Agrios edulcorados…
Caso 175: ¿Papeles de Panamá?
Abr.11.2016
Me dicen, y lo creo, que vieron a Rafael Fernando
Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, en Panamá, con un alto mando militar.
¿Qué hacia el presidente de la FEDOMBAL por esas
tierras ahora tan cuestionadas?
¿Estaba formando una compañía?
¿Visitó las oficinas de algún bufete de abogados?
¿Estaba llevando algún depósito?
Antes, cuando la guardia era guardia, los militares
tenían que sacar permiso para salir del país. Parece que este coronelito no
tiene que rendirle cuentas a nadie.
Para ser miembro de los organismos militares de
República Dominicana, Uribe Vásquez hace mucho ruido para no tener ninguna
responsabilidad. Ni siquiera Carlos Piccini Núñez, el coronel de la Fuerza
Aérea Dominicana envuelto en el asunto de las comisiones por la compra de los
aviones tucanos ha sonado tanto.
Tampoco el Ministro de Defensa, Máximo William Muñoz
Delgado, teniente general transitorio (en otras palabras, general de cuatro
estrellas), ERD (DEM), se menciona tanto en los diarios nacionales, ni en la
radio, ni en la televisión. Conste, que Muñoz Delgado es de La Fe, como yo, y
tenemos el mismo barbero.
Lo he dicho siempre, tener a Uribe Vásquez en el
movimiento deportivo dominicano ha sido fatal. Las consecuencias aún no han
sido vistas, pero quien no pueda avizorarlas está ciego, o se hace.
Cada día que pasa y veo a Luis Mejía Oviedo,
presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD), subiendo pendejadas a las
redes sociales, hablando de bellos amaneceres, de su catolicismo imperturbable,
y no tomando en serio la problemática del deporte dominicano, así como las
debilidades de sus máximos responsables, hay que convencerse más y más que el
estamento deportivo dominicano colapsó por fallas repetidas y complicidades
remachadas.
Pedir responsabilidad a las dirigencias ya es una
utopia; ahora la norma es callar. Se calló ante los resultados de los Juegos
Deportivos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz del 2014 y ante los Juegos
Panamericanos de Toronto en el 2015, donde claramente retrocedimos hasta
niveles inauditos.
Más que los clubes de base estén asfixiados
económicamente, más que la bonanza monetaria de un Luis Mercedes, para tomar un
ejemplo, también pagamos la falta de entrenadores de iniciación capacitados. A
nadie se le pide metas firmes, mucho menos ordenamiento financiero. ¿Qué ha
ofrecido la provincia Sánchez Ramírez al deporte nacional?... en uno de los
reportajes provinciales de la selección de deportes del matutino Hoy
se exhibió el aporte de la provincia de Monte Plata al deporte nacional,
entonces: ¿por qué en más de 10 años no se han vuelto a celebrar los Juegos
Deportivos Nacionales?
El deporte dominicano lentamente se ha ido por el
barranco, sin que nadie quiera admitirlo, los seguidores se han alejado de los
eventos para terminar preso de un espectáculo de escasa monta que ya no resiste
más.
Es entendible el por qué el relevo en el movimiento
olímpico ha sido tan cuesta arriba, por ello tienen que perpetuar a los presidentes
y a los secretarios generales, porque ni para eso pueden ponerse de acuerdo,
pero siguen y seguirán esperando el diezmo que mensualmente llega desde el
Ministerio de Deportes (MIDEREC), con escasos controles, una porción generosa
del presupuesto nacional, para que todos podamos seguir un deporte que raya en
lo absurdo. Las federaciones deportivas nacionales financiadas con el dinero
pagado por los ciudadanos de sus impuestos.
Parafraseando una expresión de Pierre-Joseph Proudhon
(Besançon, 1809- Paris, 1865), celebre
filósofo, político, anarquista y mutualista francés: el deporte dominicano es,
a estas alturas, un robo al presupuesto público.
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