Agrios edulcorados…
Caso 182: Cuando a la piña se le coloca una moña
Abr.22.2016
Imaginemos a los Yankees de Nueva York disputando la
Serie Mundial y cambiando de jugadores en cada uno de los partidos, de paso,
también al dirigente. Es como si en octubre el equipo de la Liga Americana se
hiciera con los servicios del lanzador Jake Arrieta, del intermedista Daniel
Murphy o del torpedero sensación Trevor Story. O para estar más cercanos a lo
nuestro, que Cleveland Cavaliers le dispense una llamada al español Sergio
Llull (6’02), San Antonio Spurs reciba los servicios del serbio Milos Teodosic
(6’05), Toronto Raptors al juvenil croata Dragan Bender (7’01) y Houston
Rockets se refuerce con el croata Dario Saric (6’10).
Del otro lado que Real Madrid recupere al alero Nikola
Mirotic proveniente de Chicago Bulls, Carmelo Anthony haga lo propio con el
Barcelona y Karl-Anthony Towns pase a integrar la plantilla del CSKA de Moscu.
Suena absurdo porque la historia de las competiciones
se escribe de manera diferente a como se quiere tejer en República Dominicana.
Ello nos deja establecido que no tenemos equipos, sólo
una selección de personal apta para encestar y nada más, porque eso es lo que
se busca, lograr más canastas que el contrario, que ciertamente es la primera
disposición del juego; después vienen las reglamentaciones, aunque aquí parecen
se borraron o fueron suplantadas por el obsoleto Reglamento Nacional de
Competencias, que nada importa y que nadie lee.
San Carlos anuncia la contratación del tirador Víctor
Liz (6’02) para el tercer juego de la final contra el Mauricio Báez, quien nen
menos de un mes jugó para Guaiqueries de Nueva Esparta en la liga de Venezuela,
el Gregorio Urbano Gilbert (GUG) en el superior de Santiago, pasó brevemente
por el San Martín de San Francisco de Macorís donde se efectúa otro superior, y
ahora lo hará con los sancarleños, que aún no tienen el agua al cuello, pero
encendieron el botón del pánico desde que Julio César Javier, también conocido
por el alias de Ayata, les renunció, en un acto de cobardía extrema.
Liz también es esperado en Puerto Rico para integrarse
a los Santeros de Aguada, equipo que adquirió sus derechos. Se recuerda que
allí juega como nativo, aunque solo ha vestido una vez la franela de los
Atléticos de San Germán (2013). En Aguada tendrá que ganarle el puesto al
también dominicano Rigoberto Mendoza, que actúa como refuerzo comunitario y
cuyo desempeño además de estupendo, ha sorprendido a muchos, un servidor
incluido: 24 partidos, 16.3 puntos, 5.7 rebotes y 3.4 asistencias con un
altísimo 59.0 por ciento desde el campo, un deficitario 30.2 por ciento detrás
del arco y un aceptable 70.0 por ciento desde la línea.
La presencia de Liz solo hace confirmar la calidad del
baloncesto que estamos jugando. El baloncesto hipódromo o el baloncesto
ping-pong, como usted quiera llamarlo. El que asista al Palacio de los Deportes
sólo eso recibirá, porque no hay otra cosa. A la carrera, sin sistemas, sin
entrenadores capaces y con presencia, todos carentes de filosofía.
Mauricio Báez también colocará en la cancha a Alexis
Montas, el veterano jugador alto nativo de La Romana, otro trotamundos de los
“superiores” dominicanos. Montas vistió este mismo año los colores de su equipo
local en su ciudad, reforzó al mismo San Martín en San Francisco de Macorís y
hoy se calzará el uniforme de los de Villa Juana, en substitución de Alejandro
Salas.
No hay filas para acceder a la instalación en el mismo
medio del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte. Es más, los osados que se atrevan
a presentarse deberían recibir la boleta de manera gratuita.
Se tambalea la fe en el deporte y nadie dice nada, ni
toma correctivos.
Para los que no conocen la historia, en los primeros
años los equipos no podían cambiar los jugadores foráneos: tenían que mantenerlos
a lo largo de la competencia. Después, con la reposición de los refuerzos se
aceptó un solo cambio, que debía de producirse antes del inicio de la tercera
ronda. Además, los equipos que osaban presentarse sin su jugador importado eran
sancionados con 5 mil pesos de la época (a mitad de la administración de
Salvador Jorge Blanco, 3,600.00 dólares, moneda de los Estados Unidos, según el
cambio del momento: 1US$=1.39RD$).
Viva la imagen del propio Mauricio Báez cuando en el
1980, con otra filosofía y otros valores, cuando no especulaba con el
mercantilismo y la hipocresía, notó que quien había sido su buque insignia, el
centro norteamericano afincado en España Ed Johnson, ya no podía con los más
jóvenes y osados, al ver pasar sus mejores momentos, y le resultaba imposible
colocar el listón tan alto como para promediar sobre los 29 puntos y 15 rebotes
por encuentro, pero prefirió correr toda la distancia con el viejo zorro.
Después se permitió la libre contratación de manera
ilimitada.
Al final y desde hace bastante tiempo, el que logre
clasificar y más empeño económico coloque en las ruedas post-temporadas siempre
se quedará con el premio.
Ello permite una rumbita abierta al baile, cualquiera
que sea su gusto musical, y la eterna sospecha de que manos invisibles salen a
catalizar resultados de los equipos que reciben esa oxigenación final.
Hoy Mauricio Báez tiene todas las de ganar, por
supuesto, es un cartuchazo que quiere disparar Leonardo de Jesús Heredia
Castillo, el hombre que también es conocido como Leo Corporan, y que según el mismo admite, su único acto de
heroísmo es que era introducido en el baúl de los automóviles para desde ahí
lanzar grapas en las calles de la ciudad en los años de la década de 1960, ello
debido a su corpulencia física.
En lo más recóndito de mi alma tengo que aceptar que
se hace difícil que este Corporan
esté recibiendo dinero abiertamente de todas partes, pero no me quemaría las
manos por él. De lo que estoy seguro es que está usando todas sus malas artes
para enróstrale a los demás que es quien mueve los hilos de la ABADINA y por
supuesto, tratando de que el Mauricio Báez salga con la corona.
San Carlos está en vilo, Pesqueira (Diego Pesqueira)
ha ido a consultar a unos médicos chinos por los lados de la Benito González, y
Espinosa (Agustín Espinosa) fue visto por el Pequeño Haití, detrás del Mercado
Modelo, ambos recibieron la noticia de que la condición de su equipo no es
halagüeña. Eddie Jones se queja que Heredia Castillo está recibiendo más allá
del Gobierno Dominicano que ellos y emplazó a su benefactor hermano que preside
la Liga Municipal Dominicana; hasta a Kobe Bryant están dispuestos a llamar,
ahora que no tiene contrato con Los Angeles Lakers.
Padilla (José Luis Padilla) llamó a Frank Brito,
obviando que es socio de Melvyn López Guillén, el sobrino de Modesto –Pechera- Guillen, y Méndez (Francisco
Méndez) hizo una conferencia con Jordan Olivo Batista y Munir Dagher Saud, pero
nada pudieron ofrecerle.
Repitiendo a Juan González, sub-secretario de Estado
de los Estados Unidos para asuntos hemisféricos, los actores del baloncesto en
República Dominicana tienen que demostrarle al mundo que pueden empoderarse y
hacer valer sus derechos. Esto no es un negocio de Rafael Fernando Uribe
Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin,
Heredia Castillo (Corporan), Eduardo
Najri, José Monegro, los miembros del Comité Ejecutivo de la FEDOMBAL, los
presidentes de las asociaciones provinciales; el baloncesto es un bien del
pueblo dominicano.
Por ello, repitiendo a George Orwell, “si la libertad
significa algo, será sobre todo el derecho a decirle a la gente aquello que no
quiere oír”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario