Una pesadilla de 36 días
Treinta y seis días duró la fase regular del Torneo de
Baloncesto Superior del Distrito Nacional, ese fue el tiempo transcurrido entre
el silbato que rompió las acciones y el mismo toque que las finalizó. Lapso que
nos mostró un evento que hace tiempo pasó de sus mejores días, que no es
tradición de nada, donde la innovación brilla por su ausencia, como tampoco hay
confianza para sacarlo del marasmo donde se encuentra y sobre al que la
Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) mantiene una camisa de fuerza.
Cada año se repite lo mismo de manera más lastimosa.
Hace años que todos sabemos que el modelo que
implementa FEDOMBAL para los torneos en el país se agotó. Esa eterna rueda
competitiva impide el desarrollo de nuevo talentos, castra el trabajo de las
bases, no permite la mejoría en el manejo de los fundamentos de los muchachos
que pretenden hacer carrera dentro de la disciplina, pero resulta provechoso
para la captación de recursos; recursos que cada día se tuercen en más y más desmejorados.
Resulta pasmoso que los clubes que articulan el
espectáculo en la ciudad de Santo Domingo pasaran dos años enteros tratando de
ponerse de acuerdo para elegir una directiva, no tomaron ninguna acción contra
el causante de redundar los males de siempre, Ramón –El Teacher- Rodríguez, como tampoco trabajaran por el bien de sus
entidades. Hoy las quejas están por pi’pa’,
las subterfugios, los lamentos, pero nadie se mira a si mismo para encontrar
sus debilidades.
Para peor, estas mismas entidades permiten que
Rodríguez haya iniciado una campaña con el único objetivo de volver a asaltar
la dirigencia del baloncesto capitalino. Por supuesto, detrás la mano siniestra
y pecaminosa de Leonardo de Jesús Heredia Castillo, también conocido como Leo Corporan. No se que cataclismo se
necesitará para que los 32 clubes con voz y voto y que deciden el accionar de
la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA) rompan con el
anestésico que se les ha administrado por años.
En la cancha pasó lo impensable fruto de la
improvisación y la falta de preparación, Rafael Barias no se clasificó para la
post-temporada y Mauricio Báez no resultó el mejor equipo. Antes de iniciarse
las acciones eran los favoritos por amplio margen. A los primeros los mató la
gerencia (Alberto Rodríguez Mella) y a los segundos la dirigencia (Melvyn López
Guillen).
El Millón que no pintaba un coco salió por la puerta
ancha e increíblemente Los Prados que no tiene un solo jugador formado en sus categorías
formativas se clasificó.
También más allá del calendario regular, Huellas del
Siglo se durmió en los laureles en todo este dilatado receso, después de un
torneo en el 2013 que debió olvidar. San Lázaro participó en medio de una
crisis institucional de ribetes importantes y el Mejoramiento Social (BAMESO)
con un equipo sub-25 que no invita a creer en un futuro más promisorio; a nadie
le resulta simpático irse sin victorias de un evento, como le pasó a Eugenio
Perdomo en un lejano 1974 (0-15) y a Villa Duarte en el 2002 (0-14).
No se puede hablar que los conjuntos mostraron una
buena disciplina táctica, porque ese aspecto no existió, tampoco una identidad
como colectivo. Sobresalió el representativo de El Millón, con el dirigente más
joven del torneo; más joven y debutante en estas lides. Todos los equipos
fueron irregulares, en la cancha y en los aspectos administrativos, lo que
debió suponer más trabajo para los entrenadores, pero esto lo tomaron con
abyecta irresponsabilidad. La ABADINA por demás pecó de lenidad.
La receta sería la misma para todos los equipos,
trabajo con honestidad, pero nadie acatará, hay enormes comodidades en lo que
se dejar de cumplir; sin importar lo demás.
A los equipos con techados, hay que agregarles: dejar
tanto alquiler de las instalaciones y disponer de horarios permanentes y
regulares para las prácticas de la actividad. No es que la colonia china, ni
Manny López, ni Tenguerengue, ni los añejos dejan de recrearse en las
facilidades de los clubes, pero estos tienen que sentar bases para el desarrollo
del baloncesto y elevar sus canteras. Real Madrid, el Barcelona, Atenas de Córdoba,
Peñarol de Mar del Plata, Fenerbahce de Estambul, CSKA de Moscu están entre los
mejores del mundo porque trabajan y generan recursos.
¿Qué recursos generarán los clubes del Distrito
Nacional en lo que resta del 2016?... ¿solicitarán un juego de uniformes al
negocio de la esquina más próxima?... ¿irán a pedir al Ministerio del Deportes
y Recreación para la reparación de la cancha?... ¿seguirán únicamente
alquilando los techados?... ¿implementarán alguna campaña para la captación de
nuevos valores?... ¿transparentarán el listado de su masa social?... las
preguntas se harían interminables.
En lo relativo a personal local, entrenadores y
refuerzos este evento demostró que nadie tenía el dinero suficiente para
presentarse con todas las de la ley sobre la duela. Mi siguiera el Mauricio Báez
que se refugió en algunos de los jugadores que han defendido la enseña en categorías
menores. El mejor personal nativo brillo por su ausencia; los entrenadores, los
mismos de siempre, todos con ideas muy cortas; y los refuerzos una pantomima.
El Millón fue de todos el más regular. Se mostró
agresivo en todo momento pese a perder a su jugador franquicia Manuel Guzmán
después del segundo choque (se fue a militar con los Toros de Aragua en
Venezuela), muchas veces su entrenador Abraham Disla Nivar sacó lo mejor del
aspecto ofensivo y se anticipó en leer los escasos planteamientos defensivos
que presentaban los rivales. No tuvo una rotación muy holgada, pero Juan
Guerrero le realizó un trabajo con ruta a Jugador Más Valioso (17.7 puntos,
12.2 rebotes y 1.2 asistencias). Mucha gente cumplió: Alvin Abreu, José
Corporan, Rafael Crisóstomo (mientras estuvo ahí) y Ramón Ruiz. Parte de su
futuro se plantea alrededor de Johan De Los Ángeles y Leonardo Cabrera.
Mostraron tres norteamericanos en el torneo que no lucieron absolutamente nada.
Mauricio Báez estaba llamado a terminar la fase
regular en mejor posición, pese a ganar su grupo, pero se esperaba un punta
a punta. Su entrenador Melvyn López Guillen mostró que no está por
encima del grupo de muchachos formados en la misma barriada donde reside; le faltó
disciplina, autoridad, firmeza, pese a conocerlos a todos desde la infancia,
aunque no ha intervenido en su formación como jugadores. El grupo no funcionó
como la pieza que se esperaba, malas segundas importaciones y a Stanley
Robinson no se le sacó partida.
López Guillen usó una rotación amplísima, 11 jugadores
jugaron 10 o más minutos por juego, pero en ese grupo no entró Brian Martínez
(6’09) que debería ser un puntal interesante en los años por venir y siete de
esos chicos tienen 6’04 o menos de estatura. Gerardo Suero pese a ser su mejor
anotador luce estancado y tanto él como su hermano Juan Miguel deberán bajar
las revoluciones si aún quieren trascender en el negocio.
San Carlos fue como un barco sin rumbo, sin gerencia
ni dirigencia y pese a ello pudieron llegar a puerto. Fue el segundo equipo
menos ofensivo de la justa, sólo superando al BAMESO, pero el cuarto en la
casilla de rebotes; parecía como si el dete Julio Cesar Javier, también
conocido como Ayata, colocaba una
curita cada vez que salía a la cancha; algunas veces le funcionó y otras no,
por eso algunos juegos se le fueron de la mano. Donde debía poner otra curita o
un vendaje más grande no lo hizo, yo apuesto por ignorancia.
El puertoplateño Bernardo Polanco le realizó un gran
trabajo (17.8 puntos), y después venía el resto: Chayane De La Cruz, Kelvin
Valdez, Claudio Calero, Erickson Sánchez, lo que queda de Ricky Soliver.
Los sancarleños fueron burlados por el presidente de
FEDOMBAL y no se defendieron en el caso de James Maye, que terminó marchándose
a Puerto Rico para jugar con los Leones de Ponce. Se mantuvieron con un Curtis
Washington (9.8 / 7.9) que no es dominante pero le gusta saltar. En las postrimerías
anexaron a Danilo Pinnock, llegado de La Romana, pero ya este delantero ofreció
sus mejores presentaciones.
Los Prados fueron el último de los clasificados
(aunque lo hicieron la noche del jueves). Víctor Hansen reunió muchas cosas,
tantas como suficientes para hacer un equipo que no parecía tener posibilidades
y apostó a ello. El experimento le salió pese a que para el resto del camino perdió
al defensa Jerry Flores que marchó a Venezuela, específicamente a Trotamundos
de Valencia, en una jugada sucia del presidente de FEDOMBAL.
Jonathan Araujo (6’08) le realizó un gran papel (11.6
/ 11.9), lo mismo que Flores (13.3 / 1.7 asistencias), pero también hubo otros héroes
como Carlos Rivera (10.6 / 8.1), José Acosta (7.9 / 4.9 asistencias), el
delantero Kelvin Dixon Rojas (8.1 / 3.9 / 1.7) y el veterano Carlos Paniagua.
A Huellas del Siglo lo puso en el dinero la llegada de
Derek Baker-López como dirigente, que ingeniosamente buscó a Chris Moore como
su segundo importado; quedaron a un solo paso. La dirigencia, encabezada por Ramón
González, demostró que debe dar un paso al costado y dejar que otros manejen el
club y la franquicia. Los de Cristo Rey no han trabajado en lo absoluto en dos
años; un decepcionante 2013 con López Guillen como dirigente, que prácticamente
se burló de ellos, y ahora más de lo mismo.
Los importados Moore (22.8) y Tiras Wade (20.6), muy veteranos
ambos, generaron el 56 por ciento de la ofensiva de ese conjunto. Su jugador
franquicia Henry Valdez (9.3 / 5.7) cumple con lo que sus propias limitaciones
le permiten. El equipo de Cristo Rey fue el peor en materia de rebotes y en
rebotes defensivos (10.2) solo superaron a Rafael Barias. El proyecto de Rodys Ramírez
se desperdició por falta de laborantismo sobre este chico. Jaison Valdez les cumplió,
pero nombres como Ricardo Cátala, Kerwin Ramírez, Mawell Soler y Víctor Verdecía
eran más ruido que efectividad.
Rafael Barias, sin dudas el gran desencanto de la
justa. La gerencia trabajó como si no tuviera recursos y así se manifestaba.
Apostó por el mismo grupo de años pasados y glorias pretéritas y no resultó.
Lanzarse con Francisco Dajer, José Fortuna, Manuel Fortuna (15.5), Franklin
Millán (12.7), Joel Ramírez (12.5), César Rosario y David Zabala era una tarea
arriesgada. Millán y el mayor de los Fortuna apenas superan los 6’00 de
estatura, después corría el alero Giancarlo Acosta (12.5 / 5.8) y el delantero
Juan B. Araujo (15.8 / 5.7).
A los de Villa Consuelo los acompañó también una pésima
selección de importados; Shaun Pruitt, Samuel Coleman y Maurice Sutton, este último
después de concluir en Santiago, como seguro de vida y anunciado para los
Titanes en la Liga Nacional de Baloncesto (LNB). Pareciera que Rodríguez Mella
solo acierta con las figuras que logra traer de Puerto Rico.
Un punto a señalar es la baja en el juego de Pancho
Fortuna, a nivel que pensaría si continuar en la ruta o dar un paso al costado.
Su punto luminoso fue otorgar algo más de 3 asistencias por juego, pero sus
porcentajes, todos, tuvieron “placa de vice-ministro”.
A mitad de la justa San Lázaro entregó su
participación. Renunció su dirigente Radhamés Paulino y cortaron a sus
refuerzos: Enmanuel Jones (21.5 / 8.2) y Lester Procter (20.2 / 11.5), sin
nombres en el mundillo del baloncesto, salidos de la nada, pero que le
realizaron una labor interesante. La directiva hizo mutis y detrás de todo ese
berenjenal la figura omnipresente del presidente de la FEDOMBAL aupando a un
tal Milton Díaz, más anónimo que el ignoto veneciano, que busca por todos los
medios la presidencia de la entidad de Jobo Bonito.
Más allá de Erick Merán, las dunas del desierto.
BAMESO dijo desde el principio lo que iba a hacer pero
nadie jamás pensó que la pesadilla resultaría enorme. No tiene nada de malo
salir a la cancha con un sub-25… ¿qué edad promedio tenía el San Lázaro del
1974 o del 1976?... ¿cuál era la edad promedio de los Astros en 1975?... ¿con excepción
de Ed Johnson, cual era la edad promedio del Mauricio Báez de los años 1974 y
1975?... ¿y del Naco de esos años de gloria?... Aldo Leschchron se retiró en el
1985 con apenas 27 años de edad y aún se le recuerda.
¿Qué más hay detrás de la aventura del BAMESO?... se
anunciaron dos cubanos, ambos ya con experiencias en ligas extranjeras, y al
final terminan presentando un descarte del San Carlos, desecho que ofreció 5
partidos con cifras dobles en puntos y rebotes (Cyril Aware) de 7 en que vio acción.
¿Qué puede garantizar BAMESO en los años por venir?... ¿tiene futuro ese
grupo?... independientemente de las respuestas, que no llegaran, a menos que no
resulte una bravuconería de la directiva de ese conjunto, creo que el
sufrimiento a que se sometió ese grupo de muchachos fue enorme.
Por cierto, ¿reúne Freddy Sánchez el perfil para que
se le entregue un conjunto de baloncesto superior?
Cada quien debería de sacar sus conclusiones y
aprender.
Tenemos un baloncesto poco organizado y peor
trabajado, no importa lo que digan desde las oficinas de FEDOMBAL. Esto ha sido
un fracaso. A los fanáticos le gusta seguir el buen espectáculo no lo que han
brindado los clubes, la ABADINA y la FEDOMBAL.
Para empezar hay que revisar el punto de vista de la competencia,
el deportivo y por supuesto, la falta de respaldo por la población. La gente
necesita tener seguridad del espectáculo deportivo que va a presenciar y este
baloncesto no brinda el mínimo resquicio.
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