria; ahí aprendí que había que tomar las pesquisas con
delicadeza y también con cierto celo. Dentro de 50 o 100 años aquellos que
busquen en las colecciones de los periódicos relativas a los primeros años de
este siglo lo que encontrarán será pura basura; historias repetidas de
triunfalismos fatuos. Poca cosa hay que rescatar del diarismo nacional de la
actualidad.
Este inicio de siglo también nos trajo la presencia en
los medios de comunicación de Odalis Sánchez Castillo, quien regularmente
escribe en el vespertino El Nacional. Debe ser el periodista deportivo con más
“relaciones públicas”, entre ellas,
es vocero de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) en esta etapa
que dirige Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el alias de Rafelin.
En medio de la tormenta que se ha desatado por la
intervención a la Asociación de Baloncesto de Santiago (ABASACA), Sánchez
Castillo escribió, le fue dictado (que es mi presunción) o se despachó (lo que
dudo) con un: “en
lo particular mi formación hogareña, personal y profesional me impide cometer
esa falta inmoral y aún más en mi condición de presidente de FEDOMBAL, que debo
regular y velar en todos sus aspectos por el baloncesto dominicano”,
declaraciones atribuidas a Uribe Vásquez.
Yo no dudo que Rafelin
haya recibido formación de hogar; es más, estoy convencido de que su familia
paterna está bien cimentada, pero más seguro estoy que mucho de ese adiestramiento
formativo, como nos decían en la escuela, le
entraba por un oído y le salía por el otro. En el plano personal y
profesional Uribe Vásquez deja mucho que desear; en
innumeras ocasiones he señalado sus debilidades, su falta de personalidad y sus
raquitismos.
Refugiarse en una moralidad
inexistente es un acto superlativo de cobardía.
¿Qué nobleza puede existir en alguien que traiciona,
invalida y utiliza armas adornadas de malas artes?
Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el
alias de Rafelin, es simplemente un
individuo de limitadas capacidades que encontró refugio en un funcionario
público, empezó a escalar traicionando confianzas, y así ha continuado;
actuando y pensando como funcionario público, sin encontrar estabilidad en
ningún espacio. Hoy se hace fotografiar al lado de Altagracia Guzmán Marcelino,
ministro de Salud Pública; además de largos periodos en el dique seco, también
hizo lo mismo en Obras Públicas, en la Corporación del Acueducto y
Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), en la Autoridad Metropolitana de
Transporte (AMET), en el Ejercito Nacional, y quien sabe cuentas instituciones
más. Aquí hay una amplia capacidad mutante.
Si Rafelin
ofreció la ABASACA, a Lenny Minaya Rodríguez, vice-presidente
de la Fundación Deportivo Minaya (FDM) o a cualquier otro individuo o
entidad que haya trabajado o sostenido relaciones con el baloncesto de la
ciudad del Yaque, aunque señala en el escrito de marras que: “ni siquiera de
pensamiento”, estoy en mi libre albedrío de pensar que si lo ha hecho. Sus
actuaciones han sido tan reñidas con las buenas costumbres que no dudo nada.
Lo que el actual presidente de
FEDOMBAL está buscando para ABASACA es un títere, un cómplice, un secuaz, un
encubridor, un compinche, un coparticipe. Alguien que absolutamente responda a
sus deseos, y su máxima aspiración de esquilmar a toda costa la actividad en el
país.
¿Qué pasó en la ciudad de Santo
Domingo con el periodista José P. Monegro cuando le entregó la Asociación de
Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA)?
Señala Uribe Vásquez: “lo que no sé en verdad de donde sacan tantas
falsedades e intrigas, y que se había solucionados (solucionado, debió
decir, pero además se expresa con faltas ortográficas y de dicción) el impasse que la FDM tiene con FEDOMBAL”.
Nada más falso ni intrigante que el cuerpo cuasi huero, repugnante y gangrenado
de Rafelin. “Que gran falacia, cuando he sido y seré el más ferviente motivador y
desarrollador de las categorías menores en todo el país y las asociaciones que
integran la FEDOMBAL y con los torneos provinciales a nivel superior”.
¡Para la risa!
Lo cierto es que he quedado
atónito y descreído; cada accionar es la confirmación de que Uribe Vásquez cada
vez más atenta contra la libertad dentro de la actividad. Cada paso es la
insinuación a la creación de sus propias circunstancias.
Las bondades de Rafelin se pueden vender como cualquier
bien de consumo y este presume de buenas conexiones periodísticas.
¿Dónde quedo la ética
periodística?... aquí tenemos demasiada gente vendiendo espejos, vasos en
colores, cascabeles y yum-yum en
vasos de foam, sin estar bien azucarados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario