Agrios edulcorados…
Caso 180: El pollito Pio
Abr.20.2016
La
perversidad se extiende antes mis hijos y tengo que admitir que paso por un
manso cordero. Los niveles de maldad, perfidia, vileza, bajeza, villanía,
indignidad, ruindad, corrupción con que se maneja el deporte dominicano superan
mi imaginación. La falta de moralidad campea y la depravación nos arropa.
Muchos pretenden hacerse de la vista gruesa, pero esto tarde o temprano les pasará
factura.
Un
amigo me llama para decirme que me hago querer entre la comunidad del
baloncesto dominicano y ciertamente ello me envanece. Mi mamá siempre me ha
repetido que a nadie le gusta que le digan la verdad en la cara; quizás peco de
ello, pero sólo hago exponer mis puntos de vista. Muchos dicen estar de acuerdo
con mis planteamientos, pero en el oído apenas me felicitan por mi actitud de
años.
Hilo
para continuar dando puntadas hay en cantidades industriales.
Una
pregunta a José Monegro, presidente de la Asociación de Baloncesto del Distrito
Nacional (ABADINA): ¿por qué frente a un partido definitorio entre El Millón y
San Carlos no fueron acuartelados los árbitros?... ya se que no se estila en República
Dominicana, que no es costumbre, pero había muchos intereses en juego.
Otra
para Monegro: ¿por qué se permitió que directivos de San Carlos conversaran
animadamente y abiertamente con los encargados de impartir justicia?... esa es
una acción para ser observada por el presidente de ABADINA, el presidente del
Comité Organizador, el Tribunal Disciplinario o la propia Federación Dominicana
de Baloncesto (FEDOMBAL).
Recuerdo
que acá todas las leyes son interpretativas, nada se da por definitivamente
juzgado. La hermenéutica y la exegética.
Ahora
vamos con Frank Brito, agente de jugadores radicado en la ciudad de La Vega;
hay que recordar, como decía el comercial de Barceló, que “los veganos son buenos todos”: ¿por qué si Kelvin –El Pollito- Peña se comunica con la
directiva de El Millón este le responde que estaba resacado y no podía
jugar?... ¿había estado de compañeros de trago la noche anterior?... entre la
llamada del jugador y la comunicación con el agente no pasaron más de 15
minutos.
En la radio había un
pollito, en la radio había un pollito…
El pollito Pío.
El pollito Pío, el
pollito Pío, el pollito Pío, el pollito Pío, el pollito Pío…
En la radio había una
gallita, en la radio había una gallina…
La gallina Coo y el
pollito Pío.
El pollito Pío, el
pollito Pío, el pollito Pío, el pollito Pío, el pollito Pío…
Y el gallo Cocorooco
Y el pavo Glú
Y la paloma Ruu
Y el gato Miao
Y el perro Guau
Y la cabra Meee
Y el cordero Beee
Y la vaca Moo
Y el toro Muu
Y el tractor Bruum
Y el pollito Pío
Y el pollito Pío
Y el tractor Bruum
Y el tractor Bruum
Y el pollito (puaggg)…
Oh, oh!!
¿Por
qué cada vez que la gerencia de El Millón le solicitó un jugador al agente
Brito este usó todo tipo de cortapisas para decir que no?
El pollito Pío, el
pollito Pío, el pollito Pío, el pollito Pío, el pollito Pío…
Cabe
recordar que entre Brito y el entrenador Melvyn López Guillen hay una relación simbiótica,
que va más allá de cualquier situación laboral. Inclusive el vegano es uno de
los manejadores de la página electrónica del entrenador capitaleño.
El pollito Pío, el
pollito Pío, el pollito Pío, el pollito Pío, el pollito Pío…
Brito
es de los tipos que me aman incondicionalmente, aunque sólo nos hayamos visto
una sola vez personalmente. Escribió en su cuenta de Twitter, más o menos, “he leído a Luis Rafael Madera miles de veces
y nunca ha dicho nada positivo”. Eso me enorgullece, me engríe, me
convierte en presumido. Como su vecino, un impresentable Ezequiel Sosa… un
vomito ambulante.
El pollito Pío, el
pollito Pío, el pollito Pío, el pollito Pío, el pollito Pío…
Todas
las referencias que tengo de Onésimo Acosta Lafontaine son impecables, nunca ha
estado envuelto en el mínimo escándalo, ni siquiera ante la acostumbrada y tan
repetida situación de falta de pago, pero está pecando de ingenuo ante tanta
malignidad.
Los
directivos de El Millón tiene que comprender que el pastel de la capital se lo
tratan de repartir Leonardo de Jesús Heredia Castillo, alias Leo Corporan, Rafael Fernando Uribe Vásquez,
alias Rafelin, Melvyn López Guillen, Tomás
Polanco, el santurrón de la Fundación Mauricio Báez, como si fueran caciques.
El pollito Pio, el
pollito Pio, el pollito Pio, el pollito Pio, el pollito Pio…
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