sábado, 29 de octubre de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 287: A grain of stupidity
Oct.29.2016       

La Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) tiene una página institucional en la red social Twitter y eso debería de ser, nada más. No acostumbro a husmear por el vasto universo del ciberespacio, mucho menos en aquellas madrigueras relacionadas al baloncesto dominicano por la simple razón de que en ellas nunca he encontrado nada para aprender.

Cosas más obscuras que las sombras: Kat Philbin
Sostener una lucha con alguien apócrifo, malediciente y sin municiones para responder no es de mi interés. Quien está a cargo de la referida página es un asalariado de Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, un objeto sin valor, alguien desechable, algo así como un trapo de luna. He visto a muchos cuando “la voz del amo” escandaliza sentirse estériles e incompetentes ; seres que terminan perdiendo la dignidad por unos pocos pesos, entrampados para siempre por su falta de vergüenza, de integridad, de honradez.

El beato de Rafelin, que ya ni de su apodo quiere recordarse, se rodeó de gente de la peor calaña y de ello llenó la entidad. Solo hay que pasar balance, mirar sus acompañantes en las diferentes manifestaciones, y lamentablemente a mi no me van a encontrar entre tanta pusilanimería. Quizás aún no lo sepa, serán los mismos que lo apuñalarán al primer momento de debilidad. Los mismos que le dieron la espalda a Frank Herasme cuando ocupaba la posición.

Los mismos que quieren placer sin esfuerzo, riquezas sin trabajo, sabiduría sin carácter, negocios sin moral, oración sin caridad, política sin principios. La vida es un espejo y así mismo devuelve las imágenes.

A estas alturas ya he vivido más de lo que me resta y posiblemente también haya escrito
Guardín de la luz: Kat Philbin
más de lo que en adelante salga de mi cabeza, mi corazón y mis dedos. En la actividad del baloncesto se cuentan más de 39 años, desde aquel extenso artículo en Ultima Hora que detallaba la exhibición de la selección de Puerto Rico frente a su par dominicana, en le verano de 1977, y pienso que nadie ha escrito tanto; algunos me han colocado el inmerecido título de “maestro”, que siempre rechazaré.

He conocido quienes me han recitado párrafos escritos por mi hace 10, 15 o 20 años y me asombro, gente que ha jugardado esas piezas como para destinarlas a algun museo de la escritura y maas de un profesional, de esos sin maculas, me ha dicho, aprendii a seguir el baloncesto por usted; alguna huella he dejado en esas cabezas. Los que no han estado de acuerdo, necesariamente tienen que pasar de largo porque no encubro entuertos, no participo en negocios de dudosa procedencia, pero jamás voy a permitir que se me trate de denotar; ese ha sido el norte rastrero, miserable, cochino de Uribe Vásquez y su pandilla, por lo que siempre me tendrá de frente.

Salammbô de Carl Strathmann (1866-1939)
Joaquín Balaguer Ricardo dijo en Sea Usted el Jurado, previo a las elecciones de junio del 1966, palabras más, palabras menos, que: “no merece llevar la banda presidencial aquel que no es capaz de dar su pecho por la patria”. Para mí, Rafelin es un cobarde con letras mayúsculas, lo he repetido maas de una vez. Alberto Amengual, 50 años después sigue produciendo el mismo espacio televisivo.

Lo que no se cuenta es que Uribe Vásquez ha pretendido convertir el baloncesto en estandarte de su individualismo poniendo en peligro la actividad. La mayoría trata de convencernos todos los días de que no es así, la prensa adocenada lo repite cada vez, pero el tiempo pasará factura; guardando distancias, la ciudad de Santo Domingo pagará un enorme precio al haber tenido a un inepto como Roberto Salcedo Gavilán al frente de los asuntos municipales por 14 años. El mundo ha cambiado tanto que los éxitos militares convencionales, para citar un ejemplo, no llevan una paz implantada.

La teoría de Mao de que había que moverse entre la población como peces en el agua no cayó en el olvido, aunque la practiquemos muy poco.
Macbeth, 1889, de Keeley Halswelle (1832-1891) 

Asistimos, queramos o no, a la dramatización deformada de la realidad.

Estamos presenciando una política incoherente manipulada por el engaño deliberado. Cuando mayor es la mentira más potente se busca que sea su efecto, ello es una táctica estalinista conocida.

La atmosfera de la época en la que uno está viviendo, o la de grupos que la mueven, puede malograr nuestros mejores ingenios.

Aquí, ante tanta podredumbre hay que tornarse sarcástico y por supuesto forzar un gesto de desprecio hacia cualquier cosa que no forme parte de lo que debo de aceptar, no importa el ámbito. De resentido social, de inadaptado, de eternamente angustiado, me importa poco quien lo piense, hay gente con más demonios que los que pueden habitar dentro de mí, con trastornos insondables manifiestos, esos atributos que se me confieren no son más importantes que tener los dedos de frente y las pelotas bien puestas. Quienes no critican pero me juzgan tratan de calificarme por sus registradas y confesadas falencias intelectuales.

La Pesadilla, 1857/58 de John Anster Fitzgerald (1823-1906) 
Los estupidos tienen que abrir bien los ojos para entender las cosas. Mientras tanto, yo soy más curioso que cuando era un poco más joven.


La pobreza del baloncesto dominicano actual es la condición sobre la que pivotan los populismos del actual presidente de la FEDOMBAL. Esos mismos populismos llevan a la quiebra, es decir Rafelin nos conducirá por el camino donde terminaremos en la más abyecta obscuridad.

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