Agrios edulcorados…

Caso 279: Un cafecito para Luis Scheker Ortíz

Oct.14.2016                                    

Leo en la edición digital del diario Hoy (http://hoy.com.do/ceremonial-hara-historia-luis-schecker-honrara-a-15-deportistas/), según palabras de Luis Scheker Ortíz que: “todos los deportistas que fueron escogidos han confirmado su participación en el acto del próximo domingo”.

 

Scheker Ortíz

Quienes allí nos daremos cita es posible encontrar más de una sorpresa.

Puedo adelantar que Ralph Garr, aquel mítico jugador que hizo historia con las Estrellas Orientales, no estará presente como tampoco lo hará Mickey Mahler, el lanzador que actuó también con los paquidermos pero defendió la casaca de los Leones del Escogido tan bien como cualquier nativo.

Cuando se me confió la ausencia de estos dos jugadores de béisbol, sin que nadie me lo pidiera los ubiqué en sus residencias actuales, números telefónicos y pasé la información. Recibí como respuesta: “los contactos con Garr los hicieron los directivos de las Estrellas, quienes señalaron que el pelotero había declinado por asuntos de salud; algo similar había dicho para el centenario del conjunto. Los contactos con Mahler se les encargaron a la directiva del Escogido y nadie ofreció respuesta a la solicitud y ya no hay tiempo para traerlos”. Puedo entender que el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano no realizó ninguna gestión de manera directa, lo que es un asunto grave.

Esto fue el miércoles de esta semana (Oct.12.2016), Garr reside actualmente en Richmond (Texas), a 45 minutos de la ciudad de Houston. Mahler tiene su hogar en Sandy (Utah), a 30 minutos de Salt Lake City.

Por American Airlines, el vuelo de Houston a Santo Domingo, con escala en la ciudad de Miami, está pautado para durar 5 horas y 45 minutos. Por Jet Blue el vuelo de Salt Lake City a Santo Domingo, con escala en la ciudad de Nueva York, dura 9 horas.

Pese a haber sido anunciado a cuentagotas los miembros del Comité Permanente del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano conocían perfectamente, desde hace meses, quienes serían los nombres que serían inmortalizados en esta versión del año 2016. Si los cabos no fueron atados correctamente es responsabilidad exclusiva de ellos mismos.

En el Comité Permanente hay quienes ya deben dar un paso al costado y también los que nunca debieron de estar ahí. Hay más de una pata floja y la pereza parece abundar; seguro estoy que si estarán prestos para defender esa dinámica tan crepuscular que los corroe, sabiendo que concluirán borrados del mundo deportivo, mientras resisten con orgullo, como si nada ocurriera.

Mahler

Conste, que estoy de acuerdo con todos los que recibirán las honras más excelsas que brinda el deporte dominicano, pero no con la manera de la selección; todos en su momento habrían llegado a esas crestas. El propio Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano ha violado sus estatutos, específicamente aquel acápite que señala, palabras más, palabras menos: “para ser seleccionado como miembro del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano hay que tener 45 años de edad y haber cumplido 5 años en retiro”. Que se sepa, nadie jamás ha señalado que esas disposiciones han sido transformadas.

En la página digital del Pabellón de la Fama se extrae su articulo 46 (cuarenta y seis), donde íntegramente se puede leer: “para ser nominado como inmortal del deporte dominicano, el candidato deberá reunir los siguientes requisitos: ser dominicano, conforme lo establece la Constitución de la República; tener más de cuarenta y cinco (45) años de edad o haber transcurrido más de dos n(2) años de su fallecimiento; haber observado una vida ciudadana ejemplar; que su participación dentro del deporte dominicano haya sido de trascendencia nacional o internacional; haber estado en retiro durante los últimos cinco (5) años”.

A ello se agrega el párrafo I: “podrá ser llevado al Pabellón de la Fama una persona de otra nacionalidad, siempre y cuando haya realizado una extraordinaria labor en beneficio del deporte dominicano. Ya sea como atleta o propulsor; todo de conformidad con los reglamentos que se dicten al efecto”.

El párrafo II del mismo artículo se ha convertido en una estafa: “cualquier candidato que trate de influir directa o indirectamente en los organismos electores para fines de nominación, no será tomado en cuenta para fines de nominación”.

Lo que si es una realidad, es que el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano ha cedido ante presiones de diversas índoles, pues se han conocido atletas que están cabildeando la asignación que les otorga el Ministerio de Deportes y Recreación (MIDEREC) como “inmortales y viejas glorias”. Hemos visto casos de atletas que sin ser relevantes han llegado al Olimpo deportivo nacional.

En mis oídos ya corren nombres de los posibles candidatos para el año 2017. Aquel “papelito” que encontró el buen amigo Renaldo Bodden en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, semanas atrás, dice mucho de cómo se están manejando las cosas.

Más allá del acto social que significa cada año la exaltación deportiva de un grupo de individuos, el Comité Ejecutivo actúa como una caja llena de misterios y jamás se ha involucrado efectivamente a la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD) o sus similares del interior del país. Se entregan unas papeletas de votación, pero tampoco se examinan quienes están en capacidad de ejercer ese sufragio. Diversas ciudades de nuestra geografía han implementado en años recientes sus propios parnasos deportivos.

Los tiempos se han modificado, hay tormentas que apaciguar; no es lo mismo aquellas presencias impresionantes de gente como Pedro Julio Santana, Mario –Cuchito- Álvarez Dugan, Félix –El As- Acosta Núñez, Luis Alfau, Arístides Álvarez Sánchez o Virgilio Travieso Soto, verdaderos maestros de la palabra y del mejopr accionar, por lo que se hace urgente escuchar nuevas voces.

En lo particular siempre he visto las cosas muy diferentes a como las plantea Scheker Ortíz, de manera puntual, le ha restado solemnidad, no ha conseguido estabilidad, como tampoco ha añadido salubridad porque la limpieza de los nominados está comprometida, muchas veces, a los tiempos que corren. Solo el imponente acto anual, el tercer domingo de octubre, casi siempre puntual, logra amortiguar su impacto adverso.

El equilibrio tiene que retornar al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano. Ha llegado la hora de saber si ahí, cuando se cocinan las decisiones, todo vale o si en el seno de la entidad hay sentido común, que como decía un profesor de matemáticas, es el menos común de los sentidos.